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Entonces, ¿Alguna idea de que nombres quieres ponerles a los mellizos?

TaeHyung echa la cabeza hacia atrás, suspirando con rendición, algo cansado, aunque prácticamente no haya hecho nada, pues sus tobillos hinchados y su dolor de espalda se lo impedía, pero en definitiva, agradece la iniciativa de su novio. Al menos los malestares de la creación del lazo entre ambos cesó, porque era como tener un gran e insoportable resfriado.

ㅡNo lo sé, no he pensado aún en eso.ㅡadmite reincoporándose en el acto, mientras JungKook le acomoda unas grandes almohadas en el espaldar de la cama para mayor comodidad.ㅡPero... Me gustaría que aportaras también.

ㅡEstá bien.ㅡtermina por ceder, abriéndose un espacio junto a su omega, para dialogar más ameno.ㅡTú eres coreano, yo soy Australiano, primero debemos acordarlo de acuerdo a nuestras nacionalidades.

ㅡSi van a nacer aquí, es lógico que quiero nombres coreanos para mis cachorros.

ㅡPero yo quiero que mis hijos también estén conscientes de sus raíces australianas.

ㅡUgh, esto es más difícil de lo que pensé.

El omega frunce el entrecejo y se cruza de brazos, esperando una respuesta por parte del alfa.

ㅡTengo una propuesta.ㅡhabla de la nada, con una enorme sonrisa que comenzaba a asustar a TaeHyung.ㅡJuguemos Mortal Kombat 11, el que gane, elige los nombres.

La sugerencia le arranca una sonora carcajada de burla, como si fuese el mejor chiste que hubiese escuchado en mucho tiempo.ㅡ¿Mortal Kombat 11? ¿Es en serio, Alfa? ¿Qué tienes? ¿Trece años? es lo más estúpido que... ¿A quién quiero engañar? es una oferta tentadora, te patearé el trasero amor. Acepto.

Con una sonrisa de suprema victoria y las cejas levantadas en seña de satisfacción, JungKook corre a encender la pantalla plana y poner el juego, en el cual batallarán incansablemente hasta decidir un ganador; dicho ganador, tendrá la dicha de escoger la nacionalidad de los nombres de sus futuros hijos.

Alfa y omega se estrechan de la mano, deseándose suerte. Con esto, el mayor le entrega uno de los mandos de la consola a TaeHyung, listos para empezar con la partida y seleccionar a sus personajes, cosa en la que no tardan mucho, fue casi instantáneo. Aunque por un momento, TaeHyung dudó del suyo, pero no había tiempo de echarse para atrás.

Con JungKook habiendo elegido a D'vorah y TaeHyung a Skarlet, se da por iniciado el juego.

ㅡOh, por Dios, pelea de gatas.ㅡagrega el alfa sin pensarlo, desplazando sus dedos por los botones de manera casi impecable. TaeHyung ríe por el comentario, pero se centra en la pantalla para no fracasar desde el comienzo.

ㅡVamos niños, deben ayudarme, no pueden dejar que papi pierda en contra del tonto de su padre, sus nombres están en juego.

Finalmente, luego de casi dos horas, más de veinte rounds, el dolor de espalda de TaeHyung y las manos entumecidas de JungKook, da como resultado que el vencedor en esta ocasión era nada más, ni nada menos que el alfa, Jeon JungKook.

ㅡ¡Si! ¡Te lo dije! ¡Te iba a ganar!ㅡcasi salta en la cama de la emoción, más que feliz por el poder que tiene entre sus manos, después de vencer a su pareja. TaeHyung sólo lo mira con los labios fruncidos, como si quisiera decir algo y los brazos cruzados.

Esto no salió como él quería.

ㅡEs increíble, ¿Cómo pude perder?ㅡsusurra incrédulo, tirando su mando hacía un lado de la colcha. Le ardía mucho no haber vencido a su Alfa.

ㅡComo yo gané, tengo el enorme privilegio de decidir el destino de los nombres de los cachorros, por lo que claramente, su origen será Australiano.ㅡseguro, se tira de nuevo con despreocupación, viendo como su omega lo observa con el entrecejo fruncido.ㅡPero no te enojes amor, como soy bueno, te dejaré escoger sus nombres coreanos.

ㅡVaya, ahora me siento mucho mejor.ㅡregresa con sarcasmo, alejando al molesto alfa de su campo de visión. No tiene humor para seguirle el juego.

JungKook iba a continuar con la difícil tarea de colmarle la paciencia a TaeHyung, ─que en este caso, no era mucha─, pero su teléfono comienza a sonar repetidas veces. Se estira y tantea en la mesa con una de las manos, tomándolo y echando un vistazo rápido al nombre que le intenta contactar.

ㅡ¿Papá? ¿Qué tal va todo?

ㅡKook, escúchame bien, hijo.ㅡirrumpe, sin intención de contestar ninguna de las preguntas anteriores, pero el retoño capta un ligero ápice de ¿Emoción? en su voz.ㅡNuestros inversionistas convocaron una videoconferencia de emergencia, así que como nuestro nuevo contador, te necesito aquí con urgencia. Sé que debes estar cuidando de TaeHyung, pero esto es realmente importante.

ㅡNo estoy entendiendo nada, ¿Pasó algo?

ㅡWang HaiKuan y Wang ZhuoCheng están en prisión, están acusados de muchos delitos, entre ellos, corrupción y malversación de fondos, incluidos, manipulación de información y difamación.

Las palabras de su padre le dejan boquiabierto, conmocionado por no decir menos. Esta noticia es por mucho impactante, pero ahora entiende entre líneas lo que su padre le quiso decir. Esto tenía que ver con la constructora y lo que pasaría de ahora en adelante, porque si los Wang resultaban ser culpables de lo que se les acusa ─que es lo más probable─, podrían limpiar su nombre y levantar algunas de las restricciones que les impusieron en otros países asiáticos, pese a que el caso de corrupción de su compañía sólo fueron falsas y sucias mentiras, una tras otra, por parte de Jark Communications.

ㅡVoy para allá, dame un segundo.

ㅡMuchas gracias hijo, nos vemos entonces.ㅡsu tono de voz se escucha más relajado, debe ser porque se siente más aliviado.ㅡPor cierto, ¿Te enteraste?

ㅡ¿De qué otra cosa?

ㅡLuHan está muerto.

No debía de impresionarle, pero igual termina por hacerlo, sintiéndose un poco mal sin saber por qué. Si es cierto que LuHan fue un dolor en el trasero durante el último año y en los meses finales de su relación, además de un ruin y miserable, aún así, compartió su vida con él durante un lapso de tiempo, claro que la noticia le caería como una bomba.

ㅡYo... Hablamos allá, me voy papá.

Al finalizar la llamada, TaeHyung lo analiza con sus ojos, atento, acariciándose un poco el vientre, pero comienza a extrañarse al notar como el alfa busca ropa en el closet.ㅡ¿Pasó algo?

ㅡOh si amor, muchas cosas.ㅡtoma los primeros pantalones que ve e intenta ponérselos, apoyándose en la cama como soporte. ㅡMi padre quiere verme en la constructora en un rato, y no quisiera irme, pero-

ㅡNunca estará en discusión que tus padres van primero.ㅡinterrumpe, alentando a JungKook a que no perdiera el tiempo. Aunque siendo honestos, él tampoco quería que se apartara de su lado, ambos han estado muy renuentes a separarse hasta por lo más simple, pues haberse enlazado recientemente estaba haciendo su efecto. Se sienten más posesivos el uno del otro.

ㅡDebo irme, pero vendré muy pronto. Lo prometo.

Se acerca rápido y deposita un casto beso en sus labios, y se agacha para dejar un pequeño beso también en la pancita del omega. Asegurándose de captar su aroma, antes de irse de casa, solía hacer esto para pensar en él durante todo el camino. Promete que al volver, le traería tanta comida que sus bebés no pedirían más en días.

No tarda mucho en salir de su residencia y encaminarse hacía Jeon's & Co. justo al otro lado de la ciudad, arribando unos quince minutos después porque tuvo suerte de que no hubiese tanto tráfico como de costumbre.

ㅡSeñor JungKook, es un gusto verlo. El señor Jackson y el señor Mark lo esperan en la sala de juntas del último piso.

ㅡMuchas gracias, MingHao, iré en seguida.

El asistente le regala una pequeña sonrisa, bebiendo de su taza de café para mantenerse activo. JungKook corre al ascensor y presiona el botón, esperando un poco impaciente a que las puertas se abrieran para recibirlo. En el trayecto, movía ansioso sus pies en el suelo, pensando en las cosas que podrían ocurrir a continuación.

Pero en su consciencia, aún pesaba la noticia de la repentinam muerte de su ex pareja, LuHan. Sigue sin entender si se trata de consternación, empatía o culpa por haber sido muy duro con él, tal vez una mezcla de las tres; aunque quisiera buscarle solución, no era de su dominio poder decidir sobre su vida, pero ahora que no está, resulta irreal saber que aquel omega que le hizo sufrir tantos tragos amargos, ya no podía hacerles más daño.

ㅡAdoración de mi corazón, que bueno que ya estás aquí, estaba un poco angustiado porque pensé que estaríamos interrumpiendo de tu tiempo a solas con TaeHyungie y mis futuros nietos, pero tu padre insistió tanto que-

ㅡPapi, basta, estoy aquí.ㅡcalma al omega, brindándole un abrazo que le deja más sereno. Mark suspira y corresponde, impregnando su aroma en él como solía hacerlo.ㅡNo te preocupes, Tae y los bebés están perfectamente en mi casa, él se quedó muy tranquilo sabiendo que estaría con ustedes.

ㅡEs un alivio, me alegra saber que los tres estén bien. Muy pronto, más bien, mañana, le llevaré algunos obsequios a TaeHyungie, ya sabes, cosas de omegas, y tal vez podremos salir por ropa para los mellizos y comer un helado, ¿A Tae le gusta el helado? Claro que si, todos aman el helad-

Tuan se interrumpe a sí mismo al observar el rostro de su marido, cuya expresión mantenía una ceja levantada y los labios fruncidos. Echa la cabeza hacía atrás y se queja, yendo a tomar asiento, asediado por las risas de burla de su único hijo.

ㅡJungKookie, campeón, en unos minutos, nuestros socios se conectarán vía internet desde Bangkok y Shanghái, debido a todos los acontecimientos que están recayendo sobre Jark Communications, planeamos interponer una demanda por difamación y por todos los contratos que se perdieron hace años con la acusación hacia la constructora.ㅡexplica muy rápido y resumido el alfa Jeon, mirando a su primogénito con confianza.ㅡ¿Has traído los documentos de los informes de las pérdidas millonarias de hace tres años que te pedí?

ㅡSi, padre, están todos justo aquí.

Sin más preámbulos, la videoconferencia inició con los saludos formales de la junta asociativa de la empresa liderada por los Jeon, extendiéndose la reunión por un par de horas, acordándose cada una de las medidas cautelares a seguir con respecto a la famosa demanda y los beneficios de ella. En algún punto, se tocó el tema del asesinato de LuHan, a lo cual se enteró de los detalles de los hechos.

Salió algo exhausto, luego de haberse despedido muy cariñosamente de sus padres; Mark le mencionó que mañana muy temprano estaría en su residencia.

En el retorno a casa, se detuvo en un Café por un par de cosas para su pareja, el cual debía de estar muy hambriento. Extrañaba mucho su Café, el lugar que logró levantar con tantos sacrificios y que ahora estaba reducido a escombros y cenizas por doquier, pero aún le quedaba un ápice de esperanza, deseaba volver a reconstruirlo, muchísimo mejor que antes. Pero eso tendría que esperar, lo realista, es que va a tener dos cachorros y ellos junto con TaeHyung, lo necesitaban más que nunca, el Café lo podría mantener muy consumido en lo que volvía a contratar personal, por lo que no correría el riesgo.

En un futuro cercano quiere intentarlo, y esperaría pacientemente para lograrlo.

Al llegar, lleva consigo a la habitación principal las bolsas llenas hasta el tope de dulces delicias, las favoritas de TaeHyung. Sin hacer mucho ruido, irrumpe, viendo con una pequeña sonrisa dibujada a su rostro el como su omega dormía pacíficamente junto a un sinnúmero de sus camisetas, esparcidas sobre la cama, las cuales debían de estar impregnadas con su aroma.

Definitivamente, jamás se cansaría de esto, y aún no puede creer como casi renunció a ser partícipe de una vida tan llena de sorpresas y pequeños placeres como este, y todo por el miedo acompañado de la culpa que en ese entonces le carcomía.

TaeHyung era esa persona que necesitaba tanto en su vida, aquel que le enseñó la lección más dura que pudo haber aprendido.

Amar cada segundo a esa persona especial era muy importante, porque no se sabe en qué momento puedes perderla.