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K. Nahyun

     05:45 PM

     Habíamos llegado a mi casa, hoy nos tocaba clase hasta tarde y por eso odiaba con locura los martes. Jung Kook, amablemente nos trajo a mi casa, sanos y a salvos, su manera de manejar era impresionante, nunca despegaba la mirada del frente y jamás se pasaba un policía acostado, mucho menos se sentía cuando hacía algún cambio en las velocidades.

     Simplemente era un buen conductor.

     —Hola, nana —Saludé entrando a la cocina.

     —Hola, mi... —Se quedó en silencio al ver a mis amigos que venían detrás de mí.

     —¡Mis niños! —Gritó emocionada.

     Nancy amaba a mis amigos, eran como sus otros hijos de otras madres.

     —Hola, mamá Nancy —Le dijo Jane abrazándola.

     Ella no ha tenido una buena relación con su familia, así que se refugió en la mía y como siempre, en la familia Kim fue más que bien recibida, era como una hermana más, esa que jamás pude tener.

     —Mi pequeña —Le devolvió el abrazo, pero los chicos también querían el suyo y sin pensarlo, hicieron un abrazo grupal— Los extrañé —Expresó con lágrimas en los ojos.

     —Nosotros a ti —Habló Jimin de lo más cálido.

     —¡Llegué, familia! —Se escuchó aquel grito desde la puerta principal.

     Mi hermano había llegado a casa.

     —Tu hermano llegó. —Habló mi nana, avisandome de lo obvio— Debo dejarlos, —Empezó a separarse de ellos— les prepararé una rica cena, ya verán. —Dijo contenta, acercándose a la despensa que había en la cocina— Nahyun —Me llamó. En seguida fui y me entregó una buena cantidad de frituras junto a una botella.

     Era de vodka.

     —¿Qué es esto? —Pregunté desconsertada.

     Era como si tu abuela te consiguiera drogas, te las llevara a tu casa y a escondidas de tu mamá.

     —Celebra con tus amigos, sé que tus padres no te dejan tomar en casa, pero yo creo que les hace falta relajarse un poco —La abracé y susurré unas cuantas palabras.

     —Eres la mejor —Tomé todo entre mis brazos y me acerqué a los chicos.

     —¿Y eso? —Preguntó Taehyung acercándose a nosotros con una ceja alzada.

     Chismoso.

     —No es para tí, metiche —Habló Taeha dándole la espalda, esos dos jamás se iban a llevar bien.

     —Estamos celebrando, hermano —Respondió Jimin, dándole un golpecito en su hombro.

     Fue una mala jugada.

     Mi hermano podía ser el ser más cariñoso, amoroso y amigable del mundo, pero no le gustaban ciertos gestos y acciones, menos de alguien que le caía pésimo.

     —Si no quieres que te parta la cara, desaparece de mi vista, enano —Amenazó el alien no muy contento.

     —¡Uhhh, que miedo! —El menor hizo como si estuviera temblando del miedo, retandolo de algún modo.

    Invitándolo a golpearlo.

    Mi hermano intentó intimidar a Jimin con su tamaño, poniendo una postura erguida, pero el menor de ambos no pareció importarle en lo más mínimo su tamaño. Estaban dispuesto a golpearse.

     —Chicos, es suficiente —Habló Daisy poniéndose delante de Jimin, mientras Sun Hee se ponía en frente de Taehyung, esos dos se iban a matar algún día.

     —¿Qué tal si subimos? —Sugirió Hoseok señalando las escaleras.

     —Buena idea —Le apoyo Jane con una gran sonrisa, fingiendo que nada había pasado.

     Todos comenzaron a subir las escaleras, ya sabían en donde quedaba mi habitación, no era la primera vez que venían a mi casa. Fui la última en subir, quería hablar con mi hermano, ya que tenía el ceño fruncido.

     —¿Qué? —Se cruzó de brazos al verme con una ceja alzada.

     —Gracias, por nada, reptil inservible —Dicho eso, subí las escaleras.

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     07:45 PM.

     —Brindis ciento diez. —Dijo Jimin tomando del pico de la botella con alcohol, prácticamente nos habíamos acabado la botella y queríamos más— Los amo, chicos —Todos rieron por las palabras del mismo.

     —¿Qué brindis fue ese? —Rió Hoseok— Tengo uno mejor que ese. —Le arrebató la botella y bebió del pico, imitando aquella acción que Jimin había hecho anteriormente— Brindo por nuestra amistad, que jamás acabará —Agregó con una gran sonrisa.

     —Salud —Gritamos unísodo.

     —Iré al baño —Avisó Daisy levantándose de la cama y caminó hacia la puerta de mi baño.

     —¡Yo también quiero ir! —Habló una Jane muy desesperada, como si su vejiga estuviese sufriendo.

     —Puedes ir al baño del pasillo, —Le aconseje— así no esperas —Se levantó de inmediato de la cama y caminó descalza hasta la puerta, nos dió una última mirada y salió de la habitación.

C.  Jane

     Salí de la habitación y caminé en puntillas hasta la habitación de Taehyung, estaba nerviosa, ¿Cómo no estarlo? Era el chico más hermoso del mundo. Abrí la puerta de golpe, dejándome ver a un alien acostado en su cama con su celular.

     —¿Necesitas algo? —Preguntó con mucha indiferencia.

     —¿Acaso harás como si no me conocieras? —Pregunté con un leve dolor en mi pecho.

     —Claro que te conozco. Eres la mejor amiga de mi hermana y de esos payasos... —Hizo una pausa— Por cierto, ¿En dónde están? —Lo miré furiosa, no era dulce y menos tierna, era fría, pero con él siempre hacía una excepción.

     Eso cambiaría.

     —Están en la habitación con la botella y si no te molesta, me iré —Me giré y tomé la perilla entre mis dedos.

     —Espera —Se levantó rápidamente, me giré y me pegó bruscamente contra la puerta, pasó el seguro de la puerta y tomó mi rostro entre sus manos.

     Quedé perpleja, ¿Acaso era bipolar? No dejaba de verlo detenidamente a sus ojos, hasta que ví sus claras intenciones.

     Comenzó a besarme, primero fue un beso tierno, en donde presionaba sus labios contra los míos, saboreando los mismos, hasta que se transformó uno más apasionado, su lengua se abrió paso en mi cavidad bucal, invadiendo la misma, mientras nuestras lenguas jugaban a tener el control.

     Al separarnos, se acercó a mi oído:

     —No sabes lo mucho que me excita verte con esa falda —Llevaba la vestimenta del instituto.

     Estaba muy mojada y sus palabras hicieron que la piel se me erizara.

     —¿Y tu novia? —Pregunté temerosa. Jamás lo había sido, pero con él todo era diferente.

     —¿En serio?, ¿Desperdiciarás el momento preguntando por ella? —Reí nerviosa. No sabía que hacer exactamente.

     —L-lo s-siento —¿Qué demonios me pasa?

     Sentí una de sus manos bajar por mi espalda, hasta mi trasero, me acercaba más a él, presionandome más a su cuerpo. Poco a poco fui sintiendo un gran bulto rozar mi parte delantera y solté un suspiro, se sentía duro. Buscó desesperadamente el cierre de mi falta, tocando el borde de la misma hasta encontrarlo, bajó la cremallera rápidamente, dejándo caer la misma al suelo, sus ojos se deleitaban con mi lencería de color rojo.

     Uno nunca sabe en qué momento tendría acción.

     Me acerqué a él sin dudarlo, pasando por encima de la falta, empecé a besarle el cuello frenéticamente, mientras retrocedíamos en dirección a la cama. Se sentó de golpe y palmeó una de sus piernas, para sentarme encima de él, como la chica obediente que era me subí a su regazo.

     Quitó mi camisa, seguido del sostén que hacía juego con la lencería roja, dejando ver mis grandes senos y mis pezones súper duros, introdujo uno de ellos en su boca, haciéndome gemir al instante, mientras yo trataba de quitarle la playera con mucha desesperación. Al notarlo se deshizo de ella, cargandome después de tirarla al suelo, me acostó en la cama, mientras con una de sus manos abría lentamente mis piernas.

     Se separó de mí, dejándome con miles de dudas y preguntas, ¿Acaso me dejaría así de excitada?

     —¿Pasa algo? —Me atreví a preguntar.

     —Eres hermosa —Esas palabras llegaron al más allá, a lo más profundo de mi ser. Sentí mi rostro arder.

     Parecía tan irreal.

     Se bajó el pantalón y el bóxer simultáneamente, se acercó a mí y se acomodó entre el medio de mis piernas para chupar mis pezones. Sentí como una de sus manos descendió hasta mi parte más sensible, mi intimidad, la introdujo dentro de mis bragas, comenzando a rozar mi clítoris con una gran habilidad, sentía que explotaría, gemía cada vez más fuerte, hasta que introdujo uno de sus dedos en mí.

     —Estás tan húmeda, mi niña hermosa —Susurró en mi oído— Te haré mía, otra vez —Sentía que me vendría con sus palabras.

     Sacó su mano, topandose con el elástico, sonrió maliciosamente y bajó de a poco mis bragas de lencería. Se acomodó entre mis piernas, alineando su miembro en mi entrada y de una sola estocada, entró en mí. Chillé como si fuera mi primera vez, Taehyung se detuvo en seco y me veía directo a los ojos, esperando mi aprobación para seguir.

     Se movía muy lentamente dentro de mí, era tan grande su miembro que me sentía muy llena, me iba a reventar e incluso que me partiría en dos, pero poco a poco fue aumentando sus embestidas, sin compasión alguna. No gemir, fue muy complicado, este hombre me hacía sentir muchas cosas al mismo tiempo. Rápido y muy caliente siguió con sus embestidas, mientras susurraba en mi oído que se vendría.

     —Me voy a correr —Desaceleró sus embestidas, estaba segura que se saldría de mí y acabaría afuera.

     —Córrete dentro de mí. —Me miró confundido y algo alarmado— Tranquilo, estoy tomando pastillas —Le sonreí. Ninguno había terminado dentro de mí, así que sería la primera vez que lo experimentaría.

     Comenzó a moverse cada vez más rápido dentro de mí y lo sentí, sentí el orgasmo más delicioso de mi vida, mientras sentía su semen dentro de mí, mezclándose con mi escencia.

     —Tan placentero como nuestra primera vez —Salió de mí y se acostó a mi lado. El sudor cubría nuestros cuerpos.

     —Sí, gracias por ser el primero —Sonreí.

     Nahyun y yo comenzamos una amistad hace más de siete años, pero no sabía la existencia de su hermano, Taehyung, ¿Ilógico, no? Desde la primera vez, me había fijado en él perdidamente, me parecía muy atractivo, como a cualquier otra chica le parecería. Un día vine a su casa para hacer una tarea y sólo estaba su hermano, el alien, me invitó a pasar y con gusto acepté, una cosa llevó a la otra, terminando en su habitación, había perdido mi virginidad a los dieciséis años con el hermano de mi mejor amiga.

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Esta Jane es una traviesa 7u7

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CORREGIDO: 11/10/2020.