Eran cerca de las cuatro de la tarde; una suave y refrescante brisa resoplaba el ambiente, moviendo con delicadeza las doradas hebras de cabello de un cansado omega que sólo quería llegar a casa a descansar un poco, la Universidad le carcomía la cordura muy lentamente.

Estudiar medicina era uno de sus sueños desde chico y jamás desistió aunque fuese un pequeño y tierno omega que trataría de entrar a un mundo lleno de dominantes, competitivos, prepotentes y muy inteligentes alfas. Por el contrario, luchó y se preparó hasta que finalmente logró entrar a la facultad de medicina por mérito propio, teniendo notas impecables y un comportamiento intachable, siendo la envidia de muchos.

No era muy común ver a un omega estudiando medicina porque simplemente era algo en lo que los alfas destacaban más; los omegas regularmente escogían carreras como la maestría, enfermería, diseño o alguna ingeniería. Taehyung sabía a la perfección que no podía desaprovechar aquella oportunidad que probablemente nunca más se vuelva a presentar en su vida, así que daría lo mejor de él.

Suspirando a paso pausado y flojo continuó con su travesía a casa. Debía de estar agradecido porque residía relativamente cerca de su lugar de estudio, así se evitaba problemas y gastos adicionales, viviendo sólo con lo justo y necesario que le proporcionaban sus amorosos padres en muchos casos.

Para alivianar la presión de estos de tener que enviarle dinero cada mes y ser una carga según su percepción, consiguió un trabajo de medio tiempo como mesero en un restaurante en en el que llevaba más de un año y le daban muy buenas propinas por ser muy amable. Era agotador porque debía estudiar y trabajar a la vez en una carrera que le exigía bastante, pero no le fue imposible, de hecho lo motivaba de alguna extraña manera.

Para su mala suerte, el restaurante llegó al punto de quebrar y fue despedido al igual que todos los empleados de allí. Sus padres le dijeron que no se preocupara de nada, que él no tenía que trabajar desde un principio, pero Taehyung era terco como mula y quería depender sólo de sí mismo, así que sólo aceptó la ayuda en lo que buscaba otro empleo que pudiera solventar el problema del dinero.

Observó cada lugar por el que pasaba repleto de muchas personas, así que simplemente tomó con fuerza las correas de su mochila y siguió de largo.

Hubo un lugar en especifico en el cual se detuvo en seco. Sus orbes se agrandaron y su boca se volvió agua al visualizar en un gran aparador una cuantiosa variedad de dulces, postres y demás.

Su talón de aquiles era lo dulce, no hay duda.

Revisó sus bolsillos con desespero y formó una sonrisa de oreja a oreja al mirar que aún traía consigo algo de dinero, lo suficiente como para comprar algún postre e ir felizmente a casa.

Jaló la puerta de vidrio con aparente emoción y se adentró al basto lugar, quedando maravillado al instante por la variedad de cosas dulces de la cafetería; se sentía en el paraíso.

Se extrañó mucho de ver a sólo un par de personas allí, ya que el Café era bastante llamativo y estaba en una zona muy concurrida del centro de Seúl, aunque por el momento no le dio mucha importancia.

Habían algunas muestras gratis, así que no iba a perder la oportunidad de comer un poco de estas, y mucho menos si eran gratuitas. Se acercó a una bandeja, tomó un postre y lo puso en su boca, degustando con gran alegría cada grano de azúcar que se derretia en su paladar.

Cuando las muestras gratuitas ya fueron suficientes para él, con su dinero en mano se dirigió a la caja con la intención de llevarse un delicioso postre a casa. Quizá lo comería cuando esté estudiando para los exámenes de ese semestre en particular que están a nada de llegar.

Detrás del mostrador, de espaldas, se encontraba un hombre muchísimo más alto que él, tenía un sedoso cabello color negro y al parecer terminaba de acomodar un letrero con los precios de unos postres en la parte trasera. Finalmente, se giró y encaró al joven cliente.

ㅡ¿Puedo ayudarle en algo?ㅡhiló con firme y grave voz.

Los ojos de Taehyung se abrieron a más no poder de la impresión y de inmediato su mirar se posó sobre el rostro del guapo hombre que tenía frente suyo. No fue capaz de formular alguna frase, ya que quedó completamente maravillado. De sus ojos parecía que saliesen corazones.

El azabache miró extrañado al chico frente a él y agitó una de sus manos en su rostro, porque parecía que Taehyung estaba inmerso en su mundo de fantasía con Dios sabrá qué.

ㅡHola.ㅡvolvió a dirigir la palabra, impacientándose un poco másㅡ¿Puedo ayudarle en algo?

El joven omega sacudió su cabeza volviendo a la realidad. Nervioso comenzó a jugar con sus dedos y trataba de que las palabras saliesen de su boca sin que pareciera un total idiota.

ㅡEh, esto, y-yo... Deseo llevar un postre.

Patético. Muy patético que se haya puesto tan nervioso por ver a un tipo tan jodidamente guapo e imponente frente a él.

ㅡTenemos una gran variedad de postres, ¿Cuál te interesaría llevar?ㅡTaehyung sin duda jamás se cansaría de escuchar la voz de aquel extraño de un aroma en particular que llamaba su atención. No, no tenía un olor dulce como ingenuamente él pensaba, pero era tan adicto a él cuando tenía que desvelarse noches enteras debido a sus asignaciones universitarias, un exquisito pero amargo café.

¡Claro! ¿Cómo no lo pensó antes? El lugar estaba repleto de dulces delicias y él aún no sabía que iba a pedir, tonto, tonto Taehyung.

Lo primero que sus ojos captaron fue un exquisito pastel de tres leches y bingo, tenía el dinero suficiente como para llevarse un gran trozo a casa.

Le indicó al que atendía en la caja que llevaría ese trozo de dicho pastel. Este simplemente asintió y buscó lo pedido, lo introdujo en una línda cajita para llevar y le escribió la cantidad exacta en una boleta al chico para extenderle su orden.

ㅡMuchas gracias por venir a Extra Sweet Café, vuelva pronto.ㅡcon una pequeña sonrisa el empleado observó a Taehyung. Oh, por supuesto que volvería pronto, y no sólo por verlo a él, no, sino para degustar más de esas maravillas dulces.

Taehyung le dedicó otra pequeña sonrisa y dio media vuelta para dirigirse a la entrada muy felizmente con su trozo de pastel en sus manos. Antes de salir algo llamó su atención, una especie de llamativo afiche en una de las columnas cercanas a la puerta. Inmediatamente se detuvo y sus ojos se encargaron de leer el contenido.

Al parecer buscaban empleados porque el lugar acaba de abrir y necesitan ayuda; querían a alguien que vendiera y atendiera el negocio medio tiempo.

Perfecto, era un empleo ideal para el omega que probablemente no interferiría con sus estudios.

Regresó presurosamente hasta la caja, en donde el hombre que lo atendió acomodaba con algo de prisa su delantal, parecía parte de su uniforme, cosa que Taehyung dedujo.

ㅡDisculpe...ㅡllamó con algo de vergüenzaㅡVi en ese anuncio que están buscando empleados para trabajar a medio tiempo aquí, y quisiera hablar con el gerente para optar por el empleo.

El chico asintió con cuidado a las palabras del rubio frente a él y simplemente se limitó a mantener una expresión neutra, aunque por dentro se encontraba aliviado de que otra persona viniera buscando el empleo, hacia mucha falta algo de ayuda con el negocio.

ㅡYo soy el gerenteㅡaclaró rápidamente. El chico abrió los ojos a más no poder, estaba impactado de que un hombre como él ya tuviese su propio negocio. No se veía para nada viejo, es más, se atrevería a decir que podía hasta ser uno de sus compañeros de claseㅡ¿Cuál es tu nombre?

ㅡS-Soy Kim TaeHyung.

ㅡMuy bien TaeHyung, ¿Eres mayor de edad? ¿Alguna vez trabajaste en otra parte? ¿Tienes experiencia?

El mencionado se relamió los labios y procedió a hablar nuevamente.

ㅡSi, soy mayor de edad, tengo 21 años. T-También tengo experiencia laboral, trabajé cerca de un año y medio en un restaurante como mesero, así que sé cómo atender a las personas.

ㅡMagnífico TaeHyung.ㅡpor primera vez, vio una cálida sonrisa asomarse en el rostro de ese hombre.ㅡSólo una cosa más. ¿Eres omega o beta? porque de alfa no tienes ni un pelo.

El omega no entendía nada, ¿Por qué le hacía ese tipo de preguntas? ¿No se supone que está buscando un trabajo?

ㅡAh, y de una vez te aviso que si eres omega ni te molestes en seguir insistiendo porque no te daré el empleo.ㅡadvirtió el contrario analizándolo de pies a cabeza.

«¿No lo aceptaría si es omega?»

Sabía que mentir estaba muy mal, y por eso él era una persona bastante honesta respecto a lo que piensa y a los demás. Si algo no le gusta lo dirá. Pero también era consciente de que buscó empleo por otras partes y fracasó porque lo rechazaban por no tener ningún espacio vacante. Si, encontrar trabajo en Seúl no era nada fácil, es casi misión imposible. Así que quizá sólo diría una mentira muy pequeñita para conseguir este empleo en un lugar en el que sentiría como en el paraíso.

ㅡNoㅡfinalmente habló Taehyung con firmezaㅡ. Soy beta.

ㅡ¡Genial! Creí que no podría encontrar un beta interesado en trabajar aquí, pero me equivoqué. A todos los omegas que venían solicitando el empleo simplemente los rechacé, no los necesito aquíㅡsoltó despreocupado. El menor mordía su labio inferior con nerviosismoㅡ. Entonces el empleo es tuyo Kim TaeHyung, bienvenido.

Taehyung suspiró aliviado, por fin tenía la dicha de conseguir un empleo de medio tiempo que se ajustase a su apretado horario de clases. Más tarde llamaría a sus padres y le contaría todo con mucha emoción, pero sabía perfectamente que mintió en algo tan simple como para obtener el cargo.

Y es que Taehyung no mentía mucho del todo. Él era un omega, claro estaba, pero con una muy clara particularidad. Sus feromonas de omega no eran las de un omega saludable normal, más bien eran de carácter recesivas y sólo los alfas podían darse cuenta de que era un omega en su ciclo de celo, en donde sus feromonas se volvían como locas si no tomaba sus inhíbidores con mucha precaución, así que fácilmente podía hacerse pasar por un beta.

ㅡMuchísimas gracias, señor...

ㅡNo me digas señor, no estoy tan viejo, sólo tengo 27 años, ¿Ok?ㅡrió un poco para alivianar el ambiente de formalidadㅡ. Soy Jeon JungKook y es un placer tenerte como mi empleado.

Sus manos se estrecharon y una cálida sensación recorrió el cuerpo de Taehyung, enloquecería si seguía teniendo este tipo de contacto así con su nuevo jefe. No hacía falta ser muy inteligente como para darse cuenta de que Jungkook era un intimidante alfa.

ㅡEs un gusto también, JungKook.

ㅡNo quiero sonar como un aguafiestas, pero comienzas el lunes por la tarde porque deduzco que debes ser estudiante universitario, ¿Cierto? así que por favor sé puntual.

ㅡNo se preocupe, aquí estaré antes de la hora de apertura.

Ya tenía un trabajo y un jefe demasiado guapo que aparentemente tenía una especie de problema con los omegas. Pero no le prestaría ni la más mínima atención ahora.

Sólo se dejaría llevar y que las cosas simplemente pasaran.

No había ni la más pequeña posiblidad de que JungKook se enterara de que él es un omega, ¿Verdad?