Hace poco se retiró. El lugar tenía un silencio fantasmal, con una lluvia azotando el techo con furia. Golpeteaba sus esqueléticos dedos en la mesa polvorienta, como si estuviera tocando el piano. Cuencas cansadas y respiración agitada.

Desde que Blue llegó a su vida, el sitio, su universo, era más... armonioso. Había pasado mucho tiempo con el arándano que se acostumbró al ruido y a las risas. Y eso le disgustaba y al mismo tiempo no. Blue llegó a su vida de golpe, y no se arrepiente del no secuestro que cometió.

Y ahora que no estaba, tenía miedo. Era un miedo que sólo una vez experimentó antes. La vez que Papyrus, su hermano, murió en sus propias manos. Aquel miedo cuando sientes la muerte de un ser querido.

Tenía una leve sospecha de algo. Podría ir con su amado y verificar si se encuentra bien, pero eso sería imprudente. Blue y su hermano aún no resuelven las disputas que tienen en casa. Además, una vez fue sin consentimiento del menor y no resultó bien. Un buen chichón conservo ese día.

Dust cree que estará bien sin él, al menos unas horas. Luego en la noche iría a verlo.

Han estado lejos en situaciones peores, no entiende cómo esta puede ser diferente.

Salió de su hogar, con un recuerdo bonito junto a su bebé. Recuerda cuando le permitió entrar tímidamente a su casa, a su vida. Dust sabía que era alguien inestable y con problemas severos. Dejar entrar a alguien que al principio era un extraño no le agradaba. Claro que en ese momento podía matarlo y nadie se daría cuenta. Y lo intentó, pero era rápido. Falló. Fallo porque no quería matarlo y, encima, el mocoso era veloz. Algo que a Dust le interesaba.

Aunque como también había recuerdos buenos, también había recuerdos malos; su primera discusión, que ahora lo cree algo estúpido; la vez que lo golpeó, pues era una orden de Nightmare hacerlo sufrir por los planes frustrados; y demás cosas que si piensa bien, eran algo estúpidas.

Cosas estúpidas que ahora odia.

Saber si Blue aún lo quiere es algo que le tranquiliza todos los días. Le calma oír un “te amo” de parte suya. A pesar de los comentarios de los demás, sus peleas, todo, siguen juntos. Dust sigue sin comprender.

Hace diez minutos salió de su casa y ahora visitaba el tercer universo. Se dio cuenta de eso cuando unos niños le arrojaron una bola de nieve, creyendo que era otro forastero cualquiera. Y al darse cuenta que era Dust, se vieron tan pálidos como la propia nieve con la que jugaban y a ponerse nerviosos, pues lo conocían, de hecho, la mayoría de Au's sabían quién era Dust (y los comentarios hacia su persona no eran nada agradables).

Estaba a punto de invocar un hueso y atravesar su alma. Sin embargo, Blue le dijo que en una situación igual o similar, contara hasta diez.

—Polvito, cuenta del uno al diez —le dijo y luego le agarró la mano.

—O mejor hasta cien —rio Fell.

Abrió un portal y se fue. No quería problemas, el cuerpo lo tenía flojo y cansado. Suponía que se debía al poco cuidado y desinterés de su bienestar. Si Blue supiera con exactitud todo lo relacionado a su salud, lo regañaría hasta aburrirse. Blue es alguien cuidadoso (sólo cuando se lo propone), y le agrada que todos los que quiere estén bien. Por eso mismo trata de no mencionar mucho de su estado físico (porque es bastante deplorable). Prefiere que Blue lo descubra de a poco. Su esquizofrenia, la matanza de su universo por él mismo, su pasado desastroso, inseguridades, todo eso fue descubierto por Blue (y una que otra ayuda). Amigos o no, novios o no, esposos o no, seguía siendo reservado. O tímido, como prefería decirle Blue. Odia que le digan que es tímido. Blue lo sabe, y lo dice más seguido sólo para verlo molesto. Según el más bajo, es lindo enojado.

Ahora se encontraba en OuterTale. En donde ambos habían tenido su segunda cita. Su primera cita fue en UnderSwap a escondidas de todos. Habían comido de todo un poco de lo que había preparado Blue. Para desgracia del asesino, escoger una comida era como una pequeña aventura y un juego horrible de azar. Cualquier comida o postre que eligiera podría estar sabroso o espantoso. Tampoco podía guiarse de la presentación de los alimentos, ya se confió una vez antes, no dejaría que volviera a pasar, pues la última terminó vomitando todo hasta quedarse como un esqueleto, ¿entienden? Ok, me dejo de idioteces.

Volteó a ver el cielo estrellado. Y al hacer eso, se percató de la presencia de Ink y Error, ambos peleando sin llegar a la violencia. Algo así como una pelea amistosa.

Ya tengo con qué molestarlo, pensó Dust. Sacó su celular y les tomó algunas fotos.

De pronto, recordó que, en la segunda cita que tuvieron, el arándano había grabado en una piedra de allí sus iniciales junto con un corazón. Corrió a donde estaba, esperanzado que aún estuviera allí. Y sí, las letras seguían grabadas en ese pedazo de piedra, un poco desgastado todo:

D×B
♡

Sonrió involuntariamente. Escuchó una risa llena de burla.

—Vaya, el temible Dust sonriendo. Qué patético

—Cállate, idiota —replicó—. ¿Y tú novio?

—No es mi novio —se sonrojó y Dust rio.

Entre insultos y chistes malos supo que entre ellos aún no había una relación formal, que estaban trabajando en eso. Se despidió del esqueleto azabache y abrió un portal a su universo.

Pensó que no había salido mucho, grande fue su sorpresa que estuvo casi toda la tarde fuera. Era de noche y no quería dormir, ¿de qué servía? Era raro que durmiera bien y si ocurría siempre era a lado de Blue. Pero él no estaba.
Tenía que ingeniárselas él solo.

Abrió el frigorífico¹ y agarró un pastelito y un refresco de cola. Comió de camino al lecho todo desordenado y polvoriento. Entre los dos, Blue era el más ordenado.

Se acostó y cerró sus cuencas, pero no durmió. Espero cinco minutos para ver si le agarraba el sueño. Sin embargo, no fue así. De hecho, todo lo contrario, estaba intrigado, asustado y nervioso. Esperaba que la gran caminata que había hecho funcionara, y no fue así.

Suspiró agotado. Pensó que no estaría mal visitar al arándano. Era de noche y lo más probable es que todos estén durmiendo. Abrió un portal y se retiró.

Creía que estaba en Snowdin, pues estaba todo desolado, ninguna alma vagaba por allí. El ambiente se le hacía tan familiar. Camino un poco más y se puso el gorro de la chaqueta, por si alguien lo reconociera, aunque lo dudaba.

Se fijó en la casa de los hermanos Swap, luces apagadas y en la entrada había una mancha de sangre. Se teletransportó a la habitación de Blue. No había nadie, la cama estaba perfectamente tendida, todo en orden.

Salió del hogar y caminó un poco más. Se topó con algo, algo azul. Lo agarró con las cuencas llorosas. La pañoleta de Blue.

En serio que no quería pensar en eso. No quería pensar que algo malo había pasado con su pequeño. Corrió lo más rápido a la Sala del Juicio. Y mientras más se acercaba, más oía los estruendos de una batalla.

Al entrar, vio a la peor criatura. Honey luchaba por permanecer vivo, tan siquiera en una pieza. Y luego, con sólo parpadear, Honey había muerto enfrente de sus ojos. El mayor lo había salvado, pues el/la genocid× lo había visto quiso acabarlo. Dust agarró con más fuerza la pañoleta de su difunto amado. Lo amarró a su cuello y sacó su cuchillo, aún con los ojos llorosos. No podía, no debía. Blue comentaba seguido que la venganza era mala, y se sentía mal no obedecerle en eso pero era algo que no podía cambiar.

—¿Estás listo?

Y ahora, ¿de nuevo estaba en el bucle infinito de antes que tanto le costó salir?

—Despierta —hizo una pausa—. Despierta, polvito.

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✒ Último capítulo. El siguiente será el epílogo.

Lo sé, soy muy culera por Dejarlos tanto tiempo sin cap. Dudo que haya alguien aquí, bue

Insultenme, matenme, quenmeme, hagan todo lo que quieran me lo merezco.

Lo siento tanto. No diré que me tarde por causa de la escuela, estaría mintiendo (lo que sí es que he tenido exámenes orales, y AHHH me caga eso) . Simplemente no sabía cómo seguirle

Ahora si epílogo será más pronto. Repito, lamento tanto la terrible tardanza.

So... ¿Creen que será final feliz o triste? ☻

Los amo, chau ♡♡✿✿

Frigorífico¹: También denominado heladera, refrigerador o nevera.

【EDIT ;; 16/01/2022 】