(Con spoilers)

(Muchos spoilers)

(No seguir leyendo si no has llegado al capítulo 66 de la historia)

(ya advertí mucho... ustedes sabrán jajaja)

*Trama descartada*

Esta era una idea secundaria de cómo iba a seguir la historia, porque me gusta el drama, oh sí. Pero después terminé optando por dejar la trama original que tenía pensada. En la historia (acá viene el spoiler AVISO POR ÚLTIMA VEZ) Cedric Diggory no muere en el torneo de los tres magos, en su lugar muere Viktor Krum, sin embargo, en esta escena que leerán debajo le soy fiel al libro... de todas formas como dije anteriormente, opté por dejar la idea que había pensado en un principio (que Cedric viviera)

***

¿Cómo era posible esto? ¿Por qué el destino jugaba así conmigo? Siquiera había superado la muerta de mi madre y ahora también Cedric se sumaba a la lista.

- Isa –dijo George al verme bajar las escaleras de los dormitorios- lo siento mucho –se acercó más hacia mí y me dio un cálido abrazo. Hundí mi cabeza en su pecho y me dejé fundir en sus brazos. Parecía todo estar en orden por unos segundos mientras sus manos subían y bajaban suavemente por mi espalda. Dejé escapar un pequeño sollozo que él pudo percibir claramente- ¿Quieres ir al banquete o prefieres que nos quedemos aquí? –susurró despacio todavía sin soltarme

"Que nos quedemos". Plural. 

Después de todo lo sucedido George y yo habíamos logrado un abrazo, unas palabras y un sentimiento que unas pocas discusiones no podrían apagar. Nos queríamos. No quedaba duda de eso. Me separé de él y luego de limpiarme unas lágrimas con la manga de mi suéter, me aclaré la garganta

- Quiero ir –dije casi sin voz. Sentí la mano de George apoyarse sobre mi espalda al mismo ritmo que ambos caminábamos fuera de la sala común. Mantuve la cabeza gacha todo el tiempo hasta llegar al gran comedor. El lugar estaba como siempre, pero en vez de decorarse con sus banderines de colores alegres según la casa que había ganado, ahora eran todos negros.

Al entrar pude sentir un aire de tristeza y miedo mezclados. Casi todo Hogwarts ya estaba allí, incluyendo a los estudiantes de los otros colegios. Ambos nos acomodamos en el final de la mesa de Gryffindor sin que George se despegara ni un momento de mi lado, todavía acariciándome la espalda.

- El fin de otro curso -dijo Dumbledore unos minutos más tarde- son muchas las cosas que quisiera decirles esta noche. Pero quiero antes que nada lamentar la pérdida de una gran persona que debería estar ahí sentada -señaló con un gesto hacia los de Hufflepuff- disfrutando con nosotros este banquete. Ahora quiero pedirles, por favor, a todos, que se levanten y alcen sus copas para brindar por Cedric Diggory.

Silenciosamente agarré la copa que tenía frente a mí y me levanté del asiento. Como un gran y potente coro resonó un "Por Cedric Diggory" en todo el salón. Yo solamente me dediqué a derramar más lágrimas y a sentarme lo más rápido posible para no derrumbarme en ese instante.

- Cedric ejemplificaba muchas de las cualidades que distinguen a la casa de Hufflepuff -prosiguió Dumbledore- era un amigo bueno y leal, muy trabajador, y se comportaba con honradez. -Giré mi cabeza y me apoyé sobre el pecho de George para continuar llorando. El pelirrojo me abrazó cálidamente mientras Dumbledore continuaba con su discurso- Su muerte nos ha afligido a todos, tanto como si lo conocieran bien o no. Creo, por eso, que tienen derecho a saber qué fue exactamente lo que ocurrió –hizo una pausa- Cedric Diggory fue asesinado por lord Voldemort.

Un murmullo de terror recorrió el Gran Comedor. Los alumnos miraban a Dumbledore horrorizados, sin atreverse a creerle. Él estaba tranquilo, viéndolos farfullar en voz baja.

-El Ministerio de Magia —continuó Dumbledore— no quería que se los dijera. Es posible que algunos de sus padres se horroricen de que lo haya hecho, ya sea porque no crean que Voldemort haya regresado realmente, o porque opinen que no se debe contar estas cosas a gente tan joven. Pero yo opino que la verdad es siempre preferible a las mentiras, y que cualquier intento de hacer pasar la muerte de Cedric por un accidente, o por el resultado de un grave error suyo, constituye un insulto a su memoria.

Di un gran suspiro y cerré los ojos para intentar relajarme y despejar mi mente por un rato. No me había dado cuenta pero George tenía su cabeza apoyada sobre la mía y cada tanto me acomodaba el cabello detrás de la oreja para que no se cayera en mi cara

- Hay alguien más a quien debo mencionar en relación con la muerte de Cedric -siguió Dumbledore- me refiero, claro está, a Harry Potter -Un murmullo recorrió de nuevo al Gran Comedor- Harry Potter logró escapar de Voldemort. Arriesgó su vida para traer a Hogwarts el cuerpo de Cedric. Mostró, en todo punto, el tipo de valor que muy pocos magos han demostrado al encararse con lord Voldemort, y por eso quiero alzar la copa por él.

Me despegué de George por unos instantes para ver que todos comenzaban a agarrar sus copas nuevamente, para alzarlas, así que hice lo mismo pero con menos entusiasmo y luego de que la gran mayoría dijera "Por Harry Potter" volví a soltar la copa en la mesa.

- El propósito del Torneo de los tres magos fue el de promover el buen entendimiento entre la comunidad mágica. En vista de lo ocurrido, del retorno de lord Voldemort, tales lazos parecen ahora más importantes que nunca. –miré por primera vez en el día las mesas llenas de alumnos. Me detuve especialmente en la mesa de Ravenclaw. Cho Chang estaba con la cabeza gacha y derramando algunas lágrimas todavía. Unas cabezas más a la izquierda se encontraba Damien mirando atentamente a Dumbledore y justo a su lado, Phillipe, no despegaba los ojos de mi- Recuerden a Cedric. Recuérdenlo si en algún momento de su vida tienen que optar entre lo que está bien y lo que es cómodo, recuerden lo que le ocurrió a un muchacho que era bueno, amable y valiente, sólo porque se cruzó en el camino de lord Voldemort. Recuerden a Cedric Diggory –Dumbledore tomó asiento y la comida apareció en las mesas.

Las voces comenzaron a sonar y los alumnos parecían estar un poco más contentos que antes.

- ¿Quieres comer algo? –me preguntó George sacándome de mis pensamientos

- No, no. –Dije mirándolo- no tengo apetito

- ¿Nos quedamos? –volvió a preguntarme

- Sí. Esperaré a que termines de comer –murmuré detenidamente para luego posar mi vista en el plato vacío- ¿Y Fred?

- Bajó más temprano que nosotros, debe estar sentado más adelante –afirmé con la cabeza- ¿Quieres que lo busque?

- No. Sólo quería saber dónde estaba –dije jugueteando con los cubiertos. Esperé un rato en silencio a que George terminara con el almuerzo. El gran comedor estaba casi vaciándose. Cuando el pelirrojo había finalizado ambos nos levantamos del asiento para dirigirnos a la sala común y así terminar de empacar antes de irnos. Apenas habíamos salido al pasillo cuando alguien tironeó del brazo de George

- ¿Qué haces? –dijo Rose mirándolo

- ¿Por qué? –Murmuró el pelirrojo- ¿Qué sucede?

- ¿Que qué sucede? –Preguntó sorprendida- ¿Te lo tengo que explicar acaso?

- Rose... hoy no por favor –contestó

- Estuviste semanas sin hablarle –me señaló- meses peleándote con ella, ¿Y ahora vas a darle abracitos y besitos en la frente como si nada? Te estuve ojeando toda la ceremonia y tú ni te atreviste a levantar los ojos hacia mí

- Rose –hablé- siento mucho que George no te haya prestado atención hoy, te lo devuelvo. No los molestaré más –me di media vuelta para comenzar a caminar pero George me agarró de la mano. Giré mi cabeza hacia él sorprendida

- Tú no te vas, no voy a permitir que te alejes de mi otra vez –dijo firmemente- y Rose, te dejé muy en claro hace unos días que lo nuestro se estaba convirtiendo más en una obsesión que en una relación. 

- ¡Pero yo te amo Georgie! –suplicó la chica

- Ya lo hablamos Rose... Además después de todo lo sucedido con Cedric... –me miró e hizo una pausa- ella perdió a un amigo y no voy a dejar que pierda a nadie más –sonreí levemente- y si no puedes comprender que me necesita en estos momentos, entonces, te sugiero que des media vuelta y sigas tu rumbo derecho hasta la torre de Ravenclaw.

- ¿Cómo puedes hacerme esto? –Dijo dolida- ¿Después de todo lo que te di?

- Rose –George negó con la cabeza- no lo entiendes todavía

- Sí –se cruzó de brazos- lo entiendo perfecto. La quieres a ella porque es más rápida que yo –me quedé boquiabierta

- ¿Perdón? ¿Qué has dicho? –murmuré sin poder creerlo todavía

- Ya lo habrás visto en ese folleto que anduvo dando vueltas por Hogwarts –alzó una ceja para mirarme con desprecio y luego de un segundo tenía forúnculos por toda su cara. George comenzó a reírse por el maleficio que le había lanzado y la chica se fue gritando y llorando hasta la enfermería.

- Pobre -susurré divertida.

- Se lo merecía, te dijo fácil –murmuró. Pasó su brazo por mi hombro y caminamos en silencio hasta la sala común.

Sonreí por dentro.

Por lo menos había recuperado a George.