Una risa tan voluminosa como la que posee Kim Taehyung, era simplemente el ruido mas armonioso que querría escuchar por el resto de sus días.

¿Parecían adolescentes corriendo de la mano hacia quien sabe donde?, si, lo parecían, pero más que unos simples adolescentes, ellos parecían enamorados, unos completos tortolitos y eso lo notaban ambos.

Jungkook iba corriendo unos pasos adelantados, mientras trataba de no hacer caer al acanelado que tenia agarrado de la mano, diciendo a cada rato que casi llegaban.

－¿A dónde me llevas, Jungkookie?－ pregunto el rubio, mientras sentía como los pasos rápidos cesaban.

－Es...－ expreso empezando a caminar y colocarse al lado del mayor －es un lugar donde estaremos solos－ explico finalmente, viendo de lejos su casa.

－¿Es tu casa?－ supuso, soltando una risa cuando el menor lo hizo －en mi casa también podemos estar solos, ¿lo sabes verdad?...

－Si, pero estaría Yeontan－ indico al perrito como si fuera a estorbar mucho con lo que tenia planeado, obvio no, Yeontan era un amor, pero eran ojos extras que no necesitaba por si quería besar a Taehyung de nuevo.

¿Besaría a Taehyung de nuevo?.

Mierda que si lo haría.

Pensó en el beso por todo el día restante y toda la noche de ese día, tan consumido en lo bien que se había sentido, lo labios de un solo hombre, pues nunca creyó que le gustarían pero Taehyung era otro cuento jamás contando.

Era perfecto, ese momento fue tan único y feliz, que si tuviera la oportunidad lo repetirá las veces que fueran necesarias para saber si la sensación se comparaba a la realidad misma y rogaba no descubrirlo.

－¿Qué planeas hacer en realidad?－ preguntó divertido, escuchando el sonido de las llaves que seguramente eran sacadas por Jungkook.

－Nada que tu no quieras, pero para no desperdiciar estas horas con solo mirarte y apreciar lo hermoso que te ves－ le dijo sonriendo al ver como el contrario se sonrojaba con su comentario －tengo un piano y seria bueno que practicáramos...

－¿T-Tienes un piano?－ cuestiono sorprendido, pues si se lo preguntan, si se había imaginado pasar esas horas con la absoluta atención del menos sobre el y viceversa, pero si se encontraba ese instrumento debería actuar como el ayudante que debía ser.

－Sip－ abrió la puerta de su casa y guio a su invitad dentro de ella －pero solo practicaremos un par de veces, luego me gustaría hablar más contigo...

Otro sonrojo se apodero de las mejillas acaneladas del rubio, quien solo asintió, dejándose guiar por Jungkook.

－Es aquí－ con confianza agarro con delicadez las manos de Taehyung y las aproximo al gran piano que tenia dentro de la sala de su casa.

Taehyung se sentó con cuidado, tocando con tranquilidad todo lo que había a su alrededor, hasta que sintió que todo estaba en orden, subió la mirada esperando una orden o petición del pelinegro.

－¿Te parece si cantas mientras toco el piano?－ propuso el mayor sintiendo a alguien atrás suyo, sabiendo de ante mano quien era.

－Me parece buena idea－ animo el menor alejando un poco, para colocarse en la otra parte del piano, aun parado pero con sus codos apoyados sobre el gran instrumentos, mientras miraba embobado al chico frente a el －cuando quieras...

Asintiendo comenzó a tocar un par de teclas hasta adaptarse al sonido del instrumentos, para luego empezar con la melodía original que estuvo practicando durante la mayoría de los días.

Entonces al instante la voz de Jungkook lo acompaño, haciendo que su corazoncito diera un vuelco impresionante contra su pecho, porque no había voz más preciosa como la que tenia el menor.

Para Taehyung la voz de Jungkook era voluminosa, apocaba cualquier sonido o a cualquier persona a la hora de cantar, tan perfecta y melodiosa, ni hablar de sus letras, eran preciosas, además de ser hechas por el, también eran perfectas solo para que el las cantara.

Sus dedos se movían solo con las teclas, sonriendo poco a poco cada que el menor hacia una hermosa nota, era impresionante, ¿Por qué aun no era un idol o un practicante aun que sea?.

No lo entendía, era demasiado talento para sus odios, incluso se llego a perder en la voz que lo cautivaba, por lo que ni cuenta se dio cuando la canción termino y con ella la voz de Jungkook se corto.

El rubio seguía tocando, pero cuando sintió un peso al lado suyo freno sus acciones y se sonrojó abruptamente.

Dios, se había quedaba hipnotizado.

－¿Qué te pareció?－ pregunto Jungkook notando lo tímido que se había puesto el contrario.

－C-Creo que estas-estas listo para la p-presentación－ murmuro bajito, pero no lo suficiente como para no ser escuchado, aun seguía tímido por haberse perdido del mundo real hace segundos atrás.

－Querrás decir que...－ coloco su mano por encima de la acanelada para darle un ligero apretón amistoso －estamos listos...

－S-Si...

－Taehyung, yo te tengo una propuesta para mañana－ expreso el pelinegro, llamando a la mirada perdida del mayor.

－¿Qué es?－ lo miro atente esperando la propuesta.

－Como ya sabrás, tengo que ir mañana a la empresa a presentarme por segunda vez－ empezó a explicar, observando como el contrario escuchaba atentamente －y no q-quiero ir solo a la audición de mañana y me p-preguntaba si tu... si-si tu querías ir y... b-bueno, no tienes que ir si n-no quieres, pero si q-quieres ir.. y-yo...

Taehyung sonrió geométricamente, antes de buscar los cachetes blanquecimos del menor, hasta que lo logro lo aproximo a su rostro y beso su nariz con cuidado para luego volver a sonreír enternecido.

Mientras que Jungkook creía que no podía estar tan enamorado con el ser que tenia ante sus ojos.

－Si, Jungkookie, me gustaría acompañarte－ acepto.

Ahora el hipnotizado parecía el.

－¿Pue-puedo proponerte otra cosa?...

Taehyung soltó una risita por el tono adormecido con el que le hablo el menor.

－¿Ahora que es?...

－¿Puedo b-besarte?...

Las manos del mayor salieron de las mejillas para bajar por los hombros para luego rodearlos, Jungkook lo miro con cariño, dejando que volara todo tipo de sensaciones cada que veía esos hermosos ojos celestes.

Taehyung se fue aproximando cada vez más y con cuido de herrarle, lo beso en los labios.

Ambos recordaron la textura de los contrarios con sus labios, recordando el primer beso que se habían dado la anterior vez, pues lo que estaban haciendo muy probablemente no tenga nada que ver con la realidad cálida y amorosa que estaban viviendo, siendo infinitamente mejor.

Jungkook le correspondió al instante besando con dulzura, con suavidad, pero también con necesidad y premura, empezando a juguetear con los labios esponjosos del mayor, apresándolos y soltando de ellos con anhelo, luego los acaricio con la lengua cálida para obtener que Taehyung los entreabierta y poder explotar más allá.

Se les encendió el corazón cuando enredaron sus lenguas, también cuando se mordisquearon las bocas, ese sentimiento continuo cuando siguieron explorarse entre si, sin mostrar algún signo de saciarse por ello.

Taehyung enterró sus manos en la cabellera pelinegra del contrario provocando que un pequeño ronroneo saliera de esos delgados labios deliciosos, mientras que Jungkook lo sostenía por la nuca con deseó de que ese momento no terminara.

Estaban envueltos en una burbuja de calor, seguramente en algún lugar en el cielo, porque ese instante se sentía como si lo estuvieran en realidad, ahí sobre una nube mientras expresaban sus sentimientos a través de un húmedo pero significativo beso.

El aviso de que pronto se iban a quedar sin aire lo logro frenar, pero no separar del todo, ya que Jungkook no permitió que el rubio se alejara lo suficiente de sus labios, para poder contemplar el rostro, tan precioso y con sus ojitos celeste brillosos por la pequeña lujuria que destellaban por el húmedo encuentro de sus lenguas, con las mejillas rojísimas seguramente por la vergüenza o la timidez natural que poseía el rubio.

Sonrió y acomodo sus elegantes rizos rubios, que habían crecido desde la primera que lo había visto, pareciendo mucho más lindo desde aquella vez, por lo que sonrió recordando el bendito momento donde se agradeció internamente no haber practicado con la bici, para poder chocar con Taehyung.

－¿Sabes?, eres la única persona que logro que todo tenga sentido－ le susurro cerca para poder besar las mejillas coloradas con cariño －y que también hace que yo tenga sentido...

Taehyung se mordió el labio conteniendo una sonrisa tímida que hizo a Jungkook enloquecer.

－Jungkookie－ lo llamo con el mismo tono de voz bajo, para luego colocar sus manos en las mismas mejillas del mencionado －cuanto más te siento, más te quiero ver...

Entonces fue le primer comentario que llego a encantar y a entristecer a la vez a Jungkook.

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Taehyung miraba el techo de su cuarto, a decir verdad, veía todo negro, pero estaba seguro que se encontraba observándolo con sus inservibles ojos.

Nunca en al vida se había sentido así por una persona, nunca imagino que se sentiría así por una persona, mucho menos creyó que pasaría algo parecido entando aun ciego.

Había pasado tres años, recordó que al principio se la había pasando llorando porque no podía ver nada y quería ver cosas, por lo que había trabajado dos años seguidos en intentar entablar un vida tranquila sin tener la necesidad de ver algo o a alguien, viviendo una vida sin un sentido esencial que lo llevo a quererse como es y a esperar lo mejor si no se solucionaba.

Pero cuando Jungkook apareció en su vida, pasando cada maldito momento junto a el, con un sentimiento en el pecho que iba creciendo cada vez más, le era inevitable no querer verlo, querer conocerlo, tocarlo para poder su rostro, sentir su cuerpo, poder ver lo colorido y hermoso que seguramente debía ser el menor.

No podía, al menos no por ahora y aun que sonora caprichoso, quería que fuera ahora el momento para poder ver el mundo, para poder ver a Yeontan, ver cuanto había cambiado Jimin, ver a su padre, pero sobre todo a Jungkook.

No podía sentirse tan a gusto con el menor, no podía, no debía, pero le era imposible no sentirse de ese modo tan tímido, tan sumergido en el palpitar de su corazón, no podía no enamorarse de Jeon Jungkook.

Ahora que se habían besado, sabia que no había marcha a tras, solo era el esperar que el sentimiento creciera más y más, tenia algo de miedo, no lo iba a negar, pero se podía decir que con Jungkook era diferente, podía sentir que no tenia malas intenciones con el, lo podía notar en el hablar, pero y si, ¿no era así?.

Podría decirse que ya era tarde para ir marcha a tras, porque se sentía en las nubes con el chico.

Llevo sus dedos sobre sus labios, aun sintiéndolos palpitar contra la yema de estos, pues hace nada había sido dejado por el hombre de sus pensamientos, por lo que pudieron evitar saborearse las bocas una vez mas y en medio de la entrada de su casa.

Se sonrojo y sonrió como bobo enamorado.

－E-Esto lo tengo que hablar con Jimin o...

Iba seguir hablando pero unos toquecitos en la puerta hizo que frenara sus palabras y que se enderezara correctamente sobre su cama.

－¿Si?...

－Taehyung－ pronuncio su padre entrando al cuarto con cuidado y dejando entras a Yeontan también, quien subió a la cama del rubio para pedir mimos －vine a comunicarte un par de cosas...

－Claro－ asintió sentando como indio, dejando al perrito sobre su piernas para empezar a repartirle cariño －¿qué es?...

El Sr.Kim se aproximo lo más cerca posible, sonriendo al ver la escena de su hijo con Yeontan, era tan adorable, pero no debía distraerse y decir a lo que venia.

－Me iré por unos dos o tres días con colegas a buscar a alguien para tu operación, ya sabes, candidatos para poder progresar con lo que tenia previsto de la operación que quiero realizar en ti－ informo notando como el rubio solo asentía con una diminuta sonrisa.

－¿Eso sígnica que estaré solo?－ cuestiono con algo de preocupación, ya que al no poseer el sentido de la vista, temía que alguien malo entrara o algo por el estilo.

－Si, pero le informe a Jimin la situación, me dijo que con gusto se quedaba a dormir contigo, pero me comento que el viernes tenia una trabajo hasta tarde por lo que ese será el único día que no podrá acompañarte－ contesto su padre, ya que pensaba igual que su hijo, preocupado con que algo malo le pasara por la noche o por la tarde que quedaba sola la casa o solo el con el perro.

－Entonces no hay problema－ sonrió como siempre y subió ambas pulgares arriba －¿cuando te vas?...

－Hoy a la madrugada, no quería perder tiempo entonces, me temo que esta es la despedida...

－En ese caso...－ el rubio extendió sus brazos esperando que su papá entendiera lo que quería －gracias por lo que estas haciendo y te deseo mucha buena suerte, papá...

El Sr.Kim no tardo en entender y entonces abrazo a su hijo esperando que todo saliera bien.

Esperemos.

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Estoy volviendo a escuchar a los One Direction, re lindas canciones, pero eso no viene al caso porque amo escuchar musiquita de todo tipo

Pero bueno la que puede puede

:(((((((

Nos vemos