03
Un leve ardor en su pecho se hizo notar en medio de la película, trató de ignorarlo pero se intensificaba cada vez que respiraba, junto a un dolor de cabeza intenso trató de no llamar la atención y en silencio se paró aún si sentía como si se estuviera quemando por dentro, cerró fuertemente sus puños tratando de aguantar el dolor, este iría a la cocina a buscar un poco de agua y quizás así se pasaría aunque sea un poco. Al dar unos pequeños pasos para salir de sala su mundo comenzó a dar vueltas, creyendo que vomitaría empezó a buscar el baño. al encontrarlo entró, se mojó la cara con sus manos y se frotó los ojos creyendo que lo que estaba viendo no era su reflejo, este podía ver que su dientes se volvían más filosos especialmente sus colmillos, el color de sus ojos estaba cada vez más oscuro y ardía mucho, su vista era cada vez más borrosa. confundido trataba de pensar porque le estaba ocurriendo aquello pero su mente no podía pensar con claridad, su cuerpo tembloroso no respondía y sin poder sostenerse más terminó cayendo al frío suelo, tratando de conseguir que sus extremidades calientes fueran enfriadas de alguna manera.
La desesperación y la confusión realmente no lo dejaban pensar, pediría ayuda si estuviera en sus cabales pero no quería que nadie lo viera de esa manera, tan vulnerable. Su piel por alguna razón que desconocía se estaba volviendo más sensible, sintiendo que se estaba asfixiando trato de deshacerse de la ropa que lo mantenían prisionero, intentó abrir sus ojos que había cerrado pero la luz del baño que entraba por la pequeña ventana lo encandilaban, aun si la luz fuera muy escasa sus ojos se habían vuelto más vulnerable a la luz.
Desde el baño podía olfatear de manera casi irreal la comida que estaba en la cocina, la sala de estar y la gran cantidad de feromonas que antes ni había percibido se convertían en una mezcla de distintos aromas desde el más exótico al más simple. Sus uñas comenzaron a crecer y sin querer terminó cortando sus propias palmas al cerrar con tanta fuerza, se sentía muy mareado y si ya no tenía suficiente con su nariz ahora podía escuchar las conversaciones de la película que estaba viendo minutos antes.
—Suguru. ¿Estás bien?— se escuchó detrás de la puerta la voz preocupada de su mejor amigo, ¿que le estaba pasando?, necesitaba estar bien para no arruinar la fiesta de Namami, a nada de decir que estaba bien un quejido de dolor salió de sus labios, en ves de tratar de calmar la situación solo la empeoró, sin tener tiempo de maldecirse la puerta fue empujada con toda la fuerza del peli blanco hasta que la perilla fue rota entrando casi tan veloz como un rayo.
La vista no era nada agradable, su olor era tan intenso en la habitación que apenas se podía respirar, Geto al verlo no aguanto las lágrimas y comenzó a llorar, sus manos manchadas de sangre alertaron aún más al mayor que sin esperar ni un segundo se aproximó, el estaba completamente desnudó, su ropa estaba hecha añicos y su pelo largo estaba despeinado, Satoru nunca había visto así de indefenso y vulnerable al menor, su corazón se encogía al ver al joven en posición fetal como si fuera un niño pequeño.
No sabía que hacer quería abrazarlo, tocarlo, pero sabía que no le haría nada bien, él nunca había presenciado una presentación de Alfa pero estaba 100% seguro de que lo era. Quizás estaba confundiendo la presentación de un omega pero viendo así al joven Suguru no podía dejarlo así sin tratar de aliviar su dolor.
Etapas del celo Alfa:
1. Ardor corporal
2. Fiebre
3.Cambios físicos
4. Incrementó de los sentidos
5. Comportamiento violento
Trataba de enumerar Gojo al mismo tiempo que acercaba sus manos al cuerpo desnudo del pelinegro, sus heladas manos relajaban un poco el ardor, aunque Suguru quería más contacto este no estaba para nada cuerdo, su autocontrol le decía que Satoru tenía que salir de la habitación ya que su lobo quería salir y él no lo dejaría porque no sabría si se podría controlar, lo menos que quería era hacerle daño a su mejor amigo.
—Suguru. Mírame. Por favor.— habló con una voz ronca, las manos del chico tapaban su cara ensuciando con sangre sus mejillas, al escuchar el sonido de su voz este trato de acatar pero su lobo no quería hacerlo, intentó hablar y decirle que se fuera pero sus cuerdas vocales no estaban funcionando.
—mírame.— se escucho decir al mayor, la orden resonó en sus oídos y aunque no quería terminó levantando su cabeza de su manos dejando al descubierto sus mejillas ensangrentadas y húmedas.
—te estás presentando— informó tratando de sonar tranquilo como si quisiera no asustar a un criatura más pequeña —eres un Alfa— la voz del adolescente entraba mucho más alto que antes doliendo sus tímpanos.
—lo que estás viviendo ahora es normal, mi lobo interior te reconoce como un Alfa.— comunicó nuevamente, acercó su mano a la frente del menor y con cautela le intentó tomar la temperatura, Estaba ardiendo.
—Necesito llamar a Shoko, ella sabrá que hacer— contrajo su mano que estaba en su frente y sacó su celular que tenía en el bolsillo marcando el número de la chica. Los minutos siguientes le explicó lo que estaba pasando, aún con su oído más desarrollado no pudo entender lo que Gojo estaba diciendo por el teléfono. Su mente borrosa quería dejar de tener ese ardor en su pecho, quería arrascarse la piel con tal de no sentir más, claramente era un pensamiento bastante oscuro pero en ese momento no se dio cuenta de ello.
Los segundos después apareció Ieiri con unas toalla en la mano y cerró la puerta detrás de ella, Satoru suponía que era para bajar la fiebre, era la primera vez que veía desnudó al joven pero ni se dio cuenta de eso, tatrando de mantener la calma ella le decía lo que tenía que hacer a Gojo y él obedecía sin ninguna objeción.
A los minutos se asustaron al ver que las manos se le convertían en patas y comenzaba a aparecer pelo negro por todos lados, en un abrir y cerrar de ojos el menor se había convertido en un lobo. el aspecto era muy parecido al Enigma sólo que su pelaje era negro y era un poco más pequeño.
Su cambio había iniciado y ya no podían hacer nada, no podía salir del baño ya que él podía asesinar a cualquier humano que se le cruzara estando en ese estado
—Tenemos que salir, ahora.— susurró la castaña con un tono firme, tenían que dejarlo solo, él no moriría pero ellos sí si llegaba a atacar. El peli blanco quería quedarse ahí, pero ¿que podría hacer?, No podía ir en contra de la naturaleza y detener su celo.
Shoko Empujó al chico con toda su fuerza fuera del baño y selló la puerta para que no pudiera salir. Al levantar su vista Satoru miró al rubio que se veía inquieto y las chicas estaban atrás de él junto a Haibara
—¿cómo está...Suguru?— preguntó Yu, por sus aromas medio ácidos se notaba la preocupación en el aire, su expresión se endureció y la respuesta tardó en salir de su boca
—él esta... bien, el celo solo dura 24 horas en Alfas— replicó Satoru —se acaba de transformar así que estará así hasta mañana si es que no ocurre algo más— añadió Shoko y un aullido retumbo dentro del baño, provocando un leve escalofrío en Gojo.
(...)
Dada la ansiedad de no saber si Suguru estaba bien, el Enigma despertó cerca de las 9 de la mañana con un toque en su hombro, era Nanami quien lo invitaba a tomar desayuno mientras seguían esperando a que pasaran las horas, él se levantó del piso donde estaba miró hacia la puerta del baño y seguía cerrada como el día anterior, poseía de un dolor de espalda bastante agudo pero era fácil de ignorar. Caminó unos metros y llegó a la cocina donde ya se encontraba sentada Ieiri y había llegado la madre de Kento.
—¡buenos días Satoru!— con un tono apacible la madre se dirigió al amigo de su hijo —ten come, debes tener hambre— le acercó un plato con tostadas y le indico que sacará lo que quisiera, aunque no tenia ni un poco de hambre, este sentía que tuviera un nudo en su estómago por la angustia pero como no quería ser descortés terminó aceptando. Dio una sonrisa fingida y miró a su amiga que tomaba café aunque siempre dijo que lo odiaba, al parecer tampoco sabía decir que no.
Los jóvenes comieron tranquilos, la mujer omega no había preguntado nada más después de que le hayan dicho que Suguru se había presentado y estaban totalmente agradecidos, no querían volver a tocar el tema hasta que supieran que él estuviera bien, sano y salvo.
La mujer comenzó a sacarle conversa a Shoko que se veía muy asqueada por el sabor amargo del café, siendo sincero no estaba interesado en la conversación que estaban teniendo, lo único que tenía en su mente era a Suguru y su aroma, algún día llegaría el momento en que se presentaría como un verdadero Alfa, él lo tenía claro, pero ahora se había dado cuenta que no tenía ni la menor idea de cómo tratar con un Alfa en celo, no quería ni imaginar tener que lidiar con un omega. Sus pensamientos lo empezaron a abrumar, ¿y si le pasó algo?, ¿y si necesitaba su ayuda?, ¿y si tenía hambre o frió?, tantos "y si" que comenzaron a ponerlo aún más nervioso.
Las horas pasaban muy lento de lo normal, mientras Gojo estaba sentado en la pared delante de la puerta del baño tratando de escuchar algo que le indicara que él estába ahí, giró su cabeza al oír algunos pasos y vio al rubio con un vaso en la mano, afreciendo el líquido al peli blanco este lo recibió y le dió un sorbo. no podía enfocarse en el sabor cuando detrás de él olía a Suguru, él nunca había olfateado algo así, tan refrescante y a la vez tan dulce, era extraño, las feromonas normalmente de los Alfas no debería ser tan atrayente para otro Alfa, pero ¿porque su cuerpo se negaba a alejarse de ese exquisito aroma?.
La voz de Nanami lo hizo volver a la realidad nuevamente
—¿quieres dormir?, te ves cansado y no dormiste mucho anoche— interrogó tratando de sonar sutil y así hacer que vaya a descansar.
—No.— contestó sin titubear —estoy bien, no te preocupes por mi— suspiro y se levantó del suelo —¿donde esta Shoko?—trato de desviar la atención de él cambiando de tema.
—fue a su casa a ducharse, dijo que no se demoraba— dijo para después dar otro sorbo a su bebida, Satoru miró la hora en su reloj, eran cerca de las 19:00 y en aproximadamente 2 horas verían al chico, el no era creyente de ningún Dios pero estaba tan frustrado de no poder hacer nada por ayudarlo que quizás con fe podría servir de algo.
—bien avísame si pasa algo, iré a bañarme y traeré ropa limpia para Suguru— notificó al rubio para poder irse y volver lo más pronto posible.
(...)
El joven vio la hora y quedaba media hora para que pasara el ciclo de celo, claro que él seguiría con dolor pero ya no sería insoportable y estuvo investigando en algunos libros, la presentación siempre era la más dolorosa pero los otros ciclos no serían así. un poco aliviado se acercó y tocó el timbre de la casa de su amigo, este traía una mochila con la ropa de Geto.
La mujer de antes lo dejó entrar, al hacerlo vio que también había llegado la Beta, su cara tenía una expresión tensa mientras tenía la mirada perdida, dudaba que fuera el único preocupado.
Los minutos siguientes se mantuvieron en completo silencio fuera de la habitación, buscando una señal de que podían entrar y que no saldrían heridos, un leve gemido de la voz del pelinegro se escuchó detrás de la puerta, sin esperar a que sus amigos se dieran cuenta él ya había abierto la puerta, el menor estaba sollozando pero ya no se veía tan pálido como antes, una suspiro de alivio salió de sus labios, al ver la puerta abrirse Geto vio al mayor con el cabello húmedo. Sin tener tiempo de decir algo este se abalanzó hacia el Alfa recién presentado, dudaba un poco si le doliera el cuerpo al tacto pero al sentir que correspondía lentamente el abrazo todas sus dudas se esfumaron, el corazón de Satoru dio un vuelco gracias a la cercanía y no se dió cuenta que había empezado nuevamente a liberar su aroma...
"Jamás te volveré a dejar solo" repitió para sí mismo en un susurro apenas audible.
Hola de nuevo!, ¿se esperaban otro capítulo?, Quería subir esto en unos días más pero no me aguante kdmxjsjs, gracias por todas la vistas y votos, me alegran mucho.❤️🩹
Pdt: Subiré capítulos entre el 15 y 20 de cada mes para que lo anoten!
—Ayan
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