A Taehyung le gustaba mucho sentarse en el piso de su cuarto, su padre le había regalado una alfombra que es mitad terciopelo y mitad texturizada, la cual se sentía suave y rasposa bajo el tacto de sus dedos.

Estaba tan entretenido con aquella figura que olvido por completo que tenia compañía.

－Tae... ¿me estas escuchando?－ hablo Jimin tirado boca arriba en la cama del dueño de casa.

－S-Si－ afirmo con un pulgar arriba, dándose la vuelta sabiendo que se encontraba a espaldas de la voz de su amigo.

－No puedes salir de casa sin tu palo mágico－ lo volvió a regañar soltando un suspiro.

－Perdón, estaba tan entusiasmado que ni cuenta me di－ hablo entre risas, ayudándose con las manos para poder acostarse al lado de su amigo.

Ya era muy común su cercanía, incluso ya habían dormido juntos, por lo que tenerse uno al lado el otro no era nada raro.

－¿No te paso nada en serio?－ interrogo Park mirando el perfil del rubio que ni sabia que este lo observaba con una leve sonrisa.

－De hecho... choque con un chico en bici－ confeso jugando con los dedos de sus manos.

－¿Qué qué?－ pronuncio sorprendido, aquello no le había contado en lo que iba de su día juntos.

－Pero el chico esta bien, no le paso nada y no fue grosero conmigo－ se apresuro a aclarar, Taehyung sabia que aquellos accidentes no eran del agrado de Jimin, porque siempre era el quien salía lastimado y no la persona que lo chocaba.

－¿Chico?, ¿era menor que tu?...

－No lo se, pero note algo en su voz que me decía que era menor que yo－ soltó otra risa queriendo divertir un poco el momento.

Jimin simplemente negó volviendo a sonreír, no podía enojarse cuando tenia la angelical presencia de su amigo al lado, tan inocente, aun cuando no podía ver, estaba sorprendido de que el no haya cambiado en nada.

Taehyung seguía siendo su Taehyung.

－¿Cuando entras en vacaciones?－ le pregunto el castaño, viendo como Taehyung ponía una expresión confundida.

－A penas comencé mi primer día－ contesto riendo un poco con su voz grave pero placentera.

－Bobo, solo preguntaba, en dos o tres mesed puede que yo si lo este－ recalco acercando su mano lentamente hacia el rostro acanelado.

－¿Qué tienes en mente entonces?－ le dijo Taehyung sintiendo como aquella pequeña mano se posicionaba en toda su mejilla, acariciando esta con suavidad.

－Llevarte conmigo, ¿qué dices?...

－Jimin, no quiero ser una carga y lo sabes－ por mucho que aquella noticia lo haya puesto feliz, no podía evitar pensar mal de el mismo con su situación －quisiera que en serio disfrutes de tus vacaciones－ coloco su mano encima de la de Jimin.

－No las voy a poder disfrutar si tu no estas ahí－ contradijo rápidamente.

Taehyung solo suspiro, sabia que de alguna u otra forma iría con Jimin de vacaciones, sea como sea, ahora la única persona que lo hacia sonreír más de la cuenta era su mejor amigo.

－Esta bien, tu ganas－ se rindió fácilmente soltando una risa, que luego fue seguida de la armoniosa de Jimin.

－Gane－ pronuncio victorioso －por cierto, ¿qué dijo Jin Hyung?－ preguntó curioso.

En realidad, fue Jimin quien los presento, ya que Seokjin era uno de sus ex profesores de canto y compañero de trabajo, este le había contado que iba a comenzar a enseñar en su antiguo instituto y que necesitaba a un pianista que lo ayudara.

De todos las personas que entrevisto ninguna le llamo la atención o casi ninguno parecía tocar con pasión o correctamente, pero fue hasta que Park le ofreció los servicios de su mejor amigo.

Y sucedió, además Jin era un hombre dulce y bueno, por lo que con total confianza dejo a Taehyung a su cargo durante aquellas horas.

－Hoy fue interesante, toque tres veces el piano porque teníamos tres clases diferente y Jin Hyung me felicito－ relato contento y agradecido con su amigo por siempre ayudarlo.

－Sabia que lo harías genial－ el también lo felicito.

－Lo se, soy bueno en ello－ comento divertido.

Luego de un rato más de charla, Taehyung y Jimin se levantaron de la cama y fueron directo a la cocina, ambos querían cocinar y hacer experimentos, claramente a Taehyung le gustaba siempre hacer algo con sus manos, pero como su amigo casi no lo dejaba usaba de las suyas en su lugar.

－¿Hay harina?, ¿vainilla?, ¿huevos?, ¿azúcar?, ¿leche?, ¿polvo de hornear?, ¿manteca?－ pregunto rápidamente el rubio.

Mientras su amigo revisaba la heladera viendo si se encontraban todos aquellos ingredientes que bien fueron nombrados.

－Si, si, si, si, si, si y no...

－¿No hay manteca?－ pregunto casi asustado.

－Nop－ negó sacando el resto de las cosas.

－Iré a comprar－ decidió volteando su cuerpo, yendo a buscar las llaves.

－¿Eh?, e-espera...－ Jimin lo intento detener mientras se colocaba el delantal para cocinar －¿te vas a ir solo?...

－El quiosco esta a dos cuadras, se donde queda－ le resto importancia abriendo la puerta guardando la llave en su bolsillo －además, no puedes salir, eso te pasa por ser famoso－ sonrió ya afuera de la casa.

－Esta bien－ renegó cruzándose de brazos －pero ten cuidado－ advirtió Jimin.

－Si, tu solo ve prendiendo el horno y espera por mi, no tardare－ dijo por ultimo alejándose de la casa.

El castaño lo vio partir, incluso lo siguió con la mirada desde la ventana, fue hasta que noto que Taehyung no había agarrado su palo mágico.

－¿Qué harías sin mi?－ murmuro sonriendo empezando a buscar dicho artefacto.

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°°°

Claramente Jungkook no se iba a dejar vencer tan rápido.

Si señores, el joven había agarrado la bicicleta nuevamente, queriendo andar como correspondía en aquel vehículo.

No iba a permitirse la aberración de chocar con chicos guapos nunca más.

Espera, ¿qué?.

－¡Deja de pensar en eso!－ se grito así mismo frenando fuertemente.

Iba a seguir criticándose solo, hasta que vio una figura familiar caminar frente a el, si, era el chico rubio, el ayudante de su profesor, Taehyung.

Para su sorpresa ni lo noto, ni siquiera se volteo a mirarlo.

－Tiene que ser una broma－ volvió a hablar notando como este entraba a una de las tiendas del barrio.

Quiso volver a arrancar con sus clases personales, pero no sabia del porque se quedo quieto en el lugar, esperando a que el rubio saliera nuevamente.

Algo dentro de el no se quería rendir, quería que lo notara y que al menos lo saludara.

Se quedo unos segundos esperando, aun subido en su bici, hasta que noto como Taehyung salía nuevamente de la tienda con una bolsa en manos y la mirada centrada en el medio de la nada.

Nuevamente se peino inconscientemente y nuevamente fue ignorado cuando este paso al frente suyo sin haberlo notado por milésima vez en el día.

－J-Jod-...－ se interrumpió así mismo viendo como una persona descarada, agarraba la billetera del rubio y se alejaba lentamente, ya que no fue brusco por lo que pudo sacarsela en silencio.

Sin perder tiempo y con enojo, dejo la bici a un lado, parándose en frente del señor mientras se cruzaba de brazos.

－¿Y tu que, niño?－ hablo el hombre mirando amenazante a Jungkook.

－Creo que tiene algo que no le pertenece－ le dijo el pelinegro alzando una de sus cejas.

－¿Disculpa?, mocoso, no se de que me hablas...

－Oh... mi billetera－ pronuncio fuerte el rubio que no se encontraba tan lejos de ellos dos.

Gracias a ese ultimo comentario, el hombre quiso correr, pero como Jeon cubría su camino, no tardo en agarrarlo del brazo por unos segunditos, para sacarle de una sola vez la billetera que bien vio como la guardaba en el bolsillo trasero del pantalón.

Tal cual aquel hombre había hecho, el pelinegro le saco aquella pertenencia cuidadosamente, por lo que el ladrón se fue corriendo aun creyendo que tenia la billetera en su poder.

－Inútil－ insulto bajo el menor.

Iba darse la vuelta pero en aquel instante su cuerpo fue chocado por el rubio, por lo que ambos volvieron a tener un segundo impacto, esta vez no tan fuerte como el primero.

－Discúlpame－ hablo rápidamente Taehyung, haciendo una reverencia.

Oh dios, lo estaba hablando, el chico acanelado lo estaba hablando, ahora si que lo había notado.

－De hecho, no pasa nada－ le resto importancia rascándose la nuca nervioso.

Hasta que pudo caer en la realidad, aquel no era el, Jeon Jungkook nunca murió de los nervios o de emoción porque alguien le hablara, entonces, ¿por qué se sentía así con una persona que apenas acababa de conocer?.

－Tu voz, la recuerdo－ hablo nuevamente el rubio algo emocionado de haberlo descubierto －¿eres el chico de esta mañana?－ pregunto esperando haberlo clavado en el ángulo.

－S-Si, digo... ahsss... si soy yo－ asintió rápidamente, queriendo que su voz ahora no suene tan aniñada, una vez que noto el tono de voz en Taehyung el cual era más grave que el suyo.

－Que coincidencia, nos volvimos a chocar－ soltó una suave risa.

Nuevamente el pelinegro volvió a sentir aquella corriente eléctrica por su cuerpo, solo que ahora los pelos se le pusieron de punta y la piel de gallina contagio toda su piel.

－Si...－ murmuro contagiado por aquella sonrisa.

－Si me disculpas, creo que olvide mi billetera en la tienda así que mejor me voy－ hablo sintiéndose torpe por un momento.

Entonces Jungkook recordó.

－Oh, si, un hombre te la quito de los bolsillos－ extendió el artefacto deteniendo su partida －se la quite en cuanto preguntaste por ella y empezó a correr－ relato esperando que le creyera.

Entonces la expresión del rubio fue una de sorpresa y preocupación, tanto que coloco sus manos en las mejillas, emitiendo un sonido de asombro.

－Que susto, ¿tu hiciste eso por mi?－ se sentía conmovido.

Claro que lo había hecho por el, pero se sentía mucho mejor el ver como Taehyung quedaba conmovido por su buen acto.

－Si, aquí tienes－ le extendió el artefacto con entusiasmo.

Pero grata fue su sorpresa al notar que el chico tardaba en agarrar su billetera, era como si no la pudiera ver, aquello lo había confundido, por lo que volvió a mirarlo a la cara y noto como este no lo miraba fijo, todo lo contrario miraba hacia otro punto en particular.

－Gracias－ agradeció Kim, una vez que agarro aquello entre sus manos －en serio, estoy feliz de haber reconocido tu voz－ murmuro algo bajo pero no lo suficiente para el pelinegro.

－Me alegra saberlo－ contesto, aun sin quitar por completo su atención de los ojos celestes frente a el －me llamo Jungkook, Jeon Jungkook－ se presento.

－Wow... que lindo nombre－ aplaudió －yo soy Taehyung－ también se presento, sintiéndose alegre de hablar por primera vez con alguien que lo trate bien.

Justo en ese instante, los ojos del rubio miraron a los ojos del pelinegro, pudo apreciar el color de los mismo, pero sobre todo, se puso nervioso, ya que aquel color era bellísimo y además de que eran acompañando de una sonrisa, sentía nuevamente aquella sensación del nudo en la garganta.

－Y-Yo...

－¡Taehyung!－ se escucho un grito de atrás, lo que provoco que el rubio voltear hasta sentirse rodeado por una familiares brazos －te fuiste sin tu palo－ regaño entregándole el mismo en manos.

－Jimin, ¿qué haces?, te dije que podía solo－ le dijo el rubio separándose del cariñoso abrazo.

Pero fue Jungkook quien ahora miraba incomodo la escena, claro, había olvidado por completo al sujeto que busco a Taehyung en la mañana, parecía que se trataba de el otra vez.

－¿Y este qué?...

－El es Jungkook－ lo presento el rubio dándose la vuelta otra vez, estirando su brazo, buscando agarrar una parte de la prenda del pelinegro.

Aquello sorprendió al mencionado, ya que una parte de su remera fue tirada con delicadeza por los dedos de Taehyung, provocando que lo atrajera a su lado.

－S-Si soy－ hablo nervioso nuevamente desviando un poco la mirada.

Lo tenía muy cerca.

－Me tope con el esta mañana y ahora nos volvimos a encontrar－ le dijo Taehyung a su mejor amigo, como si de un niño entusiasmado se tratara.

－Impresionante entonces－ halago sonriente el castaño, pero no pudo evitar borrar su sonrisa en cuanto su mirada se topa con la de Jungkook.

Si, lo miraba mal, muy mal, rápidamente el menor dedujo el porque de la situación, capaz estaba pensando que coqueteaba con Taehyung, pero no era así, solo quería que lo notara, no es lo mismo.

Pero su miedo no fue hasta que reconoció el rostro del castaño, se le hacia muy familiar, incluso hasta la forma de hablar, entonces lo supo, abrió al máximo sus ojos y se tapo la boca con la mano.

－T-Tu eres...

－Fue un gusto haberte conocido, niño－ se apresuro a hablar Jimin agarrando con firmeza el brazo del rubio.

－¿Niño?－ interrumpieron los otros dos a la vez, provocando que Jimin rodara los ojos.

－Nosotros nos vamos...－ siguió hablando, tirando del cuerpito de su mejor amigo, comenzando a caminar.

－Adiós Jungkook, espero escucharte otro día...

Y así como así, ambos se fueron de su vista.

Primero se quedo confundido en el lugar, ¿era el famoso Park Jimin o no?, seguramente no lo era, no era de esperarse que el famoso idol estuviera paseando con un delantal de cocina por el barrio, porque si, lo tenia.

Luego recordó la frase de despedida del rubio, no era común la frase "espero escucharte otro día", pero de alguna forma le causo ternura, era algo diferente de lo común.

－El sabe mi nombre ahora－ murmuro sonriendo un poquito, aun mirando el camino de los otros dos mientras se alejaban de su campo visual.

Quiso dejar de pensar cosas estúpidas, por lo que decidió seguir con su practica e irse de una vez por todas a dormir.

Había sido suficiente por hoy.

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Algo que decir?, personalmente tengo tantas cosas pero si hablábamos de la vida, en este casi es sobre una novela jajajajaj

Como están?, espero que bien y si no lo están espero que mejoren, ahora voy a cambiar de tema...

Subi otra nueva historía, espero que les guste, también estará en curso xd hahahhahahahah

Bueno, nos vemos!