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K. Nahyun

CINCO MESES DESPUÉS

     10:30 AM

     Salimos al receso, estaba muy preocupada porque  el grupo de Suga no ha dejado de fastidiarnos desde el incidente con Daisy, hace unos meses atrás.

     —¿Qué hay? —Preguntó Jimin, mientras nos acercabamos a la mesa— ¿Y esas caras largas? —Alzó una ceja, queriendo ver que nos traíamos entre manos, pero no era más que decepción.

     —Nahyun y yo... No respondimos en el exámen de historia —Respondió Daisy desanimada.

     Era cierto, olvidé por completo que teníamos exámen y ella igual. No culpaba a nadie más que a mí misma, nunca me había descuidado tanto con mis estudios y era preocupante, no sólo para mí, si no para mis padres si se llegaban a enterar, porque cosas buenas no traerían a mi vida.

     —Mi tío va a matarme —Respondí sentándome en el asiento.

     Para colmo tendría que explicarle a Jin el porque no había estudiado para su famoso exámen.

     —Tranquila, de seguro te ayudará —Dijo un Hoseok muy sonriente, mi solecito tan positivo.

     —Hola, chicos —Se acercaron las chicas a nosotros.

     Hoy no era nuestro día.

     —¿Y esas caras? —Preguntó Jane algo preocupada.

     —No respondieron en el exámen de historia —Explicó Jimin algo decepcionado, me pareció oir.

     —Nahyun —Se acercó uno de mis compañeros de clase con una sonrisa fingida.

     Alcé mi vista y lo ví con cero interés, tampoco era como si me agradara.

     —¿Si, Dennis?

     —El profesor Kim te está buscando, dijo que te esperaba en el salón —Abrí mis ojos muy grandes, sentía que se me saldrían en algún momento de mis órbitas.

     De seguro me va a regañar, no era la primera vez que lo hacía.

     ❝ —¿Qué es esto, Nahyun? —Me mostró uno de los exámenes que había hecho, tenía un gigante 02.

     Nos encontrábamos en su habitación, analizando el exámen que había realizado semanas atrás.

     —Jin, yo te lo puedo explicar... —Dije temerosa tomando el exámen entre mis manos.

     —¡NO DIGAS NADA! —Tocó su rostro con frustración— ¿Acaso no explico bien? —Preguntó con un tono de voz bastante alzado.

     Me asusté en el momento en el que alzó la voz. Nunca lo había hecho antes, sólo mi padre me levantaba la voz cuando debía reprenderme y me sentía vulnerable por alguna extraña razón.

     —Y-yo... Lo lamento —Se acercó a mí ante mi reciente acción y me abrazó.

     —Lo siento, Jin, no volverá a pasar —Le correspondí el abrazo.

     —Sé que no —Se separó un poco de mí para verme a los ojos, con una de sus manos alzó mi cabeza y me besó en los labios.❞

     Los chicos me miraron preocupados, me levanté rápidamente del asiento y caminé hacia la salida del comedor, en dirección al pasillo que me llevaba a mi salón. Sentía mi cuerpo muy pesado, no me sentía de ánimos para recibir un regaño y menos por él. Cada vez que pasaban los días, algo en mi crecía con respecto a mi tío ¿Será amor? ¿Deseo? No lo sé, es TU tío, por Dios Nahyun... ¿Qué te pasa en la cabeza?

     Llegué al salón, abrí la puerta y entré examinando el salón el cual estaba vacío, al parecer Jin no había llegado aún al salón, así que decidí esperarlo sentada en uno de los puestos de enfrente.

     —¿Nahyun? —Preguntó Jeff, uno de los integrantes del grupo de Suga.

     —¿Jeff? —Pregunté de vuelta— ¿Qué haces aquí? —Alcé una ceja, ignorando los pelos de punta que me ponía ese tipo.

     ¿Qué demonios hacía él aquí? Tiene fama de ser un chico bastante violento y si no fuera por sus padres que poseen mucho dinero, él no estaría aquí.

     —Espero al profesor Jin como tú —Entró y cerró la puerta del salón con seguro— o tal vez no —Me miró con una cara pervertida, el cual no me gustaba nada.

     Me levanté de golpe del asiento. Él se acercaba poco a poco a mí, pero no tenía miedo, no de una persona tan estúpida como él, que cree que con todo el poder de sus padres podrá conquistar el mundo.

     —¿Qué quieres? —Pregunté chocando mi cabeza y espalda con el estante que estaba contra la pared.

     —¿Qué quiero? —Imitó mi voz y rió burlesco— Venganza, nadie humilla de esa forma a YoonGi —Rió nuevamente, como si fuera realmente malvado lo que estaba pensando.

     —¿Nadie? —Ahora era yo la que reía— Él mismo se lo buscó. —Contraataqué, pero él no buscaba mis argumentos— Si me tocas, te denunciaré —Le advertí con una sonrisa en mi rostro, demostrándole que no me daba miedo, sólo nervio por sus repentinas acciones.

     Soltó una carcajada acercando sus sucias manos a mi cuerpo, tocando mis pechos por encima de la ropa, mientras las mías estaban contra su pecho, alejandolo de mí.

     Me daba mucho asco.

     —Nadie te creerá  ¿Sabes quién es mi padre acaso?— Negué con indiferencia— El jefe de policías —Sonrió maliciosamente.

     —¡QUÍTAME TUS SUCIAS MANOS DE ENCIMA! —Me estaba empezando a alterar.

     Él sin pensarlo dos veces me dió una bofetada, tan fuerte que me tiró al piso, estaba paralizada, nadie jamás me había lastimado y menos golpeado en el rostro.

     Lo miré molesta, mientras llevaba una de mis manos a mi rostro, justo en donde me había golpeado el animal. Lo que ví me perturbó, empezó a desabrocharse su pantalón y yo sin saber exactamente qué hacer.

     —Ahora sabrás quien soy, ¿Piensas que puedes amenazarme sin ningún tipo de consecuencia? Te equivocas, me mandaron a darte un leve susto, pero ahora te castigaré, muñeca.

     Al ver como se acercaba a mí me levanté de golpe, el salón no era muy grande y sabía que en cualquier momento iba a atraparme. Corrí hasta la puerta, quité el seguro y la abrí, pero me topé con la persona menos indicada, claro que no estaba dispuesto a ayudarme.

     —¿Pensabas escapar? —Sonrió maliciosamente.

     Me empujó cayendo sentada en el suelo dentro del salón, mientras Jeff estaba detrás de mí. No dije nada, no me alteré y menos grité por el impacto, sólo veía como Matt cerraba la puerta del salón, mientras yo sólo quería que ésta pesadilla acabara.

     Jeff sin previo aviso me tomó de mi cabello largo y lacio poniéndome de pie, sin compasión alguna, para pegarme boca abajo contra el escritorio del profesor. Sin darme tiempo a reaccionar, se paró e inclinó detrás de mí para besar la parte posterior de mi cuello, apartando un poco la camisa, obteniendo más acceso a el, además de manosearme por encima de la ropa.

     —¡AYÚDENME! —Gritaba una y otra vez, pero sabía muy en el fondo que era inútil.

     —No gastes fuerza, princesa, nadie te va a escuchar, ni podrá entrar por esa puerta a salvarte, ahora serás mi zorra —Susurró en mi oído.

     Intenté moverme, pero me tenía inmovilizada con su cuerpo pegado al mío, mientras estaba pegada contra el escritorio. Como pudo, introdujo una de sus manos en mi camisa, tocando mis senos por encima del sostén.

     —¡Que buen par de tetas tienes! —Exclamó en mi oído.

     Cada vez sentía más asco hacia su persona y la mía.

     Cuando tomé algo de fuerza, lo rasguñé con mis uñas justo en la cara. Tomó ambas de mis manos y las agarró con una de las suyas.

     —¡Maldita! —Se quejó— ¡Ya verás, zorra! Te daré tan duro que terminarás llorando —Subió mi falda dejando a la vista mis bragas.

     Escuché como terminó de sacarse el cinturón y lo amarró a mis muñecas, para que no le hiciera ningún tipo de daño o me escapara de él.

     —Ahora si te tengo como quiero, preciosa.

     —Por favor, Jeff, tu no quieres hacer esto —Insistí. Maldita sea ¿Qué hago?

     —¿Qué no quiero? —Rió irónico— Tú no sabes lo que realmente quiero, no me conoces, —Me dió la vuelta y quedé frente a él, mirando su cara de satisfacción— pero lo que si te diré es que, si te resistes será peor —Sonrió y posicionó sus manos en mi cintura para elevarme, sentandome en el escritorio.

     Sus habilidosas manos bajaron mis bragas y con lágrimas en los ojos apretaba mis piernas para que no pudiera abrirlas a la fuerza.

     —No sabes las ganas que tengo de probarte —Habló intentando separar mis piernas— ¡NO ME LO HAGAS MAS DIFÍCIL, NAHYUN! No quiero lastimarte, además, si te gusta, lo podemos repetir —Susurró tranquilo en mi oído y ganó, poco a poco fuí cediendo.

     Abrió mis piernas a su antojo, acercó su rostro a mi intimidad y pasó su lengua por la misma, no pude evitar sentir una corriente eléctrica recorrer mi cuerpo. El placer que sentí fue instantáneo y explosivo. Podía sentir como su lengua recorría cada parte de mí y de vez en cuando como me penetraba con ella.

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¡A Nayun le pasan unas cosas!

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Siento no publicar desde hace días, pero ya volví con los ánimos por los cielos, porque estaban por los suelos hace días atrás🤧

Publicaré ésta historia cada martes sin falta alguna, si pensara en hacer un maratón lo actualizaré a lo largo de la semana❣️

Gracias por leer♥️