Jungkook.

Siempre solía ser el último miembro del equipo en ducharse y esto no era casualidad, me gustaba la privacidad y no era fan de tener varias miradas sobre mí mientras me baño.

Por esta razón, retengo un gruñido cuando oigo pasos acercarse y reconozco a Taehyung en la entrada de las duchas. Sus ojos se pasearon por mi cuerpo desnudo y mojado, el agua cayendo sobre mi cabello como si fuera lluvia.

_¿Se te perdió algo? _Levanté una ceja.

Taehyung giró su cabeza avergonzado.

_L-lo siento, yo sólo...

_Cierra la boca y que ni se te ocurra mirarme _Le advertí.

Taehyung asintió varias veces con la cabeza y tembloroso, se deshizo de su ropa húmeda por el sudor.

Decidí ignorarlo y seguir frotándome con el jabón mientras Taehyung se ubicaba en la ducha junto a mí y dejaba el agua caer.

Cerré mis ojos unos segundos e intenté seguir como si él no estuviera allí, pero era imposible.

De nuevo sentía aquellos instintos de los que me avergonzaba.

Deseaba verlo desnudo, a él, a un puto chico.

Joder, ¿por qué tenía que ser así? Me odiaba y a mi estupida mente a la cual le parecía entretenido pensar que los chicos eran igual de atractivos que las mujeres.

Bueno, mirarlo un instante no me convierte en gay, ¿no?

Algo indeciso abrí mis ojos y disimuladamente observé a Taehyung pasando las manos por su cuerpo delgado y con un tono acanelado. Me sorprendí al reconocer que se veía muy bien sin los lentes.

Muy bien, hasta podría considerarlo guapo.

Sin embargo, no fue eso lo que llamó mi atención sino lo que tenía debajo.

Ay, madre santa.

Agradecía que Taehyung estaba distraído lavándose el cabello y no pudo notar mi expresión de sorpresa al ver el tamaño de su miembro.

Era el más enorme que había visto contando los vídeos porno. Era tres veces más grande que el mío y de pronto me sentí avergonzado al creer que mi propia veribilidad era considerada promedio.

Y lo peor es que ni siquiera estaba completamente erecta.

Me preguntaba que se sentiría tener entre las manos una cosa así o mejor aún, tenerla en mi boca.

Carajo, ¿qué estaba pensando? ¿En serio me estaba imaginado a mi mismo arrodillándome y dándole una mamada a Taehyung?

Si que estaba mal.

Taehyung volteó hacía mí cuando sintió mis ojos puestos en él.

_¿Qué te he dicho de mirarme? _Endurecí mi rostro.

_L-lo siento, capitán _Balbuceó y corrió la cabeza hacía otro lado.

No me quedó otra más que salir de la ducha, enrollarme con una toalla e irme, porque me era inevitable que mi mirada no cayera en el pene extragrande de Taehyung.

Estaba indeciso,  por un lado me sentí mal al desear tener un pene así de grande y por el otro, me sentía peor al desear aún más tenerlo dentro de mí.