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K. Nahyun

     06:30 AM

     Desperté gracias a un dolor punzante ahí abajo en mi entrepierna, me removí en la cama buscando a la persona que me había hecho sentir deseada y mujer, además de infinitos sentimientos juntos, pero él no estaba a mi lado.

     Me senté de golpe en la cama pensando que estaría en otro lado de mi habitación, pero no estaba, bufé al saber que no se quedó a mi lado hasta que amaneciera. Me levanté y me dirigí al baño con dificultad, ¡Qué dolor! Jamás pensé que fuera a doler al siguiente día como si de una paliza se tratase, lo hubiera pensado mejor. Lavé mi rostro e hice mis necesidades como todos los días por las mañanas, incluso me dí una ducha rápida por la hora que marcaba mi reloj que se encontraba en el baño, iba muy atrasada.

     —¿Nahyun? —Era la voz de mi nana, me hablaba detrás de la puerta del baño.

     —¡Ya salgo! —Grité tomando mi toalla con mis manos, rodeándo la misma en mi cuerpo mojado

     Salí muy mojada de éste, no me sequé lo suficientemente por la insistencia de mi nana, pero lo que encontré frente a mí fue aterrador, ella tenía las sábanas de mi cama entré sus manos.

     —Explícame esto —Tenía una gran mancha de sangre, indicando que había perdido mi virginidad.

     —Mi período se adelantó —Mentí, pero no podía contarle lo que había pasado horas atrás, ya no me vería de la misma forma.

     —¿Segura? ¿O metiste a un hombre en tu habitación? —Se cruzó de brazos esperando una respuesta, se notaba que estaba un poco molesta.

     ¿Habrá escuchado mis gemidos? Porque me daría mucha vergüenza hasta verle la cara.

     —Segura, ¿Cómo voy a meter a un hombre a mi habitación sin que lo sepas? —Pregunté tomando seguridad de mi mentira— Nana, suena muy irreal, además, te hubieras dado cuenta —Sonreí intentando calmarla.

     —Apúrate o llegarás tarde —Se llevó las sábanas consigo, aún muy dudosa de mi respuesta.

     Terminé de arreglarme y bajé a la primera planta, Nana ya me había servido el desayuno y Jung Kook ya estaba sentado esperándome en la mesa del desayunador.

     Con un leve rubor en mi rostro le hablé.

     —Buenos días —Pasé a su lado y me senté a desayunar como siempre acostumbraba.

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     07:10 AM

     ¡Genial! Había llegado diez minutos tarde a la primera clase, toqué la puerta y la profesora me abrió cruzándose de brazos por encima de su pecho, tenía la sensación de que no iba a dejarme entrar.

     —Señorita Kim, llega tarde a la clase, —Suspiré frustrada, le dirán a mi papá que no entré a la primera clase y me pedirá posiblemente una buena explicación, que claramente no tengo— pero como estoy de buen humor, puede pasar —Abrió más la puerta, dejándome entrar al salón de clases que estaba lleno.

     Hice una reverencia y le agradecí enormemente.

     Entré al salón, mirando a Daisy y que con tan sólo verme la cara se le iluminó, al igual que la mía, le sonreí y me senté en mi lugar.

     —Hoy veremos las estadísticas —Copió la profesora el título en el gran pizarrón, dándonos la espalda momentáneamente.

     Mi teléfono vibró, me giré en dirección a Daisy y me hizo señas para que leyera el mensaje que me había enviado. Me agaché en dirección a mi bolso, metí la mano en uno de los bolsillos y lo saqué con cuidado, mientras la profesora estaba de espaldas. Desbloqueé el teléfono y leí dicho mensaje.

Daisy🌷

     —¿Por qué llegaste tarde?

     07:19

—No podía caminar, me dolía todo.

07:19

     —¿Por qué?

     07:20

—Porque perdí mi virginidad con Jung Kook.

07:20

     —¡¿QUÉ?!

     07:20

     —¡Sí! —Gritó Daisy desde su asiento emocionada, bajé el teléfono y la observé avergonzada.

     —Señorita Young, ¿Quiere contarle algo a la clase? —La profesora de inmediato se volteó y la observó de forma fulminante.

      —No, profesora —Respondió poniendose de pie y seguido hizo una reverencia, disculpandose por lo ocurrido.

     —Me lo imaginé. —Iba a voltearse, pero recordó algo mirándome fijamente— Por cierto, Nahyun, la subdirectora quiere verte —La miré un poco sorprendida, ¿Por qué la que violó y maltrató a Jung Kook quiere verme?

     —¿Por qué? —Pregunté de forma respetuosa.

     Me miró de mala gana y de la misma forma respondió.

     —No lo sé, averíguelo usted por su cuenta —Asentí un poco molesta y me levanté del asiento.

     —Gracias —Sin más caminé en dirección a la puerta.

     Salí del salón topandome con la mirada de Jung Kook, estaba tonta porque me sonrojé al recordar su perfecto cuerpo al desnudo, el cual no aproveché de acariciar por completo... Aparté mi vista de él y caminé en dirección a la dirección de la subdirectora.

     Estaba un poco lejos de mi salón, debía atravesar muchos pasillos antes de dar con el. en mi cabeza sólo venía pequeños fragmentos de lo ocurrido, pero al llegar esfumé todo rastro, enfocándome en el presente. Toqué la puerta y escuché el esperado "pase" de su parte.

     —¿Me buscaba? —Asomé mi cabeza antes de entrar.

     —Sí, querida. Por favor, pasa y siéntate, pero antes, ¿Jung Kook está contigo? —Negué con la cabeza y entré a su oficina, cerrando la puerta detrás de mí.

     —¿Qué quería decirme? —Me senté y la miré, tenía su vista en unos documentos que parecían importante.

     —¿Tú eres la niña de la que tanto hablan? —La miré confundida ¿De qué me habla ésta señora?— No te hagas la tonta, ahora me quieres quitar a mi JK y de paso, eres más importante de lo que te imaginas... Quitándome protagonismo.

     —Disculpe, pero no sé de lo que me está hablando —La miré aún más confundida.

     —Por lo que veo eres ingenua, no tienes ni la menor idea de quien es Jung Kook, ¿O me equivoco? —Rió amargamente— Ni sabes que quiere su padre de tí y tranquila, cuando menos te lo esperes, él te secuestrará y te llevará con su padre, te venderá y así podrá saldar su deuda con él— Negué con la cabeza, esta señora se ha vuelto.

     —No sé de que me habla —Volví a repetir por si no me había escuchado, levantándome de golpe del asiento.

     —Jung Kook no es el muñeco de torta que te hace creer. —Me miró divertida— Yo le enseñé muy bien a como jugar con su presa —Comentó orgullosa.

     —Usted tampoco es la señora amable y linda que nos hace pensar, es una violadora y extorsionadora de niños —Contraataqué.

     Dos podíamos jugar el mismo juego.

     —Con que ya te dijo, sabes más de lo que esperaba —Se levantó de la silla, caminando en mi dirección.

     Tocó con delicadeza mi rostro y me dió una gran bofetada donde había rozado con sus sucias manos, toqué con mis manos justo donde me había pegado.

     —¡¿Qué le pasa?! —staba a nada de enfadarme, pero la confusión podía más que yo.

     —Demostrarte cuanto puedes disfrutar conmigo —Giró mi silla y abrió mis piernas, acariciando de arriba hacia abajo por encima de mis bragas, dentro de mi falda.

     Cerré mis piernas por instinto e intenté colocarme de pie, pero ella me detuvo, sentándome de golpe nuevamente.

     —No te dije que te podías retirar —Me empujó con poca delicadeza y posicionó su mano en mi cuello, empezaba a asfixiarme.

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Hoy me siento inspirada 😏😊

Gracias por leer ésta historia, es una de las primeras que escribí el año pasado, pero no me había armado de valor para publicarla, realmente sólo escribí los primeros diez capítulos y también los invito a leer mi otra historia llamada: ES CUESTIÓN DE PERCEPCIÓN.

Gracias por leer❤️