—Mira quién tenemos aquí. La nueva ratón de biblioteca.— Dice Alisson, la chica más popular del instituto, mirando con desprecio a Samantha cuando pasa. Los demás en la mesa nos reímos por su broma excepto Dylan que está muy concentrado jugando con su balón de soccer. Ella al ver que éste no reacciona se levanta hasta donde está y se sienta en su regazo.—Bebé, ¿estás molesto?—Le pregunta haciendo un puchero.

Dylan la aparta abruptamente y ella simplemente sonríe hacia los presentes incómoda. 

Samantha sigue su camino pero se ve interrumpida por Alisson que ahora molesta, la empuja y tira su bandeja al suelo.

—Eres un estorbo.—Le grita frente a todos y sale de la cafetería.

Yo también trato de levantarme para ayudar a la chica en apuros pero en eso un sonido parecido al pasar de una página de un libro resuena en toda la cafetería y en un abrir de cerrar de ojos aparecemos en el salón.

Miro a mi alrededor. Todos en mi grupo, que por lo visto no puedo recordar sus nombres, siguen conversando como si nada hubiera pasado.

¿Qué está sucediendo?

Busco mi celular en mis bolsillos y mochila, después de unos minutos me doy cuenta que no tengo uno, ¿qué adolescente normal no tiene?

—¿Qué hora es?—Le pregunto al chico sentado a mi costado.

—Las 11:30.—Contesta. 

—Oh, eso está bien.—Digo sintiéndome ahora más aliviado.

—Del día jueves.—Termina añadiendo.

—¿Qué? La última vez que recuerdo era lunes.

Él se ríe, escucho el extraño sonido nuevamente y sigue con su examen. ¿Examen? Observo la hoja frente mío y encuentro que está resuelta pero con respuestas totalmente equivocadas. ¿Por qué contestaría que la capital de Estados Unidos es México? No soy tan bruto. Trato de corregirla pero la maestra anuncia el fin del examen y los primeros de cada columna los recogen.

Otra vez resuena el mismo sonido. Ahora estamos todos en el campo de deporte, esta clase me toca los martes. Empiezo a hiperventilar, ¿me estoy volviendo loco? ¿es esto alguna clase de deja-vú o algo así? Trato de calmarme, con la tecnología y los avances ahora el tiempo pasa cada vez más rápido, sí, eso tiene que ser. Hoy los días pasan volando.

El sonido de unas fuertes risas interrumpen mis delirios y me doy cuenta que yo también estoy riendo con ellos. Alisson acaba de tirar un balón de básquet contra Samantha y ella yace en el suelo adolorida. 

Pobre chica. Ella se va corriendo, tropieza con sus pies, nos seguimos riendo y luego desaparece. 

Me acerco a Alisson y le pregunto:

—¿Por qué eres tan malvada con Samantha? ¿Te hizo algo?

Ella voltea hacia donde estoy y me mira confundida. —No, es porque es una nerd invisible.

—Eso no tiene ningún sentido.—Le respondo.— Ella es incluso mucho más hermosa que tú y se parece a Barbara Palvin pero bajita. Tú solo eres una chica rubia oxigenada más y con un horrible carácter de por medio.

—¡Eres un cretino!—Chilla y se va a conversar con su grupo de porristas.

Nos reunimos todos los hombres en un círculo, el entrenador nos da algunas instrucciones junto al capitán del equipo, Dylan y empieza el partido de fútbol. Él destaca sobre todos los demás y termina anotando todos los puntos.

—¡Fiesta hoy en mi casa!- Grita al finalizar el partido.

—¿Va a hacer una fiesta un día entre semana? ¿Acaso no tiene padres?—Comento con alguien mientras vamos de camino a los vestidores.

—Sus padres son multimillonarios, siempre están viajando así que no hay problema.—Responde.

—Qué afortunado, si fuera él no andaría tan amargado.—Digo suspirando celoso.—Mis padres...—Me detengo en seco.—No recuerdo a mis padres.—Fuerzo a mi mente a conseguir momentos de mi niñez pero nada consigo, no tengo idea ni de donde vivo o quiénes me dieron la vida.

Sigo caminando como si una fuerza me empujara a hacerlo y llego hasta donde esta Dylan. Parece que soy parte de su grupo porque empiezan a conversar sobre con cuántas chicas se acostaron en la anterior fiesta y nadie me echa. 

—¿Y tú?— Le pregunta Dylan al chico que está a su costado, creo que se llama Liam.

—No me acosté con nadie.—Responde sincero.—Sabes que todavía estoy un poco dolido por la ruptura con Tessa.

Todos nos burlamos por lo que acaba de decir aunque creo que yo tampoco me acosté con nadie esa noche.

—Ya lo sabía, por eso estoy haciendo esta fiesta.—Explica Dylan.—Voy a invitar a toda clase de chicas para que puedas escoger libremente a una de ellas. No puedo seguir viéndote así.

Luego todos nos vamos a las duchas y puedo obtener una visión completa del esculpido cuerpo de Dylan. Su espalda es musculosa y varios tatuajes la cubren, es alto con largas piernas y sus ojos azules son hipnotizantes. En resumen, es un dios griego. Golpeo mi rostro mentalmente, ¿qué tonterías estoy pensando? 

Salgo de los vestidores y me dirijo corriendo a la enfermería, definitivamente estoy volviéndome loco. En mi camino, se abre una brecha en los cielos y luces la rodean. La quedo ensimismado mirando y de pronto sale un dragón de ella. Me agacho asustado para que no me alcance pero las demás personas que pasan a mi alrededor no lo hacen.

—¡Cuidado!—Le grito a alguien señalando a la bestia que acaba de salir por lo que parece ser un portal. El joven también mira hacia donde le indico, me observa como si estuviera demente y sigue con su camino. Les aviso a las demás personas pero nadie me hace caso, nadie está viendo lo mismo que yo.

Me froto los ojos nuevamente, ahora no solo pierdo recuerdos sino también veo alucinaciones.

Decido finalmente ignorar al dragón que sigue volando por el cielo y vuelvo en mi camino hacia la enfermería, hasta que veo a lo lejos una mujer adulta que se detiene y lo sigue con la mirada todo el trayecto.

—¡Espere!—Le grito, pero entonces el sonido de la página cambiándose suena otra vez.

Hola, espero que te haya gustado el primer capítulo de EXTRAordinario. Actualizaré todos los domingos por el momento y cuando salga de vacaciones, interdiario.

¿Qué te está pareciendo hasta el momento?

Con amor,

~bananatoxica