(Sin spoilers)

Esto no es un adelanto, lamentablemente, pero tal vez a muchos les interese o les guste leerlo. Isadora no siempre fue así como la ven.

La primera vez que empecé a escribir esta historia (Allá por el 2012) nuestra rubia chica era castaña, de pelo completamente liso, ojos violetas y un carácter mucho, pero MUCHO, más irritable... me refiero a que se enojaba más fácilmente.

Fred y George seguían siendo sus mejores amigos, Nymphadora Tonks era su hermana, Ted Tonks su padre y Andrómeda Black su madre... e Isadora, era mitad metamorfomaga, lo que significaba que podía cambiar nada más el color de su pelo. A veces le jugaba una mala pasada y cambiaba solo según su estado de ánimo.

Recuerdo que el rojo era para cuando estaba furiosa, el rosa para cuando se sonrojaba, el blanco para cuando tenía miedo, el amarillo para cuando estaba feliz y creo que también el turquesa para cuando estaba preocupada. Había más colores, pero hasta ahí recuerdo.

¿En qué cambió la historia? Se preguntarán.

Bien. Empezando por el principio...

Los tres protagonistas estaban en Gryffindor y en sexto año, no séptimo. Fred y George molestan a un chico en el tren y este les convierte el cabello en morocho, Isadora no sabe cómo solucionarlo pero tiene un pequeño giratiempo que se lo regaló su hermana y cree que usarlo es la mejor idea que tuvo en su vida (¿Hasta ahí va todo casi igual, no?)

Pero aquella vez no solo George viajaba, sino también su gemelo Fred. Triple lío.

Los tres aparecían en el 1977, con los merodeadores, Evans, Snape, etc. Dumbledore los acomoda como si fueran "estudiantes de intercambio" y sus nombres pasan a ser Isadora Dickens, George y Fred Williams. No mucho sigue sin cambiar.

El problema es, cuando Isadora descubre que en realidad su madre es una metamorfomaga de Ravenclaw llamada Joanne Lewis y su padre Regulus Black. Y de allí, surgen miles de incógnitas y asuntos por resolver... cuando volvían al presente los tres chicos recordaban todo. Isadora a diferencia de los gemelos, tenía una vida muy diferente, porque su madre (quién moría en el parto) ahora estaba viva, casada con otro mago y tenía dos hijos más. Uno llamado Matthew Gillian, cuatro años menor a Isadora, y otro seis años menor llamado Theodore Gillian.

Y bueno, básicamente hasta ahí había llegado lo que sería la "base" de la historia. Había subido los cuatro primeros capítulos en la página de Potterfics y luego por cuestiones de secundaria, exámenes, etc. perdí el interés en seguir escribiéndola. Un día (un puto día que no voy a olvidar nunca más) mi notebook decidió que era hora de morirse. Y todo lo que había en ella se me perdió para siempre. Inclusive la información que seguía guardando de la novela, porque en algún momento me hubiera gustado retomarla...

Pero ya no había más nada.

Recordaba solamente lo que escribí más arriba e intenté guiarme por los capítulos que había ya subido, pero me fue muy difícil... por lo tanto, empecé una nueva. (Si no me equivoco, a finales del 2013)

Y esta se llamaría igual que la anterior: La joven de ojos violetas.

Todavía la pueden leer hoy en día. Es la historia de cómo Isadora Black y George Weasley viajan al pasado y tienen que resolver como regresar. Todo finaliza cuando ambos "vuelven a nacer"

Y ahí se cerraba todo.

Pero no. A la gente le había gustado, y a mí también debo decir que me había entretenido mucho escribirla, así que queríamos más. Necesitábamos más historia. Había que saber cómo continuaba todo ahora, qué cosas habían cambiado y cuáles no... así que de allí nació su secuela: Una Black diferente.

Que empieza cuando Isadora va por primera vez a Hogwarts y termina... bueno, terminará cuando deba terminar ;)

En Wattpad decidí juntar ambas historias en una sola, pero siguen siendo las mismas. Aprecio mucho a quienes hayan leído esa primera historia de Isadora la metamorfomaga, lamento no haberla podido seguir, pero buen, son cosas que suceden.

Ojalá se hayan entretenido con este "detrás de escenas" jajaja

Me pareció que tal vez les sería interesante saber que las cosas cambiaron bastante, suele pasar más seguido de lo que creen.

¡Que tengan un buen día!