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➵┆Cᴀᴘ. 24┆ᴇsᴛᴀ́ɴ ʟᴏᴄᴀs.


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K. Nahyun

     06:45 AM

     Sentía una gran incomodidad ¿Cómo pude ser tan descuidada? Ahora Jung Kook lo sabía todo y he de apostar que me odiaba. Estábamos dentro del auto, mi guardaespaldas manejaba, mi tío estaba en el asiento del copiloto y yo estaba en el asiento de atrás, callada y sin ganas de mover un músculo. Todo estaba en silencio. Jung Kook no me dirigió la palabra en lo que iba de camino, ni en el desayuno y mucho menos al cruzarme con él por el pasillo, simplemente, ahora no existo para él.

     —¿Verdad, Nahyun?

     De repente a mis oídos comenzaron a llegar ciertas palabras para que mi cerebro pudiera procesarlas, pero como cosa rara, no había prestado atención a lo que Jin decía.

     Después del acontecimiento aquel en el salón, no he dejado de divagar en mis pensamientos. Mis amigos han pensado que he quedado traumada y que necesito ayuda, pero no creo que sea necesario, por lo menos no por ahora.

     Aunque misteriosamente, el chico se disculpó delante de toda la institución, me compraba la merienda en la cafetería, le dijo al director que había abusado de mí y que se sentía culpable, simplemente, yo no podía creerlo; lo suspendieron una semana, sin darle por seguro que podría seguir estudiando en la institución, pero hablé con el director y le pedí que por favor no lo cambiara de instituto, porque yo lo había perdonado.

     No podía perder mi tiempo odiando a una persona, pero eso a Jung Kook no se lo inculcaron cuando estaba pequeño.

     —¿Nahyun? —Me llamó Jin al darse cuenta que no le prestaba ni la más mínima atención.

     —¿Si? —Dije mirándolo desde atrás, sólo podía ver parte de sus hombros y rostro.

     —Ya llegamos —Asentí y bajé del auto, siguiendo sus pasos para no quedarme sola en el trayecto.

     Caminé lo más rápido que pude, ya que Jung Kook y Jin me habían dejado atrás. Al llegar a la entrada, me encontré con los chicos esperandome en ella con rostros alegres y emocionados.

     —¿Qué le pasa a Jung Kook? —Preguntó Daisy alzando una ceja.

     —Sí, está raro. Siempre te espera y nunca te deja atrás —Afirmó y opinó Jimin al respecto, frunciendo el ceño.

     —Se enteró —Solté sin pensarlo.

     —¿De qué? —Preguntó Hoseok, mientras las chicas me miraban sorprendidas.

     —¿De qué hablan? —Preguntó Jimin mirándonos, ambos no comprendían la situación por la que estaba pasando.

     —No es nada... —Dije cabizbaja.

     —¡¿Qué no es nada?! —Habló Sun Hee un poco alterada— ¡ÉL ES PERFECTO Y LO ACABAS DE ARRUINAR! —Tal vez y sólo tal vez, ella tenía razón. Lo arruiné, por descuidada y poco responsable.

     —¡No le hables así! —Me defendió Jane, abrazándome por un costado.

     —Opino lo mismo que Jane, no fue su culpa, si no nuestra. Nosotras la convencimos de hacerlo y ahora el príncipe azul, perfecto y de gran espalda, se ha ido —Las palabras de Taeha hizo que una sonrisa se formara en mis labios.

     —Lo arreglaré —Tenía que pensar en algo y rápido.

     Algo bastante grande y que llame completamente su atención.

     —¡Hey, chicas. Jimin llamando a la luna! —Interfirió el enano nalgón— Seguimos los hombres aquí —Habló agitando su mano.

     —¿De qué demonios hablan? —Preguntó Hoseok con una mano en su barbilla.

     —Nahyun le escribía a Jung Kook como una desconocida, intercambiaban fotos y se hablaban sucio; por desgracia no me tocó a mí, porque si no, no lo hubiese arruinado —Gracias Sun Hee, me haces sentir mejor.

     —¿Qué?! —Dijeron ambos chicos al unísodo.

     Estaban sorprendidos y más porque no le habíamos dicho de nuestro dichoso plan.

     —¿Desde cuando? —Preguntó Jimin cruzándose de brazos.

     —Desde hace más de cinco meses —Contesté.

     Ahora ambos si nos miraron atónitos.

     —Están locas. —Habló Hoseok con una risa burlona— Jimin y yo ya lo sospechabamos. —Hizo una pausa. Ahora las sorprendidas éramos nosotras— Me debes cien dólares —Jimin bufó y sacó el dinero de su billetera.

     —Gracias, por nada —Se respondió así mismo, estaba enojado y más cuando era su mesada la que acababa de entregar.

[]

     10:25 AM

     La profesora de física, hablaba y hablaba sin parar, solo pedía que se quedara callada el tiempo restante de su clase ya que, no me dejaba idear un plan en donde Jung Kook no se negara a cooperar y habláramos de lo sucedido.

     —Pueden retirarse —Habló la profesora, mientras todos empezaban a salir del salón como una manada de lobos hambrientos.

     Daisy me observó y le hice señas para que saliera sin mí, debía arreglar las cosas, ya que no me imagino que el quisiera convivir conmigo de la misma forma, no cuando sé que él de alguna u otra forma me detesta. Cuando todos salieron, contando a la profesora, me asomé y ví a mi objetivo, lo tomé fuertemente del brazo y lo atraje hasta el interior del salón de clases, estaba confundido y no podía importarme menos su reacción. Cerré la puerta con seguro, para que nadie pueda interrumpirnos y sólo me dejé llevar por mis pensamientos.

     —¿Qué quiere, Nahyun? —Habló con cierta indiferencia.

     La veía venir, rata de laboratorio.

     —Hablar contigo, necesitamos hablar, Kook —Era la primera vez que lo llamaba de esa forma y en mi opinión, se oía hermoso de la forma en la que salía de mi boca.

     Lo miré a los ojos, pero el evadió cualquier contacto visual.

     —Sólo eres una niña mimada, me hiciste creer que eras otra persona y me engañaste ¿Por qué no sólo me dejas en paz? —¿Dolor? Pegó justo en el pecho.

     No podía dejar que las cosas siguieran así. Él debía comprender mi situación, justo como yo comenzaba a comprender la suya.

     —Por eso quiero hablar contigo y explicarte todo —Aclaré acercándome a él. Estaba apoyado en el escritorio del profesor.

     —Entonces, habla —Dijo sin más.

     Quedé petrificada, ahora que tenía su atención, las palabras no salían de mi boca.

     —Jamás quise engañarte —Le fuí explicando a detalles lo que realmente había pasado, hasta mi descuido.

     —Tranquila, no ha pasado nada, eso lo hace cualquier adolescente hormonal. —Dijo con indiferencia— Jamás podrías tener la misma mentalidad que yo —Aclaró entre risas, ¿Qué era tan divertido?

     —¿Qué te parece tan gracioso? —Me crucé de brazos, justo en frente de él y por encima de mis pechos— No estoy jugando, Jeon Jung Kook.

     —No lo sé, tal vez me hagas pensar que no, cuando realmente es lo contrario, ¿Qué harás con las fotos? ¿Se las mostrarás a tu papá? Sería una buena excusa para otro guardaespaldas que soporte tu etapa de adolescencia —Sentía que me faltaba el respeto ¿Por qué se la enseñaría a mi padre?

     Sin pensarlo, le dí una bofetada bastante fuerte, su mejilla había quedado de color.

     —Jamás me vuelvas a hablar así, ¿Te quedó claro? —Me miró sorprendido.

     Lo había dicho en tono autoritario.

     —¿Sabes qué? —Me miró furioso, histérico.

     Iba a volverse loco en cualquier momento.

     —¿Qué? —Respondí con cierto temor.

     Ahora es momento de hacerte la valiente.

     —Te daré lo que tanto has querido —Sin más el idiota unió nuestros labios en un desesperado beso.

     —Suéltame —Decía contra sus labios.

     No dejaría que se aprovechara de la situación.

     Como pudo, me levantó y sentó en el escritorio del profesor, quedando en el medio de mis piernas; sus manos traviesas recorrían mi cuerpo, mientras que yo con mis brazos, rodeaba su cuello, para tenerlo más cerca de mí. Extraño, pero cierto. El sabor de sus labios era dulce, jamás había probado unos igual en mi corta vida, sólo tenía en mente que no quería parar de besarlo.

     La situación subió de tono y al separnos, me miraba con ojos de deseo, al igual que yo a él, necesitaba que me hiciera suya, ahora mismo.

     Poco a poco se fue deshaciendo de mi camisa y de la falda, la vestimenta reglamentaria de la institución. Al verme sólo en ropa interior, sus ojos se iluminaron, estaba comiéndome con la mirada y me sentía feliz, porque podía notar aquel bulto que provocaba en él. Sin tanto tapujos, se acercó a mí y comenzó a besarme el cuello, bajando poco a poco hasta el nacimiento de mis grandes senos, lo hacía tan rico, que no quería que se detuviera.

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¿Hace como calor? ¿O es idea mía?

Volví, ¿Alguien me extrañó?

Si todo sale correcto, estaré actualizando ésta historia una vez a la semana, esperenla con ansias😘

Gracias por leer❤️

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