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➵𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐/𝟑𓆸

Jungkook se acostumbro a andar en bicicleta, después de haber practicado casi todo el día de ayer, ahora se sentía un total experto manteniendo el equilibrio arriba de esa supuesta arma mortal.

Fue hasta que yendo de camino al instituto, se topo nuevamente con la presencia de Taehyung, pero esta vez era diferente, este portaba un palo en mano, del cual sostenía y picaba el piso con el.

El pelinegro paso de largo de su lado, pero sin dejar de mirarlo con curiosidad, lo que ocasiono que al estar concentrado en el rubio, la bicicleta rapara contra el piso y cayera al piso duro del parque.

No chingues.

-G-Genial- ironizo sintiendo el dolor en ardiente en sus manos que uso como soporte antes de aterrizar por completo contra el sementó del sendero.

Abrió los ojos lentamente, soltando un suspiro frustrado, ¿en que momento se convirtió en un distraído de mierda?, no lo sabia pero no le gustaba para nada, se sentía un inútil.

Iba a seguir puteando, pero un leve toque en su hombro provoco que se diera vuelta enojado, pero el enojo se esfumo en cuanto sus ojos vieron el rostro del rubio muy cerca suyo, casi que se podían besar en la distancia que se encontraban.

Se congelo, se ultra mega congelo, se quedo tieso en el lugar sin poder evitar admirar el rostro de Taehyung frente a el, sus definidas facciones, tan fuertes, su mandíbula perfecta, su nariz adorable, sus pómulos prominentes y cejas oscuras, incluso se quedó pensando como alguien podría ser tan perfecto.

Los lunares, parecía que los benditos lunares fueron colocados en su rostro en los sectores más perfectos y quedando a simple vista muy único.

-¿Te encuentras bien?- hablo.

Su voz, su jodida y gruesa voz, aquello era lo que más lo cautivaba, de su persona y que el simple hecho que su mirada se perdiera en cualquier punto, el no podía evitar mirar aquellos cristales celeste brillar.

-Si...- murmuro sin poder apartarse de su lado.

Entonces cuando Taehyung lo escucho sonrió sabiendo quien era.

-¿Jungkook?, ¿eres tu?- pregunto sin quitar su mano del hombro del nombrado.

Entonces el pelinegro enarco una ceja confundido, claro que era el, pero algo no andaba bien, algo que bien estuvo sospechando en toda la noche anterior que se lo cruzo en el barrio.

¿Podría ser?.

-N-No puede ser...- volvió a hablar bajo en cuanto sus ojos se volvieron a abrir del asombro.

Si, se sentía un imbécil nuevamente, ¿cómo no pudo haberse dado cuenta el día de ayer?, que ahora se sentía un total irrespetuoso.

Con total vergüenza y miedo al sentirse una mala persona, retrocedió aun en el piso, se levanto rápidamente del mismo, agarro su bici y se fue corriendo hacia el instituto con el corazón palpitando fuertemente, creyendo que fue por la adrenalina del momento cuando fue otro el causante y dejando al rubio confundido en su lugar.

Entro a dicha estructura, abriendo de un fuerte portazo la puerta de la misma, con todas las miradas de los estudiantes sobre el, claramente Jungkook era una persona seria pero nunca lo vieron tan ¿enojado?.

Sin pensarlo y sin desperdiciar tiempo, entro al curso donde se iba a dictar la clase de canto y visualizo, para su suerte, al profesor Kim Seokjin sentado en su escritorio esperando a que ingresen los menores.

Camino directo hacia el mayor y con una leve sonrisa para bajar su temperatura, llamo su atención.

-Oh, joven Jeon- expreso el gran hombre mirando hacia su dirección -¿se le ofrece algo?...

-Nada en particular, más bien es una duda- empezó a jugar con los dedos sus manos por detrás de su espalda, haciendo sonar sus huesos por los nervios.

Quería confirmar si era un tonto o no, aun que ya lo asumía, quería confírmalo del todo para estar seguro.

-¿Y cuál es esa duda?...

-Es sobre su ayudante, Mmm... ¿Kim Taehyung?- lo nombro, viendo como la cara de su profesor se transformaba en una mucho más animada e incluso sonriente.

-Taehyung es especial, ¿te gusta como toco el piano?- pregunto preparando el papeleo.

-S-Si, bueno, el... e-el toca bien el piano- asintió frenéticamente.

-Lo hace maravilloso, a pesar de ser ciego, el hace magia...

Entonces el tiempo se detuvo, solo por segundos en donde Jungkook los sintió eternos, ahora se sentía como el más inútil de la clase o mejor dicho, del mundo entero, y poca persona por haberse topado con el rubio.

Ahora todo lo confirmaba, Taehyung no podía ver, por eso creía que lo ignoraba, en realidad no lo veía y el como estúpido insultaba o lo creía mucha cosa para no llevarle el apunte.

Cuando creía que su duda fue despejada, se dio la vuelta para irse a sentar, pero vio como en la entrada Taehyung se posaba parado en ella, guardando algo en su bolsillo mientras sonreía, sin poder notar que había chicos esperando para entrar detrás de el.

Ahora se sentía mal.

Otra vez corriendo, se ubico en su lugar e intento con todas sus fuerzas concentrarse, ya que aquella materia lo iba a ayudar en el futuro y el solo tenia la cabeza en otro lado.

Pero seguía sintiéndose mal.

°°°

°°°

Por suerte hoy le toco salir temprano, gracias a que una profe había faltado, ahora era el momento perfecto para pensar correctamente.

Salió del instituto, saco la bici con seguro y cuando estaba a punto de avanzar, noto como el rubio se encontraba frente aun árbol del parque, pudo observar como este lo tocaba delicadamente aun mientras sonreía.

Jungkook se le quedo viendo por unos segundos, luego negó sacudiendo su cabeza, incluso quiso cambiar de ruta para su casa, pero algo lo freno, no sabia si fue su instinto o las ganas de hablarle.

Ahora se encontraba yendo en dirección hacia el rubio, quien aun seguía atendiendo al árbol.

Se acerco casi renegando consigo mismo, pero inconscientemente sus expresiones iban cambiando y sin que se diera cuenta, ahora sostenía una mirada tímida sonriendo sin la vista de sus dientes.

Cuando estuvo a espaldas del rubio, inhalo aires y lo solto fuertemente, estiro la mano para tocar su hombro pero fue interrumpido con un pequeño movimiento que el contrarío había emitido.

-Se que parezco un tonto frente a un árbol- hablo Taehyung sabiendo que era escuchado por alguien de atrás -pero no puedo evitar tocar su textura, algunas son lisas y brillosas o como papel, otras son ásperas, gruesas y con salientes- soltó una mini risa.

Luego agacho su perfil, agarrando una hoja del suelo bajo la atenta mirada de Jungkook quien presto atención a cada palabra y a cada movimiento, sabiendo de alguna forma que Taehyung lo sentía atrás de el.

-El tacto de una hoja puede ser lisa o rugosa- siguió hablando acariciando el objeto nombrado -las hay con tacto a terciopelo y tormentosas o también están las que son de textura áspera y escamosa- finalizo soltándola de su mano.

Se fue dando la vuelta sonriente, agarrando su palo y con cuidado golpeo los zapatos del pelinegro quien se quedo mudo en cuanto lo tuvo de frente nuevamente.

-¿Hola?- pregunto curioso de saber a quien le había contado tan maravillosa descripción de textura.

Jungkook se quedo un rato en silencio, respirando profundamente, queriendo no sonar como un tonto y hablar con respeto.

-Hola...

-¡Oh!, ¿Jungkook?- pregunto con entusiasmo, casi como cuando se había caído de la bici horas atrás.

-Si, soy yo- confirmo mientras sentía picazón en la punta de los dedos del pie.

-Wow... esto es increíble, ¿puede ser que te haya cruzado más temprano?- interrogo empezando a jugar con los dedos de su mano.

El menor no pudo evitar creer que aquello era un acto tierno, ver lo vulnerable que se encontraba el rubio frente a el, con total calma hablándolo, menos mal que no era un mala persona, se sentía aliviado de ser una de las buenas.

Luego recordo como se insultaba hace horas atrás, recordando que debía disculparse.

-Si, esta-estaba llegando tarde a una clase y sin querer no pude contestarte- hablo sintiéndose arrepentido de haber hecho dicho acto.

-¿Clase?, ¿estudias en el prestigioso instituto para chicos?- pregunto señalando con su dedo a su izquierda donde se posaba el lugar especificado.

-Si, estoy en ultimo año- contesto rápidamente.

-Yo ayudo a uno de los profesor de ahí, es mi primer trabajo- conto entusiasmadamente, ahora que era su segundo día de laburo.

Vamos, Jungkook, era ahora o nunca, discúlpate y luego se el caballero que nunca fuiste.

-Y-Yo... me quería disculpar contigo- tartamudeo al principio muy nervioso.

-¿Conmigo?- se señalo confundido.

-Si, cuando chocamos ayer, por primera vez, debo admitir que fue mi culpa, no podía manejar correctamente la bici- dijo primero, queriendo que el rubio se sintiera libre de culpa de aquella vez -y... a-ahora me quería disculpar otra vez, porque no había notado que no puedes ver- agacho la mirada apenado.

Silencio, pero uno cómodo, porque así se sentía Taehyung, era la primera vez que una persona desconocida le pedía perdón, perdón por no haber notado que era ciego y perdón por haber chocado con el.

-No pasa nada- hablo encantadoramente el rubio -me alegra que te hayas disculpado, pero no hacia falta- dijo por ultimo estirando tímidamente su mano para agarrar la remera de Jungkook tal cual lo había hecho ayer.

-Y....- el pelinegro no quería perder la poca cordura que poseía -y... s-si quieres, para compensar eso, si quieres claro, si no quieres esta en todo tu derecho, claro no es nada malo, s-solo...

-¿Si?- sonrió entusiasmado.

Tomo aire contando hasta tres lentamente, no entendía el porque ahora se sentía tan intimidado, era una persona que no lo podía ver, ¿por qué actuaba así?, parecía una persona insegura.

-Puedo acompañarte hasta tu casa, si quieres- hablo rápidamente con un semblante serio en el rostro.

-Me encantaría...

°°°

°°°

-¿Tienes dieciocho años?..

-Si, bueno, no c-creas que te llamare "Hyung", no soy de los honoríficos- se excuso rápidamente el pelinegro caminando al lado de la delgada figura de Taehyung y del otro lado su bici miserables.

Sin más, el rubio se hecho a reír, sin tener el palo entre sus manos, era más fácil caminar con alguien al lado suyo, ya que lo podía sentir y imitar al máximo algún movimiento o dirección.

-¿No estas de acuerdo con el compromiso social?- pregunto divertido -no eres de esas personas que asumen voluntariamente tareas en beneficio de la sociedad- asumió respondiendo de una forma inteligente hacia la falta de honoríficos de parte del menor.

Entonces Jungkook se quedo tieso pensando, acaso ahora le faltaría el respeto, no, no era la forma de responder, debió haber dicho que si le diría "Hyung" o algo por el estilo.

-Pero tranquilo, no te iba a pedir que me llamaras de esa manera- el rubio siguió hablando.

-Uffff....- soltó aliviado el menor.

-Te asuste, ¿verdad?- el mayor siguió riendo.

Mientras Jungkook trataba de concentrarse, se estaba perdiendo seguido en aquella risa, tanto que a veces se olvidaba hasta de su propia existencia.

-Y dime... Jungkook, ¿que te gusta hacer?- le pregunto.

-Compongo música- soltó en voz baja, pensando que no sonaría tan impresionante, ya que todo el mundo hacia música hoy en día, no iba a ser sorpresa que en un futuro haya como veinte mil grupos de kpop.

-¿Compones música?, ¿eres musico?- interrogo asombrado el mayor.

Aquello logro que una sonrisa avergonzada se mostrara en los labios de Jungkook, era la primera persona que reaccionaba de esa forma con su pequeño pasatiempo, ni su familia o su abuelo reaccionaban de esa forma.

-Si, como ahora vivo en Seúl, no quería perder la oportunidad de presentarme en algunas empresas y tal vez quedar... y...

-Debutar- termino la oración entusiasmado.

-Si, bueno, ya lo hice y aun no me llamaron, pero... no pierdo las esperanzas- se auto animo, incluso le parecía extraño, ni con su madre tenia ese tipo de conversaciones.

-Debes ser un buen cantante, se te nota en la tonada de voz- lo halago sin dudarlo.

-Ni siquiera me escuchaste cantar- soltó riendo un poquito.

-Lo se, pero lo puedo notar...

Ambos detuvieron sus pasos en una radiante casa, parecía que el rubio sabia que había llegado, claro que le había dado la direccion a Jeon para que también se ubicara por las dudas, pero estaba sorprendido de que sin indicarle donde quedaba, Taehyung sentía que había llegado.

-Creo que llegue a mi destino- hablo nuevamente el rubio estirando su mano para agarrar la remera de Jungkook una vez más.

Parecía que aquello era muy común en el, agarrar la prenda de la persona y atraerla un poquito hacia el, era como si quisiera saber si seguía ahí, junto a el.

-Gracias, Jungkook...

-No, por favor, y-yo... en serio quería a acompañarte- hablo mirando la manito del rubio deshacer el agarre.

-Nos vemos...

-Adiós, Taehyung...

Lo vio entrar con cuidado por la puerta, si aquella era su casa y no dejaba de sorprenderse, es como si Kim ya lo hubiera estudiado de memoria al camino, cuando el a penas sabia andar en bici.

Dio una ultima mirada al frente y pego la vuelta, dirigiéndose hacia su casa con miles de imagines de Taehyung riendo al lado suyo.

-Supongo que fue la impresión de haberlo chocado la otra vez- dedujo, ya que sospechaba de lo que le estaba pasando.

Pensó que seria pasajero, claro, solo Taehyung le dio curiosidad desde que chocaron, nada más.

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Seguimos con los capítulos!!!, damas y caballeros me esta gustando como va quedando esto jajajaja

Antes q nada, los invito a pasar por el resto de mis historias, solo si gustan!, como sea....

Eso es todo mis señores y señoras, nos vemos!

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