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ʚ🍰ꜝֶָ֢ 𝙀𝙥𝙞𝙨𝙤𝙙𝙞𝙤 𝟰𝟴.

Dicen que el tiempo es el mejor aliado para sanar las heridas del corazón y del alma, aunque eventualmente, quedarán cicatrices visibles, algunas grandes, otras pequeñas, pero siempre con el mismo objetivo, ser un recordatorio constante de un episodio imposible de olvidar, en la mayoría de los casos.

Pensar demasiado las cosas es una clase de debilidad que le agobia desde hace un tiempo para acá, pero no era su culpa del todo, las amargas y numerosas experiencias del su sombrío pasado, hicieron de él un omega lleno de bastante inseguridades, pese a que siempre trataba de mostrarse tan imponente e insensible con los demás como solía serlo.

Suspira agotado y se gira en su ya no tan espaciosa cama, debido a la compañía extra que tenía en estos últimos días; no es una sensación del todo desagradable, por el contrario, por primera vez en mucho tiempo, experimenta la calidez de estar junto a otra persona en cuanto a intimidad se refiere. Enreda su pierna sobre la de su acompañante y se limita a apegarse a este, aspirando su embriagante aroma a dulce miel impregnado en las sábanas, mientras leves ronquidos se escapan de su boca; el omega sólo esboza una pequeña sonrisa como respuesta.

Pasea sus finos dedos por sobre la sedosa cabellera azul mar del alfa, observando con detenimiento sus hermosas y definidas facciones, que aún conservan ese toque juvenil que grita inocencia en todas partes, sin importar que es un hombre adulto un par de años más grande que él. Acción seguida, acuna su rostro propio en el pecho contrario, cerrando los ojos con la intención de conciliar el sueño nuevamente bajo los efectos de su olor, antes de que SeHun pueda despertarse y notar lo cursi que estaba siendo.

La insistencia y perseverancia de SeHun son admirables, incluso superando las expectativas del mismísimo cascarrabias de LuHan, quien no esperaba estar envuelto en una especie de rara relación con su ex escolta al que según no quería ver nunca más en su vida, aunque para ser francos, eso ya no le importa en lo absoluto. Se dio cuenta de que SeHun es el alfa que siempre necesitó a su lado desde un inicio, y sus sentimientos por él sólo crecían con el pasar de los días, en donde él le demostraba su amor de tantas maneras tan románticas que le provocaban ganas de vomitar ─que claramente iba a contener porque no iba a arruinar las cosas con SeHun─, también le daba grandes méritos por aguantar de manera magistral sus inesperados arranques de ira, recompensándolo con una sesión de besos que le resultaba muy raro al principio, pero ahora, admite que le encanta.

Le preocupa que todo esté yendo demasiado bien, es decir, en su trabajo como contador de una cadena muy importante de supermercados de China la cosa marchaba de maravilla, su "relación" con SeHun sólo mejoraba, aunque algunas veces no faltaban los pequeños desacuerdos, también ha mantenido un poco más el contacto con su hermano menor, su esposo y su sobrino, quien era su adoración, e inclusive adoptó un pequeño gatito, luego de encontrarlo abandonado en una vieja caja en una concurrida avenida en Beijing, que al observarlo tan indefenso, simplemente no pudo dejarlo allí a su suerte, así que después de pensarlo por unos intensos minutos, lo trajo a casa, prometiendo cuidar de él ─pero para ser claros, no sabía qué hacer en primer lugar, nunca tuvo una mascota─. En este momento, debía de estar por allí en algún lado de la casa, no ha de tardar en escabullirse a la habitación y acurrucarse entre SeHun y él, en busca de calor.

De cierto modo, teme que sus padres lleguen a enterarse de que SeHun esté muy involucrado en su vida, sabe a la perfección que podrían hacerle algo no tan bueno después de trabajar para ellos un par de años y conocer uno que otro secretito no tan legal que bajo ninguna circunstancia se debía divulgar.

Por ahora, deben ser precavidos con cada acción que realizan para mantener un perfil bajo, sería un caos total si se supiese la verdad.

Con toda esta explosión de información y terribles sensaciones en conjunto, JungKook y TaeHyung arriban lo más rápido que pueden a la comisaría, justo al otro lado de la ciudad. No mucho después, el comandante Lee los recibe muy cordial en la entrada; parece que llevaba un rato considerable esperándoles.

El omega se aferra tan fuerte como puede al brazo de su alfa, incluso casi con las uñas, temblando por el miedo que recorría cada centímetro de su ser. Ambos caminan por el extenso pasillo del sitio en silencio, sin atreverse a decir palabra alguna, siguiendo los pasos del jefe a cargo.

ㅡNuestros peritos tuvieron una misión difícil, pero no imposible, así que después de varias semanas de rigurosos análisis, se detectó una pequeña pieza de poliéster altamente inflamable cerca del primer punto de ignición, también recuperamos una mínima prueba de ADN, que era suficiente para mandarla al laboratorio y obtener el perfil del culpable.ㅡcomenta abiertamente acerca del tema, leyendo algunos papeles en sus manos, deteniéndose en una sala en específico. Allí, había un gran ventanal unidireccional, la cual se suponía que era una sala de interrogatorios a simple vista.

Sin embargo, nada los preparó para ver a la persona que permanecía retenida en el sitio, esposada y con un semblante realmente sombrío.

Las pupilas de TaeHyung se vuelven diminutas por la impresión y jadea, apoyando sus manos en el cristal, aún sin poder dar crédito a lo que sus ojos captan. Es imposible.

ㅡ¿JeongYeon?ㅡse adelanta el alfa, pronunciando su nombre incrédulo. De los posibles culpables que esperaba ver tras esas cuatro paredes de la sala de interrogatorios, jamás se le pasó por la mente que la "dulce" JeongYeon sería capaz de cometer tal atrocidad contra una de las personas que más ama en esta vida.

¿Era acaso una broma?

ㅡArrestamos a la señorita Yoo hace unas horas, pero se ha negado rotundamente a decir algo, ni siquiera con su abogado presente se mostraba dispuesta a cooperar, por lo tanto, procedimos a contactarlo a usted para que tratemos de conseguir una confesión de su parte.ㅡno le sorprende en lo absoluto que la chica se mantenga como una tumba, pero la van a condenar de cualquier manera, pues la policía tiene en su poder pruebas en su contra que la señalan como la única responsable de lo que le pasó al Café de JungKook y a TaeHyung.ㅡPor lo que veo, vino con el joven Kim también. Pensé que aún seguía en el hospital, su familia aún no me daba novedades de su salud, aunque les avisamos de la captura de la culpable.

Hasta hoy, TaeHyung creía que todo el incidente con el incendio fue algo que pasó por mera casualidad, pero después de tener el conocimiento de que fue todo lo contrario, muchas cosas cambiaron su perspectiva, aunque su familia no le habló de esto en lo absoluto. Ellos también le habían ocultado la verdad, y eso por supuesto le enoja.

Ya está harto de que los demás decidan por él.

ㅡDesperté del coma hace unas semanas, oficial, pero ya estoy medianamente mejor, así que sólo sigamos con esto.

Al comandante Lee se le hacía muy raro que JungKook llegase junto a TaeHyung en ese preciso momento, él le mencionó que sólo poseían una relación empleador-empleado. No le da más vueltas al asunto, luego aclararía esto, por ahora, lo más importante era conocer el por qué esta linda y joven chica decidió arruinar su vida tratando de quitarle la suya a otra persona.

Otros guardias permanecían resguardando la entrada a la sala en donde JeongYeon estaba recluida desde que fue arrestada, por si de alguna extraordinaria manera, llegase a intentar escapar. El comandante Lee le abre paso a JungKook, quien sólo se queda en silencio, bajo la atenta pero nerviosa mirada de TaeHyung a sus espaldas, como si se estuviese asegurando de cuidarlo.

ㅡNo puedo creer esta mierda.

ㅡ¡Oh! ¡JungKook!ㅡexclama la chica en automático apenas el alfa entró a la habitación, tratando de levantarse de su incómodo asiento. La jefatura debía de invertir en mejores muebles. Pero lo que obtuvo a cambio, fue que las cadenas que estaban conectadas a la mesa de hierro, jalara las esposas en sus muñecas, causándole dolor inmediato.ㅡMe alegra tanto verte, estos imbéciles me tienen desde hace horas aquí encerrada.

ㅡOjalá y yo pudiese decir lo mismo.ㅡresponde seco, observando a la chica a los ojos por primera vez en mucho tiempo. Su mirada denotaba ira absoluta, como si quisiera acabar con ella con tan sólo desearlo.ㅡ¿Por qué lo hiciste JeongYeon? Yo confiaba en ti.

JungKook trataba de mantener la compostura y reprimir ese arranque de furia que recorre sus venas, él no iba a cometer la misma locura que su ahora ex empleada beta cometió.

De hecho, lo mínimo que espera es una confesión sincera por parte de JeongYeon sobre lo que hizo, no tolera las mentiras, tampoco las de alguien en quién depositó su absoluta confianza, pero ¿Qué obtuvo a cambio? que su Café prácticamente no exista y le causó daños a lo que más quería en este mundo.

Claro, aunque hasta ahora se da cuenta de ello. No entiende realmente cómo TaeHyung le ha perdonado tantas metidas de pata, cuando él en el primer arranque que tuvo luego de enterarse de su mentira, lo echó a la calle como perro abandonado.

Esa será la culpa con la que probablemente va a cargar el resto de su vida.

Niega para obviar esa situación y pasa a centrar su atención en JeongYeon, de nuevo, inhalando profundo para proceder a retomar la palabra.ㅡ¿Y bien? ¿No vas a decir nada?

ㅡNo hay nada que decir.ㅡasegura con firmeza, incluso una leve sonrisa que JungKook pudo identificar como de burla, se asoma en su rostro, seguramente satisfecha por lo que hizo.

ㅡEl juego se acabó, no es necesario que sigas tratando de negar la realidad.

ㅡPiensa en lo que quieras, al igual que el imbécil de tu novio. Me importa muy poco.ㅡsentencia, rebosante de odio, con el autoritarismo y cinismo más grande que su cuerpo es capaz de albergar.ㅡEspero que él haya disfrutado del sauna y tú la remodelación que tanto querías hacer desde hace meses.

Da un sonoro golpe en la mesa que resuena en toda la habitación, sobresaltando a Yoo, quien no esperaba semejante arrebato por parte de su ex jefe. No le importaba que se haya lastimado la mano, o en su defecto, que sienta que le quema por el contacto tan repentino, desea expresar su enojo de alguna manera no tan pacífica del todo.

ㅡEs suficiente.ㅡirrumpe Lee TaeYong en la sala, dando un portazo, ya vio demasiado. No iba a dejar que JungKook hiciese alguna locura por su impulsividad y rabia del momento.ㅡSeñor Jeon, le pediré por favor que se retire de la sala.

No dice nada, obedeciendo a regañadientes la orden, con la cabeza hecha un caos, peor que la guerra de Troya. Al atravesar al puerta, suspira para apaciguar la cólera que se expande por sus entrañas, buscando con la mirada a su omega, desesperado, sólo esa simple acción podría tranquilizarle en este instante.

A primera impresión, no lo ve por los alrededores, y por supuesto se altera. Desde que inició este problema, se la pasa con los pelos de punta.

Recurre a agudizar su experimentado sentido del olfato, rezando por tener éxito, ya que la rara condición de TaeHyung no ayudaba mucho en este aspecto, pero como su destinado, le era un poco más fácil detectarlo. Da unos cuantos pasos, atravesando un largo pasillo en el proceso, hasta que un sutil pero familiar olor a chocolate blanco calma su ansiedad y la de su alfa interior, que prácticamente arrastraba la cola en el suelo por el desánimo.

Con suerte, sigue el rastro, yendo a parar en una pequeña sala de descanso que la jefatura poseía. No era muy amplia, sólo lo justo, con sillones turquesa tan simétricos que le pertuban, algunas plantas estratégicamente distribuidas, decenas de cuadros colgados en las paredes, presumiendo a los altos mandos que alguna vez dirigieron esa sede policial y un gran recipiente posicionado de manera vertical que surtía agua.

Sin embargo, allí estaba él, con el rostro entre sus manos, callando sin éxito alguno algunos sollozos lastímeros. Estaba tan concentrado en su pareja, que no notó en lo absoluto a la mujer de unos treinta y tantos adjunto, acariciando sutil la espalda de TaeHyung.

Ahí es cuando cayó en cuenta de que dicha mujer estaba haciendo su tarea, consolar a su pareja. No faltaba ser muy inteligente como para darse cuenta de ello.

ㅡAmor...ㅡdice lo suficientemente alto como para que el mencionado le oiga. Como respuesta, TaeHyung levanta su semblante, con los ojitos bañados en lágrimas, y maldición, como odia verlo llorar.

También ser la causa de esas lágrimas.

ㅡAlfa...ㅡmurmura limpiándose con la punta de su camiseta, aliviado de ver a su pareja por fin.

A JungKook le toma unos momentos estar frente a él, hincado, tomando una de sus manos para entrelazar sus dedos, deseaba transmitirle confort.

ㅡYo me retiro.ㅡinterviene la desconocida, regalándoles una última sonrisa de empatía a ambos antes de partir.ㅡSi necesitas algo más, estaré en mi escritorio, dulzura. El comandante Lee TaeYong hará todo a su alcance para ayudarlos a ambos.

JungKook levanta una ceja, denotando clara confusión, por el contrario, TaeHyung asiente y le menciona que en todo caso, acudiría a ella. La secretaria retorna, resonando sus tacones de aguja fina, hasta que eventualmente, sus pasos ya no eran audibles.

ㅡ¿Por qué estabas aquí, Omega?

ㅡNo queriamos escuchar nada de lo que esa ¡Ash! No tengo la palabra correcta para describirla-

ㅡBruja.

ㅡSi, bruja.ㅡacata la sugerencia, transformando su tristeza en odio.ㅡNo queriamos escuchar nada de lo que esa bruja tenía para decir.

ㅡLamento que tengas que pasar por esto, mi amor.

Su otra mano se apoya en la que está entrelazada, acariciando por sobre la de TaeHyung, guardando silencio, dándole un poco de espacio.

ㅡTú también fuiste una víctima, no lo olvides.

Pese a los problemas que los arrastraron a ambos hasta aquí, era cierto, él también es una víctima de las malévolas intenciones de una chica notablemente desquiciada y llena de todo menos remordimientos por lo que hizo. Desea con fervor que esta pesadilla que les dan escasos momentos de tregua, termine de una vez por todas, sólo quiere centrarse en su amado y en sus cachorros, enmendar de a poco lo que se rompió en un irremediable pasado, y mirar juntos hacía el futuro como una verdadera familia.

ㅡHablé con ella, pero no admitió directamente nada de lo que hizo. Pero para ser francos, tampoco creo que lo haga.

Se gana un suspiro por parte del contrario, cargado de cúmulos de agotamiento y estrés.

ㅡSólo me quiero ir a casa, JungKookie, estoy cansado de todo esto. No es sano para los bebés ni para mi.

El alfa aprieta los labios, como si quisiera decir algo más, pero calla, dando leves asentimientos con la cabeza, en gesto de afirmación. No imaginaba lo emocional y físicamente agotado que debe de estar TaeHyung, él pasó por tanto en estos últimos meses que le sigue resultando sorprendente que siga tan inamovible en sus convicciones, aún de pie, rebosante de ganas con seguir un día a la vez, sin abandonar el barco que irremediablemente se hunde.

Se levanta del suelo, y obliga al omega a hacer exactamente lo mismo, con la premisa de ver una vez más al comandante Lee le informase de lo que procedería de ahora en más. Sabía que una demanda y encerrar a JeongYeon no iban a cicatrizar esa enorme herida que se abrió en ambos, pero sentía que por poco, se haría justicia, y rezaba que eso les devolviera algo de tranquilidad a sus vidas.


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