Luke estaba descansando en una de las muchas camas que se guardaban para este tipo de ocasiones.

Mirando los papeles en sus manos, Bruce quedó desconcertado. Aún con lo que fuera que Doom le había hecho con su rayo, el niño estaba bien. Esa cantidad de electricidad no era buena ni siquiera para un adulto, mucho menos para un niño.

El doctor se pasó una mano por su cabello castaño y suspiró. Este niño tuvo suerte.

En realidad, Doom tuvo suerte de que Iron Man no irrumpiera en su celda en SHIELD y lo destripara justo ahí. Bueno, Tony estaba pensando seriamente en hacer eso, pero se preocupaba más por quedarse junto a la cama de su hijo. Además, a Fury no le gustaría demasiado.

¡Qué maravillosa navidad resultaba ser esta!

"Tony," dijo Bruce, y se sentó. "Realicé las pruebas nuevamente, cada una dice que Luke debería haber muerto por esa cantidad de electricidad."

Tony estaba en silencio.

"Tony,"

"Supongo que tuvimos suerte," tragó saliva lentamente. "Es un niño fuerte."

Bruce asintió. "Sí, supongo que lo es."

Los dos hombres se mantuvieron en silencio por un momento, todo lo que se podía escuchar era el pitido de las máquinas que bombeaban Dios sabe qué dentro del frágil cuerpo de Luke.

Tony se giró y miró a Bruce.

"¿Hice lo correcto?" Él preguntó en voz baja.

Su colega científico se sobresaltó ante la pregunta.

"¿Qué quieres decir con eso, Tony? ¿Hiciste lo correcto al no dejar que Luke muriera en París? Sí, creo que lo hiciste."

"No," Suspiró Tony. "Me refiero a traerlo aquí para vivir con nosotros. Está en peligro mientras nosotros seamos los Vengadores. Tenemos muchos enemigos, si no lo has notado, no solo Doom."

"Tony, tu torre tiene un súper soldado, dos asesinos de clase magistral, y a un gran monstruo verde furioso," Bruce rió suavemente. "Y lo más importante, estás tú."

Tony volvió a mirar a la figura en la cama.

"Él te ama, más que nada, Tony."

"Lo sé," respondió Tony, y acarició lentamente el pelo negro de Luke. "Lo sé."