Capítulo 28: éxtasis entre sombras
Las sombras nos envuelven completamente mientras mi padre grita y rasguña su cuerpo que es devorado poco a poco por la oscuridad
—Déjame compartir contigo un poco de mi mente, padre- las sombras avanzan más y más en nuestros cuerpos —espero que disfrutes mi mente tanto como yo sufrí creándola gracias a ti
Las sombras comienzan a danzar frente a nosotros mientras gritan y gimen. La oscuridad se apodera de nosotros y sin darle tiempo a reaccionar corro hacia mi padre impactando contra su cuerpo y estrellándolo contra el muro de mi habitación en el hospital psiquiátrico
Observo como la expresión de mi padre se dispara de ira a sorpresa mientras la oscuridad deja nuestros cuerpos perdiéndose entre las tinieblas de mi habitación
—¡Mírame, mira bien esto padre, esto es lo que he vivido durante años gracias a ti!- cojo el rostro de mi padre y este no deja de temblar entre mis manos como si viera a la muerte en persona
Un golpe seco en mi rostro por parte de mi padre me aturde levemente y este escapa de mi control hacia el pasillo principal
Las sombras gritan a mí alrededor mientras comienzan a atravesar mi cuerpo una y otra vez mostrándome imágenes de mi vida, recuerdos dolorosos y frustrantes que había olvidado
—¡Salem, esto solo empeorara todo!- Alizee se materializa frente a mí y sus ojos me miran fijamente —¡terminaras matándote a ti también si sigues luchando contra él, solo déjalo y vete de aquí ahora!
—¡Cállate, tú ya no existes!- corro y atravieso el cuerpo de Alizee como si este fuera humo y al abrir los ojos me encuentro en el pasillo de mi antigua casa
—¡Hijo, sabes muy bien que lo que haces no está bien, soy tu padre y siempre he hecho lo que creía correcto para mí y tu madre!- la voz de mi padre resuena desde el segundo piso de la casa
—¡No hables de mi madre!- grito mientras comienzo a correr por las escaleras hasta llegar al pasillo del segundo piso que conecta con las habitaciones —¡por tu culpa perdí a mi madre, por tu culpa perdí mi vida, y por mi culpa perdí a aquellos que eran importantes en mi nueva vida!
Escucho los llantos y gritos de dolor de mi madre a mí alrededor mientras camino por el corredor sin alcanzar el final de este. La voz de mi madre se siente en todas direcciones saliendo por debajo de las puertas
Palpo las puertas del pasillo con las yemas de mis dedos sintiendo las vibraciones detrás de estas. Los gritos y estruendos avivan los recuerdos perdidos en mi mente una vez más
—Hijo, por favor ayúdame- la voz de mi madre se cuela por mis oídos generándome ira e impotencia al recobrar mis memorias y no poder hacer nada ahora—hijo por favor...
Corro a toda velocidad hacia la habitación de mis padres al fondo de corredor y la distancia se siente como si nunca se acortara entre la habitación y yo. Corro sin mirar atrás mientras las voces forman un réquiem insoportable, Alcanzo la habitación de mis padres con el poco aliento que me queda en mi cuerpo. Levanto la mirada y golpeo la puerta con mi puño lo más fuerte que puedo, haciendo así que las voces se detengan de súbito dejándome en un vacío sepulcral a mí alrededor, el cual es interrumpido por la suave risa de mi padre al otro lado de la puerta de madera frente a mi
Cojo el pomo de la puerta y este se siente arder en la palma de mi mano mientras lo giro para poder abrirla, la cual emite un chirrido escalofriante al abrirse lentamente frente a mí, dejándome solo tinieblas a la vista
La oscuridad en el interior evita que pueda distinguir algo frente a mí, pero la risa de mi padre me da la ubicación casi exacta de donde se encuentra este en el interior de la habitación
—¡Sal de la habitación desgraciado, sal ahora mismo si no quieres que se pongan peor las cosas!- abro las cortinas de la habitación con un ademan de mi mano y de estas ingresa una luz casi segadora —¡esta es mi mente, no hay lugar donde puedas escapar de mí, maldito hijo de puta!
Un fuerte dolor punzante se clava en mis costillas y al voltear a mi costado izquierdo puedo observar las manos de mi padre clavando un destornillador en mis costillas hasta la base de este.
El dolor es insoportable y al internar golpearlo para zafarme, este gira su arma clavada en mi cuerpo haciéndome caer de rodillas temblando de dolor
—Sabes hijo, es normal que creas que puedes ganarme, pero yo soy mejor que tú, tú eres solo una mierda producida porque tú madre abrió las piernas para mí como la perra que es- las palabras de mi padre me hacen enfurecer, pero rápidamente este incrusta más profundamente el destornillador en mi cuerpo haciéndome desistir de mi intento de atacarlo —eres igual de terco que la mierda de madre que tienes ¿o debería ser la mierda de madre que tenías?
—¡Enfréntate a mí como un hombre!- grito de impotencia mientras mi respiración y pulso se aceleran más y más —¿¡acaso tienes miedo de que desgarre tu maldita garganta con mis manos!?
Grito lo más fuerte que puedo y las paredes de la habitación comienzan a agrietarse a nuestro alrededor
— ¿¡Qué mierda haces!?- mi padre suela el destornillador dejándolo incrustado en mi cuerpo mientras retrocede poco a poco observando en todas direcciones —¡maldito hijo de puta, has que se detenga!
Mi padre me patea en las costillas a centímetros del destornillador haciéndome gritar y retorcerme mientras el dolor inunda mi cuerpo por completo
Las paredes comienzan a fragmentarse y de las grietas comienza a fluir sangre como cascadas empapando el suelo de la habitación
—¡Te lo dije, estas en mi mente!- mi voz se quiebra debido al dolor impuesto en mi cuerpo —¡te are sufrir la agonía de la locura que he acumulado estos años!
El líquido comienza a fluir cada vez con más velocidad mientras mi padre gira su rostro en todas direcciones buscando una salida de este lugar
—¡Es inútil, la única forma de salir es a través de mi!- me pongo de pie a duras penas temblando de pies a cabeza sin apartar la mirada de mi padre quien me observa con ira e impotencia —lo gracioso es que nunca creíste que yo podría detenerte, creíste que yo era un mero estorbo, y ahora te tengo atrapado en el único lugar donde no hay salida fácil. ¿No crees que es gracioso?
Arranco con mi mano derecha el destornillador de entre mis costillas dejándome un grito ahogado en mi garganta. Siento como el cálido líquido vital escapa de mi cuerpo a través de la herida provocada por mi padre y un sudor frío recorre mi rostro y cuello. La risa de las sombras comienza a hacerse presente a nuestro alrededor haciendo que mi cabeza se sienta a punto de estallar y mi nariz comience a sangrar sin control
—¡Maldito niño de mierda!- mi padre se lanza sobre mí, lanzándome contra el suelo empapado en sangre mientras cruza sus manos alrededor de mi cuello —¡sácame de aquí, maldito!
—¿Quieres salir de aquí? Como quieras-mi voz comienza a flaquear mientras siento como mis pulmones intentan inhalar el poco oxigeno que se me permite —dile hola a mi infierno
Múltiples brazos comienzan a salir desde el piso cogiéndome de mis brazos y piernas, los cuales me hunden entre la superficie sangrienta del mismo. Observo como mi padre intenta alejarse de mí sin lograrlo debido a las extremidades que lo sujetan y arrastran junto a mí
Mientras soy hundido por las manos logro distinguir una cálida sensación ya antes vivida, la cual me genera un escalofrío en mi columna vertebral
—Espero te guste el ambiente cálido padre- exclamo mientras la oscuridad me consume para re aparecer en el pasillo fuera de mi habitación de hospital psiquiátrico rodeado de humo y gritos de desesperación clamando por ayuda y sus muertes
Me pongo de pie y el dolor constante en mi costado se ha desvanecido dando paso a un ardor y calor constante alrededor de mi
Ajusto mi vista a la incandescente luz a mí alrededor encontrándome con el hospital psiquiátrico en llamas una vez más. Observo como un montón de cuerpos se queman frente a mí, retorciéndose mientras un olor asqueroso entre grasa y carne chamuscada llega a mis fosas nasales
Camino por los pasillos evitando el contacto con los cuerpos de las personas que se queman vivas gritando y retorciéndose. Con mis manos aparto el denso humo que se genera por las llamas, a su vez que estas avanzan más y más a mi alrededor quemando mi piel con el rose de las mismas
Camino entre extremidades en llamas intentando cogerme hasta que encuentro la puerta de la oficina de Daniela roída por las llamas
Toco la puerta de su oficina y esta se desploma frente a mí mostrándome el cadáver de Daniela ahorcado y carbonizado mientras mi padre se encuentra sentado en la mesa del escritorio
—Déjame decirte que esta perra es bastante linda, obviando lo quemado- mi padre comienza a reír y jugar con un bolígrafo en sus manos —si no fuera porque ya está quemada sería una buena candidata a tu futura madre muerta
Las palabras de mi padre me llenan de ira y sin perder tiempo me lanzo contra él y esta clava el bolígrafo rápidamente en mi ojo izquierdo provocándome un dolor insoportable, con mi mano arranco el bolígrafo recibiendo en el proceso un fuerte golpe con una silla en mi estómago obligándome a arrodillarme
—Te voy a matar- grito lo más fuerte que el dolor me lo permite y mi padre comienza a reír observando mi estado actual —¿de qué mierda te ríes?
—¿Me vas a matar?- pregunta mi padre mientras camina a mi alrededor —ni siquiera puedes ponerte de pie, eres un perro igual que tu madre. Un perro mal nacido que destruyo la vida de su perra madre
Una patada en mis costillas me hace retorcer de dolor mientras las paredes a nuestro alrededor comienzan a fisurarse cada vez mas
—Nunca podrás hacer nada más que esto, ellas no te lo permitirán- siento como mi padre patea mis costillas y estas crujen con cada impacto que reciben
—Si yo quiero, esto se puede acabar aquí y ahora- mi padre saca una pistola de la parte trasera de su pantalón, y con un movimiento certero deja descansando la punta de su cañón en mi cien izquierda —hasta aquí llegas, es momento de despedirnos hijo
Mi padre jala el gatillo y cierro los ojos mientras siento como la bala impacta en mi cien y se incrusta en mi carne y cráneo mientras la oscuridad se yergue sobre mi
Siento como un estruendoso sonido metálico impacta una y otra vez en mi cercanía, y al abrir los ojos y me encuentro tirado en el frío piso de la morgue del hospital en donde Alizee perdió la vida.
Mi padre frente a mi intenta abrir la puerta de salida de este lugar sin resultados mientras yo palpo mi rostro en busca de la herida de bala. Mis dedos recorren mi rostro con miedo hasta que con la yema encuentro una cavidad que poco a poco comienza a doler más y más
—No luches, déjate llevar por tu verdadero ser- la voz irreconocible de las sombras se cuela en mi cabeza haciéndome temblar y recobrar memorias de como mi padre maltrataba a mi madre frente a mi cuando era pequeño
—No intentes lo imposible- mi padre se voltea al escucharme mientras su rostro se llena de miedo —creíste que me matarías, pero eso lo vienen intentando muchos antes que tú
Introduzco mis dedos de la mano izquierda en el orificio dejado en mi cien por la bala y cojo esta con la punta de mis dedos, extrayéndola mientras soporto a duras penas el dolor desesperante infligido por mi mismo
—¿Qué mierda haces?- el rostro de mi padre se clava en una mirada de horror frente a mí —¡eres un desgraciado enfermo, debí matarte en cuanto naciste!
—Ese fue tu error- camino en dirección de mi padre mientras empuño la bala entre mi mano izquierda y con un fuerte golpe lanzo a mi padre al suelo dejando un hilo de sangre que fluye de su mandíbula hasta mis nudillos, una risa se escapa de mi cuerpo al observar el cuerpo de mi padre retorcerse a mis pies —ahora te enseñare en que se convirtió tu más grande error
Cojo del suelo el arma de mi padre y observo como este comienza a intentar forzar la salida más aprisa que antes
—¿No quieres jugar con tu hijo, padre?- saco el cargador del arma y observo como brillan dos balas —¿sabes cuál es la diferencia entre un loco y yo?
Mi padre me mira asustado mientras vuelvo a introducir el cargador en la pistola de manera brusca. Sus manos no dejan de temblar y yo camino en su dirección observando su ostro por encima del arma
—¡Suelta eso, no sabes lo que estas asiendo!- la voz de mi padre se quiebra y tiembla mientras juego con el arma entre mis manos —¡baja eso y haz las cosas como un hombre!
Disparo el arma perforando la rodilla de mi padre y este chilla como un cerdo tapando el orificio chorreante de sangre con sus manos
—No has respondido mi pregunta padre, si no respondes mi pregunta, me veré en la obligación de incrustar una bala en tu otra rodilla- me planto frente a la figura de mi padre sentado en el suelo intentando evitar el sangrado y lo miro mientras este respira de manera agitada —ahora dime, padre ¿sabes cuál es la diferencia entre un loco y yo?
Mi padre escupe en mi rostro y sin querer aprieto el gatillo del arma creando un orificio en la puerta a un lado de su rostro
—¡Ya no tienes más balas, solo quedaban dos balas y ya las gastaste!- la voz de mi padre suena arrogante y mi ira se desata golpeando con la culata de la pistola la mandíbula de mi padre la cual escucho crujir
—La diferencia padre, es que no hay ninguna. La locura es algo que adoptamos y hacemos nuestra, todo el mundo está loco, pero solo algunos la aceptamos como tal. Los demás solo nos tachan como locos siendo que ellos reprimen su locura, pero gracias a ti ahora puedo desatar todo sobre ti y ser libre de esta carga
Las paredes comienzan a crujir y de un momento a otro nos encontramos nuevamente en el tejado de la azotea rodeados por el huracán que se ha vuelto más violento de lo que recordaba
Mi padre observa en todas direcciones mientras palpa sus rodillas dándose cuenta que su dolor ya no existen, al igual que las heridas de bala que nunca fueron causadas en el
—Tú, tú me habías disparado y ahora no tengo nada- la voz de mi padre suena unida a una risa nerviosa mientras se pone de pie palpando su mandíbula —¿¡acaso no puedes hacer nada bien!?
—¡No eres más que basura, no sé cómo mierda mi madre pudo ver algo bueno en ti como para que te escogiera como pareja!
—¡Ella era una perra, lo único que necesitaba era que me la follara duro como la perra que era para que fuera feliz!- una sonrisa dantesca se dibuja en su rostro mientras palpa con su mano derecha la parte trasera de su pantalón —mira lo que me encontré aquí, mi preciosa arma, nuevamente en mis manos
Mi padre apunta su arma en mi dirección riendo como un loco mientras las sombras descienden frente a nosotros danzando en el aire como plumas movidas por la briza
—¡dispárame si es lo que quieres, hazlo y acaba con esto!- comienzo a hablar y a acercarme mientras este no aparta su arma de mi dirección —¡sabes que ellas no te dejaran hacerlo, ellas son simbióticas a mí, su existencia depende no solo del dolor y sufrimiento mío y de los demás, sino también depende de lo que me pase a mí!. ¡Me llevo un tiempo darme cuenta de que nada me podía matar en verdad, no importa lo que me enviaran, no importa que tan al borde de la muerte estuviera, ellas siempre evitaban de una u otra manera que muriera!
—¿¡crees que ellas te protegerán, en verdad lo crees!?- mi padre grita desesperado, y a medida que avanzó hacia él, este retrocede más y más mientras el huracán azota las paredes del hospital psiquiátrico estremeciendo toda la edificación bajo nuestros pies — ¡ellas te quieren muerto, por eso he llegado hasta aquí, para poder ser libre de ti! ¡Te matare y me liberare al fin de tu carga!
Escucho el sonido estruendoso de la pistola y como un silbido suave y veloz pasa a un lado de mi rostro. Las sombras comienzan a danzar frente a mi padre y este les jala el gatillo en contra de ellas sin poder disparar
—No te has dado cuenta ¿verdad?- le pregunto a mi padre mientras observo los alrededores —no te has dado cuenta de que seguimos en mi mente
El cielo comienza a fisurarse y de este desciende un líquido viscoso y sanguinolento. Las sombras toman su forma física nuevamente y en un movimiento rápido y certero con sus manos desgarran el cuello de mi padre y este cae al piso retorciéndose mientras cubre su cuello con sus manos y su voz se ahoga entre la sangre que se cruza por sus vías respiratorias
Las sombras se aproximan a mí y me observan fijamente una a cada lado, palpan mi rostro y cuerpo con sus manos mientras gimen al unísono hasta que cada una de ellas penetra mi pecho y el de mi padre con sus garras mientras siento como oprime mi corazón poco a poco. Mi padre comienza a convulsionar mientras me observa y sonríe enfermizamente
—A esto llegaste- la voz del otro yo resuena detrás de mí y con su mano aparta a la sombra de mí y yo caigo de rodillas oprimiendo mi pecho de dolor —sabes que en este punto solo hay una opción, estamos en tu mente y aquí son más fuertes que tú. Entiendo lo que intentaste hacer, intentaste salvar a la basura de padre que tenemos, pero no puedes, él está podrido por dentro
Las sombras ríen y una voz femenina comienza a escucharse a través de ellas. Una silueta comienza a formarse a un lado de las sombras y poco a poco se materializa en la figura de Alizee
—Salem, es hora de que me vengues, que me vengues a mí y a todos. Hemos muerto por culpa de ellos- la voz de Alizee comienza a alterarme —ven y únete a mí y a las sombras, ellas te ayudaran a soportar el dolor y la ira que sientes, ellas dejaran que todo siga su curso
Un sonido de bala se escucha retumbando entre la voz de Alizee y un agujero de bala atraviesa la frente de esta haciéndola esfumarse frente a mí
Observo como mi padre ríe escupiendo sangre, mientras en su mano sostiene el arma humeante apuntando en la dirección donde estaba y se esfumo Alizee
—¿¡Qué has hecho!?- una de las sombras ríe y mi corazón comienza a oprimirse
—¡Detente, no dejes que ganen, salem!- la voz del otro yo suena más lejana de lo que debería y siento como este apoya sus manos en mis hombros —¡ella ya murió, la que estaba aquí no era la real, ella no querría que te convirtieras en esto, ella no querría que las dejaras ganar!
Mis piernas responden por inercia y aparto al otro yo de mi camino. Con un rápido movimiento atravieso los cuerpos de las sombras corriendo a través de ellas, sintiendo un escalofrió por todo mi cuerpo mientras mi aliento se siente desaparecer de mi cuerpo
Corro y al llegar al lado de mi padre tenso mi pierna y pateo su rostro haciendo escupir un hilo de sangre que se eleva casi un metro por sobre el suelo salpicando mi rostro
Me arrodillo sobre él y comienzo a golpear su rostro con mis manos mientras el otro yo me grita que me detenga y las sombras gimen y gritan al unísono
—¡Porque mierda haces esto, porque no puedes dejarme en paz!- mis gritos desgarran mi garganta mientras la sangre de mi padre tiñe mis manos con cada golpe que acierto en su rostro, la expresión de felicidad de mi padre comienza a deformarse en una imagen dantesca que me llena más aun de repulsión y odio —¡porque tuviste que hacerlo, porque tenías que matar a mama, porque no podías simplemente separarte de ella y nada más, porque me hiciste esto, a tu hijo, a quien debías proteger, en vez de hacerle esto!
Lagrimas recorren mis mejillas, mi rostro se entibia y mi visión se comienza a volver borrosa por las lágrimas que inundan mis ojos.
El cielo comienza a fisurarse más y más y este revienta cayendo como una lluvia de cristal carmesí sobre todos nosotros
El viento sopla y abro los ojos encontrándome en el techo del hospital psiquiátrico destruido mientras la tormenta golpea mi rostro con su vendaval. Me pongo de pie y el viento me lanza contra el suelo azotando mi cuerpo sin energías
Levanto la mirada y observo como mi padre tirado contra la baranda destruida de la azotea comienza a ponerse de pie a duras penas al igual que yo mientras a lo lejos se escuchan acercarse sirenas de vehículos
—¡Se acabó, todo se acabó padre, esto ya llegó a su fin!- apoyo mis manos en el suelo y comienzo a levantarme hasta llegar a ponerme de pie en su totalidad —¡vienen por nosotros!
—Apártate, no dejare que...- mi padre cae de rodillas y las sombras surgen desde el suelo cogiéndolo de los hombros e introduciendo sus manos en su pecho, al mismo momento que mi padre desenfunda el arma que ocultaba en la parte trasera de su pantalón y la apunta hacia abajo desde donde surgen voces gritando y llamándome, voces familiares que vienen por mí
—¡Ellos son los siguientes, aremos que sufras la agonía de ser el que siga vivo, destruiremos tu vida acabando con la de los demás frente a ti al igual que cómos lo hicimos con todos los demás, existimos para ver tu agonía, para sentir el éxtasis de ver tu rostro desesperado por la vida de otros- la voz de las sombras sale del cuerpo de mi padre mientras este ríe!
Mi padre comienza a disparar y en el proceso se escuchan como gritan y ordenan el resguardo en la entrada del hospital
—¡Detengan esto, ellos no tienen nada que ver!-grito intentando que mi voz no sea opacada por el rugir de la tormenta hasta el punto en que mi garganta se siente como si se desgarrara
Corro en dirección de ellas y mi padre me apunta con su arma dejándome al filo del cañón con unos escasos metros de distancia
—¡Te matare antes de que me detengan!- la voz entrecortada de mi padre sale de su boca mientras las sombras gimen y gritan al rostro de mi padre —¡te matare y al fin seré libre de ti, libre de todo!
Un destello en el arma me alerta y antes de poder hacer algo siento como un dolor profundo y punzante se clava en mi pierna haciéndome gritar de dolor
Cojo mi pierna con mis manos ejerciendo presión en la herida evitando que me desangre. Observo como las sombras aprietan el cuello de mi padre y los ojos de este comienzan a tornarse de un negro absoluto con venas marcadas recorriendo todo su rostro como raíces negras
—Te lo dije, no puedes matarme, ellas no lo dejaran, ellas viven por mí y mi sufrimiento- me intento poner de pie y caigo sobre mi rostro debido al dolor insoportable en mi pierna, siento como la bala se encajó en mi hueso y el dolor me recorre hasta mi cuello —aún no sé qué mierda son, no tengo idea de cómo llegaron a mi vida, pero ellas tienen una relación simbiótica sobre mí
Las sombras se comienzan a meter más y más en el cuerpo de mi padre y este grita y se golpea a si mismo de manera desesperada con su arma
—¡Salem, sabemos que estás ahí, somos la policía y te ordenamos que salgas con las manos en alto junto a tu padre, recibimos la información pertinente del oficial y te aseguramos protección si sales ahora, de lo contrario subiremos y abriremos fuego ante cualquier hostilidad tanto de tu parte como de la de tu padre!- la voz de un hombre que dice ser policía se escucha distorsionada por la tormenta que ruge a mi alrededor, el hombre clama por nuestra pronta salida y yo solo puedo pensar en mi padre ahora y en como las sombras han tomado control de este
—Sabes, ya es hora de que bajemos Salem- la voz de las sombras se cuela por el cuerpo de mi padre haciéndome estremecer —ellos nos esperan, hay que darles un buen espectáculo de como el padre mata a la amiguita de su hijo y los oficiales matan al padre
Las sombras ríen de manera estruendosa al mismo momento que el cuerpo de mi padre se acerca a mí
—No, no dejare que siga esto- me pongo de pie mientras mis rodillas no dejan de temblar y mis manos teñidas por la sangre de mi pierna son rápidamente limpiadas por la lluvia que cae torrencial sobre nosotros —aquí se acabara todo, no permitiré que ustedes sigan destruyendo la vida de los demás
Siento como mis fuerzas comienzan a abandonar mi cuerpo lentamente mientras mi visión se torna nublada y pesada
—Mírate, solo eres un bastardo que no puede hacer nada contra su destino- escucho como las sombras hablan a través de mi padre mientras estas se aproximan deteniéndose frente a mí —siempre solo, siempre con miedo de que te abandonaran, siempre con temor de que tu padre volviera a ser el demonio en tu hogar. Nos diste vida, nos diste una razón de porque estar aquí, ahora es momento de tomar tu mundo y destruirlo frente a tus ojos
—¡Salem, ya estamos aquí!- la voz de Leithy llega desde la puerta detrás de mí y al voltearme observo como esta ingresa junto a Cristian y su hermano quien sostiene su arma apuntando a mi padre —¡Salem, debemos salir de aquí, la tormenta arrasará con todo el edificio!
—¡Aléjate de Salem, no nos obligues a abrir fuego! –grita Jonathan sosteniendo su arma mientras la tormenta golpea su mano extendida haciéndole temblar el arma
Siento como el piso tiembla y la risa de las sombras se vuelve estruendosa, tanto que el ruido de la tormenta queda opacado por esta
Soy tomado de mi cuello por las sombras con el cuerpo de mi padre y estas apuntan a mi cabeza con su arma dejando a todos frente a nosotros quietos como estatuas
—¡Salgan de aquí!- grito con todas las fuerzas que me quedan —¡esto es algo que no pueden detener ustedes! ¡Él no me puede matar porque ellas no lo permitirán, me necesitan para...!
Soy golpeado por el arma de mi padre en la cabeza y mi visión se vuelve a entorpecer, esta vez por la sangre que brota de una nueva herida abierta en mi cabeza. La sangre comienza a recorrer mi rostro mesclado con el agua de la tormenta empapando mi rostro hasta mi cuello
—¡Jonathan, dispárale!- escucho como le grita Cristian a su hermano y este permanece inmóvil frente a mí, mientras a duras penas puedo distinguir con mi visión quien es quien —¿¡que estas esperando!?
—¡No puedo dispararle, la trayectoria de la bala saldría desviada por la tormenta, podría darle a Salem! -grita Jonathan a todo pulmón intentando mantener el orden entre ellos
—¡Hazlo!- grito mientras mi voz se entrecorta —¡dispáranos, tienes que acabar con esto antes de que no pueda soportarlo más!
Vuelvo a ser golpeado, esta vez el golpe va directo a mis costillas haciéndome gritar como nunca lo he hecho, lagrimas corren desde mis ojos hasta mi mentón siendo camufladas por la lluvia que cae torrencialmente mientras rayos y truenos se materializan a nuestro alrededor
Levanto la mirada y poco a poco observo como todos gritan y yo no logro comprender que es lo que dicen
Escucho un zumbido en mi cabeza y frente a mí se comienzan a materializar extremidades que emergen del suelo hacia Leithy, Cristian y Jonathan. Alcanzo a distinguir la risa de las sombras suavemente mientras mi cabello es jalado hacia atrás
—Veamos con quien comenzamos- los cuerpos de mis amigos caen de rodillas y sus ojos se tornan de un negro profundo —¿quién será el primero que pierda la cordura para unirse o a tu padre o a tu madre?
Leithy comienza a gritar y rasguñar sus brazos mientras Jonathan y Cristian se golpean mutuamente como desquiciados
—¡Deténganse, ya basta de esto!- golpeo con mi nuca el rostro de mi padre y esta retrocede soltando mi cabello
Cojo un trozo de concreto desprendido del piso y golpeo a mi padre liberando a los demás de la posesión de las sombras que los atormentaba
El rostro de mi padre se desfigura en una expresión dantesca y grotesca de lo que debería ser el rostro de un humano
—¡Tú, hijo mal agradecido, has estado vivo solamente porque yo lo he querido así! ¿¡Así es como me pagas!?- un estruendo ruge frente a mí y siento como mi vientre se comienza a entibiar
Observo como desde mi vientre comienza a florecer una mancha carmesí. Mi padre comienza a reír y los gritos de las sombras resuenan a mí alrededor
—Ahora ellos- exclama mi padre apuntando en la dirección de los demás quienes yacen en el suelo
Observo como las sombras me rodean y mi visión se nubla cada vez más, mi padre comienza a disparar y los tiros fallan uno tras otro mientras este ríe como un niño que quema hormigas con una lupa
Observo en todas direcciones mientras mi padre recarga su arma vacía
—¿Es esto lo que querías?- la voz del otro yo resuena nuevamente mientras su cuerpo asciende desde el suelo como un espectro —ya no quedan más de dos opciones que tomar y creo que ya sabes cuales son
—¡Tengo miedo, no de ti, no de mi padre, tengo miedo de mí mismo y de lo que debo hacer!- observo a mi padre y este termina de cargar su arma y la apunta en mi dirección mientras ríe fuertemente disparando a un lado de mi
Las sombras evitan que mi padre acierte los tiros contra y mi visión se comienza a tornar pesada y borrosa mientras pierdo sangre con cada segundo que pasa
—Debes hacer lo correcto, no importa lo demás- el otro yo se arrodilla frente a mi e introduce su mano en mi pecho—es hora de ser uno, una última vez
El cuerpo del otro yo comienza a introducirse dentro de mí y el dolor y los recuerdos faltantes comienzan a fluir como un agua descontrolada en mi cabeza. La tormenta comienza a romper el edificio a mí alrededor y mis lágrimas fluyen mientras los gritos de dolor de mi madre y los crueles recuerdos de mi padre se reproducen en mi cabeza
Las sombras danzan alrededor de mi padre mientras este ríe me amenaza y apunta a mis amigos con su arma
—¿Qué te pasa hijo, acaso lloras para que te tenga lastima maldito hijo de perra?- mi padre patea mi rostro y siento como un sabor a hierro llena mi boca y la ira dentro de mí se transforma en cólera, una cólera desenfrenada ante el hombre que me ha quitado todo
Escucho como las sombras ríen de manera seca y mi padre observa como mis compañeros comienzan a reaccionar intentando ponerse de pie
—¡Basta, déjalos ya!- grito y me lanzo contra mi padre, golpeando a este con mis puños, salpicando mi rostro con gotas de sangre
Escucho un estruendo y siento como mi pierna es perforada hasta el hueso por la bala que me acaba de disparar mi padre
El rostro ensangrentado de mi padre se transforma en una sonrisa dantesca. Sin darme tiempo a escapar mi padre vuelve a jalar el gatillo, esta vez alojando una bala en mi vientre.
Siento como la sangre fluye a través de mis heridas
—¡al fin, al fin pude hacerlo, ellas no me lo permitían, pero al fin pude hacerlo!- mi padre repetía una y otra vez las mismas palabras mientras yo me aferro a su cuello con mis manos evitando perder mi conciencia en el proceso
—¡Es hora de que acabe esto!- golpeo con mi cabeza la cabeza de mi padre y este azota su nuca contra el suelo a la vez que suelta su arma lanzándola lejos de su alcance
Me pongo de mie tropezándome en el intento y a medida que logro enderezarme escucho como Leithy me llama detrás de mí
Volteo en dirección de Leithy y observo como Cristian tiene a Leithy cogida del su cabello con un arma apuntando a su sien
—No te resista salem, es hora de que seas un perro obediente- la voz de Cristian se escucha distorsionada y sus ojos se tornan completamente negros, tan negros como el vacío
—¡Ustedes!- mi rodilla izquierda toca el suelo al no poder permanecer en pie mucho tiempo —¡dejen a Cristian y a Leithy!
Leithy me observa con unos ojos llenos de desesperación mientras su cuerpo no deja de temblar
Las sombras asoman sus rostros inexpresivos por detrás de Cristian al mismo tiempo que gimen y gritan como amenazando en mi dirección
Observo como el cuerpo de Cristian se mueve como una marioneta debido a las sombras, a su vez el cuerpo de Jonathan comienza a reaccionar tendido en el suelo y este con su mano me hace señas de que me mantenga quieto
Mis latidos se sienten como tambores en mi pecho y el sonido de la tormenta no parece amainar por más tiempo que pasa
—¿Qué son ustedes?- le pregunto intentando hacer tiempo para que el hermano de Cristian pueda apoyar en esta situación —¿Por qué están conmigo?
Las sombras me observan y a pesar de sus inexpresivas caras siento como una interrogante nace en ellas
—¿No sabes que somos?- la voz de Cristian es usada por las sombras mientras Leithy forcejea contra el agarre de Cristian en su cuello —¡nosotras somos tus deseos, somos quienes te acompañaron en tu infancia y te destruirán tu vida!
Jonathan se lanza sobre Cristian y este suela a Leithy quien cae al suelo tosiendo y jadeando
Escucho disparos detrás de mí y al voltearme observo a mi padre disparando desde el suelo en dirección de Cristian y los demás
—¡Mueran, mueran, mueran...!-grita mi padre disparando a los demás obviándome a mi
—¡Jonathan, sácalos de aquí, las sombras están en mi padre ahora!- corro y pateo el arma de mi padre mientras escucho como Leithy me pide escapar con ellos —¡lárguense, no puedo detener esto ya, no con ustedes aquí!
—No puedes detenernos, tu vida es nuestra y no dejaremos que esto acabe- observo a mi padre y este introduce sus dedos en las heridas de balas de mi cuerpo haciéndome gritar de dolor —nunca te libraras de nosotras, somos parte de ti, y mientras tengas a alguien en tu vida a quien atesorar, nosotras lo mataremos para verte sufrir nuevamente
Golpeo a mi padre en su rostro y este retira sus manos de mi, dejándome con una herida sangrante a borbotones que no logro controlar
Observo detrás de mí y con la mirada alcanzo a Leithy quien me observa con ojos llorosos y desesperados mientras Jonathan la intenta llevar lejos de todo esto
—¡Salem, ven con nosotros!- los gritos de Leithy inundan mi cabeza y me lanzo sin previo aviso contra mi padre azotándolo contra la reja de protección la cual está rota en su totalidad —¡Salem!
—¡Lo lamento, lamento mucho todo!- grito lo más fuerte que me permiten mis pulmones mientras soy golpeado en las costillas por mi padre —¡gracias por todo lo que me han dado en este tiempo!. ¡Leithy, recuerda vivir libre junto a la nueva familia que formaste junto a mí y los demás!
Observo como las sombras escapan del cuerpo de mi padre ingresar al mío. Diversas voces e imágenes comienzan a resonar en mi mente como un réquiem de dolor y agonía que no se detiene
—¡Vamos hijo, mátame y continua con el ciclo sin fin de muertes que empezamos!- la voz de mi padre me llena de ira mientras el ruido de la tormenta comienza a amainar poco a poco a nuestro alrededor
—¿¡Crees que soy como tú!?- le grito a mi padre mientras sonrió y lágrimas caen por mis mejillas —¡me duele tener que acabar con todo lo que amo en esta vida, pero no tengo más opción que hacerlo!
Azoto con todas mis fuerzas el cuerpo de mi padre contra la reja de protección y esta cruje inclinándose hacia atrás junto con nuestros cuerpo. Escucho como los gritos de Leithy y Cristian me llaman detrás de mí mientras yo evito mirarlos y que puedan observen mis lágrimas fluir
—¿Porque las sombras no toman control de ti?- mi padre me observa mientras lloro y sonrió frente a el —¿Por qué mierda no te vuelves loco como todos?
—Porque no hay nada que liberar, todo ya está junto a mí, mi ira, mi dolor, mis recuerdos, mi vida completa- observo fijamente a mi padre y lo cojo de los hombros —y es momento de dejar mi vida atrás para que otros vivan la suya
Arremeto con todo mi cuerpo contra mi padre y este junto conmigo rompemos la reja de seguridad que nos mantenía a salo haciendo que nuestros cuerpos comiencen a caer hacia el vacío
Los recuerdos de mi tiempo vivido con todos comienzan a fluir como un río calmando por mi mente, los recuerdos felices y amargos se mesclan dejándome solo lágrimas y arrepentimiento de no haber hecho más recuerdos para mí mismo, recuerdo la calidez de las manos de Alizee y como su voz me llamaba cada vez que podía, recuerdo como todos me ayudaron a llegar hasta donde estoy en estos momentos y lo único que puedo decir ahora es "gracias, gracias por estar junto a mi como mi familia". Siento como mi cuerpo es envuelto por el viento de la tormenta la cual comienza a terminar dejando ver una luna resplandeciente sobre nosotros, mi padre maldice y grita mientras nuestras vidas se encuentran a metros de la muerta
Entre los gritos de mi padre y los gemidos de las sombras, logro escuchar pasos a toda prisa que se aproximan en mi dirección mientras la voz de Leithy me llama a todo pulmón
Siento como si mi corazón se apretara al escuchar la desesperada voz de mi compañera mientras centímetros separan nuestros cuerpos del concreto del patio de hospital. Cierro mis ojos estando en paz al fin, esperando así el final de este réquiem al que llamo vida
La oscuridad me rodea y el viento silva en mis oídos mientras gritos y sirenas de autos policiales resuenan ferozmente
—Hola Salem- los sonidos externos se desvanecen dando paso a una voz, la cual llega a mis oídos como una melodía calmada. Abro los ojos poco a poco hasta encontrarme de frente con quien prometí volver a encontrarnos
Doy un suspiro como nunca antes y con una melancolía en mi pecho observo la silueta frente a mí saludándola
—Te extrañe Alizee.
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