Nuestro pequeño protagonista caminaba por las afueras de Snowdin, haciendo sus puzzles, o eso es lo que cree su hermano. En realidad estaba con el homicida, pasando el rato, haciendo ejercicio y tal.

Bueno, Blue era el único que lo hacía, Dust sólo estaba tirado en el suelo.

— ¡Vamos, Dust! ¡Haz algo! —exclamó el esqueleto chico. El nombrado lo ignoro por completo-. Uhg, holgazan.

—¿Qué quieres que te diga? Así soy. —rio flojo.

El pequeño veía las cuencas cansadas y la actitud tan perezosa -más de lo normal- de su novio.

¿Qué le sucedía?

— ¿Te ocurre algo, polvito? —pregunta nuestro protagonista preocupado.

—No.

—¿No me estas mintiendo?

—Para nada. —responde—. He tenido mucho sueño últimamente, lo normal, ya sabes.

No le creía, pero se lo dejaría pasar esta vez.

Veía que poco a poco el Sol se estaba yendo, dejando ver el brillo lunar. Tenía que irse, Papyrus se preocuparía si no lo encontrara en su hogar. Podía ir junto con el homicida, pero su hermano no estaba enterado de su relación, más que solamente dos esqueletos:

Error y Horror.

Al primer mencionado le tenía confianza, al segundo igual, pero no la suficiente. Tardó varios días en tranquilizar a su amado y quitarle aquellos pensamientos sanguinarios de querer matar al portador de la hacha por enterarse de algo que no debía.

—Polvito, me tengo que ir. —dice—. Ya es de noche y ya sabes como se pone Papy. ¡Nos vemos, Mwehehe!

—Si, adiós.

Mira como su pequeño le da un beso en el pómulo izquierdo y se retira de ahí alegre.

Ahora él tenía que irse a su Universo, cansado y frustrado por eso, abre un portal y se va.

No quería dormir, y menos que el arándano no estaba a su lado. En los últimos días había tenido pesadillas y Flashback que le daban pánico recordar.

Cosas que no soportaba de su pasado. Pero aún así las llevaría cargando en su espalda por siempre.

El Sans de UnderSwap es el único que le puede llegar a tranquilizar. Sin embargo, hoy no esta. Tendrá que aprender a como guardar la calma sin destruir nada ni gritar.

Sonrió flojo al ver su cama, desordenada al igual que su cuarto.

Sólo esperaba no acabar llorando esta vez.

[...]

No podía dormir, estaba angustiado, nervioso. Quería que él estuviera a su lado, pero no era posible, de seguro ya debe de estar dormido y sólo ira a molestar. No quería eso.

Ya le habían contado una historia -o cuento- y su hermano ya estaba dormido. No despertará en un buen rato. No era lo mismo que su novio le narrará historias sanguíneas y llenas de suspenso, de las cuales, le gustaba, aunque lo negara.

¿Qué? ¡Son interesantes!

Quizá podía devolverle el favor leyendo le algo que le gustará a él. Pero no hoy, sino mañana, tal vez si iba así como así, se molestaría, ¡o incluso peor! ¡Podría enojarse con él!

Repito; no quería eso.

¡Le leería el mejor libro de terror de todos! ¡De eso estaba seguro!

Con la oscuridad inundando su habitación se durmió, agotado por el día tan pesado que había tenido.

. . .

Soltó un largo bostezo, se tallo una cuenca para luego darse cuenta que se había despertado junto al Sol. Sonrió.

Ordenó y limpió toda su habitación, sin dejar un pequeño lugar sin dejar. Bajo directo a la cocina, sacó los platos y utensilios y los dejó en la mesa. Hizo unos cuantos tacos.
Fue con el esqueleto más alto, se adentró a su cuarto y saltó encima de este.

—¡Hermano, levantate! —exclamó. El contrario soltó un quejido.

Él se fijó en la hora, confundido voltea a ver al arándano. —Bro', son las cinco y media.

— ¡eS TARDE! —dijo, o más bien gritó. El fumador sólo se puso la almohada en la cabeza, tratando de ignorarlo—. Ahg, te pareces tanto a él.

—¿Quién? —interrogó.

—Uh... ¡M-me tengo que ir! El desayuno esta en la mesa, ¡adiós! —se excusó con rapidez, y antes de que su "bro " dijera algo más, se fue de ahí.

¡Casi lo descubre! ¿Por qué tiene que ser tan descuidado con sus palabras?

Abrió la puerta y la cerró tras de si, hoy tendría una práctica con Alphys. Cada vez estaba mejorando, aunque, sentía que progresa más con el asesino.

¿Acaso su amiga no lo veía lo suficientemente capaz de ser fuerte? Al parecer no.

Sacude su cráneo borrando aquellos pensamientos negativos y se dirigió a la casa de la lagartija.

[...]

Despertó exaltado, otra vez. Odiaba despertar así. Ya se le hizo costumbre gritar y llorar cada maldita mañana. De nuevo siendo torturado y acusado por lo que hizo.

Pero... ¿Valía la pena pensar y arrepentirse de aquello?

Lo hecho, hecho esta.

Bajo a la cocina, comiendo lo primero que había en el refrigerador; un paquete de galletas de chocolate y un jugo de uva.

—Algo es algo. —dijo.

Hoy tendría una reunión con sus "amigos ", sobre que universos destruir y aque gente matar.
No estaba de humor para verlos y mucho menos soportar sus estupideces. Tal vez la única razón por la que iba es por Cross.

Aquel esqueleto le estaba tomando un cariño especial, lo quería y viceversa. Ambos tenían el sufrimiento en sus espaldas por tener a un “fantasma ” que les recordaba sus errores y miedos, alguien que les atormentaba por siempre.

Se entendían perfectamente.

Aunque el pobre sufría de amor, pues el Rey de las pesadillas lo odia tanto, lo maltrata tanto física como mentalmente.

Lo insulta y golpea. Y él tan sólo se deja.

No le gustaba como lo trataba.

Todos los días veía a Cross llorar en silencio. Se acercaba a este y le abrazaba.

Pobre chico.

También sufre de pesadillas al igual que él. Sólo que eran diferentes; Cross de desamor y Dust de matar al arándano.

Tiene pánico de encontrar algún día a Blue cubierto de sangre y polvo, y que este sea el culpable.

No soportaría eso.

Tanto le dolió haber ocasionado la muerte de su propio hermano para que luego ocasione la de su novio.

No podía pensar más en aquello.

Blue le recuerda tanto a Papyrus, y perderlo sería igual a darse a sí mismo una apuñalada.

Si lo pierde, muere.

Y aunque su amado le insista que eso no pasara, sigue teniendo miedo, terror.

Ya tuvo suficiente con lastimar su pequeño cuerpo la primera vez que lo vio. Todos los días tenía un nuevo rasguño y golpes ocasionados por el asesino. Lo insultaba.

¿Ahora? Besa cada golpe, creyendo por un momento que así sanaran sus heridas, pero nunca pasa.

Vaya ingenuo.

Sintió una presencia detrás suyo, para luego recibir un hueso en su cráneo.

—Idiota.

—Estúpido.

Era Error!Sans, venía cubierto de polvo y sangre. Si que no perdía el tiempo.

—El de menstruación negra te llama. —dijo—. Dice que quiere hablar contigo sobre lo pendejo que estas y no sé que más.

—¿Sólo para eso viniste? Vaya perdida de tiempo.

—Lo sé, lo sé. Ahora mueve tu culo gordo, no tengo todo el día.

—¿Por qué, eh? ¿Vas a ver a Ink?

—No lo invoques, ¿quieres? El imbécil anda de insoportable. —abre un portal directo a HorrorTale—. ¿Qué esperas, una nalgada en el trasero o que?

[N/A: Frase sacada por: TiaSusurros
Espero que no te moleste que la haya puesto aquí <333]

El esquizofrénico río sarcástico. Camino a paso lento al portal, y le pregunto al contrario si iba a entrar. Él niega.

—Tengo cosas más importantes que hacer, ya te lo dije, imbécil. —dijo.

Sentía el miedo con sólo poner un pie en aquel universo. Suspiro agotado y comenzó su caminar. No le preocupaba que le ataquen, pues sabía que tanto daño no podían hacerle. Al haber dado algunos pasos, Nightmare apareció. Podía observar la negatividad que le rodeaba.

Sentía que... algo malo iba a ocurrir.

Y eso involucraba a Blue.

. . .

[...]

El menor veía aterrado a su amado, ¿por qué le pasaba esto?

En sus cuencas salieron pequeñas lagrimitas, tocó con miedo sus costillas, como si temiera a que se rompieran. Acaricia su pómulo, tiene un rasguño algo profundo. Lo besa.

—Estoy bien. —dijo.

No le creía. Algo le paso, y no quería decirle.

¡Ya no era niño!

Busco entre los muebles vendas y curitas, dispuesto a curar sus heridas. Lo hacía con cuidado. No quería hacer algo indebido.

—No tienes porque hacerlo, enserio.

Lo ignoro.

Tardó en sanar los golpes que tenía en su cuerpo, pero no dejaría ninguno sin ver.

—¿P-por qué?

—Se enteró de lo nuestro. —dijo tranquilo—. No le agradó nada.

No supo que más decir, tan sólo le abrazó. Observó que su amado tenía ojeras (¿cómo? No lo sé), se veía cansado y agotado.

¿Acaso... no dormía?

Se apartó y saco el libro que tenía por ahí; Lugares obscuros. Estaba seguro que su amado le gustaría.

—Me he dado cuenta que no duermes, algo te sucede y no me gusta que me ocultes las cosas, Dust. —dijo, observando la portada del libro—. Tu siempre me lees un cuento, ahora me toca a mi leerte uno.

—No es necesario.

-¡Claro que lo es! Vamos a tu habitación, polvito.

Dust rodó los "ojos ", harto. ¿Por qué le preocupaba? Él debería estar preocupado por su arándano, el "pulpo " podría hacerle daño.

Ya ambos adentro del cuarto del mayor, Blue se sentó en una silla de madera, cerca de la cama de su novio. Sin embargo, este le abraza y se lo lleva a la cama.

-No necesito un estúpido libro para dormir.

-Vamos, polvito. Al menos déjame leerte esta vez.

No podría decirle que no.

-Un libro para dormir, bien. -dice.

Al menos podría dormir abrazado a este mientras le leía.

Y, con suerte, no tendría una pesadilla, pues él estaba a su lado.

Aprovecharía esto, le dio un corto beso al menor y se acostó. No tardó en dormirse y darse cuenta que tenía al de pañuelo celeste entre sus brazos.

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Capítulo largo por la espera uwu

Espero que les haya gustado, y que no les haya aburrido.

Bai, los amo ❀