02
Kaori.
Sabía que pasaría, estaba segura de que hubiera ganado hasta dinero haciendo una apuesta de que acabarían juntos pero, ahora que estaban juntos me daban una envidia... hacían una pareja jodidamente perfecta. Los veía juntos y me daban ganas de encontrar algo para mí tan bien; ¡envidia era poco! Quería matarlos de lo perfectos que eran.
Venían casi todos los días juntos al instituto, siempre se daban abrazos o algún cariño sin importar que alguien les mirase —bueno, no estaban todo el día pegados, alguna vez lo estaban—, solían ir juntos a algunas partes pero, lo que más apreciaba de ellos, es que respetaban sus amistades y se daban tiempo para cada uno.
Eran tan envidiables.
—¡¿Kaori, me estás escuchando?! —Exclamó molesta Aroa despertándome de mis pensamientos.
Pestañeé rápidamente volviendo al mundo real y la miré a los ojos.
—Perdón, estaba en otra cosa —admití y me miró bastante mal, incluso creía que me haría mal de ojo. Parecía que yo le había servido como mal ejemplo en ese sentido.
—Lo he notado, últimamente estás que no sales de tus pensamientos, ¿hay algo que te incomode? —Preguntó media molesta y media preocupada.
—En realidad nada, ya paso de pensar en Aoi —admití mientras miraba mi comida.
—¿Entonces...? —Preguntó algo confusa alargando la palabra.
—Cuando te lo diga vas a pensar que soy idiota —admití.
—Ya lo pienso, no tienes por qué preocuparte —admitió con sinceridad y la miré bastante mal, rió y volví a mirarla de la misma manera.
—¿Quieres que te lo diga o no? —Pregunté molesta y ella hizo un pequeño puchero. Miré alrededor asegurándome de que su pequeño novio con el pelo pincho no apareciera salvajemente en la conversación junto a mi mejor amigo calvo—. Que me dais mucha envidia, de verdad, eso era lo que pensaba.
Ella se me quedó mirando por un rato y luego comenzó a reír fuertemente atrayendo las miradas de algunos y haciéndome sentir como una completa idiota.
—¿Eres tonta o qué? ¿Por qué tienes envidia? —Preguntó mientras reía y bebí de mi jugo.
—A ver, es envidia de la buena pero, es que sois tan monos y adorable que no lo soporto, ¿por qué no tengo nada así? No, tengo un mejor amigo idiota que no paro de pelear con él, eso es lo único que tengo —volvió a reír ante mis palabras.
—Tu mejor amigo puede ser idiota pero tú eres la que pelea con él —me rectificó con una sonrisa mientras limpiaba sus lágrimas de reír— y deja de tener envidia, ya encontrarás alguien como yo pero, tampoco creo que sea malo que tengas envidia, mientras que nadie me mate —bromeó y reí.
—No pienso matarte pequeña, te quiero mucho —admití con una sonrisa y ella me devolvió el gesto.
—¿Sabes? Creo que deberías de ir a hacer algo divertido con Tanaka, ya sabes, tenéis mucha tensión entre vosotros últimamente, puede ser que estés alterada o algo te moleste de él, id a la playa o algún lugar juntos —me aconsejó y le miré raro.
—Creo que toda la vida he tratado a Tanaka igual —admití y ella me miró preocupada.
—Vaya, tuvo que ser duro para él —le miré mal y sonrió—. Pero, de verdad, háblalo con él, al igual te das cuenta de por qué sois realmente mejor amigos...
—Admite que lo que quieres es estar a solas con Nishinoya durante un fin de semana entero —ella abrió la boca y me miró mal.
—¡Kaori! —Exclamó molesta.
—¡Algún día va a suceder! —Me pegó en el brazo y me quejé.
Me daban tanta envidia.
Tanaka.
Medio me lo esperaba, me esperaba que acabaran juntos pero, ¿cómo puede ser que ellos estén tan bien juntos? Es decir, nadie podría decir que ellos no pegan porque esa persona mentiría. No sólo porque hicieran el mismo deporte o porque ejercieran la misma posición eran personas que pegaban, realmente se complementaban. Puede que no fueran completamente iguales pero, lo diferente era lo que les unía.
Me daban mucha envidia.
Ninguna chica se solía fijar en mí y las que lo hacían era para mirarme de mala manera. Las chicas del instituto sólo se fijaban en los chicos cliché que jugaban al fútbol y la mayoría son unas pesadas que todo lo que no sea fútbol está mal. Kaori era la única que de pequeños se había fijado en mí y, aunque yo le gustaba, sólo acabamos siendo mejores amigos y le encanta el fútbol —pero de verdad, las otras hacen que les gusta—.
—¿Qué tal en Tokyo? —Le pregunté a Noya que estaba de cuclillas atando sus zapatos y de paso buscando algo en su mochila.
—Pues genial, hemos pasado un gran viaje, ¿tú qué tal el fin de semana? —Preguntó mientras dejaba sobre la mesa el libro que buscaba y me miraba a los ojos.
—He estado tan solo... —me hice el dramático bromeando y sonrió—, ¡jamás me vuelvas a dejar solo Noya-san! —Exclamé y rió.
—¡Takana nunca cambiarás! —Exclamó una de las chicas de mi clase riendo al oírme gritar.
—¿No te has visto con Kaori o Ennoshita? —Preguntó con tranquilidad, no me había seguido el juego por lo que entendí que probablemente estaba cansado por el viaje, había vuelto ayer por la tarde.
—Kaori últimamente me quiere muy poco y tampoco quería hacer nada.
—Poco os entiendo pero también es verdad que estoy agotado, mucho viaje en tan poco tiempo —dijo estirando sus pies y cerrando un poco los ojos.
—Tienes que descansar pequeña deidad —bromeé y sonrió poniéndose de pie de un salto.
—¡Tengo que estar a punto para un Rolling Thunder! —Exclamó y me coloqué de la misma manera que él.
Había hecho un poco el idiota por mí.
—Hace tiempo que no lo haces —admití y él movió la cabeza.
—Pierde fuerza al hacerlo a menudo —me informó y lo comprendí. No puedo agotar sus poderes por cualquier cosa.
—Oh, ya comprendo...
Me quedé un rato mirando a la nada antes de que continuara hablando.
—Antes me encontré con los de tercero —le miré sorprendido.
—¿De verdad? —Asintió y sonreí, hacía tiempo que no les veía.
—Me pasó algo... —llevó su mano a la frente avergonzado negando con la cabeza y una pequeña sonrisa.
—¿Qué pasó? —Pregunté intrigado y rió.
—Me dio mucha vergüenza, más por ella que por mí —admitió y no comprendí muy bien lo que me intentaba explicar.
—¿Pasó algo con ella? —Pregunté y él volvió a reír con nervios.
—Nao empieza a saludarnos y tal pero, de repente le sata a Aroa, pues parece que solo en altura no has crecido —abrí los ojos como platos— y eso fue lo más tranquilo, lo mejor fue cuando dice; "Nishinoya debería saberlo".
—¿Qué dices? No me lo creo —dije sorprendido.
—Yo me rió por no llorar —admitió y volvió a reír.
—¿Qué pasó después de eso? —Pregunté interesado.
A ver, está claro que casi ha pasado un año desde que ambos están juntos, también tienen una edad y no son unos niños pero, no creo que eso tuvieran que decirlo delante de todos, más sabiendo que seguramente ellos no habían llegado tan lejos.
—Fue tan incómodo, ni me podía mirar a los ojos —y me lo creía viniendo de ella. Aroa era muy cuidadosa con eso y tímida por el rollo de la cultura, cosa que muchas veces había llevado a peleas entre ellos—. Me molestó un poco, un poco no, bastante, ¿quién es ella para meterse en nuestra vida privada? —argumentó con molestia.
—Nadie. Mira Noya, tú con tranquilidad, no os metáis prisa por lo que la gente diga. Vosotros estáis genial y por cosas como estas alguna vez os habéis peleado, aunque tengáis casi diecisiete años no implica que tengáis que llegar tan lejos... Pero bueno, pasa de los comentarios.
—Eso pensaba hacer.
—¡TANAKA!
Y vino el terremoto.
HEEY BITCHEES!! Parece que los planetas se alinean para no dejarme avanzar en wattpad, madre mía. De nuevo me puse enferma, al parecer la otra vez no me recuperé del todo bien (sólo era una gripe pero estuve pachucha), por suerte voy a tener tiempo estos días por lo que no os preocupéis, intentaré adelantar extras y sobretodo adelantar Volando que le tengo muchas ganas y quiero ver ya como sale. También tengo que continuar con los One Shoots que estaba haciendo de los miembros de un grupo de k-pop que amo mucho y continuar con esas ideas de futuras historias que han venido a mi mente (pronto sabréis). ¿Estáis bien? Echo de menos vuestro cariño ay<3
Os asmo<3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro