➵𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐/𝟏𝟏𓆸
Jungkook se levanto con una sonrisa de su cama.
Parecía que era otra persona porque se acostumbraba a levantarse con una mueca y una cara de pocos amigos que te la regalo.
Pero al parecer, esa mañana era la excepción, ya que la cita había resultado mejor de lo que había planeado, la paso hermoso con Taehyung, rieron de muchas cosas, hablaron de otras, se animaron a decirse cositas lindas, comieron al final, luego lo acompaño a su casa y se fue entre saltitos de oveja hacia la suya.
Ahora todo parecía colorido a su alrededor y la respuesta era mas que obvia, esa alegría se la había provocado el lindo rubio, ósea, ¿en que mundo un ser humano no se pondría así con la presencia de Taehyung?, tampoco lo quería saber ya que el era el único afortunado de saberlo.
Ah, quería gritar como las niñas cuando se enamorando, golpearse con la almohada y andar con corazoncitos en sus ojos, pero eso ya lo había hecho en toda la noche, ahora tenia que volver al instituto para verlo una vez mas.
Se entro a bañar para cantar su canción favorita de "John Legend - All of me", luego se cepillo los dientes, se coloco el uniforme como pocas veces lo hacia y bajo entre saltitos a la cocina para preparase el desayuno.
Su hermana que se encontraba tomando un vaso de agua pero con ropa de noche, lo miraba con una ceja alzada por la extraña actitud que este tenia preguntándose si ya había enloquecido de verdad.
-Oh... pensé que no te despertarías- comento el pelinegro mientras aun mantenía su radiante sonrisa, dirigiendo esas palabras hacia su hermanastra, quien se señalo no sin antes mirar hacia atrás pensando que se o decía a otra persona.
-En realidad, acabo de llegar- contesto dejando el vaso de lado.
-¿Cómo que acabas de llegar?- cuestiono mientras ponía la cafetera.
-Emm... si, ayer fue viernes y salí con unos amigos... ahora no se porque te estoy diciendo eso- contesto cruzándose de brazos, mirando curiosa a su hermanastro.
-Ayer... ¿ayer viernes?- se pregunto parando con su actitud ensoñada -oh...- pronuncio dándose cuenta que no tenia clases.
-Ya te iba a preguntar porque andabas en informe sabiendo que es sábado, pero veo que recién estas despertando de tontolandia- comento divertida la muchacha antes de retirarse de la cocina -cuando quieras, traerla a la casa, me gustaría conocer a mi cuñada- soltó por ultimo desde las escalaras.
El pelinegro se puso rojo, rojo, no se dio cuenta de lo tonto que había sido, solo pensaba que era una día más del instituto y que vería de nueva cuenta a Taehyung, más despistado imposible, ¿no?.
Esperen, ¿tan obvio era?.
Aun así se tomo la libertad de servirse café, pero esta vez gasta todo su tiempo en hacer panqueques, porque, se los merecía y serian solo para el, que su hermana se joda y vea que puede hacerse.
No tardo mucho, solo cuando termino se fue a cambiar de ropa por una más cómoda y poder desayunar tranquilamente solo, eso de que los dos mayores se fueran de viaje por trabajo lo tenia contento, menos por el hecho de que estuviera con su hermanastra, pero se encargaba exitosamente de ignorarla.
Cuando termino su desayuno, se decidió a hacer un poco de ejercicio, salir a correr por el barrio era uno de las cosas que más le gustaba hacer, por ende se preparo para salir, llevando consigo solo el contador de kilómetros y poco de plata para comprar cosas para cocinarse.
Sin despedirse de la única alma viva en la casa, salió de esta, con una sonrisa radiante saludando el hermoso comienzo de fin de semana que le regalaba ese acogedora mañana.
Primero camino un poco para ir aflojando sus piernas, hasta que empezó tomar ritmo y puso el contador de su pulsera en marcha.
Casi nunca corría exageradamente, por lo que llevaba un ritmo no tan intenso a la hora de correr, además de que corría como seis kilómetros, por ello quería mantener un ritmo levemente constante en cada pisada para no terminar cansado al final.
Siempre se concentraba a la hora de hacer cualquier tipo de actividad que llevara al entrenamiento de su cuerpo, pero cuando a penas iba por la mitad de los kilómetros establecidos, se quedo mirando un cartel de una tienda de mascotas, donde había un descuento en alimentos para perros.
Entonces se acordó de Yeontan y al acordarse del pequeño perrito, se acorado de Taehyung, ¿tendrá alimentos para el perro?, ¿necesitara algún tipo de juguetito para entretenerlo?.
¿Tendría que visitar al perro?, ¡si!, ¿Por qué no?.
Después de decidir lo que iba a hacer, se dispuso a seguir corriendo, hasta por que termino por completo los seis kilómetros, orgulloso de su logro, pero algo agotado por ello.
Aun así, volvió a la tienda donde había visto ese descuento y compro dos kilos del alimento favorito de Yeontan, entonces casi de manera inconsciente, fue caminando hacia la dirección de la casa de Taehyung.
-¿Tendría que haberle avisado que venia?- se pregunto así mismo, notando como sus piernas se movían solas hacia la casa del chico con el perro.
Tal vez debió hacerlo, pero ya era lo suficientemente tarde cuando se encontró frente a esa puerta, tocando del timbre de la casa, algo ansioso de su repentina acción.
Es que, desde la cita de ayer, Jungkook quedo en un estado de hipnótico con Taehyung, un hechizo que era imposible de romper, sepan entenderlo.
Jugo con sus pies hasta que sintió un par de ladridos provenir del otro lado, acompañado de unos pasos perezosos, lo que provocara que se incorporara e el lugar, mostrando todos sus dientes, feliz de poder ver a el rubio otra vez.
-¿Q-Quien es?- la voz adormecida de un acanelado chico se escucho por la pequeña abertura que la puerta enseñaba, provocando una pequeña risa en el contrario cuando lo vio.
-El chico más denso del mundo- murmuro notando como Taehyung dejaba de tallar sus ojitos cuando reconoció la voz del otro lado.
-¿Jungkookie?, ¿Qué-pero...
-Le compre alimento a Yeontan que estaba en oferta, aprovechando que salí a correr- comento sonriente, mientras veía como el dueño de casa volvía a cerrar la puerta para sacar el pasador y poder abrirla por completo.
-Que lindo- sonrió agradecido el rubio, apartándose del camino para dejar pasar al menor -pa-pasa, Yeontan se pondrá contento cuando-...
Sus palabras fueron interrumpidas cuando el pequeño Pomerania se acerco a Jungkook con su colita coleando, con leves quejas de su parte por no haber visto a su otro dueño por algunos días.
Obviamente fue alzado por el chico, quien le murmuraba cositas lindas, mientras besaba la esponjosa cabecista al animal.
Taehyung solo cerro la puerta y apoyo contra esta, escuchando a la perfección como la respiración del perrito se aceleraba junto a sus pequeñitos jadeos de felicidad de ver al humano, pero escuchar a Jungkook decirle cositas también era digno de apreciar.
Apreciar.
Cierto, era algo no podía hacer, pero si escuchar y por mucho que quisiera ver esa imagen, sonrió, porque sabia que no podía quedarse ciego para siempre y que pronto tendría la oportunidad de apreciar esa escena.
Pero debía admitir que quería ver a Jungkook.
Rápidamente sacudió su cabeza con sus ocurrencias y volvió a sonreír buscando con su mano algún extremo de las prendas del menor para tirar de ella y acercarse a su anotomía.
-Jungkookie- lo llamo empezado a jugar con su mano libre, nervioso de lo que iba a pedir.
-¿Si?...
-¿Q-Quieres que paseemos a Yeontan lu-luego?- propuso mego rojito, empezando a morder sus labios cuando no obtenía respuesta del contrario.
Hasta que se sobresalto en el lugar cuando su barbilla fue delicadamente tomada por los dedos del menor, para elevar su mirada, sin saber a donde mirar exactamente cuando se detuvo.
-Solo si almorzamos juntos...
°°°°
°°°°
Taehyung soltó un gemido gustoso una vez llevo un pedazo de la comida de Jungkook a su boca.
-¿Esta bueno?...
-E-Esto esta... no solo esta bueno, esta riquísimo, esta buenisimo, e-es... Jungkookie- hablo con los ojitos completamente brillosos, manteniendo una mueca asombrada -eres un buen cocinero- halago.
-Oh, vamos... no es para tanto- el pelinegro se sonrojo levemente por el halago, pero sin dejar de sofreír se tomo el placer de admirar las expresiones de Taehyung al comer su comida, sintiéndose orgullo de haberlo hecho bien.
-¿Cómo que no es para tanto?, cocinas mejor que Jimin, incluso- admitió volviendo a llevarse otro bocado a la boca, provocando que sus mejillas se llenaran de comida, dándole un aspecto adorable -pero nunca se lo digas...
Jungkook solo sonreír encantado, ¿era real?, ¿Taehyung era real?, aun no podía creer como ese chico podría ser tan tierno, tierno y no apropósito, ya que sabia que el encanto del mayor era completamente natural.
-Eres hermoso...
Aquel comentario hizo parar las acciones de Taehyung, quien trago con dificultad la comida para ponerse completamente rojo, no sabiendo muy bien como a al menor tenia la valentía encantadora de decirle ese halago.
-J-Jungkook- lo llamo dejando los palillos de lado, solo para comenzar a jugar con el borde de su canguro y agachar la mirada hacia la mesa.
-Perdón- el mencionado se disculpo tras ver la reacción del mayor con su halago, entrando en un mini pánico -si te incomodan esos tipos de comentarios, no lo volveré hacer, solo se me escapo y no mentía, pero que sepas que eres más que hermoso, no, lo volví a hacer, mierda... bu-bueno, la cosa es que tu-....
-No me mo-molesta- interrumpió con una leve sonrisa tras escuchar los nervios del contrario, entonces tomo mucha valentía antes de continuar hablando -no puedo verte, pero e-estoy seguro de q-que eres igual de her-hermoso...
El menor se atraganto con su propia saliva, sintiendo como todos los colores se le subían a sus mejillas, ya sospechando de ante mano que estaba completamente rojo hasta las orejas.
El corazón, el corazón le palpitaba de una manera incontrolable contra su pecho, era impresionante ya que nunca se había sentido así, no al menos en toda su vida, pero podía apostar que se trataba del lindo chico rubio que tenia sentado al frente suyo.
-Gracias, Tae- susurro luego de un rato de silencio.
El mencionado solo asintió, aun con mirada agachada, provocándole el doble de ternura al menor, que tuvo que volver a hablar o sentía que iba perder otra oportunidad.
-¿Qué te gustaría hacer mañana?- pregunto viendo como este subía poco a poco la mirada, volviendo a agarrar sus palillos que con algo de dificultad encontró, provocando que tuviera no solo una buena idea, si no dos.
-¿P-Por qué lo dices?...
-Quiero salir contigo, otra vez- confeso sincero y con una enorme sonrisa en su rostro -por eso quería saber si hay algo que quieras intentar, o probar, algo que no tuviste la oportunidad de hacer por tu condición- hablo lentamente, tratando de sonar lo mas cariñoso posible, ya que quería que esa conversación también fuera cómoda para el rubio y su problema -quiero que la pasemos bien, por eso si deseas hacer algo, yo-....
El pelinegro se tuvo que callar cuando noto como lagrimas caían de los ojitos celestes del contrario, pensando que había dicho algo malo o algo en mal sentido, lo que provocara que se levantara de su asiento y poder rodear con sus brazos a Taehyung, para apoyarlo contra su abdomen, sintiéndose muy mal por haberlo hecho llorar.
-Perdóname, Taehyung- se disculpo sintiendo como su cintura era rodeada por los brazos del acanelado -¿f-fui irrespetuoso, no es así?, perdón, no volveré a ofrecerte algo si, juro por dios que-...
-N-No- negó con la cabeza contra el duro abdomen del menor, tratando de cesar su llanto, por lo que salió de su escondite y pego su mentó ahora en ese sector, dibujo una sonrisa en su rostro y Jungkook solo pudo confirmar lo que en realidad sentía.
Las pupilas de sus ojos oscuros se dilataron, sabiendo que abajo suyo se encontraba la obra de arte jamás vista en su vida, incluso trato de saber, ¿Cómo rayos hizo Taehyung para cambiar por completo sus gustos?, ¿Cómo hizo para atraerlo de esa forma?, claro, la respuesta estaba delante de sus ojos.
Porque era Taehyung, esa persona de hermoso corazón y belleza inalcanzable que le hacia sentir sensaciones extrañas por todo su ser, por todos lados de su cuerpo.
Se estaba enamorando.
-Me encantaría pasar tiempo contigo, Jungkookie... solo contigo....
Oh, que imagen tan encantadora.
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Hay no, amo, amo, amo, siento que también la estoy leyendo, como que imagino que no escribí esta historia jajajajajaja
A mi me encanta que sea cursi, digan lo que digan, es una de las pocas historias que tengo cursi ya que el resto de puro sexo a veces JAJAJAJAJAJJAJAJA
Eh pero esta también tendrá, pronto
Nos vemos entonces, que voy a ir actualizando lo que tengo muy pendiente jajajajajja
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