¿Cuántas veces se puntualizaba la importancia de leer las letras pequeñas de los contratos?

No todo lo escrito sobre la vida se puede ver claramente, algunas cosas son dichas, otras, son tan superficiales que no son notadas. La vida podía ser dorada, brillante y llamativa, pero también traslúcida, corta, así como las letras del contrato que Taehyung alguna vez firmó. Un contrato que no se podía romper, tampoco borrar, al menos no sin graves consecuencias.

Se le dijo, le explicaron, pero jamás creyó que todo aquello que le pareció una diatriba sin sentido fuese algo tan literal. Por eso, en ese momento, todo su ser estaba cundido de algo más que un simple miedo. Sus piernas trémulas apenas le servían de soporte para mantenerlo erguido y su corazón a ratos parecía correr tan rápido, con tanta fuerza, que amenazaba con terminar escapando de su pecho y huir a un destino desconocido.

Sus ojos llenos de lágrimas luchaban por recobrar la nitidez, necesitaba ver esa imagen borrosa frente a él. Ahora, veía al hombre que le salvó la vida a punto de arrebatársela y no sabía cuál era la mejor opción. Dejar que lo matase, o continuar guiándose por ese instinto egoísta y rebelde que le exigía luchar para mantenerse vivo. Uno, dos, tres pasos, podía escuchar como se acercaba a él, mas ya no quedaba un lugar de escape.

Como un ratón preso en una trampa mortal, Taehyung vio a Jeon Jungkook aparecer frente a él. Sangre escurría de su boca, sus ojos rojos tomaron un tono oscuro, parecían mucho más letales, contrastando con el cuchillo que tenía en sus manos. 

— ¡N-No te acerques! — Taehyung gritó, miraba de soslayo la ventana de esa habitación.

Se encontraban casi en un cuarto piso dentro de aquella residencia que simulaba un castillo. ¿Cuáles eran sus opciones? ¿Morir por una caída rápida o descuartizado por esa figura aterradora frente a él? Si debía morir, prefería hacerlo lo más rápido e indoloro posible.

— Taehyung... — Una voz sombría y calmada lo llamaba. — Ven aquí.

— ¡No! — Volvía a gritar, dando pequeños pasos sin despegar su espalda de la pared, dirigiéndose hacia la ventana. — Prefiero morir por mi propia mano que quedarme en este lugar para ser asesinado por ti.

Una vez más, esos ojos estaban sobre él.

— Kim Taehyung... — Pronunció su nombre con calma, haciendo una elegante pausa que sonaba como advertencia. — Esto que estás haciendo te traerá graves consecuencias. Estoy dispuesto a dejarlo pasar, pero si no te acercas a mí en estos momentos, te arrepentirás. No seré condescendiente y te haré sufrir de maneras que no imaginas.

Escuchar su nombre como un recitado mantra lo paralizó momentáneamente, mas se negó a sucumbir ante su pavor de ese modo. Se negaba a cumplir con ese jodido contrato y a permanecer un día más en ese lugar. Contempló a un Jungkook que se mantenía en su sitio sin moverse un solo centímetro, luego posó su mirada en la ventana.

No se permitió el tiempo para pensarlo, corrió esos tres metros restantes a toda velocidad y se lanzó por la ventana. Podía ver como la distancia entre su cuerpo y el pavimento iba disminuyendo; ni siquiera caería en alguno de los jardines, lo que le auguraba una muerte más segura. ¿Ese sería finalmente su final?

Tenía que haber adivinado que nada en su vida salía como predecía o esperaba. No supo cómo o cuándo Jungkook lo siguió, pero podía ver su figura parada en el pavimento, esperando que su caída lo llevara a sus manos. Taehyung no supo cómo reaccionar, estaba comenzando a asustarse por motivos diferentes, quería dar marcha atrás, pero era imposible frenar su caída. Y, antes de que pudiera hacer algo más, vio a Jungkook saltar para segundos después sentir su cuello ser agarrado con excesiva fuerza.

— Soy yo quien decide cuándo mueres, cuánto y cómo vives. — Musitaba Jeon con sus pies ahora firmes en el piso. Con una única mano sostenía al contrario en alto, afianzándose a su cuello. — Tú, eres mío, me perteneces. — Lo acercó a él lo suficiente como para que apenas pudiera discernir su rostro, pero sin permitir que sus pies tocaran el suelo. — Procura recordarlo de hoy en adelante.

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Para evitar inconvenientes futuros, aquí les dejo algunas advertencias:

1. Actualizaciones: Esta historia no se actualizará regularmente hasta que haya terminado una o más de mis historias actuales que están cerca de finalizar.

2. Estilo y Contenido: Esta es una historia de fantasía adaptada a mi estilo personal. Mi universo, mis reglas. Si ya me conocen, saben que no me gusta lo convencional y disfruto rompiendo estereotipos. Prepárense para sorpresas, versatilidad en roles, ships inesperados, BDSM, violencia gráfica, acción, y otros posibles temas sensibles. Lean bajo su propia discreción y riesgo.

3. Comentarios: Aprecio el respeto hacia mi trabajo. Si no les gusta, pueden abandonar la lectura sin dejar comentarios despectivos o innecesarios. No quiero leer críticas del tipo "Tal autora lo hace diferente" o "No veo a este personaje en ese rol." ¡NO SPOILERS! Varios lectores avanzan en la historia y, cuando lo releen, comentan spoilers, algo que malogra la lectura a aquellos que recién van comenzando. Pueden darse spoilers por privado, pero por favor, no en los comentarios.

4. Escenas explícitas: Esta historia contiene escenas para adultos altamente explícitas. (Lo repito en este apartado porque después no quiero quejas y que me digan que no fue avisado.) Si no son de su agrado, siéntanse libres de saltárselas o dejar de leer. Esas escenas están alineadas con la trama y son descriptivas, pero no vulgares sin necesidad.

5. Advertencias adicionales: Si más adelante recuerdo alguna advertencia importante, la incluiré antes de la publicación. Gracias por su apoyo y por leer esta historia.

Espero que disfruten la lectura.
LORED