No me hagan caso.

Me hicieron hacer la historia de la caperucita roja, pero haciéndola a nuestro modo.

Y pues me agrado como que lo mío, así que lo dejo por aquí.

en un pequeño pueblo, vivía una joven chica, dulce y amable, pero ella no era como cualquiera, si no la espadachín de la zona, una joven que protege a su pueblo de aquellos que acechan desde las fronteras.

Ella admira a su abuela y a sus padres desde pequeña, ayudaba en todo lo que podía sin importar que tan grande sea el trabajo, su abuela orgullosa de quien era su nieta, en su cumpleaños 17 le entrego un obsequio, una caperuza roja, agradecida, tomó esta prenda para finalmente tener un nombre por el cual ser reconocida.

Lamentablemente hubo un problema tiempo después, su abuela cayó enferma, la madre al saberlo, preparo una cesta con medicamentos que le sanarán, así como una buena cantidad de comida.

Caperuzita roja fue encargada de dicha misión, y finalmente se retiro.

En medio del bosque, la joven se encontró con un hombre bien vestido, con un sombrero de copa, este le pregunto sobre su destino.

A lo que ella, poco confiada solo dijo que hiba a la casa de alguien, el lobo, un monstruo de pesadilla cambia formas sonrio y amistosamente le enseñó un camino qué podía usar para llegar más rápido.

Pesé a que la chica no se confío, la amabilidad del sujeto le hizo cambiar eso lo suficiente como para escuchar su palabra, por lo que tomo rumbo por el sendero en el que este le propuso.

El lobo sonriente ya sabiendo del hospedaje de alguien en el bosque, tomó rumbo por el camino que la chica seguía al principio, al llegar a la casa, se transformó en una versión idéntica a caperuza, y tocó la puerta, en aquel momento un viajero de la zona hiba de árbol en árbol a por otro pueblo, cuando encontró a la supuesta Caperuzita entrando a la casa en el bosque.

La abuela ingenua la dejo pasar, no fue hasta que cerro la puerta que todo se volvió oscuro.

Con un bocado delicioso pero algo arrugado, se decidió por esperar a la chica, esperando un bocado mucho más dulce.

Caperuzita por el otro lado, había tenido que cortar y cortar espinas en su camino, pese a no ser una tarea difícil, le había echo tardar más de lo que quería, pero finalmente estaba por llegar, en su camino, un viajero se topo con ella, la chica saludo amablemente y siguio su camino, pero el viajero no pudo evitar notar que era la misma chica que hace poco, algo andaba mal, tomando Acha en mano, le siguió desde lejos.

Caperuzita feliz al llegar a la casa, toco la puerta sin más esperando a ser habierta por la abuela, quien le abrió contenta... Muy contenta.

La señora se dirigió a la cama supuestamente débil y caperuza dejaba su espada en la sala, mientras esperaba a su nieta, quien empezaba a dejar toda la comida en la alacena, mientras hablaba con quien creía era su abuela.

Cuando estaba llevando el medicamento al cuarto, sintió una vibra extraña, algo no andaba bien y se olía en el aire, al entrar, la abuela la esperaba feliz en la cama, pero sudaba.

Ella dijo que estaba feliz, y que no se preocupara, pero caperuza amablemente le seco el sudor y le dio la medicina para que se sintiera mejor, cuando acercaba el jarabe a la abuela, noto como sus dientes eran afilados, como cuchillas.

El lobo sonrió, abriendo aun más la boca para tomar la cabeza de caperuza, pero antes de lograrlo, un Acha le había dado en la garganta, cosa que terminó por quitarle su forma y revelar una criatura asquerosa.

Caperuzita se escapó rapidamente a la sala a por su arma mientras el viajero, quien había entrado desde la ventana le había quitado el hacha al monstruo y trataba de acabar con el.

Dicha pelea termino por romper la pared, pues el viajero fue estampado con fuerza, el asqueroso monstruo apuntó de matarlo con sus filosas garras, su mano había sido desmembrada de un tajo, haciéndole retorcerse de dolor.

Ambos, viajero y Caperuzita empezaron a cortar y machacar a la criatura, pero se regeneraba, aunque cada vez más lento, Caperuzita realmente quería matar a este infeliz, algo le había pasado a su abuela, y lamentablemente estaba segura de que había muerto.

Esta con su espada conseguía la atención del monstruo, quien tomo la forma de un ciempiés enorme mientras la perseguía, el viajero tomó esa oportunidad y se fue por arriba de los arboles.

La chica lograba desgarrar la carne del monstruo, pero no era suficiente, su pelea había llegado cerca de una montaña muy empinada.

Caperuzita roja sudaba y respiraba agitada, cansada esperaba el siguiente ataque de la bestia, si hiba a morir ese día, no le daría el gusto de dejarlo vivo tampoco.

Cuando el monstruo estaba abriendo su boca, apuntó de tragarla entera, una enorme roja gigante había aplastado gran parte de su cuerpo, momento de Caperuzita aprovecho sin dudar, y finalmente le corto la cabeza a este asqueroso ser.

El viajero desde arriba de la montaña, dio por echa su parte, y finalmente se retiro a su hogar, mientras caperuza lamentaba la muerte de su abuela en silencio, debía saber como le diría a su madre.