Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 30: El guardián de las novelas románticas.

—Bienvenido Tobby, esperé mucho tiempo conocerte.— Susurra un hombre casi en mi nuca, me agacho asustado e inmediatamente me cubro el rostro para que si muero hoy la última imagen que recuerde sea la de mi familia y no la de esa terrible persona.

Él ríe a carcajadas por lo que acabo de hacer y una mujer a su lado también lo imita.

—Eres tan ocurrente como te imaginaba.— Dice con exagerada alegría, tanta que parece falsa. —Voltea, no muerdo, no por ahora.— Me ordena.

Con inseguridad giro mi cabeza hacia donde se encuentra y con mucho miedo abro lentamente mis ojos. Observo como el hombre me mira expectante, es alto y con una larga barba, viste una túnica blanca con sandalias de igual color, varias canas recorren su largo cabello y se nota que es bastante musculoso.

—¿Terminaste de examinarme?— Pregunta pillándome.

—Lo siento.— Me excuso tartamudeando nervioso. —¿Estoy en el cielo?— Suelto de pronto. Pensé que si moría en el cuento simplemente dejaría de existir, nunca pudiera haber imaginado que llegaría hasta aquí.

—Eres un personaje, Tobby. Además, todavía no mueres.

—¿Todavía?— Lo interrumpo.

—Todavía.— Responde. —Si quieres que te sea sincero, esperaba que la escritora atravesara ese portal, nunca imaginé que llegara a sacrificarse por ti. Pero bueno, ya que terminaste aquí, tengo que charlar contigo.— Empieza a caminar hacia un espacio vacío y de la nada aparece allí un escritorio con varias sillas. —Toma asiento.— Me señala.

La que parece ser su secretaria acomoda una silla para que yo me siente en ella así que le agradezco con la cabeza el gesto.

—¿Quién es usted? ¿Cómo sabe mi nombre?— Le pregunto cuando ya estoy más calmado.

—¡Oh cierto! Por la emoción de conocerte olvidé presentarme.— Hace una pausa dramática y al ver mi falta de emoción, continúa: —Soy el guardián de las novelas románticas.

—¿Guardián?

—Chico, ¿tienes algún problema de audición? ¿por qué siempre repites lo que digo? Sí, soy el guardián.— Dice hablando más alto que antes. —Yo me encargo de que en las historias de romance no haya ningún problema o alteración, en otras palabras, que todos los personajes sigan lo que está establecido para ellos. Y como te imaginarás, gracias a ti, mis superiores están muy enojados conmigo. ¿Puedes creerlo?, hasta el rarito encargado de las novelas espirituales le está yendo mejor que a mí. Y todo por tu culpa...

—¿Disculpe? ¿Cómo yo he intervenido en su trabajo?

—¿Eres tonto o te haces? ¿Crees que es muy normal que un personaje de un cuento insignificante interrumpa otra novela y se lleve a los protagonistas a recorrer otras historias? Has cambiado todas las novelas que cruzaste y me das más trabajo cada día.

—Pensé que todo había vuelto a la normalidad...

El guardián pone los ojos en blanco y se levanta de su asiento. —Ven aquí. — Me ordena. Camina hacia una esquina y yo lo sigo obedientemente. Alza su mano y la mueve de un lado a otro lo que hace que aparezca un portal. Observo detenidamente lo que hay en él y veo como Rose camina de un lado a otro preocupada mientras los demás personajes se encuentran inmóviles.

—Se suponía que tu cuento desaparecería cuando volvieras pero gracias a que la escritora se metió en él, sigue activo.— Vuelve a mover su mano y ahora veo el planeta en el cual me separé de Samantha. El portal enfoca a Anastisia golpeando de una patada la entrepierna de Crhistofer cuando éste la intenta amarrar con un cuerda. —También echaste a perder esa historia. La única función de la protagonista era ser sumisa pero ahora solo se la pasa lastimando a su amo.— Pasa su mano frente al portal y ahora muestra la novela medieval de Rose. —Mira a la princesa Merlía. En vez de ser una delicada e inocente princesa como estaba escrito, ahora solo pasa su tiempo persiguiendo a Lord Percival. ¡Ah! y esta es la peor de todas.

Cambia la imagen y ahora veo un escenario con el que estoy familiarizado, la preparatoria. Samantha se encuentra recostada en la casa del árbol y Dylan en la parte de abajo pinta un cuadro. Se ve tan hermosa allí, se siente como que si hubieran pasado mil años desde que la última vez que la vi. Solo quiero abrazarla y decirle que todo estará bien aunque sé que no puedo, estoy lejos de ella. Sin embargo, verla me recuerda cuánto la he extrañado todo este tiempo.

—Tú mismo sabes cuál es el problema ahí. La protagonista se resiste a seguir lo que la autora escribió para ella y Dylan cada vez es menos idiota. Todo está arruinado por tu culpa.

—Lo siento mucho.— Simplemente me limito a decir. No me arrepiento de nada de lo que he hecho pero igual me apeno por hacerle más difícil el trabajo al hombre. —De todas maneras, ¿por qué me trajo aquí? No hay mucho que pueda hacer por usted, como dijo antes, soy solo un personaje insignificante.

—Porque quiero encontrar una solución.— Responde y por primera vez puedo notar sinceridad en su voz. —Pensé que todo acabaría cuando dejaras de existir pero tu noviecita es tan obstinada que va a seguir causándome más problemas, y a ella lamentablemente no la puedo eliminar.

—Déjame verla por última vez, por favor.— Le suplico de repente lleno de lágrimas en los ojos. —Necesito verla antes de dejar de existir.

—¿No entendiste nada de lo que te acabo de decir?— Pregunta como si estuviera hablando con un tonto. —La última vez que te permitieron verla causaste todo este problema, yo nunca dejaré que se encuentren, nunca. Ustedes no están destinados a estar juntos, mientras más se resistan a la idea, más sufrirán.

—Yo la amo, nunca dejaré de hacerlo.

El guardián y su secretaria vuelven a reír pero esta vez sarcásticamente.

—Literalmente conozco todas las historias de romance que existen. He leído sobre la vida de millones de parejas y sus problemas, algunos mucho más fuertes que los tuyos. ¿Qué te hace pensar que el amor que sienten ustedes es especial? Hubo una novela donde los protagonistas se amaron por ¡mil años!, y aún así el escritor hizo que no terminaran juntos. En este mundo hay finales felices y tristes, no puedes cambiar el tuyo, solo acéptalo como el resto de personajes. Tu romance no es más que uno en el montón.

—Somos diferentes...

—Eso es lo que piensan todos. ¿Por qué debería darte la oportunidad de encontrarte de nuevo con ella? ¿qué hay de los otros personajes que han sufrido igual o mucho más que tú? ¿debería dejar que todos tengan finales felices?

—Te probaré que nuestro amor lo vale.— Le aseguro con la poca valentía que tengo.

—Muy bien, tienes cinco minutos para hacerme cambiar de idea.— Dice burlándose de mí.

Trato de pensar en algo para probarle que merecemos estar juntos pero mi cabeza está nublada, no puedo concentrarme con el guardián y su secretaria mirándome fijamente. ¿Cuál es la persona que podría hacerlo cambiar de opinión? Sin duda sería Rose, ¿qué diría ella si estuviera en mi posición?

—Nuestro amor es de dos. No puedo responder nada hasta que no esté conmigo Samantha.— Se acerca violentamente el hombre a golpearme por seguir insistiendo pero su asistente lo detiene y le susurra algo al oído, él duda pero ella le insiste de nuevo.

—Está bien, tú ganas.— Dice ahora en voz alta. —Te dejaré volver a verla.— Truena unos dedos y aparece ella.

—¿Samantha?— Le pregunto nervioso.

—¿Tobby?— Dice comenzando a llorar. —Pensé que nunca te volvería a ver.

—Dejen los saludos para más tarde.— Nos interrumpe el guardián. —Tienen veinticuatro horas para probarme que su amor es diferente al de los demás. Si me convencen, los dejo volver a su cuento juntos, pero si fallan, los elimino a los dos. Al fin de cuentas, puedo hacer que una extra tome tu lugar, Samantha. Estoy cansado de ustedes.

—Muchas gracias por la oportunidad.— Le empiezo a agradecer con una gran sonrisa que hace años no aparecía en mi rostro.

—Y, para hacerlo más divertido,— continúa él ignorándome completamente. —los enviaré a un lugar repleto de historias de amor tan falsas como la suya.

—¿A qué novela?— Pronuncia Samantha.

—Al mundo real.— Responde el guardián.

***

~bananatoxica

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro