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08


Hojeé por última vez mis apuntes mientras me temblaban un poco las piernas. Leí aquellas cosas que no recordaba esperando que no se me volvieran a olvidar, no podía permitirme que eso se me olvidara siendo preguntas que seguramente entrarían en el examen. Alguien tomó mi cuaderno de apuntes y me quejé hasta ver de quien se trataba. Esa persona se sentó a mi lado y guardó el cuaderno en mi mochila.

—Ya está, ya has estudiado, vas a hacer que te equivoques por repasar —dijo con molestia e hice un puchero. Me gustaba que se preocupara pero ahora me sentía tan nerviosa que tenía la sensación de que no recordaba nada.

—Estoy muy nerviosa —admití y puso su mano sobre mi muslo. Le miré a los ojos y después cerré mi mochila para ponerla entre mis piernas.

—Lo sé pero, has estudiado y vas a aprobar con buena nota, créeme —me aseguró y no pude evitar sonreír.

—¿Tú qué tal lo llevas? —Pregunté con interés para nublarme un poco del examen. Nishinoya quitó su mano de mi muslo y echó su cuerpo hacia detrás mirando al cielo.

—Mi madre me ayudó con una cosa, pensaba llamarte pero era tarde —me informó mientras le observaba. Odiaba pensar que estaba demasiado sexy de esa manera—. Igual yo creo que aprobaré con buena nota.

—Me alegra oír eso —admití con bastante felicidad. Era un gran paso para cumplir nuestros sueños.

Ambos nos encontrábamos en las escaleras de la Universidad de Tohoku situada en Sendai, la capital de la prefectura de Miyagi. Estuvimos un tiempo eligiendo una Universidad en la que los dos pudiéramos ir juntos y no estar muy lejos el uno del otro, por suerte, nuestras carreras estaban juntas en un montón de Universidades por lo que no fue muy difícil de elegir. Ya que está en la capital, buscamos un sitio donde vivir ya que nosotros vivimos en las afueras y más o menos sería casi una hora de trayecto tanto a la ida como a la vuelta, mucho tiempo que perderíamos. Buscamos como locos sitios baratos cerca de las Universidades que teníamos apuntadas y esta era la única que entraba en nuestros requisitos.

—Y a mí —levantó la cabeza para dedicarme una sonrisa y sentí como mi corazón latía con rapidez. Era idiota, pero aún me hacía sentir de esa manera a pesar de que llevábamos mucho tiempo juntos—. ¿Te imaginas lo raro que será cuando vivamos aquí?

—Supongo que nos acostumbraremos pero igual lo pienso —dije mientras miraba detenidamente los alrededores. Era todo muy diferente a nuestro barrio—. Pero, aunque tengamos que trabajar, es mejor que perder dos horas al día en ida y vuelta.

—O más, ten en cuenta que nuestros padres trabajan y tendríamos que coger el metro o el tren, por lo tanto perderíamos como cuatro horas al final —añadió y abrí los ojos. Nunca lo había pensado tan detenidamente pero, perderíamos tanto que ni tendríamos tiempo para estudiar—. Aparte, vamos a estar mucho más cerca de los chicos aquí y ya sabes que tenemos hablado lo de hacer el equipo desde que estemos en la Universidad, todo nos va a beneficiar —zanjó y sonreí. La idea de irme a vivir con Nishinoya me llenaba de emoción.

—No te olvides de que vamos a tener más tiempo para nosotros solos y sin madres entrometidas —bromeé y rió mientras se levantaba para quedar a mi altura.

—Tiempo a solas, ¿eh? —Preguntó con doble sentido y le di un pequeño golpe en el brazo.

—¿Que insinúas? —Pregunté en broma y él rió. Rodé los ojos y este rió con más fuerza—. Te has vuelto un pervertido —admití con una voz de niña pequeña quejica y volvió a reír.

—Eso son las hormonas varoniles de casi los diecisiete años —me aseguró y volví a rodar los ojos. Estábamos casi a punto de llegar a las vacaciones de verano, justo cuando acabaríamos el instituto.

Llamaron por el altavoz a todas aquellas personas que venían a realizar el examen de acceso. De nuevo volví a sentir como los nervios recorrían mi pequeño cuerpo. Nos levantamos y Nishinoya me dio la mano para transmitirme tranquilidad mientras caminábamos hasta la puerta principal.

La Universidad era bastante grande cosa que me costaría bastante acostumbrarme y eso que el instituto de Karasuno era bastante grande. Había muchas personas en el interior con uniformes de diferentes escuelas recorriendo los pasillos, había algunas que estaban nerviosas, otras simplemente disfrutaban mirando el lugar.

Llegamos rápidamente a las zonas de exámenes. Llegamos hasta la ventanilla y cada uno solicitó su tarjeta con el nombre y el examen a realizar. Nos indicaron cual era la clase de cada uno y pusimos rumbo para hacer el examen.

—Mucha suerte, sabes que va a salirte genial —me animó Nishinoya antes de entrar. Al tener diferentes apellidos quedábamos cada uno en una clase diferente.

—Tú ten cuidado con el examen de matemáticas, recuerda el cambio —le recordé y este medio rió. Le notaba algo nervioso, después de todo, aunque no le encantara estudiar, la Universidad era diferente, iba a estudiar algo que le gustaba.

—Lo tendré, nos vemos a la salida —dijo y le abracé buscando algo de protección que necesitaba en ese momento. Me rodeó con los brazos y cerré los ojos pensando que me estaría apoyando en el examen.

—Confío en ti —susurré cerca de su oído para llenarle de confianza—. Te amo —le di un pequeño beso en la mejilla y me encaminé a mi rumbo.

Me encaminé a escribir mi futuro.

........

Pocos días después estábamos Nishinoya y yo sentados en el parque que estaba cerca de nuestras casas con las cartas de admisión en las manos. Sentía como mi cuerpo temblaba con aquello en la mano. Nishinoya abrió primero el sobre y sacó las hojas de papel que estaban en su interior.

—Le informamos que el chico Nishinoya Yuu ha sido admitido en la Universidad de Tokohou en la rama de Magisterio con una nota de nueve en su examen de acceso. Deberá de entregar todo lo pedido en este apartado para completar su matricula. Le esperamos y deseamos que logre llegar a sus sueños gracias a nosotros. Atentamente, la profesora —leyó en voz alta. Cada vez que avanzaba sentía como más se emocionaba.

Me miró muy impresionado y con los ojos algo brillantes. No dudé en abrazarle con fuerza mientras le decía que me alegraba de que lo hubiera conseguido, que sabía que podía confiar en él.

—¡Joder Yuu, sacaste un nueve! —Exclamé mirándole a los ojos asegurándole que lo había hecho.

—¡No me lo creo! —Exclamó y se levantó del banco para salir corriendo, saltar gritando obstante emocionado. Me reí mientras le observaba—. ¡No soy inútil! —Gritó mientras saltaba y bailaba como un loco.

—¡Las horas de estudio han servido! —Exclamé canturreando y sentí su risa. Me hacía sentir genial que él estuviera feliz, que estuviera orgulloso de si mismo me hacía verme feliz.

—Abre la tuya —dijo cuando llegó a mi lado. Miré como la carta temblaba en mis manos.

Con cuidado la giré y abrí el sobre dejándolo sobre mis muslos. Saqué las hojas y cerré los ojos para no leer nada, respiré profundamente. Pensé en todo lo que me había esforzado, en que si Nishinoya lo había conseguido con mucho esfuerzo yo también podía conseguirlo con todo lo que me había esforzado. Abrí los ojos y comencé a leer:

—Le informamos que Aroa Sanjo López ha sido admitida en la Universidad de Tokohou en la rama de Filología Japonesa con una nota de nueve con cinco en su examen de acceso... —dejé de leer a causa de las lágrimas que salían por mis ojos. Estaba feliz de haber entrado, estaba totalmente feliz.

Unos brazos me envolvieron y dejé que mi cabeza cayera sobre su pecho mientras no paraba de llorar de felicidad. Oía como Nishinoya me decía muchas palabras bonitas mientras yo le comentaba que podríamos estar juntos, que íbamos a cumplir nuestros sueños. Cuando dejé de llorar, me levanté e imité Nishinoya como antes celebrando que habíamos entrado.

—¡Vamos a cumplir nuestros sueños! —Grité mientras corría y Nishinoya reía.

Estaba feliz por haber entrado. Estaba feliz por poder cumplir mis sueños y poder estudiar lo que me encantaba. Estaba feliz por poder hacer esto, irme a vivir fuera y comenzar a ser adulta. Estaba feliz por poder comenzar una vida junto a Nishinoya.


Hola mis niñas, mis panes, mis bitches. HEEEY BITCHES! ¿Qué tal estáis? Yo genial, aunque algo cansada pero ayer ganamos dos partidos y eso me hace estar muy feliz. Bueno, he de comentar que quedan como unos siete extras más antes de Volando (es decir, siete extras importantes antes de que publique Volando, ya que esos extras son vitales antes de publicarla), igual sigo publicando extras o no, ya veré que haré pero ya tengo pensado lo que haré en esos que he dicho.

Voy bastante bien con Volando, así que si ahora puedo adelantar mucho, puede que a mitad de mes empiece a publicarla pero, también depende de si están o no publicados esos extras que dije.

El próximo extra es algo muy importante y algo que muchas me estáis pidiendo de hace tiempo. A lo mejor puedo subirlo ahora si termino de escribirlo pero, no prometo nada. Os va a gustar, lo digo de verdad.

Ahora subiré una notita importante, ¿vale?

Os asmo tanto ay<3

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