Carpeta de memoria 3
¿Esperanza o perdición?
Respóndeme una cosa; con total sinceridad: ¿cómo tomarías tú el efectivo descubrimiento de los restos de una civilización antigua en otro planeta? ¿Qué cosa crees que significaría, ya no solo para ti, sino, para tu civilización entera?
Deja de lado la charlatanería de los fanáticos y sensacionalistas que te hablan de platillos voladores captados en videos de una ridiculísima baja calidad. Pon a trabajar tu imaginación, y trata de pensar en todo lo que le provocaría a una sociedad que recién apenas, apenas está empezando su incursión en el espacio un descubrimiento de esta naturaleza.
Solo piensa que hubo gente antes de ti; gente más fuerte que tú, que no lo logró.
Este, y muchos otros pensamientos similares pasan por la mente de los exploradores en Marte, y el resto de su equipo en la Tierra envueltos su asombro.
El único que tiene la cabeza suficientemente fría para hacer algo es el capitán de la misión, quién ordena a todo el equipo a apagar todo tipo de transmisión. Todo tipo de comunicaciones deben cesar en este instante: televisión en vivo, streaming, llamadas... todo. Las únicas comunicaciones que permanecen activas son con los exploradores en el planeta rojo, altos funcionarios de la empresa a la que pertenecen, y algún que otro político como secretarios de defensa, ministros y ciertos presidentes.
A pesar de esta desesperada acción, ya todo el mundo lo vio. El equipo solo podía esperar a que ninguno se lo haya creído; o que, por lo menos, así haya sido con la gran mayoría.
Mientras tanto, los astronautas reciben la orden de volver al módulo de inmediato. Ellos hacen caso sin cuestionar, pues saben que ir y explorar lo que acaban de encontrar sería en extremo peligroso.
Se dirigen, pues, hacia el módulo de donde salieron. Se preparan, y ascienden hacia la nave nodriza que sigue en órbita, y vuelven a casa. Será un viaje de otros 4 meses.
Es increíble cómo pueden cambiar las cosas de un momento al otro: te embarcas en un larguísimo viaje hacia un lugar completamente desconocido con la mayor ilusión de convertirte en el precursor de la expansión interplanetaria de tu raza, pensando que tu nombre y el de tus compañeros serán recordados por siempre por protagonizar la mayor hazaña que esta haya logrado jamás. Pero en el mismo día que llegan, después de terminar sus tareas, tu equipo y tú descubren algo en ese lugar que podría significar el derrumbe de toda su civilización. Están condenados a pasar todo el viaje de regreso atormentándose, pensando en qué les van a decir, qué les dejaran hacer y qué no hacer, si los tendrán monitoreados o no, por cuánto tiempo será o si será para siempre... No lo saben; y eso los va a torturar por 4 meses.
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—Two weeks after the unusual discovery on the planet Mars during the Antares 1 mission, the mission director, Arthur Karagiannis, continues without making statements... (A dos semanas del insólito descubrimiento en el planeta Marte durante la misión Antares 1, el director de la misión, Arthur Karagiannis, sigue sin rendir declaraciones...).
—Os governos continuam em pânico diante dessas imagens. A população enlouqueceu nos últimos dias: a taxa de criminalidade disparou devido à incerteza... (Los gobiernos siguen en pánico ante estas imágenes. La población se ha vuelto loca estos últimos días: la tasa de criminalidad se disparado por la incertidumbre...).
—Human Advance, en colaboración con la Agencia Espacial Europea, siguen monitoreando a los tres astronautas de la misión Antares 1. Aún les esperan tres meses y 2 semanas de viaje para que finalmente regresen a casa. Están en constante comunicación para que su salud mental no se vea perjudicada...
—Я думаю, что мы не должны рассматривать это как конец нашей цивилизации, как утверждают многие люди: люди... выпустили волну разрушения, думая, что это конец света. Я вижу в этом возможность; величайшая возможность, которая когда-либо могла быть предоставлена нам. (Pienso que no debemos ver eso como el fin de nuestra civilización, como mucha gente afirma: las personas han... desatado una ola de destrucción pensando que es el fin del mundo. Yo lo veo como una oportunidad; la más grande oportunidad que se nos pudo haber presentado jamás).
—The United States Congress is already considering the possibility of returning to Mars as soon as possible, with the aim of initiating an exploration project towards the mysterious underground entrance. The operation will be of a military nature due to the complete lack of knowledge about the anomaly... (El congreso de los Estados Unidos ya está analizando la posibilidad de volver a Marte lo más pronto posible, con el objetivo de iniciar un proyecto de exploración hacia la misteriosa entrada subterránea. El operativo será de carácter militar debido al total desconocimiento sobre la anomalía...).
—政府正在评估前往火星探索这些外星设施的可能性。鉴于其未知的性质,专家认为将机器人送到那个地方更可行且风险更小。 (El gobierno está evaluando la posibilidad de embarcarse en un viaje a Marte para la exploración de estas instalaciones extraterrestres. Dada su naturaleza desconocida, los especialistas ven más factible y menos arriesgado enviar robots a dicho lugar).
—国際政治舞台における緊張は憂慮すべき速度で高まっているようだ。これは、先週の金曜日、6月30日に火星の表面で発見された巨大な異常現象を調査するために火星の表面に行くことを計画している国々の間の紛争によるものです。 (La tensión en el plano político internacional parece crecer a un ritmo preocupante. Esto debido a las disputas entre los países que pretenden ir a la superficie de Marte para investigar la gran anomalía que se encontró bajo su superficie el pasado Viernes 30 de Junio).
—¡¡Queda demostrado, hermanos y hermanas!! ¡¡Queda demostrado: la ciencia y la tecnología... van en contra de los planes de Dios!!
—Can you see it!? We told you!! We were right!! They exist!! They're out there!! (¿¡Ahora lo ven!? ¡¡Se los dijimos!! ¡¡Teníamos razón!! ¡¡Ellos existen!! ¡¡Están allá afuera!!)
—Es ist vorbei, Bruder! Alles ist beschissen! Scheiß auf alles, hahaha! Scheiß drauf!! (¡Se acabó, hermano! ¡Todo está jodido! ¡A la mierda todo, ja ja ja! ¡¡A la mierda!!)
—دعنا نصلي! دعونا نصلي إلى الأب حتى لا يجلدنا غضبه ويمحونا من الأرض كما هو حال سكان العالم الآخر! أيها الآب الأعظم ، نطلب الرحمة! ...
(¡Roguemos! ¡Roguemos al padre para que su furia no nos azote y nos borre de la Tierra, así como a los habitantes del otro mundo! ¡Padre altísimo, te imploramos misericordia! ...)
—Es que... Colega, escúchame, ¿tienes alguna idea de lo que significa esto para nosotros?, ¿para toda la civilización humana? Esto confirma... la existencia... del gran filtro. ¿Qué quiere decir esto? Esta teoría se basa en que todas las civilizaciones que alguna vez existieron, cayeron por su propio peso: alguna guerra, alguna enfermedad que no pudo ser controlada... un montón de cosas. Pensemos solamente en cuántas veces estuvimos a punto de extinguirnos a nosotros mismos. Es solo cuestión de tiempo para que terminemos así.
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Los astronautas se encuentran viendo las noticias en las pantallas de su nave, cansados y con un enorme sentimiento de culpa sobre sus hombros.
A pesar de que ya varios psicólogos, conectados desde Tierra, les recomendaron no observar las noticias ni navegar por internet, ellos sienten que, si no ven lo que "ocasionaron", la culpa los golpeará más fuerte todavía. En sus perturbados pensamientos, ellos sienten que deben estar enterados de todo lo que pasa en su hogar, para saber al menos por qué razones flagelarse; o por qué cosas sienten que deberán responder al llegar.
Vez tras vez se les sigue repitiendo de que nada de lo que está pasando en la Tierra es su culpa. Pero ellos, simplemente, no lo pueden aceptar.
«¿Acaso fuimos los develadores del misterio más grande del universo?, ¿o fuimos solo los causantes directos de la caída de nuestra propia civilización?». Pensamientos como este, y variantes del mismo, es lo que los atormenta, tanto en plena actividad consciente como en sus sueños.
Ha transcurrido el primer mes de viaje. Les faltan tres más. A pesar de que siguen estrictamente los protocolos de alimentación y ejercicio correspondientes dada la microgravedad, se ven deplorables: si bien no están hasta los huesos, han perdido un gran porcentaje de su masa muscular, han perdido mucho pelo, y están más pálidos que cuando salieron incluso del planeta rojo.
Como ya es costumbre para ellos, se ponen a ver las noticias, ignorando las advertencias de sus psicólogos y demás compañeros de equipo en Tierra.
Por varios días, ningún medio de comunicación transmitió imágenes sobre la superficie de Marte; y menos sobre los nodos que ellos instalaron. Esto se debía a que la agencia espacial no hacía pública ninguna imagen ni reproducción del video. Pero ahora, las transmisiones se reanudaron.
La empresa acababa de autorizar de nuevo las transmisiones en vivo. Todos los satélites en Marte que orbitan por la zona de las instalaciones y la de la anomalía, habían cambiado los ángulos de sus lentes hacia esos lugares. Los robots en la superficie, por su parte, ya se encontraban merodeando en los alrededores de la Misteriosa entrada.
Esto sorprende muchísimo a los astronautas, y de inmediato cambian de canales y buscan transmisiones en internet. Quieren saber cómo está reaccionando la gente ante todo esto.
Increíblemente, ven que las personas están un poco más calmadas. Días atrás, el desconcierto había desatado un tremendo caos a nivel mundial; la gente no tenía la menor idea de qué hacer con este descubrimiento. Pero, aunque nadie lo haya dicho en un principio, todos querían una sola cosa: saber más sobre esta anomalía. O por lo menos estar al tanto de ella.
Mantenerlos informados sobre la entrada está dando resultados positivos. Eso les quita un tremendo peso de encima a los exploradores; por lo menos, la población ya tiene algo con que entretenerse.
—Mierda —suspira un astronauta—. No puedo creer que eso haya funcionado.
—Los tienen a todos como niños viendo sus dibujitos —añade el segundo.
—Hipnotizados como a pollos —comenta también el tercero.
—Hola, chicos. Buenos días. ¿Cómo están? —se presenta un psicólogo, desde la estación espacial en tierra—. ¿Siguen viendo las noticias?
—Hola.
—Hola. Más o menos.
—¿Qué tal, doctor?
—¡Oh, increíble! Se oyen mejor que ayer.
—Ah, ¿sí?
—¡Sí, es verdad! Y cuénteme: ¿qué opinan de lo que está pasando ahora?, ¿cómo lo ven?
—La gente... Agh —suspira con decepción—. La gente es increíble, en serio: ayer se desató el Apocalipsis, y hoy día los tienen a todos calladitos viendo sus pantallas y sus celulares.
—Emm... Sí, efectivamente: el equipo de divulgación creyó pertinente... no seguir ocultándole a la gente lo que está pasando allá afuera.
—Pues... la verdad, sí que funcionó.
—No sabíamos con total certeza si iba a funcionar o no. Pero era lo más probable, pues las personas pedían... precisamente eso.
Ninguno de los tres exploradores tiene más que decir al respecto. Entonces, un silencio invade la conversación. Se nota que no quieren hablar más al respecto, pero la circunstancias lo hacen casi imposible.
»¿Y han hablado con algún familiar? —pregunta en psicólogo para cambiar un poco de tema.
—Mmm... No.
—No, hasta ahora.
Uno de los exploradores se queda sin responder.
—Mh —capta—. Okay. Tengo entendido que varias personas nos han llamado para comunicarse con ustedes. Eran familiares y amigos suyos. Intentamos ponerlos en contacto con ustedes, pero ustedes rechazaron las llamadas —concluye el psicólogo, esperando una respuesta.
—Oh, bueno, ¿y que les íbamos a decir? Ellos también vieron las noticias; solo les diríamos lo que ya todos saben.
—Entiendo, pero ¿no creen que ellos querían saber al menos cómo están? No era necesario que les hablasen sobre "el tema".
—Oh, sí, bueno. Es que...
—Mmh... No lo sé.
Esto los hace reflexionar bastante. Y olvidarse un poco, además, del caos en la Tierra.
—Okay, okay. No se preocupen tanto. Veo que estos últimos días no hemos recibido muchas llamadas. ¿Les digo el historial? —Esto es más con el fin de alejarlos progresivamente del tema de la anomalía.
—Wow, debe ser un montón.
—¡Sí, sí que lo es! Veamos: Aldair, has recibido 64 llamadas de tu esposa...
Aldair, quién es el astronauta número 1 del equipo, aparta su vista de la pantalla presionando el puente de su nariz con sus dedos, con un notable gesto de decepción hacia sí mismo—. Ay, no, maldición —suelta en silencio para sí.
—Ja ja ja ja ja... Ay, Dios. Debe estar enojadísima —comenta uno.
—No te preocupes, nosotros ponemos para el cajón —escupe otro.
Ante la evidente vacilación de sus amigos, Aldair solo opta por reírse junto a ellos, para tirar todas las tristezas que tiene por la preocupación que le debió causar a su mencionada esposa.
El psicólogo también sede un poco a las risas, y continúa—: José, tú has recibido 71 llamadas de tus padres y hermanos.
Él es el segundo. Ante la información, solo asiente con la cabeza con un tono de decepción, también hacia sí mismo. Sus compañeros también lo observan con un poco de pena, pero con una media sonrisa, y le dan palmadas en su espalda.
»Kermy, has recibido un total de 12 llamadas de tus amigos de la facultad —termina el psicólogo.
Kermy es el tercero del equipo. Él solo se queda mirando fijo a la pantalla, sin emitir expresión alguna mientras que esos son los dos compañeros lo miran un poco extrañados. Ellos esperaban que a él también le hayan llamado varias veces con sus seres queridos o familia.
—Mis amigos —susurra Kermy—. Ah —exclama último, asintiendo con la cabeza y con una leve sonrisa.
De pronto, un silencio incómodo invade nuevamente la comunicación.
—Mmm... Bueno, quiero mencionarles que estas son las llamadas... efectivas de sus conocidos. Quiero decir que, en realidad, cada uno de ustedes ha recibido... cientos de miles de llamadas de personas que afirmaban ser ya sea sus familiares, sus amigos y etcétera.
Esta información provoca sorpresa en los exploradores, haciendo que reaccionen de diferentes maneras. El psicólogo continúa—: Saben que no es bueno dejar preocupadas a las personas. Son personas que, ya sea por la relación que tengan, les importan ustedes: familia o amigos... Tampoco es bueno que se encierren en una burbuja. ¡Solo mírense! Han evitado el contacto con otras personas, y su salud sigue empeorando con rapidez. Todavía les falta tres meses de viaje. ¡Tres meses! A este ritmo, no va a llegar a casa, chicos. No van a llegar.
Las duras críticas que les está diciendo, es una nueva táctica del psicólogo que parece estar dando resultados en los astronautas, pues ellos están reaccionando genuinamente: agachan la mirada para pensar en lo que él les acaba de decir.
»Compañeros, hemos visto que las personas en todo el mundo se han vuelto locas. "¡Oh, no! ¡Hemos descubierto ruinas en otro mundo! ¿¡Qué vamos a hacer!? ¡Todo está perdido!". Ya, ¿y...? ¿Qué pasó después? Fueron esas mismas personas quienes salieron a romperlo todo: un grupo de inadaptados y ridículos. Pero ¿qué más da? ¿Algo importante paso después? ¿Alguien murió? ¡No paso nada! Sé que esto se los han dicho muchas veces antes; probablemente estén hartos de que se los digan una vez más: ¡no - es - su culpa! ¿Ustedes qué hicieron? ¡No hicieron nada! ¿Acaso ustedes pusieron eso allí? ¡Claro que no! Ustedes solo fueron allá y lo encontraron, ¿quién lo hubiera imaginado? Dejen de estar tristes, porque con eso no solucionan nada; se perjudican ustedes mismos.
Lo dijo con bastante efusividad. Casi pareció que los estaba regañando. Tras acabar, pone su codo sobre la mesa y se soba la cabeza, echando un largo suspiro de cansancio.
Una vez que se recompone, vuelve a mirar hacia la cámara para seguir hablando con más calma:
»La próxima vez que el equipo les comunique que tienen una llamada, por favor, hagan el esfuerzo de contestar. No es necesario que les hablen sobre el "tema", o de la misión, o de cómo están ustedes. Podrían hablarles perfectamente de lo que harán al llegar a casa: salir, comer juntos, divertirse..., hablar, por supuesto, si ya están bien con eso... ¡Total!, porque incluso después de todo "esto", el mundo no se va a acabar mañana; no se va a acabar cuando regresen... ni se va a acabar aún cuando ustedes envejezcan. Nada de eso nos tiene porqué ocurrir. Nada dice que va a ser así. Amigos, pueden estar totalmente tranquilos; no va a pasar nada.
Los tres asienten con la cabeza, aún con cierta duda.
—¿Sabe qué, doctor?
—Sí. Dime, José.
—Creo que necesitábamos... o por lo menos yo, no sé. Reconozco que... necesitábamos a alguien más directo, la verdad...
—Sí, yo también creo eso —interviene Aldair—. Los demás doctores... Dios, nos hablaban de una manera tan profesional... que... parecía que nos trataban de estúpidos. O sea de... "Pobrecitos, háblales despacito", "Ten cuidado, no vayas a decir algo". Creo que los tres hemos notado eso desde el principio, por eso no hemos tenido ganas de hablar con ninguno de esos.
—Bueno, sí. Lo mismo que él, ¿no? —empieza a añadir Kermy, pensando que también debe dar una opinión—: nos hablaban tan falsamente que... Nagh, no valía la pena hablar con ellos, más que asentir a todo lo que decían.
El psicólogo, ante lo que les acaba de decir los exploradores, esconde sus risas en un forzado tosido—. Ay, Dios mío. Eeeh... ¿Les puedo decir algo? No se vayan a molestar.
"¿Okay?", contestan los tres en sintonía.
—Todos esos psicólogos los están escuchando ahora.
Al oír esto, los tres apartan sus caras de la pantalla en medio de risas, maldiciones y empujones.
Hacia el fondo, a espaldas del doctor, se empiezan a oír aplausos, risas, y unas cuantas ovaciones. Los astronautas, que siguen girando y dando vueltas sin control en la nave, se percatan de ello, y entre sí, se ayudan a detenerse.
El doctor, entonces, comparte en la pantalla las imágenes del equipo de control de misión. Todos ellos están saludando y aplaudiendo desde sus puestos ante la cámara que los filma para felicitar a los astronautas por recuperar su autoestima.
Ellos los llevan observando incluso antes del inicio de la misión. El equipo recordaba que ellos tres eran muy amigos desde hacía años, por lo que verlos tristes durante un mes entero también les partía el corazón. Pero ahora que ven que han vuelto a la normalidad, y recuperado la mayor parte de su felicidad y entusiasmo, les quieren expresar su gozo y alivio.
Los exploradores se sienten sumamente conmovidos con este gesto. Sus labios empiezan a temblar, y sus ojos se empiezan a llenar un poco de lágrimas. Pero, con tal de no romperse ante tantas personas, asienten con la cabeza y agitan sus puños con los pulgares arriba.
Este largo viaje le será más llevadero.
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