Una noche antes:

—¡Rose!, despierta.— Oigo a alguien decir e inmediatamente me irrito, todo el día estuvimos persiguiendo al intruso y no he podido tener mi siesta reparadora de belleza, solo espero que todo esto termine pronto.

Abro un poco los ojos y me encuentro con la silueta de un hombre acercándose a Rose en medio de la noche, definitivamente no es Tobby, él es más alto. Debería levantarme y protegerla pero ¿y si está armado? Prefiero ver qué pasa desde lejos así que finjo seguir durmiendo.

Él se acerca y la mueve un poco, ella se levanta sobresaltada a lo que el hombre le indica que se quede callada. Se quita la capucha, le muestra su rostro y le indica que lo siga, Rose sorprendida le obedece, lo cual es raro porque ella pocas veces se sorprende y muchas menos obedece.

Salen del callejón en el que todos estábamos durmiendo y caminan con dirección al parque. Mi curiosidad hace que me levante a pesar del sueño y los empiezo a seguir desde lejos. El hombre avanza a paso seguro pero Rose lo hace lento, todavía tiene dudas. Llegan a una banca y ahí se detienen así que para que no me vean me escondo detrás de un arbusto lo suficientemente cerca para que escuchar lo que dicen.

—¿Quién eres realmente?— Le pregunta Rose, él se acerca más a la tenue luz del farol y es ahí donde puedo observar de forma detallada su rostro, es el intruso.

—¿No sabes quién soy?— Responde sarcásticamente. —Tú me creaste, eres la escritora de todas estas historias ¿no? Te he estado observando, yo te traje hasta aquí.

—No te recuerdo.— Dice ella aún más confundida. —¿Eres un extra?— Tantea.

—Podría decirse que sí. El asunto es... ¿Un extra de qué mundo?— Le da un tiempo para que ella responda pero Rose no lo hace. —No puedo creer que no nos recuerdes. Te voy a recitar un pedazo de la historia para que refresques tu memoria: "Hace muchos años, en un pueblo lejano, había un niño: Tobbías. Él no era nada especial. Tobbías era un niño como cualquier otro, salvo claro por sus ojos miel y gran cantidad de pecas."

Rose lo mira asustada y temblando pronuncia: —¿Vienes de un cuento mío?

—¡Hasta que por fin recuerdas!— Habla mientras aplaude burlonamente. —Vengo de tu primer y único cuento, el que hiciste cuando eras niña.

—¿Por qué estás aquí?— Tartamudea ella.

—Estaba buscando a mi hermano.

—¿Tobby? ¿Es él tu hermano?

—¿Estuviste tanto tiempo a su lado y no lo reconociste? Eres una mala escritora.

—Había olvidado la existencia de su historia, hace ya muchos años la escribí.

—En eso tienes razón, nos olvidaste. Olvidaste que creaste a un niño inocente y lo hiciste que por primera vez amara para que luego mataras a su único amor. Pero bueno, no vine a hablar del pasado, solo quiero llevarme a mi hermano.

—Todavía no entiendo. ¿Cómo es que vino en Tobby en primer lugar?

—Por amor, pero tengo que llevarlo a nuestra historia, desde que él se fue todos empezaron a actuar raro hasta que nuestro mundo se detuvo completamente, solo yo sobreviví.

—No creo que quiera irse allí, a él le gusta Samantha...— Él intruso niega con la cabeza y la interrumpe.

—¿Acaso no ves lo urgente que es que regresemos?— Levanta su manga y le enseña su brazo, no tiene una mano. —Estoy desapareciendo, Rose. Cuando me di cuenta que mi hermano no estaba lo busqué como loco por todas partes. Crucé varios portales hasta que llegué a tu última historia, me alegré de encontrarlo pero sabía que si revelaba mi identidad y quién era él, Tobbías no querría regresar conmigo a pesar del peligro, ama demasiado a Becca.

—Si los personajes pasan mucho tiempo fuera de su historia, desaparecen...— Concluye ella finalmente. —¿Y por qué todavía no le pasa nada a Tobby?

—Creo que es porque no ha viajado por tantos portales como yo pero de lo que sí estoy seguro es que si seguimos fuera todos nosotros desapareceremos. Iba a llevarme a Tobby pero fue secuestrado, voy a encontrarlo y me lo llevaré, cuida que Samantha no se le acerque.

—Van a sufrir.— Señala Rose todavía reacia a aceptar la idea.

—Lo sé. Van a sufrir y probablemente nos odien, pero lo hago por su bien.

El hermano de Tobby se va sin despedirse y desaparece lentamente en la noche. Retrocedo para llegar primero al callejón y Rose no sospeche de mí pero ella es más astuta.

—Sal de ahí Dylan. Sí noté que escuchaste todo, ¿cómo pretendías esconderte en un arbusto sin hojas?

Me levanto avergonzado y comenzamos a caminar hacia donde está ahora solo Samantha durmiendo.

—¿En serio vas a separarlos? No es que me importen pero se ve que realmente se aman.

—Oíste lo que dijo. Lo hacemos por su bien.

La noche del baile:

Mientras Tobby se baña alguien toca la puerta. —¿Qué quieres?— Le pregunto bruscamente.

—Ayúdame.— Dice Rose como si fuera mi obligación hacerlo.

—¿Por qué lo haría?

—Porque si Samantha no vuelve a la historia contigo, toda la novela se detendrá y desaparecerán.— Asiento ante su respuesta poniendo los ojos en blanco, odio que Rose siempre tenga la razón. —Durante el baile, el hermano de Tobby interrumpirá la escena y abriremos el portal, me iré con ellos al cuento y tú debes impedir que Samantha nos siga. ¿Está bien?— Pregunta explicándomelo como si fuera un niño de kínder.

—¿Y luego?

—Tienes que asegurarte de que los dos vuelvan a su historia. Es el último favor que te pido, cuando los dos regresen por fin todo volverá a la normalidad y olvidarán todo lo que ha pasado. Quieres eso, ¿no?

Le respondería que en realidad me gusta pasar tiempo con ellos y que lo mejor que me pudo pasar en la vida fue tenerlos de amigos pero callo, no puedo arruinar mi imagen de badboy.

—Sí.

Tobby jala el seguro de la puerta del baño así que Rose se va apurada.

—¿Entre salvar a miles de personas desconocidas o quedarte con la persona que amas que elegirías?— Le pregunto cuando sale.

—Salvaría a las personas y luego moriría, no podría vivir sin la persona que amo. Sin ella, ¿qué sentido tendría mi vida?

Con cada palabra que pronuncia se me rompe el corazón, solo espero que no hable en serio y sea feliz en su historia, se lo merece.

Otra vez tocan la puerta y más molesto que antes pregunto: —¿Qué quieres ahora?— Realmente pensaba que era Rose pero es Samantha.

—Avanza inútil, ¿no puedes hacer ni una cosa bien?— Responde con mi mismo tono. Tobby se disculpa por la demora, abro la puerta para que ella lo vea y es en sus ojos que veo cuanto Samantha lo ama. 

Así pasemos miles de vidas juntos en la novela, sé que jamás me mirará así.

Bajo por las escaleras después que ellos lo hacen y noto a lo lejos que Rose y el intruso están murmurando disimuladamente entre ellos. Llego a la mesa principal y tomo de un solo trago una copa de vino, la necesitaré para lo que resta de la noche.

Tobby y Samantha bailan un rato tropezándose tan torpemente que tengo que aguantarme una carcajada. Me acerco para conversar con ellos pero ella se cae y deciden irse de la fiesta.

—¿Dónde están?— Me pregunta Rose terminar de hablar con el intruso.

—Salieron hace un rato.

—Ve tras ellos.— Me ordena preocupada. —No pueden estar mucho tiempo solos.— Muy a mi pesar obedezco y me dirijo a la playa en su búsqueda.

—¿Y si huimos?— Escucho que le pregunta Samantha a Tobby. Debería interrumpirlos e impedir que lo hagan pero no puedo, en lo más profundo de mi corazón quiero que sigan juntos. Camino de nuevo hacia la fiesta y es grande mi lamento cuando Tobby llega conmigo. Trato de detenerlo pero Rose lo llama antes de que pueda alcanzarlo.

Christofer Gray aparece en el balcón para dar un anuncio y es ahí cuando lo interrumpe el intruso. Se abre un gran portal en la pared y Rose junto con el hermano de Tobby lo empujan  dentro de él.

Samantha grita desgarradamente y como nadie la escucha se acerca al portal. Aunque todavía estoy un poco aturdido, regreso a mis sentidos y la agarro de los hombros, me da varios golpes en el pecho pero no la suelto, si cruza ese portal desaparecerá.

—Dylan, por favor déjame ir con ellos.— Suplica tan desesperadamente que me sale una lágrima.

—Tenemos que regresar a nuestra novela.— Solo atino a decir.

***

~bananatoxica