El sentimiento de inseguridad y la borrosa vista de lo que estaba viviendo era tan dolorosamente terrorífico, como la voz potente de aquella persona que estaba dominándolo totalmente bajo feromonas y tono alfa, era repugnante...

–Creo que te lastime, hay un poco de sangre – Esa voz resultaba tan familiar que deseo vomitar mientras sus sollozos eran dolorosamente retenidos en su garganta y el suelo le lastimaba las rodillas así como las manos apretando las uñas en el asfalto lastimándose con cada estocada punzante que el otro daba en su intimidad.

Intento rogar para que se detuviera, pero tal era su terror que su voz se atoraba y las palabras morían en sus labios bajo leves quejidos, raspando las cuerdas vocales a cada sacudida mientras sus sentidos se iban perdiendo o más bien muriendo, al menos eso pensaba.

Cuando cayó al suelo, sus rodillas no le respondían ni tampoco ninguna otra parte del cuerpo, asi como su vista iba haciéndose cada vez más nula, echo una mirada estando apenas consciente hacia aquel alfa y al cielo que se comenzaba a pintar de azul oscuro y naranja. El veía borroso, pero estaba casi seguro de quien se trataba, su sonrisa le daba escalofríos.

YoonGi no se estaba dando cuenta que justo en ese momento, la almohada que yacía debajo suyo estaba totalmente mojado de sudor y lágrimas, asi como la cama tenía rasgaduras de garras. Fue viniendo hacia la verdadera conciencia a medida escuchaba los sollozos de un cachorro a los lejos, asi como la suave voz que acompañaba aquellos en una lenta melodía.

Abrió los ojos totalmente empañados y soltó un suspiro mientras su corazón y respiración volvían a estar estables. La voz de JungKook a lo lejos llegaba a su oído como una tierna caricia, era verdad que al menor le gustaba cantar y no lo hacía mal, de hecho, su tono era casi perfecto para un simple aficionado. YoonGi siempre se lo había dicho.

Se relamió los labios sorbiendo de su nariz mientras se sentía un poco nostálgico acordándose de aquella época donde podía reírse con JungKook y contarle sobre sus pensamientos y en otros casos, sus sentimientos, recibiendo lo mismo de parte del otro.

Se mordió el labio apretujando la almohada, eso ya no podía suceder, porque su voz temblaba y se sentía tan molesto y traicionado con una solo medio sonrisa de él, aunque esta no se pareciese a la de aquella vez. ¿Qué hacía de todas maneras viviendo con su violador?

Escuchar una vez más el sollozo del cachorro le hizo cerrar los ojos un segundo, fue como un chispazo que llego hasta su cerebro impactando de golpe. Ah, ellos tenían un bebé, del que JungKook se ha hecho totalmente responsable, además de cumplir una sentencia de un mes en la cárcel... pero, ¿que había con el daño mental y físico que había recibido? ¿A caso a nadie parecía importarle eso? Había estado en coma por varios meses. La ley respecto a los omegas violados era severa contra el atacante, entonces... ¿Qué?

El omega estaba completamente seguro que algo estaba totalmente mal en todo esto, aparte de lo que ya es evidente... había algo más... pero, ¿Qué era?

Pensó un poco más, el realmente no deseaba algo verdaderamente malo para JungKook, era su amigo, como un pequeño hermano que conocía desde niño que pese a todo había cedido ante los instintos de la bestia que vivía dentro suyo... el solo deseaba que el culpable sea debidamente castigado... tan complicado como eso.

La suave nana que aquel alfa no había parado de entonar se hizo más y más cercana, apretujo los labios, a la vez que, después de un par de segundos, la perilla de la puerta giro y la voz de JungKook fue más entendible y parecía rebotar por los rincones, pero no le resulto desagradable, aun así, no estaba del todo cómodo.

–...Put all your faults to bed, You can be king... – Fue tan suave y tierno cuando su tono se endulzo un poco más. – Bien – Le escucho decir un momento después, mientras los pies descalzos en la madera volvían a hacer sonido y se acercaba cada vez más hacia la cama.

Por inercia sus ojos volvieron a cerrarse, así como el aroma de albahaca lo hacía en su nariz, era tan extrañamente relajante que sin darse cuenta fue cuestión de un solo segundo cuando abrió los ojos mientras sentía la cama hundirse un poco, solo un poco y la pequeña cara de su cachorro estaba a solo un par de centímetros totalmente dormido.

Él no había rechazado al bebé, comprende que las circunstancias habían sido desafortunadas y dejaban marcas fuertes dentro de sí mismo, pero eso no tenía que ver con la pequeña criatura a la que, si bien, apenas había tocado, merecía todavía cariño y una buena crianza, además que este necesitaba de su aroma con más constancia que la mayoría. El quererlo iba a tomar un poco de tiempo aun cuando su parte omega estaba enternecida y revoloteando con calma cada vez que lo tenía cerca.

Después de todo, era su hijo.

Parpadeo y observo a JungKook, quien con debido cuidado cubría al bebé con una manta y entonces sus ojos se encontraron haciendo que este primero parpadease con fuerza y su ceño se frunciera por mera inercia.

YoonGi vio como sus cejas dejaban de estar tan apretujadas entre sí. – Te desperté... – Fueron sus palabras mientras apartaba la mirada de su rostro hacia el pequeño y de este a YoonGi. El omega parecía un poco más relajado que siempre. Le observo con cuidado, no parecía tan extraño y aunque le preocupase los hinchados y rojizos ojos, asi como los rasguños en el cubre cama, se limitó a apretar sus manos reteniendo el deseo intenso de ir y abrazarlo, porque seguramente había estado pasándola muy mal en algún sueño.

– Lo siento – Se alejo, pero no demasiado y paseo la nariz por su hombro inhalando un poco. Chasqueo la lengua y apretó los labios. – El efecto del supresor paso hace un rato, lamento que tengas que olerme... – Ahí estaba aquella mirada tan triste que YoonGi no podía ignorar.

Y es que, esta parecía acompañar al menor cada que estaban juntos, cada que le miraba, como si hablar con él fuese, de alguna manera, un fastidio para YoonGi. JungKook parecía tan miserable cada que abría la boca y decía algo, aun cuando su mayoría de esto era una disculpa por cada cosa que hacía o dejaba de hacer.

¿tan difícil es para ti también? Aquella pregunta se quedó nadando en su mente.

–No te disculpes... está bien – Suspiro y los ojos de JungKook parecieron tener un poco de brillo.

–De acuerdo... yo, ah, dejaré a San-ha aquí, y te traeré comida, ¿deseas algo en particular? – Sonrió levemente, YoonGi trago saliva apartando la mirada un momento hacia su cachorro, quien entre suspiros suaves descansaba.

–No importa – Alcanzó a decir luego de retirar la mirada del pequeño y regresarla a JungKook, quien se limitó a asentir sonriéndole una vez más, le vio de reojo cuando cruzo delante de la cama y se alejó hacia la puerta.

Habían sido varias semanas ya, desde que salió del hospital y su recuperación era un poco lenta para un cambiaformas, suspiro deseando sanar más de prisa y poder regresar a trabajar... aunque sería difícil y poco sano si aún sus pesares estaban siendo tan palpantes. Casi con miedo llevo una de sus manos hasta la del cachorro y su dedo índice se coló por la manita de este hecho puño, se sintió pleno cuando pudo sentir un leve apretón.

Mientras esto sucedía, dentro de la cocina JungKook había bajado la llama de la estufa, mientras la seriedad embargaba su rostro a medida sus ojos observaban los mensajes de su celular.

Ey, aqui Jazz 6u6 xdxdxd

actualizando en la madrugada como siempre. :D

un aviso rapido, bueno dos.

Esta historia se esta resubiendo, por si no se habían dado cuenta xd, por lo que esta editada y con una narrativa un poco mas comprensible asi como ciertos agregados. No es una historia larga, y no faltan muchos capitulos para que acabe :D

Para los que esperan actualizacion de mis otras historias, si va haber, no estoy en hiatus xdxdxd lo prometo. 

Eso es todo :D

NOS LEEMOS