
cuatro.
salí de mi casa, de este apartamentucho.
me esperabas ahí afuera.
sabías que no te diría nada,
sabía que me seguirías hasta abajo.
—katsuki, ¿podrías escucharme? —dice.
yo negué con mi cabeza.
—las cosas cambiaron, yo cambié —acota.
—tú no cambiaste —murmuré.
y te interrumpí rápidamente.
—te obligaron a hacerlo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro