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Capítulo 40 (+18)


Desde que percibió ese perfume ajeno al suyo y al de Win, dedujo de inmediato de que se trataba de Kao Noppakao, además de haber visto su coche a varias calles de su departamento y había pensado que se trataba de un vehículo similar, pero con tan solo oler su aroma tan alucinante, entendió rápidamente que él se hallaba allí escondido.

Quiso fastidiarlo al llevar a Win a su recámara y comenzarlo a besarlo en cama para hacerlo salir de su escondite, pero no podía meter a Win en algo tan vil como eso, puesto que no se merecía ser ilusionado de esa manera y menos si se trataba solamente para molestar a Kao.

Kao salió de ese reducido sitio para su enorme tamaño y cuadró los hombros cuando estuvo por fin afuera. Earth advirtió que en su rostro no había ni una sola pizca de arrepentimiento, sino más bien irascibilidad al extremo. Sus ojos parecían lanzar fuego.

—Vaya, aquí el indignado debería ser yo—masculló Earth, cruzándose de brazos y mirándolo fríamente.

—¿Por qué no me dijiste que te marcharías a otro país y con Metawin? —replicó, haciendo caso omiso a su enfado de Earth—habíamos quedado que te vería el domingo y de pronto desapareces sin dejar rastro. De no ser porque Gulf me enseñó ese bochornoso vídeo de ti peleando con esa anciana en el avión, no me entero de que te habías ido a Corea del Sur.

—Te recuerdo que no tengo el deber de decirte lo que haga o deje de hacer, ni, aunque fuéramos pareja oficial, Kao—gruñó Earth—cada quién tiene el derecho de hacer cosas por su cuenta y sin darle explicaciones a nadie, excepto a su madre.

Kao rio con sequedad.

—Ajá, ¿y por qué demonios vi a Metawin contigo? Aparte de que escuché todo lo que pasaron juntos allá, no me vengas a decir que no le contaste nada a él porque no te creeré—agregó con veneno.

—Pues para tu información, solamente le avisé a mi madre y fui con Sun Hee a Seúl—espetó Earth, claramente enfurecido—Win me siguió sin decirme nada y estuvo cuidándome hasta que ocurrió un fatal incidente en donde no tuvo más remedio que intervenir y únicamente hasta ese momento supe que estaba allí conmigo.

—No te creo ni una sola palabra. Es imposible.

—¿Imposible? —inquirió Earth con ironía— ¿sabes lo que es realmente imposible, Kao?

Kao juntó más las cejas, histérico.

—Hablar contigo. Eso sí es imposible—graznó Earth—ahora lárgate de mí departamento. No quiero verte.

Pasó a su lado y abrió su maleta para comenzar a sacar la ropa sucia, a sabiendas que Kao continuó de pie junto al armario, mirándolo con intensidad.

—Deja la puerta cerrada, pero no te vayas sin antes dejar la llave que le quitaste a Sammy—increpó después de unos segundos de ver que Kao no tenía intenciones de marcharse.

—Te costará más de un maldito desplante para que me marche de aquí, Earth.

—Si no quieres marcharte, adelante, pero no pienso hablar contigo.

—¿Estás enfadado por qué estoy adentro de tu departamento o por qué no fui a seguirte a Corea del Sur, cuando ni si quiera me avisaste que irías?

Earth dejó escapar un suspiro y lanzó la ropa sucia al suelo.

—Estoy enfadado contigo, conmigo, el mundo y el maldito destino—bramó Earth, presa de los nervios—y también con la vida. ¿Es que no puedo tener un día de tranquilidad? Me hiciste sufrir mucho y te perdoné, incluso traté de volver a quererte como antes, pero llegué a la conclusión que no va a ser posible—lo enfrentó, con lágrimas en los ojos. Estaba al límite—rompiste para siempre el amor que alguna vez sentí por ti y lo siento—bajó la mirada—ya no te amo, P'Kao, y jamás volverá a nacer ese amor. Te aprecio como persona, como amigo y como mi antiguo enamorado, pero no más. No puedo darte más que solo mi amistad.

—No... no lo estás pensando bien. Cálmate—lo agarró de los hombros, pero Earth lo rechazó—tú me amas—afirmó, con voz temblorosa—solo estás confundido.

—Kao, por favor—Earth juntó las manos en posición de oración—esta es mi respuesta.

—Así que lo has elegido a él—añadió Kao en un hilo de voz, negándose a verse más débil de lo que se sentía frente a ese chico.

—No. No lo he elegido.

—Mientes.

—No miento—afirmó—es la verdad.

—Escuché claramente que ya perdonaste a Metawin, ¿qué me dices de eso? Pasaron mucho tiempo juntos en Seúl y es obvio que tu decisión la tomaste gracias a él.

Earth se mordió el labio inferior.

—Lo veo en tus ojos—insistió Kao. Su mirada se tornó vidriosa—pero sé que aún no has estado con él, así como conmigo, ¿verdad?

Earth no esperaba ese tipo de comentario, pero, de todas maneras, ¿Qué caso tendría enfadarse? Si de todas maneras aquel momento era el adiós definitivo al amor que alguna vez le tuvo a Kao Noppakao.

—No, Kao—murmuró con suavidad—todavía no he dado ese paso con Win y no estoy interesado en darlo pronto o en un futuro. Eso se da cuando menos lo esperas y estés seguro de hacerlo, tal como ocurrió con nosotros en Pattaya. Realmente quería estar contigo.

—Es necesario que me des una explicación en vez de mandarme al demonio—sentenció Kao, muy afectado. Tuvo que sentarse al borde la cama y Earth lo imitó.

—Así como el amor que sentí por ti fue incrementando, pese a tus rechazos, asimismo se fue deteriorando—le explicó el chico de hito en hito—jamás pensé que dejaría de amarte, pero creo que lo he conseguido. Y no fue gracias a Win Metawin, o tal vez solo un poco, pero fue más por mi manera de sobrevivir esta terrible depresión que sufrí a causa de tu ausencia. Estuve decidido a sacarte de mi corazón para siempre con tal de no sentir dolor.

—¡Te expliqué por qué me alejé de ti! —vociferó Kao. Se levantó de un salto y lo señaló con el dedo índice—aunque no me creas, también sufrí teniéndote lejos. Me tenían atado de manos, pero no lo supiste hasta que te lo confesé.

—No monitoreaban tu teléfono—Earth subió su tono de voz y se puso en pie también—pudiste enviarme mensajes, responderme los que te mandaba yo y llamarme por las noches, pero no lo hiciste.

No podía negar que eso era cierto. También él debió haber luchado bajo corriente por el amor que le profesaba a Earth, aunque no quería admitirlo en aquel entonces.

—Me arrepiento de ese comportamiento estúpido que tuve...

—Lo sé, pero ya es demasiado tarde. Ya no me importa en lo absoluto—esbozó una sonrisa que derrotó a Kao en menos de un segundo. Era una sonrisa genuina, no falsa ni tensa. Era real.

—¿Es tu respuesta definitiva? —replicó Kao, tratando de hacerlo razonar.

—Así es, Kao.

—¿Qué sientes si hago esto?

Earth iba a preguntarle a qué se refería, cuando Kao lo agarró de la barbilla suavemente y lo atrajo a su cuerpo en un movimiento rápido. Presionó sus labios sobre los del chico y este se precipitó a empujarlo, pero no pudo apartarse a tiempo. Los besos de Kao lo desarmaban siempre, por más que ya no sintiera lo mismo por él, parecía ser que jamás iba a superar su manera de besar tan exquisita.

—¿Lo ves? —dijo Kao con dificultad para respirar—tu cuerpo aún reacciona a mí, no puedes negarlo.

Earth respiró hondo y se tocó los labios, sin alejarse de su tacto.

—Es porque me acostumbré tanto a ti. Con el tiempo te va a superar también mi cuerpo, puesto que lo más importante ya te superó: mi corazón.

—¡No es verdad! —Kao intensificó su agarre en el delgado brazo del chico, haciéndole daño. Y solo hasta que lo vio hacer una mueca de dolor, lo soltó—perdóname, yo... no puedo aceptar que esa sea tu respuesta.

Earth retrocedió un par de pasos, frotándose el sitio donde Kao le había provocado dolor y lo miró con desprecio.

—¡Vete de mi departamento!

—Nong, lo siento, no quería lastimarte...—avanzó a él, pero Earth se encogió del miedo, haciéndolo parar en seco. ¿Qué estaba haciendo?

Obligándose a recuperar la compostura, volvió a acercarse a él a pesar de su inminente rechazo y temor a que le hiciera daño nuevamente. Deslizó sus brazos alrededor de su pequeño cuerpo y besó su cabello que olía a su shampoo de fresas y se sintió bien al notar que Earth no se resistió a ese gesto.

Sin expresarlo verbalmente, le hizo saber a Earth lo que pretendía en ese momento a modo de despedida definitiva.

Kao se inclinó a la altura del chico y buscó su boca con la suya, siendo correspondido con éxito por él. Se besaron como jamás lo habían hecho, sintiendo el sabor de sus lágrimas de ambos y deleitándose con caricias del adiós.

Earth pensó en apagar la luz para mayor comodidad, pero, ¿para qué? Estaba despidiéndose para siempre de Kao Noppakao y quería que fuera especial. Sonaba tonto volver a hacer el amor con él cuando estaba sacándolo de su vida, pero le pareció justo hacer de esa manera la despedida y no quedar en malos términos porque iba a seguir frecuentándose por trabajo.

A comparación de la vez que compartieron el lecho en la playa de Pattaya, en esta ocasión Kao no había llegado preparado, pero a Earth no le importó porque él si lo estaba. Aunque no tuviera relaciones sexuales a menudo, porque su mente no oscilaba en ello y además de que no había tenido una pareja desde su antiguo ex novio Jay, no los necesitaba, sin embargo, compraba de vez en cuando por si se daba la ocasión o bien, dárselo a alguno de sus amigos que lo necesitara urgentemente, como solía ocurrir con Perth cuando de repente se calentaba con cualquier chica que miraba y le aceptaba el momento.

Earth no pudo evitar continuar llorando mientras compartía intimidad con Kao por última vez. La primera vez fue suave, gentil, más porque Kao también siguió llorando y besándolo interminablemente, pero cuando ya iban para la tercera, los dos estaban tan encendidos que incluso se dieron cuenta que habían comenzado a aflojar los clavos de la cama, haciéndola rechinar a cada movimiento.

Al chico de sonrisa tierna no le gustaba ser descarado y dejarse llevar por placer y hacer ruidos vergonzosos, pero le fue imposible evitarlo. Gimió y de pronto sintió las manos de Kao posicionarse en su cintura para hacerlo cambiar de posición. Lo tendió boca abajo y una de sus manos se deslizó a su cuello para sujetarlo, y Earth cerró los ojos ante le embestida de Kao para volver a unirse a él, sintiendo su firme pecho en su espalda, acompañado de sus labios en su oreja y parte de su cuello. El calor de su cuerpo, acompañado también de los gemidos que salían de la garganta de Kao lo excitó todavía más.

Más que hacer el amor, ahora se hallaban teniendo sexo, solo sexo, desbordado de deseo y placer por parte de los dos. Ya no tenían por qué reprimirse, además, sería la última vez en donde estarían juntos de esa manera.

Al concluir, se dejaron caer uno al lado del otro con la respiración acelerada y el cuerpo sudoroso. Sin embargo, Earth lograba sentir todavía la tensión sexual en su antiguo compañero de shipp y esperó unos momentos para ver si volvía a tener la iniciativa de hacerlo una vez más.

—¿Earth? —la voz ronca de Kao surgió de repente. El chico de sonrisa tierna cerró los ojos.

—¿Sí? —susurró en respuesta.

—Te amo, ahora y siempre, espero lo tengas en mente.

Earth abrió los ojos y como estaba de espaldas a él, no se animó a darse la vuelta. La habitación no se hallaba del todo a oscuras, habían apagado la luz, pero encendido la pequeña lámpara del buró para iluminar un poco la estancia.

—Te amé más que a mí mismo en el pasado, Kao—replicó Earth con suavidad—y no me arrepiento de ese amor, porque me ayudó bastante a crecer como persona y darme cuenta que puedo encontrar a alguien más a quién amar o simplemente disfrutar mi soltería.

—Me cuesta aceptar que te he perdido—agregó Kao con evidente resignación y deslizó su mano hasta alojarse sobre la cintura desnuda de Earth, provocándole un estremecimiento al chico—creo que jamás había sido consciente que llegaría el día en el que estaría en esta situación, ¿sabes? Creí imposible enamorarme de ti y lo hice, pero fue demasiado tarde porque cuando lo reconocí, alguien más ya estaba enamorándote.

Earth colocó su mano sobre la de él.

—No culpes a Win—dijo—yo tampoco pensaba fijarme en él, simplemente sucedió. Pero quiero que sepas que la decisión que tomé contigo, no tiene nada que ver con ese chico—confesó—desde tiempo atrás ya lo había decidido, solamente que me negaba a dejarte ir y ser feliz.

—¿Estás seguro que es tu respuesta definitiva? —preguntó con anhelo en la voz y se acercó a besarle el hombro.

—Sí, así es.

—Entonces, ¿me permites continuar amándote hasta el amanecer? —propuso Kao con un dejo de tristeza y melancolía—aunque sea por lo que resta de la noche, permíteme sentirte como mío antes de dejarte ir para siempre.

Earth sabía que había un doble sentido en sus palabras. Kao, quizá, estaba agotando todos sus recursos con tal de hacerlo cambiar de parecer, pero ya había elegido y no, no a Win Metawin ni a nadie, sino a sí mismo.

—Pensé que ya habíamos tenido suficiente por hoy y que no podrías continuar—se animó a decir, lo cual era mentira.

—Si se trata de ti, soy capaz de tenerte en esta cama solo para mí durante semanas—ronroneó en su cuello, deslizando sus dos manos al pequeño cuerpo de Earth y agarrándolo de la cintura, logró moverlo boca arriba con facilidad, colocándose sobre él sin apartarle los ojos de encima.

Kao atacó sus labios con más frenesí mientras Earth le rodeaba el cuello con los brazos, sentándose a horcadas de él, sintiendo el miembro listo de su antiguo compañero de shipp para adentrarse a su cuerpo. Y cuando Earth se dio cuenta, comprobó que ya no quedaban preservativos y se sobresaltó, pero fue demasiado tarde porque de pronto sintió a Kao en su interior de manera natural, haciéndole escapar un gemido que fue ahogado por la boca del chico de mirada arrogante y posesiva.

En aquella posición, Earth miró estrellas. Jamás lo había hecho sentado y siendo consciente de no estar usando protección, pero lo curioso era que no le importó. Vaya. Le sorprendía ver a Kao tener demasiada experiencia en ese asunto.

—Jamás pensé que supieras mucho del tema sobre el sexo entre dos chicos—murmuró Earth contra la piel de su hombro. Le costó mucho hablar por la adrenalina y el movimiento continuo y lo que hizo fue aferrarse a su cuello y escuchar la respiración agitada de Kao.

—¿En serio quieres hablar de eso mientras estamos...?

Earth se echó a reír y negó con la cabeza, aventurándose a besarlo apasionadamente y empujarlo para tirarlo de espaldas sobre las sábanas, tomándolo desprevenido.

Se sintió complacido al ver la expresión de placer en la cara de Kao cuando empezó a moverse. Una posición muy subida de tono y para nada decente, pero, ¿Qué importaba ahora? Era la despedida. Y ambos estaban de acuerdo con ello.

Al día siguiente, Earth despertó con el cuerpo adolorido y suspiró al ver a Kao Noppakao dormido junto a él, dándole la espalda en total desnudez, solo la sábana le cubría de la cintura para abajo.

El chico se levantó y fue en busca de una toalla para darse una ducha con agua fría. Cuando se vio al espejo, vio sus labios muy hinchados y rojos, sin mencionar las marcas en sus mandíbulas. Atrevió a echarse un vistazo en todo su cuerpo y advirtió más de ellas en lugares atrevidos. Sonrió levemente y salió a cambiarse con ropa cómoda. No sabía lo que pasaría en cuanto Kao despertara, pero optó por preparar de desayunar, pero no sin antes limpiar la habitación.

Desayunó con el teléfono en la mano y a los pocos minutos, alcanzó a escuchar ruidos y movimientos en su habitación. Continuó desayunando hasta que Kao salió a la sala y sus miradas se encontraron. Cabía destacar que, de los dos, él más ruborizado y afectado parecía ser Kao. Su cara enrojeció cuando tuvo contacto visual con el chico y avanzó torpemente hasta donde se hallaba Earth. Se había puesto los pantalones, pero tenía el botón desabrochado y sostenía su playera y chaqueta en el antebrazo, mostrándose con el dorso desnudo, el cual tenía diversas marcas rojizas en distintas partes y en su espalda se alcanzaban a ver unas especies de marcas hechas por uñas. Arañazos. Y justo en el área de los omoplatos.

Earth estuvo a punto de atragantarse al advertirlo.

—¿Vas a desayunar? —le preguntó con serenidad, luego de recuperar la compostura.

—Estoy bien. Comeré algo de camino a mi departamento—respondió Kao, terminando de vestirse— ¿Cómo te encuentras tú?

—Adolorido, pero muy bien—sonrió Earth, y en vez de sentirse nervioso, fue todo lo contrario. Se sentía como en las nubes, demasiado relajado, a decir verdad.

Su respuesta destanteó a Kao.

—¿Estarás bien?

—Por supuesto, Kao.

—De acuerdo, entonces creo que te veré mañana en la GMMTV para la prueba de maquillaje, ¿no? —se obligó a sonreír, incómodo. No sabía cómo portarse frente a Earth. Le costaba procesar lo que sucedió entre ellos en la noche anterior. Cumplió sus fantasías más íntimas con ese chico, pero al costo de dejarlo ir para siempre de su vida.

Lo vio asentir con una sonrisa adorable.

De no haber sido tan imbécil en el pasado, en ese momento no estuviera despidiéndose de él y en vez de ello, lo estaría besando deliberadamente para volver a repetir el hermoso momento de anoche.

Kao fue al baño a enjuagarse la cara y los dientes, ya que había llevado algunas cosas y luego, recogiendo sus pocas pertenencias, abandonó el departamento de Earth en silencio.

Earth le dio un sorbo a su taza con café, perdiéndose en sus pensamientos. Haber compartido intimidad con Kao, le hizo ver que, en efecto, ya lo había superado.

Al fin era libre de ese amor no correspondido en el pasado. Ya podía sentirse liberado de cualquier atadura o incertidumbre que lo ligara a Kao Noppakao, su más grande amor de su vida que le costó cientos de lágrimas y desdichas.

Y así como la nueva sensación en su interior lo hizo ver todo con nuevos ojos, llegó a la conclusión que ahora debía hablar con su amigo Po, a quién no había visto ni hablado desde que se fue de viaje a Seúl con Sun Hee.

Horas después, se arregló muy bien y se maquilló como para una sesión fotográfica para ir a buscarlo. Llamó a su amiga Sammy para ponerse de acuerdo para verse junto con los demás chicos.

—¿Has sabido algo de Po? —le preguntó él, mientras sacaba lo que había comprado en Corea. Las bebidas de Soju y los candados de colores.

—Pensé que sabías—dijo ella, preocupada.

—¿Qué cosa? —Earth dejó de revolotear con las bolsas para prestarle toda la atención.

—Po se fue a casa de sus padres. Pidió permiso con tu mánager y no dio fecha de regreso.

A Earth se le heló la sangre.

—Espera, ¿de qué hablas? ¿Desde cuándo se fue?

—Al mismo tiempo que tú, cariño. Creo que no se enteró de que te fuiste de viaje—explicó Sammy—y me parece que fuiste muy estricto y egoísta al no decirme ni si quiera a mí de que viajarías a Seúl.

—Mi intención no era ocultártelo, sino que nadie se enterara. Necesitaba estar solo.

—¿Solo? —rio ella con ironía—pero si fuiste con esa chica a la que apenas conoces.

Había bastante resentimiento en su voz y Earth no la culpaba. Sammy era muy cercana a él y comprendía sus sentimientos heridos.

—Quiero verte—agregó Earth y al ver que ella no respondió, siguió hablando—Sammy, lo siento. ¿Podemos vernos y hablar al respecto? Dime dónde estás e iré a buscarte.

—Estoy en la oficina con los otros—fue su respuesta.

—Estaré allí en media hora.

Metió los obsequios que le daría a sus amigos en el asiento del copiloto y se estremeció. Ese auto había sido una idea por parte de Po y se sentía muy mal. Echaba de menos a ese chico. ¿Acaso se había alejado para siempre de él? La verdad es que esperaba que así fuera y no lastimarlo una vez más, aunque en el fondo, deseaba que solo se hubiese ido por un tiempo y verlo nuevamente en un futuro.

Pasó a una gasolinera a ponerle combustible y en lo que aguardaba en el interior del vehículo, casualmente divisó a otro de los nuevos consentidos del momento, que era nuevo en el género del BL. Y lo observó con curiosidad. Se hallaba rellenando el tanque de su motocicleta. Andaba lentes de sol, pero su rostro era muy reconocible. Se había quitado el casco un momento.

Recordaba con vaguedad su nombre, ya que ese chico protagonizó una excelente serie que causó muchísimo furor de manera incluso internacional: KinnPorsche The Series.

Era Mile Phakphum.

Se había quedado muy concentrado mirándolo, que de no ser por el sonido de un claxon de un coche detrás de él lo sobresaltó, no se movió y echó a andar en dirección a Studio Wabi Sabi.

No obstante, se sorprendió de ver que Mile Phakphum iba detrás de él en su motocicleta. Y pensó que cambiaría de rumbo en alguna parte, pero no fue así. El chico continuó su camino a sus espaldas hasta que Earth entró al estacionamiento del edificio y en efecto, Mile también.

Descendió del vehículo, sacó sus cosas y entró rápidamente por la puerta principal.

Una vez entrando, vio a Sammy sentada en un sofá con el teléfono en sus manos.

—Hola—la saludó tímidamente.

La fémina apartó la vista de la pantalla para mirarlo. Estaba seria y al mismo tiempo se notaba que se estaba resistiendo para no correr a abrazarlo.

—Hola—lo saludó fríamente.

Entonces Earth inhaló hondo y exhaló dramáticamente antes de ponerse de rodillas frente a ella, agarrándole una de sus manos y colocándole un candado en forma de corazón color lila en la palma.

—¿Me perdonas?

—¿Qué estás haciendo? —se incorporó, sobresaltada y miró su mano por encima de la de Earth— ¿Qué es esto?

—¿Me perdonas? —repitió el chico, sonriéndole tiernamente y buscó en la otra bolsa una botella de Soju del sabor original.

—Oh por Dios—Sammy esbozó una sonrisita y se le fue encima, derribándolo en el suelo en un fuerte abrazo.

—Sabía que con esto no ibas a negarme tu perdón—bromeó Earth.

Se sentaron en el suelo en posición de loto para charlar. Estaban en el lobby del edificio, pero no les importó. Aquel lugar era como su casa y todos los conocían a la perfección.

No obstante, alguien hizo de presencia en la entrada principal, y ellos no prestaron atención, porque las personas iban y venían a su antojo.

De pronto, las pisadas del recién llegado se detuvieron detrás de los dos.

Sammy enmudeció y entornó los ojos, a lo que Earth volvió el rostro en dirección a la mirada de su amiga y alzó las cejas al ver a Mile Phakphum.

—¿Se te ofrece algo? —Earth se incorporó del suelo y ayudó a su amiga a hacer lo mismo.

—Estoy buscando a Earth Katsamonnat—respondió y se quitó los lentes de sol.

—¿Quién lo busca? —inquirió Sammy a la defensiva.

—Soy Mile Phakphum—se presentó—y vengo de parte de la GMMTV.

—¿Por qué lo buscas a él en específico? —Sammy se mostró muy desconfiada.

—¿Eres su mánager o algo así? Porque, a menos que lo seas, lo cual lo dudo, hablaré contigo, belleza—repuso Mile con una sonrisa torcida que provocó que las mejillas de ella se tiñeran de rojo.

Earth no podía dejar que más personas lo defendieran o dieran la cara por él cuando claramente no era necesario.

—Yo soy Earth Katsamonnat—añadió en un siseo— ¿para qué me buscas?

Mile lo evaluó con la mirada y asintió.

—Sígueme. Hay una junta en la GMMTV y es necesario que asistas también.

—En ningún momento recibí ningún mensaje sobre esa reunión—sentenció Earth—de ser así, me habrían avisado. Además, tú no formas parte de nuestro proyecto, Mile Phakphum.

—Escucha, yo también recibí una llamada hace una hora, para ser exactos—explicó—y estoy en las mismas que tú. Mi mánager se encuentra en esa empresa y otro sujeto le pidió de favor que yo te buscara aquí para que vayamos a ese encuentro juntos. Lo sé, es extraño.

—Voy a llamarle a mi mánager—afirmó Earth y Mile asintió, abrumado.

Earth le marcó enseguida y esperó impacientemente a que atendiera la llamada.

—¿Hola?

—¿Se puede saber por qué no me has explicado sobre una supuesta reunión en la GMMTV hoy? —le riñó en cuanto escuchó la voz de su mánager.

—Iba a llamarte, pero envié a un chico por ti, su nombre es...

—Sé quién es, gracias—espetó—pero dime, ¿por qué no me llamaste cuanto antes?

—Apenas se está decidiendo. Ven de inmediato.

A Earth no le gustó esas palabras y colgó. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué Win no lo había llamado para avisarle? ¿O no estaba enterado?

Guardó el teléfono y miró al chico con recelo.

—¿Estás seguro que no sabes de qué va todo esto?

—Muy seguro. Lo único que sé con exactitud, es que requieren mi presencia para el nuevo proyecto de la GMMTV y Studio Wabi Sabi.

Earth tuvo un mal presentimiento. Se volvió hacia Sammy.

—¿Está P'New aquí?

—No ha llegado aún.

—Bien, hablaremos después, ¿te parece? Tenía pensado entregarles estos regalos a los chicos, pero creo que lo haré luego. ¿Podrías organizar una reunión para esta noche?

—Claro, cariño. No te preocupes y ve con cuidado.

Como Mile continuaba allí de pie, mirándolos, Earth se sintió incómodo.

—Te irás en tu motocicleta, ¿no?

—Desde luego, ¿y tú?

—Tengo mi coche—esbozó una sonrisa tensa—nos vemos en la GMMTV.

El chico asintió y lo siguió muy de cerca. Earth percibió la mirada de ese extraño joven sobre él de manera insistente, como si lo estuviera escaneando con mucho cuidado.

Sacó su teléfono y le marcó a Win, anhelando escuchar su voz para sentirse seguro y no acosado.

—P'Win—lo saludó efusivamente cuando este contestó.

—Hola, hermoso—bostezó, parecía ser que estaba en su casa porque se escuchaba con flojera.

—¿Te llamaron para ir a la GMMTV?

Earth miró por el rabillo del ojo a Mile, quién se mantuvo a una distancia apropiada hasta que llegaron al estacionamiento.

—No, ¿por qué? Mañana es la prueba de maquillaje.

—Es que a mí me llamaron. Y voy hacia allá.

A través del auricular, se escuchó el movimiento brusco de Win Metawin al levantarse de donde estaba.

—¿De qué hablas?

—No lo sé. Pero es urgente, al parecer—le quitó la alarma al coche y se deslizó al interior, dejando las cosas en el asiento del copiloto y mirando a Mile Phakphum caminar a su motocicleta—además, un chico vino a buscarme, es el que protagonizó KinnPorsche, ¿lo ubicas? Su nombre es Mile Phakphum.

—Qué extraño. De todos modos, también irá para allá, te veo allí, lindo. No te preocupes.

Se despidieron y Earth se puso en marcha. Fue claramente escoltado por ese chico y se puso de mal humor. ¿Qué demonios estaba pasando?

Al cabo de veinte minutos, entraron al estacionamiento de la GMMTV a la par. Earth consiguió escabullirse lo antes posible y corrió en busca de su mánager, el cual lo halló esperándolo en el lobby. Allí estaba también P'New.

—¿Alguien podría ser tan amable de explicarme qué pasa? —espetó, con tono mezquino.

Mile se acercó a ellos y saludó amigablemente a otro sujeto que se encontraba muy cerca de los demás.

—Tú debes ser Earth Katsamonnat—apremió el sujeto en cuanto ya estaban todos, aparentemente reunidos.

—¿Quién es usted?

—Soy el mánager de Mile—señaló al chico—es un placer conocerte. Estoy seguro que se van a llevar muy bien, pese al cambio drástico.

—¿De qué cambio hablan? —Earth palideció.

De repente, escuchó la voz de Kao Noppakao surgir desde la entrada principal, en compañía de su mánager. Earth volteó a verlo y percibió mucha hostilidad de parte del representante de su antiguo compañero de shipp.

Kao se había duchado y puesto una ropa oscura que lo hacía ver más atractivo; pero eso no fue lo que sorprendió a Earth, sino el hecho de que Kao no lo miró ni un segundo, ni si quiera por accidente. Tenía el semblante serio, como cuando recién se conocieron y eran perfectos extraños.

No había rastro del chico con el que estuvo la noche anterior y se despidió esa mañana. Era como si hubiera borrado por completo los recuerdos juntos. Por un lado, podría ser beneficio para ambos, pero por otro, también doloroso, y más para Kao.

Pensó en hablarle, pero sabía que sería ignorado, por lo que se quedó en su sitio sin decir una palabra y bajó la mirada.

—Mi chico ya no estará en este nuevo proyecto—informó el mánager de Kao sin miramientos—y estamos aquí para darle cancelación al contrato.

—¿Qué? —Earth no pudo evitar quedarse callado— ¿Vas a abandonar el personaje?

Y solo hasta ese segundo, Kao lo miró y Earth notó mucha tristeza en sus ojos, pero después de que parpadeara, volvió a estar con expresión pétrea y arrogante.

—Buscaré más oportunidades de trabajo—respondió Kao mecánicamente—ya no me apetece interpretar este personaje.

Entonces la puerta de la sala de juntas se abrió y tanto el CEO de la GMMTV y de Studio Wabi Sabia, les hicieron señas para entrar.

—¿Y quién va a ocupar tu lugar en la serie? —quiso saber Earth, deseando que no dijeran el nombre de la persona que tenía en mente.

—Seré yo—repuso Mile Phakphum detrás de él.



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