Eran las 8:00 de la noche cuando Yizhuo salió de su apartamento junto a Minjeong para ir a la tienda de conveniencia por un poco de soju y ramen. El tiempo estaba frío, lo que la obligó a usar un abrigo para evitar resfriarse.

Ambas amigas caminaron hablando sobre la película que tenían pensado ver mientras cenaban, Yizhuo quería una película de terror, mientras Minjeong sugería ver Barbie.

Cuando llegaron a la tienda de conveniencia tomaron una canastilla y comenzaron a buscar entre los pasillos lo que necesitaban y mientras Minjeong elegía entre los diversos tipos de ramen que había, Yizhuo decidió ir a traer unas latas de refresco y una botella de soju.

── Ahora vengo, voy por el soju──  caminó mientras disociaba un poco.

De pronto chocó con una chica, ésta la tomó por la cintura para evitar que se cayera y Yizhuo solo atinó a sostenerse de la gabardina que vestía la alta figura.

── Lo siento, estaba distraída y no la vi──  comenzó a disculparse, hasta que se separó un poco de la chica, encontrándose con los intimidantes ojos color café oscuro que tenía semanas sin ver.

Sus nervios se dispararon, lo que la hizo alejarse rápidamente de la coreana que solo la veía con una sonrisa traviesa en el rostro.

── Tranquila Yizhuo, sabes que no muerdo──  su comentario sugestivo solo le provocó un sonrojo a la china.

── ¿Qué haces aquí Karina?──  cuestionó mientras intentaba recomponerse.

La mencionada alzó una ceja.

── Linda, esto es una tienda de conveniencia, ¿Tú por qué crees que vine? o ¿Acaso eres tan narcisista que crees que vine hasta acá solamente para que te tropezaras conmigo?──  Jimin se acercó un poco a la menor, la tomó por el mentón con delicadeza y susurró en su oído ── Estás helada.

El sonrojo de la china se volvió más intenso.

── Y-yo... es porque hace frío afuera──  contestó nerviosa. Karina por su parte solo le dedicó una sonrisa bastante sospechosa y tomó su mano derecha para guiarla debajo de su gabardina.

Yizhuo asustada e impresionada por eso dejó salir un chillido que Jimin cayó poniéndole una mano en la boca.

── Shh ── susurró mientras se fijaba en si había alguien viéndolas, Yizhuo permaneció perpleja hasta que sintió la cálida y suave piel de los duros abdominales contra sus dedos, Karina mordió su labio inferior mientras la veía directamente a los ojos ── Cómo puedes sentir, estoy bastante caliente, así que puedo ayudarte a subir tu temperatura corporal──  al término de su oración sintió como los tímidos dedos de Yizhuo comenzaban a delinear su marcado abdomen, cosa que la emocionó.

Besó la mejilla de la china.

── Ven conmigo──  su mano izquierda liberó la boca de la chica para escuchar su respuesta. Yizhuo embelesada por el momento solo atinó a asentir con la cabeza.

── Perfecto, entonces es hora de irnos, no creo que en estas semanas se te haya olvidado el camino──  liberó la mano que estaba por debajo de su gabardina y se separaron un poco.

Afortunadamente Yizhuo recordó que había dejado a Minjeong sola. 

── Espera, vine con una amiga, tengo que inventar algo, espérame afuera, no puede saber que voy contigo──  Karina se cruzó de brazos.

── ¿Por qué no?── preguntó con un tono altanero.

Yizhuo mordió su labio inferior y desvió la mirada.

── Porque no sería bueno que comenzara a sospechar algo── cerró los ojos con vergüenza y escuchó a la surcoreana riendo un poco.

── Claro, no es bueno que piense que estás follando desde hace más de 3 meses con la nueva novia de tu ex──  miró sus uñas con desinterés.

El rostro de la china volvió a pintarse de un color rosado.

── Sabes que no quise esto en primer lugar, estaba demasiado borracha y tú también──  intentó justificarse, sin embargo Karina no la dejaría evadir el problema. 

── Claro Yizhuo, eso fue la primera vez, pero ¿Qué me dices de las otras 7? estabas bastante sobria──  su rostro serio intimidó a la menor, quien por la frustración solo atinó a dar un pequeño golpe en el suelo con su pie. 

── Está bien Jimin, tienes razón estuve muy mal, pero por favor, no dejes que Minjeong se entere.

Karina pareció pensarlo y rápidamente contestó.

── Te veo afuera── metió sus manos en los bolsillos de su gabardina y salió de la tienda.

Yizhuo suspiró y se dispuso a regresar con Winter.

Llegaron al apartamento y tan pronto como cerraron la puerta Yizhuo besó a la coreana con emoción, pues al fin podía dejar salir el deseo que por semanas había ignorado. Un deseo tan pecaminoso que no podía contárselo a nadie más.

Karina desabotonó con rapidez los botones del abrigo que la china usaba y lo dejó caer en el suelo, Yizhuo imitó su acción, deshaciéndose de la gabardina.

Jimin abrazó a la china con fuerza.

──Te extrañé── susurró, el pecho de Yizhuo se calentó con esa declaración y su corazón comenzó a latir con más fuerza.

──Yo también te extrañé── contestó. Ambas se miraron por unos segundos y al final volvieron a unir sus labios lentamente, sin ninguna preocupación, más que la de estar juntas todo el tiempo que pudieran.

Yizhuo comenzó a subir la camiseta de Jimin, hasta que fue frenada.

──Espera, vamos a la habitación primero── pidió la coreana.

Ambas se tomaron de las manos y caminaron con tranquilidad hasta que ingresaron a la habitación. Ahí Karina sentó a Yizhuo en la extensa cama y tomó asiento detrás de ella.

La china recargó su espalda contra el acelerado pecho de la mayor y tomó una respiración profunda. Mientras tanto, Jimin se acercó de a poco hacia el cuello de la chica y lo besó con toques lentos, mientras sus manos ingresaban debajo de la fina blusa que Yizhuo llevaba puesta.

La china exhaló de forma entrecortada mientras sentía como su piel se erizaba y el fuego en su vientre comenzaba a crearse. Jimin subió sus besos hacia la oreja de la chica -Hueles a rosas- su voz ronca le provocó un escalofrío a la menor.

Las calientes manos que acariciaban su vientre subieron hasta colarse por debajo del sostén deportivo que llevaba y tomaron sus pechos con firmeza. La respiración de Yizhuo se atascó en su garganta y un pequeño gemido salió cuando los dedos de Jimin estiraron y jugaron con sus sensibles pezones.

──Así, déjalo salir── susurró la surcoreana contra su cuello mientras los besos húmedos bajaban hacia sus clavículas ──Hay que quitarte esa ropa que te hace ver tan bonita── al término de su frase dio un pellizco a ambos pezones.

Yizhuo se alejó un poco de la tailandesa para quitarse la blusa y su sostén, así como los jeans, sin embargo dejó las bragas, pues le gustaba más que Karina fuera quien se las quitara. Regresó a su posición anterior y se estremeció cuándo en vez de sentir la tela de la camiseta chocando contra su espalda, sintió los tersos pechos de la mayor.

Jimin la tomó por el mentón y la obligó a voltear para verse.

──Así te ves aún más bonita── conectó sus labios con delicadeza y pidió permiso para meter su lengua, la china no se opuso así que entreabrió los labios y recibió gustosa la húmeda lengua que la exploraba.

Yizhuo dejó salir un gemido cuando la mano izquierda de Karina bajó por su cuerpo y se posicionó sobre sus bragas, mientras la derecha regresaba a su lugar anterior en el pecho derecho, jugando con su pezón.

Jimin dejó de besarla.

──Extrañé escuchar tus melodiosos gemidos── su voz baja sonaba excitante, tan sensual y provocativa que Yizhuo no podía evitar mojarse.

──Yo extrañé todo esto── contestó la china.

Yoo sonrió.

──Entonces prepárate para lo mejor── se levantó de la cama ──Recuesta tu cabeza contra las almohadas, la verdadera diversión viene en camino── indicó.

Yizhuo obedeció, se puso cómoda y abrió sus piernas sin vergüenza alguna, esperando a Karina, quien estaba quitándose los pantalones.

La coreana mordió su labio inferior y subió a la cama, gateando hasta quedar entre las piernas de Yizhuo, la china rodeó su cuello con ambos brazos e iniciaron un beso.

Jimin bajó una mano entre sus cuerpos y comenzó a mover sus dedos en círculos, justo donde sabía que estaba el clitoris de la menor. Ning jadeó por aire mientras aumentaba la fuerza de su agarre sobre el cuello de la coreana.

Los labios de la más alta descendieron por el mentón y cuello de la mayor en dirección a sus senos, lugar donde paró para darles atención. Atrapó uno de los botones rosados usando sus labios y con la lengua jugueteó con él, sintiendo como comenzaba a erectarse.

Yizhuo intentó cerrar los muslos cuando el placer fue demasiado, sin embargo Karina la obligó a abrirlos para colar su mano debajo de las húmedas bragas. La china cerró los ojos con fuerza, dejando salir gemidos ahogados, hasta que Yoo besó su mejilla.

──Déjalos salir bebé── ordenó.

Al oír eso Yizhuo dejó de contenerlos y comenzó a gemir un poco más que antes, mientras los largos dedos de su amante acariciaban su clitoris y jugaban con su entrada.

Jimin colocó su mano en posición y la penetró con un solo dedo, provocando que la espalda de la menor se curvara de forma bella.

──¿Ves? te dije que podía calentarte── dijo con un tono juguetón, la menor ignoró eso, pues no tenía cabeza para las bromas de Karina.

La coreana aumentó gradualmente el ritmo de su mano y lo combinó con esporádicas caricias al clitoris. Yizhuo buscó los labios de Jimin con desespero, y cuando se besaron el cuerpo la china se tensó, sus ojos rodaron poniéndose en blanco y logró llegar a su punto máximo, ahogando sus gemidos.

La coreana disminuyó sus caricias poco a poco y salió de la chica, limpió sus dedos con un poco de papel higiénico y se recostó al lado de la china, rodeando su cintura en un abrazo.

──Te ves hermosa── besó su mejilla y después su frente.

Las mejillas de la china se sonrojaron pero eso no le impidió abrazar a la chica.

──Tú también te ves hermosa, la gabardina que llevabas puesta se te ve muy bien── su voz tímida hizo sonreír a Jimin.

──Tú no te quedas atrás, te veías preciosa usando ese abrigo, pero ¿Sabes cómo te ves mejor?── su voz traviesa le advirtió a Yizhuo que lo siguiente que diría sería algo que la mataría de la vergüenza y no se equivocó. ──Con las mejillas sonrojadas y gimiendo debajo de mi.

Ambas se miraron con una chispa volviendo a encenderse, se acercaron poco a poco.

──Jamás me voy a cansar de eso── contestó la menor, antes de volver a unir sus labios en un beso bastante acalorado.

Karina era experta en volverla loca, Ning no se imaginaba cómo es que la menor podía conocerla tan bien, pues siempre la trataba de una forma que la hacía sentir bien, jamás la incomodó con sus toques y menos con sus palabras. Todo era justo lo necesario para volverla loca.

Jimin no perdió tiempo y comenzó a bajar de nuevo, aunque esta vez iba con un nuevo objetivo, llegar hasta la parte que más extrañaba de la china.

Sus labios esparcieron besos por todo el cuello de la menor, clavículas y se detuvo para jugar con ambos senos, tomándolos entre sus manos y jugando con ellos usando los labios. Yizhuo no podía dejar de observarla, amaba ver como bajaba de a poco hasta llegar al lugar que ella más necesitaba.

Karina conectó sus miradas mientras succionaba el pezón con delicadeza, cosa que excitó aún más a Yizhuo, quien solo atinó a tomar el flequillo de la coreana con una mano, aferrándose a él como si su vida fuera a acabarse.

Karina cerró los ojos y se concentró en hacer sentir bien a la china, sus labios bajaron al igual que sus delicadas manos, tocando cada curva que la chica portaba. Porque si Yizhuo tenía algo de que enorgullecerse, eso era su cuerpo perfectamente proporcionado.

Ning mordió su labio inferior con fuerza cuando Jimin llegó a su entrepierna, la vio quitarle las bragas con delicadeza y sin embargo la coreana aún no la había probado, apenas estaba dando ligeras lamidas, besos y mordiscos a los gruesos muslos que rodeaban su cabeza.

El cuerpo de Yizhuo se estremeció por la expectativa, aumentando así el calor en su vientre junto al cosquilleo en su entrepierna. Karina sonrió cuando las piernas alrededor de su cabeza se apretaron, obligándola a acercarse a la fuente de la humedad.

Yizhuo tiró con fuerza de su flequillo.

──P-por favor── rogó en cuanto sus miradas se conectaron, sin embargo Karina solamente le dio una sonrisa socarrona.

──¿Por qué debería hacerlo?── preguntó, mientras le daba una larga lamida al muslo interno de la china, cosa que solo hizo gemir a Yizhuo.

──P-Por favor Jimin... te necesito── imploró, moviendo sus muslos contra las orejas de la chica.

Yoo pasó su lengua por sus labios para humectarlos.

──Prepárate para ver estrellas── y con esa última frase la coreana se sumergió entre las piernas de la menor.

Yizhuo jaló el flequillo de Karina y cerró los ojos en cuanto sintió el delicioso toque de la lengua contraria jugando con su clitoris de una forma tan única que solo lograba volverla loca. Jimin se quejó por la brusquedad pero no paró, siguió con su tarea.

Cuando Karina subió la mirada un poco se encontró con la imagen de una Yizhuo con la respiración pesada, ojos llorosos, las mejillas sonrojadas y su cuerpo estremeciéndose por completo, deshaciéndose bajo el toque de sus traviesos labios haciendo maravillas.

Ning por su parte, no podía pensar en nada más que no fuera la deliciosa sensación de una húmeda lengua jugueteando con ella. Tomó con más fuerza los mechones de cabello enredados entre sus dedos y dejó caer la cabeza hacia atrás, mientras un tentador gemido salía de su boca sin preocupación alguna.

Las manos de su amante subieron hasta tomar uno de sus pechos y acarició el pezón con cuidado al mismo tiempo que sus labios doblaban esfuerzos sobre el clitoris y la traviesa lengua tentaba la entrada vaginal, entrando un poco y después volviendo a subir al clitoris.

Yizhuo usó su mano libre para jugar con uno de sus senos, mientras se obligaba a observar como Karina la devoraba.

La coreana se veía muy concentrada en hacerla terminar y pronto lo lograría, pues Yizhuo ya no podía soportarlo más, el orgasmo anterior sumado a la increíble habilidad de Karina para estimularla, estaban haciéndola llegar al final.

Una gota de sudor bajó entre sus pechos hasta el vientre.

──Jimin... y-yo estoy cerca── la surcoreana al escuchar eso aumentó la rapidez de sus movimientos, haciendo chillar a la china, en ese momento, Karina subió la mirada y observó como Ning se arqueba mientras sus ojos rodaban hacia atrás, poniéndose en blanco. Todo un espectáculo.

Jimin amaba esto, los encuentros espontáneos con Yizhuo, los momentos juntas después de éstos y sobre todo, amaba sentirla temblar por ella, verla derretirse bajo su toque era algo que no tenía precio y, sin duda alguna, nadie podría remplazarla.

Aunque por otra parte se encontraba Yizhuo, quien la odiaba, detestaba estar así con ella, porque no estaba bien, no era correcto tener sexo con la nueva novia de tu ex, pero al mismo tiempo no podía evitar desearlo cada vez que pensaba en ella, porque Karina era la única que podía hacerla sentir tan bien que le recordaba lo mal que estaba, lo prohibido que era esto y el cómo moralmente estaban acabadas.

Porque Yizhuo odiaba querer esto, odiaba amar la forma en que Karina la hacía correrse con tanta facilidad, porque ella la hacía rodar los ojos. 

FIN.

¡gracias por leer!