Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

05 (03/03)

03/03.

¿Solos una tarde?


Terminé de vestirme y me lavé la cara en el espejo, tenía que de alguna forma borrar de mi mente la escena que acababa de vivir. Me sequé la cara en la toalla y agradecí llevar en el bolso un pequeño cepillo del pelo. Volví a la habitación de Nishinoya donde había dejado mi bolso. Entré con miedo de ver a Nishinoya desnudo pero me relajé al verle sentado jugando a la consola mientras esperaba por mí. Dejé mi ropa sobre la silla de su escritorio esperando no molestar y tomé mi bolso para buscar en el neceser el peine.

—¿Terminaste? —Preguntó Nishinoya y me sorprendí al ver que me había visto entrar. Solté mi neceser y me miró.

—Venía en busca de mi cepillo del pelo, tengo que peinarme —respondí cuando volvía de camino al baño para no dejarle lleno de pelos el suelo.

Una mano me paró en seco y mi corazón comenzó a latir rápidamente haciéndome ver que estaba evitando a Nishinoya. Me giró sobre mis tobillos y tomó mi mano para coger el cepillo. Me medio empujó y colocó en la pequeña mesa, crucé las piernas y noté como su cuerpo estaba detrás del mío. Empezó a cepillarme el pelo y por poco me muero de amor con ese acto.

—No quiero que me evadas, enserio, a lo mejor lo haces sin querer pero por favor —dijo cepillándome el pelo y me sentí fatal.

No quería hacerlo adrede, no podía evitar sentirme molesta porque nuestras madres estaban organizando nuestras vidas. Yo pensaba todo el rato eso, mientras que Nishinoya pensaba en disfrutar del tiempo juntos, era la peor novia del mundo. Lo único que me mantenía equilibrada era lo que disfrutaba Nishinoya de todo, él me mantenía equilibrada cuando yo me preocupaba por cada cosa y la llevaba al extremo.

—Yo... soy la peor novia del mundo, lo admito —dije casi en un susurro y paró de peinarme.

—No seas así Aroa, no mientas —dijo y volvió a peinarme.

—¿No crees que soy una pesada, que le doy mucha importancia a las cosas? —Pregunté interesada mientras miraba nuestro reflejo en el televisor de la consola que Nishinoya había apagado.

—Ahora le estás dando mucha importancia a las cosas —respondió con tranquilidad y alargó un poco el brazo empujando mi cuerpo hacia delante para dejar el cepillo sobre la mesa. Pasó sus brazos por mi cintura y me abrazó dejando su cabeza sobre mi hombro. Mi corazón latía con rapidez.

—Es que no paro de hacerlo, tengo un serio problema —admití y sonrió. Puse mis manos sobre las suyas y con los dedos le hice un pequeño masaje.

—Tienes que empezar a controlarte un poco, dejar de pensar las cosas y ya está pero, a veces me gusta que te den esas cosas porque así puedo aprovechar la situación para "tranquilizarte" —reí ante eso, realmente no es que me equilibrara, se aprovechaba de eso.

—Serás idiota —subí la mano para apretarle las mejillas y se quejó. Retiré sus manos y levanté mi cuerpo para sentarme en el hueco que quedaba entre sus piernas cruzadas para quedar de frente—. Pero te lo agradezco, me mantienes como en equilibrio, es extraño —admití mirándole a los ojos. Estaba algo sorprendido, igual no se esperaba que me diese la vuelta—. Gracias por peinarme el pelo, me encanta que lo hagan —sonreí y despertó del trance mientras dejaba sus manos sobre mis muslos.

El corazón me iba a mil. Estaba nerviosa pero, debía dejar de ponerme nerviosa, Nishinoya era mi novio por lo que no pasaba nada si me ponía así con él, había confianza entre nosotros. Estaba nerviosa por el hecho de haber hecho eso sin pensar en nada, sólo en disfrutar en estar con él. Odiaba admitirlo pero, le agradecía a mi madre darme esta oportunidad.

—Creo que es algo que hago natural, mi madre odia que le dé tan poco importancia a las cosas, por eso lo de que suspendía y tal —me informó y reí. Sabía que su madre odiaba esa parte de su hijo, le parecía que iba a ser un desastre de mayor, por eso creo que confiaba en mí. Él le da poca importancia y yo mucha, era igual a una pareja perfecta—. Mi madre y mi prima me suelen atrapar para que lo haga y bueno, siempre veo que las chicas de primero te están haciendo cosas en el pelo, por eso sabía que te gustaba que te tocaran el pelo —admitió y puse mis manos sobre sus hombros. Noté como se tensaba un poco.

—Lo siento por ser así —susurré y sonrió cerrando sus ojos casi del todo. Me hubiese gustado poder captar ese momento, estaba demasiado adorable de esa manera.

—No te disculpes por eso, eres así y te quiero así, enserio, no seas idiota —le miré y sonreí. Sentía que después de esta pequeña conversación me sentía más liberada, menos presionada.

Venir había sido una gran elección.

—Vas a decir que soy una empalagosa pero, eres demasiado perfecto, enserio —admití con una sonrisa y rió.

—No soy perfecto, algún fallo tendré —me defendió y sonreí. Busqué en mi mente.

—Quizás darle poca importancia a las cosas —ambos reímos. Los dos éramos demasiado extremos en ese sentido, eran como nuestras imperfecciones.

—Tienes razón pero, hay cosas que le doy importancia —levanté la ceja divertida y rió. Estaba disfrutando mucho de ese momento con él.

—¿Cómo cuales? —Pregunté curiosa y él miró a un lado pensando.

—¡El voleibol! —Exclamó y reí. En eso tenía razón.

—Lo olvidaba —dije divertida y me hizo un poco de cosquillas haciendo que me moviera riendo en su oído.

—También te doy importancia a ti, yo creo que incluso más que a mí mismo —añadió y paré de reír para separarme de su hombro y mirarle a los ojos. Me miraba tímido y me pareció súper tierno.

—¿Sabes que me acabas de romper el corazón de la cosa tan tierna que acabas de decir? —Le pregunté y sonrió. Miró a un lado evitando el contacto visual—. Te quiero muchísimo —le abracé por el cuello y rió subiendo las manos por mi cintura hasta rodearla. Suspiré ante ese tacto, no estaba acostumbrada a eso.

Me separé después de un rato abrazados y decidí recogerme el pelo antes de que se me despeinara de nuevo. Lo hice mientras Nishinoya me miraba atentamente. Una vez me recogí el pelo en una coleta llevé mis manos a los brazos de Nishinoya y los recorrí hasta llegar a sus hombros, él me miró confuso.

—Yuu... —susurré y noté como su cuerpo se tensaba de nuevo. Estaba haciendo algo en su cuerpo y me estaba haciendo sentir que controlaba la situación.

—Dime... —dijo algo nervioso y sonreí un poco. Coloqué mis manos en sus mejillas y junté nuestras frentes.

—Intentaré sólo darte importancia a ti —susurré y sonrió.

Junté nuestros labios sin pensármelo dos veces, llevaba queriéndolo hacer desde que llegué pero mi mente me impedía hacerlo. El beso al principio era dulce, ambos estábamos disfrutando de ese momento. Nuestros labios se movían con tranquilidad sobre los del otro, buscando nada más que cariño. Bajé mis manos de sus mejillas y pasé mis brazos por su cuello para pegarme más a él. Nishinoya separó nuestros labios en busca de aire y me miró a los ojos.

—Me parece correcto —respondió a lo que dije antes y solté una carcajada. Tiró su cuerpo hacia atrás y caí encima de él ya que estaba agarrada en su cuello, comenzó a reírse—. ¡Deberías de haber visto tu cara de horror! —Exclamó mientras reía. Puso sus pies rectos y me levanté de encima de él quedándome sentada sobre su barriga.

—No me lo esperaba, ¿sabes? —Me defendí y él volvió a reír.

—Inesperado —bromeó Nishinoya y me dejé caer encima de él en busca de hacerle daño, cosa que obviamente no conseguí.

—Te burlas de mí —hice un pequeño puchero y sonrió.

—No podemos ser novios si no hay bullying —bromeó y le miré mal.

Ambos estábamos cómodos haciendo que la situación era normal y lo necesitaba. Daba igual que yo estuviera acostada encima de él. Daba igual que diera la impresión de que era otra cosa. Ambos estábamos cómodos así y tenía sabía que iba a venir más a menudo a su casa y mejoráis nos quedamos solos. Ya no tenía miedo gracias a Nishinoya.

—¿Eso lo sacaste de Tanaka? —Pregunté y miró a un lado casi afirmándolo. Puse mis manos sobre su pecho para mirarle más directo a los ojos.

—Kaori hubiera dicho que es un idiota —reí ante sus palabras. Tenía razón.

—Todo el mundo dice que ellos van a acabar juntos, yo creo que no, no durarían ni un minuto —él rió con fuerza ante eso.

—Opino lo mismo, la gente dice que los que se pelean se desean pero yo creo que Kaori mataría a Tanaka en la primera cita, no sé ni como son amigos cuando a Kaori le saca de quicio con cualquier cosa que haga, Tanaka se frustra mucho —me informó y me encogí de hombros.

—Kaori es especial, la cosa es que a mí me ama y te ama a ti porque eres el novio de su mejor amiga, no estoy segura de si te tendría aprecio —bromeé y rió. Pasó sus dedos sobre mi mejilla y cerré los ojos con su tacto.

—Ella siempre ha sido la mejor amiga de mi mejor amigo, nos llevamos bien por compromiso más o menos, aunque ella me cae genial y la aprecio un montón porque desde que llegaste siempre te ha ayudado cuando no lo he podido hacer yo, le debo como que un poco la vida —me aseguró y no pude evitar sonreír. Me gustaba que dijese todo abiertamente. Su corazón latía algo rápido debajo de mi mano.

—¿Sabes? Realmente tú fuiste el único que verdaderamente me ayudó —él me miró confuso. Sonreí ante su confusión y moví las manos sobre su pecho haciéndole un pequeño masaje—. Cuando pasó aquello con Sakura, Aoi y Kaori me dejaron medio de lado, ¿lo recuerdas? No tuve ningún problema hasta eso, y tú fuiste el único que fue a salvarme de ellas, el único —admití y noté un pequeño nudo en mi garganta al recordar aquella situación—. Kaori después de eso es muy sobreprotectora conmigo, le da miedo que me pase algo y vuelva a estar sola o algo, nunca le he tenido rencor por dejarme en parte lo entendía y, al menos te tenía a ti —dije y pestañeé un poco, no quería ser la niña que lloraba, no quería dar esa impresión, yo no era de esa forma.

—Es verdad, recuerdo eso, realmente creía que ellas te habían apoyado —volvió a tocarme cariñosamente la mejilla y se lo agradecí, eso de alguna forma me tranquilizaba—. No debería de haber dicho nada, eso para ti fue doloroso —dijo mirándome fijamente a los ojos, seguramente notó mi voz algo quebrada—. Pero al menos eso nos acercó y pude ser esa persona especial para ti.

—Ya lo eras —le interrumpí y él abrió los ojos como platos—. Desde que entré por la puerta de aquella clase lo eras Yuu, y soy eternamente feliz por estar contigo. Me pongo muy nerviosa cuando digo estas cosas a diferencia de ti, y, tampoco soy muy abierta a decirlo pero, fue así, no sé que fue lo que me atrajo de ti pero ahora lo sé y no me arrepiento de nada, enserio —admití e intenté no reprimirme—. Te quiero muchísimo, más bien te amo y de verdad, aunque sólo tenga dieciséis años, estoy segura de que vamos a estar juntos mucho tiempo y puede que incluso toda la vida, incluso lo que haya después, estoy segura —dije al borde de las lágrimas. De verdad que lo que estaba diciendo era de corazón y era algo que quería decirle desde hace tiempo—. Estoy segura de eso porque estoy enamorada de ti y nunca había sentido nada por alguien de la misma manera, te lo digo de verdad —noté como una lágrima se me escapaba sin aviso—. Hacía tiempo que quería decírtelo —finalicé y Nishinoya tiró de mí hacia delante.

—Vas a decir que soy un empalagoso pero, de verdad eres perfecta —susurró antes de juntar nuestros labios en un beso.

Puede que ese beso fuera el más sincero de todos los que le había dado, sentía que me había quitado un peso de encima, sentía que después de esto no habría ninguna presión más entre nosotros. Sonreí en mitad del beso al notar lo bien que me sentía. Nishinoya me pilló desprevenida en cuanto finalizó el beso y giró con cuidado para posicionarse encima mío. Volvió a juntar nuestros labios y llevé mis manos a su pelo hundiendo mis dedos en él, pocas veces me dejaba tocarlo por lo que le costaba peinarlo, así que era mi momento de tocarle el pelo. El beso se estaba tornando más salvaje y ninguno de los dos sabíamos controlar la situación. El rugido de mi estómago se oyó en toda la habitación y quise que la tierra me tragase. Nishinoya se separó de mí para reír y sentí el calor en mis mejillas.

—¿Tienes hambre por casualidad? —Preguntó curioso y asentí sin mirarle a los ojos algo avergonzada.

Pasamos lo que quedaba de noche cenando mientras veíamos una película su cuarto. Al día siguiente me desperté algo desubicada en aquel lugar que media dormida a penas conocía. Lo único que conocía de allí era aquel chico terriblemente adorable con sus ojos cerrados y el pelo caído durmiendo plácidamente mientras me rodeaba la cintura con su brazo. Sonreí al verle de la manera intentando no morir de amor. Me giré intentando no despertarle y me levanté un poco para acercarme a él y besarle la mejilla susurrándole:

—Buenos días pequeño princeso —vi como sonreía y abría su ojo buscándome.

—¿Ahora soy un princeso? —Reí ante su broma y le di un pequeño beso en la boca.

—Te amo mi princeso —bromeé de nuevo.

Me gustaba más decirle te amo que te quiero.


HEEY BITCHEES!!! Estoy pensando en decir otra cosa antes de empezar, se queda cansino usar todo el rato el mismo saludo, ¡poned alguno interesante(?! Estáis como dando palmas por este "maratón" bueno, realmente le quería dar importancia a esto, es importante, es decir, la primera vez que se quedan solos en casa no sé para mí lo es. Me ha gustado mostrar a una Aroa que le da importancia a muchas cosas y nunca se había notado mucho y a un Nishinoya adorable y bueno, en su escensia, para mí él es una persona despreocupada y que vive la vida a cada minuto. La fusión de ellos es adorable, hay que admitirlo, hay que shippearlos, HAY QUE INVENTAR UN NOMBRE PARA EL SHIPP RÁPIDO. Esta parte tiene 2.339 palabras maaadre mía, siento que me pasé pero era necesario, quería que ella le contara todo y ay, quería hacer algo entre ellos precioso saben. Estuve fuera esta semana porque he estado escribiendo otra historia que pienso publicar, de verdad todo lo que tengo para este año tengo muchas ganas de publicarlo, ¡enserio, se me han ocurrido unas grandes ideas! Espero poderlas acabar y subir pronto. Dejaré un link en los comentarios, entrad porque pondré noticias por ahí hacedme caso por una vez.

Lo siento por este tocho, os asmo<3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro