Capítulo 27: Sombras del pasado
—¡Salem!- escucho los gritos desesperados de Leithy mientras siento como su mano palpa mi pecho donde el dolor se intensifica —¡Salem, ponte de pie! ¡No pudo moverte yo sola!
Siento como soy jalado poco a poco sin poder tener control de mi cuerpo y los sonidos del viento se vuelven más intensos con el pasar de los segundos
Mi mente se comienza a nublar poco a poco y mi conciencia comienza a ser posesión de las sombras, las cuales puedo sentir como se acercan a mí gimiendo fuertemente
La oscuridad se comienza a apoderar de mi campo de visión y sin poder gesticular palabra alguna, me encuentro nuevamente en la entrada de mi casa y está se encuentra sumida en una oscuridad penumbral
Me percato de como al interior de mi casa se escuchan risas y movimiento familiares de mi infancia
—¿Salem, porque no vienes?- la voz de kaya se escucha dentro de mi casa a medida que la puerta de esta se comienza a abrir—estamos todos esperándote aquí, Salem
Observo como una suave neblina se escapa de la puerta de mi casa mientras por mis manos se cuela el hielo del ambiente nocturno que me rodea
Camino en dirección de la casa mientras las risas de las sombras inundan mis oídos. Toco el marco de la puerta y esta se siente más frío de lo normal, casi como si quemara mi mano con hielo seco
Empujo la puerta con suavidad y esta se abre lentamente dando paso a una neblina que me envuelve por completo
—Vamos, sabes que quieres ingresar- la voz del otro yo llega a mis oídos por detrás de mí y al voltearme me encuentro solo ante la nada
Volteo nuevamente y observo como la silueta oscura de un niño cruza frente a mi perdiéndose en la entrada de la cocina
Camino lentamente y con cuidado mientras risas y llantos de todas direcciones me envuelven en un continuo espasmo nervioso
—Hijo ¿Podrías venir a ayudarme en la cocina?- la voz de mi madre me llega desde el interior de la cocina y antes de poder contestarle inconscientemente, observo como otra vez la silueta negra corre hacia el interior de la cocina gritando "¡ya voy mamá!"
—Hola- pego un brinco a mi derecha al escuchar la voz a mi costado izquierdo y al girarme me encuentro a la pequeña Kaya a mi lado —¿sabes? Las cosas que hemos vivimos son solo recuerdos que puede que nunca viviéramos
—¿De qué hablas?- intento hablar con Kaya pero esta no me observa en ningún momento —¿a qué te refieres con que nuestros recuerdos nunca los vivimos?
—La vida es corta, Salem- Kaya vuelve a ignorar mis preguntas y comienza a caminar al interior de la cocina —si pudieras cambiar algo de tu vida ¿que sería?
La pequeña Kaya se pierde de mi vista y soy sumido en oscuridad para luego encontrarme sentado en la cama de la habitación de mi infancia
—Hola Salem- la voz del otro yo emerge de entre la oscuridad junto a su silueta idéntica a mí —es increíble ¿verdad?
—¿Qué es increíble?- pregunto mientras el otro yo se aproxima a mí con paso lento y firme —¿Qué paso conmigo? Estaba en la azotea y ahora estoy aquí nuevamente contigo
—Digamos que estas aquí por nosotros- el otro yo abre la puerta y comienza a fluir un líquido negro desde el exterior —es hora de que todo termine Salem, es hora de que tomes una decisión muy importante y que sepas la verdad sobre todo
Las paredes de la habitación son desechas como si fueran hechas de papel dando paso a un área sin fin con un suelo inundado en su totalidad
—¿Qué es esto?- me pongo de pie y la cama es tragada por el líquido negro del suelo de la habitación —¿Qué es lo que le paso a Leithy?
—¿Por qué te preocupas tanto por alguien, más que por ti mismo?- me pregunta el otro yo mientras observo como manos y cabezas comienzan a abrirse paso entre el líquido negro emergiendo como cuerpos negros y esqueléticos
Grito e intento alejarme retrocediendo para ser agarrado por una mano desde mi espalda, la cual me jala hundiéndome poco a poco en el líquido con ella
Observo como el otro yo clava su mirada en mí y con un rápido movimiento me coge de mi cabello y me saca de un solo tirón dejándome de rodillas frente a el
-¿Por qué me ayudaste?- pregunto mientras intento tranquilizar mi respiración —¿acaso no querías tomar control de mi cuerpo?
El otro yo se pone de cuclillas frente a mí y me sonríe de manera escalofriante, luego hacer un ademan con su mano derecha para que observe a nuestro alrededor
Docenas de cientos de cuerpos míos se yerguen a nuestro alrededor como si fueran maniquíes, cada uno es distinto e igual a mi
—¿Qué mierda es esto?- grito desesperado poniéndome de pie lo más aprisa que puedo
—¿No te das cuenta?- pregunta el otro yo frente a mí, poniéndose de pie mientras extiende sus brazos como alas —esto eres tú, esto somos nosotros, Salem. Somos tú, lo que fuiste y lo que puedes ser
Los cuerpos comienzan a abrir sus ojos y puedo observar como en donde deberían estar sus ojos solo hay cuencas vacías chorreantes de sangre
—Míralos, somos tú, somos lo que rechazas y aceptas en ti mismo- los cuerpos comienzan a gritar desesperadamente mientas las risas de las sombras se escuchan como un réquiem a mi alrededor —ahora es momento que tomes la única decisión que nunca quise que tomaras, pero ya no tenemos tiempo ¿verdad?
Los gritos de los otros yo se callan de súbito para dar paso a la risa de las sombras quienes se materializan sobre nosotros danzando y descendiendo paulatinamente hasta quedar entre el otro yo y yo mismo
—¿Este era tu plan?- pregunto al otro yo quien mantiene su rostro inexpresivo —¿traerme ante ellas para tomar el control de mí?
El otro yo es rodeado por las sombras y antes de darme cuenta ellas comienzan a penetrar su cuerpo con sus manos, desmembrándolo parte por parte mientras este grita de dolor y los otros yo a nuestro alrededor solo observan con rostros inexpresivos hasta que las sombras terminan de despedazar al otro frente a mi
—¿Crees que estoy con ellas?- doy un salto debido a la sorpresa de escuchar al otro yo que fue devorado, justo a mi lado —yo nunca dije que estaba con ellas, ellas siempre aparecían cuando yo lo hacía y tu sacaste tus conclusiones
—¿¡Entonces porque me torturabas!?- grito de desesperación mientras me giro buscando al otro yo que no está por ningún lado
—Queríamos evitar llegar a esto, queríamos salvar a los demás, a Daniela, a Alizee, Damián a todos
—¿¡Salvarlos, yo intentaba salvarlos!?- grito mientras mi ira comienza a fluir y me percato de que los otros yo están más cerca de mí —¡aléjense, aléjense ahora mismo!
—Tu intentabas salvarlas de las sombras- las voces de los otros yo resuena en coro unísono a mi alrededor —nosotros los intentábamos salvar de nosotros mismos
Observo en todas direcciones mientras los otros yo se aproximan a mi y repiten una y otras vez que intentaban protegerlos de nosotros
—Salem- escucho como una voz familiar me llama a lo lejos entre el mar de mis otros yo —no debes culparte de todo lo que a ocurrido, nosotros permanecimos a tu lado porque era nuestro deseo, no nuestra obligación
Aparto a los cuerpos de los otros yo intentando buscar el origen de la voz familiar, uno a uno voy empujando y golpeando mientras la voz se escucha cada vez más cerca de mi
Comienzo a sentir como mis nudillos se rompen debido a los golpes propinados a los otros yo y sin darle mayor importancia al asunto continuo golpeándolos sin descanso hasta encontrarme frente a frente con Alizee quien me mira preocupada con su rostro manchado de sangre
—¿Alizee?- acerco mi mano a su rostro pálido y manchado con pintas de sangre para poder palparla, pero esta coge mi mano y la aleja de ella
—¿Por qué lo hiciste Salem, porque sigues lastimándote a ti mismo por nuestra culpa?
—¿A qué te refieres?- le pregunto a Alizee y esta con una mueca de ira me abofetea haciendo girar mi rostro
—Siempre eres igual, te dañas a ti mismo mientras buscas como escapar de todo protegiendo a otros. Mira detrás de ti, mira el camino que decidiste recorrer- Alizee apunta detrás de mí y al voltearme observo a lo que ella se refiere
Observo como los cuerpos de los otros yo comienzan a pararse lastimados y sangrando, los yo adultos y los niños a duras penas se ponen de pie mientras los demás que los rodean los observan sin hacer nada por los caídos
Los cuerpos se incorporan y de entre ellos las sombras emergen riendo y convulsionando estruendosamente arrancando con sus manos las gargantas de los otros yo a los cuales había golpeado
Mi cuerpo se paraliza mientras observo como las figuras idénticas a mi caen de rodillas intentando cubrir su cuello con sus manos mientras el líquido vital se escapa de sus cuerpos y estos caen convulsionando en agonía frente a mi
—Esto es lo que haces siempre, te dañas a ti mismo por el bienestar de los demás, y en el proceso dañas a otros- las palabras de Alizee resuenan en mi cabeza y los cuerpos de los otros yo comienzan a desquebrajarse como una cascara de huevo dando paso a los cuerpos de mis compañeros caídos por las sombras —ellos perecieron por culpa de las sombras, pero tú eres quien busca confrontarlas y nosotros buscamos ayudarte. La culpa no es de nadie más que de cada uno de nosotros, incluyéndote a ti
—Nunca quise que murieras, quería que ambos fuéramos libres para estar juntos y en paz- siento como las lágrimas fluyen por mis ojos hasta mi mentón —yo no quería que esto pasara Alizee. Yo solo quería vivir en paz
Siento el cálido abrazo de Alizee desde mi espalda y como sus brazos rodean mi cuello con suavidad
—Te extraño Alizee- volteo y observo a Alizee de frente una vez más
—También te extraño, pero no vale la pena llorar por mí, es hora de que vivas y recuerdes todo- Alizee coge mi rostro y nuestros labios se encuentran una última vez mientras recuerdos dolorosos comienzan a fluir por mi cabeza, los recuerdos de mis padres, de mi padre, de Kaya en el día del accidente y de mis días de niñez junto a mi familia
Caigo de rodillas y cojo mi cabeza con mis manos temblorosas debido a la impresión de mis recuerdos adquiridos
—Ahora eres libre de decidir por ti mismo que es lo que aras, nunca quise que llegáramos a esto- la voz del otro yo llega a mis oídos y al levantar la mirada me encuentro al otro yo con una sonrisa amarga tomado de la mano con Alizee —es hora de despedirnos Salem, espero que tomes la decisión correcta y recuerda, las sombras existen porque existe el ser humano que la proyecta
Observo como Alizee y el otro yo comienzan a desvanecerse como niebla frente a mí. Las sombras se proyectan frente a mí gimiendo y gritando y los cuerpos de los otros yo se hunden en el suelo desde donde vinieron en primer lugar
—¿Qué quieren?- les pregunto a las sombras sin esperar respuesta alguna —s hora de enfrentar todo, y espero que ustedes observen bien cómo es que termino todo aquí
Comienzo a caminar por la oscuridad y frente a mí se materializa el hospital psiquiátrico en ruinas una vez más
Escucho los gritos de las sombras y como la tormenta se vuelve un huracán a nuestro alrededor
Observo a mis espaldas y las sombras están paradas convulsionando y gimiendo sin acercarse a mí
—¿Saben? Hemos estado por mucho tiempo juntos, me han atormentado durante mucho, mucho tiempo y nunca supe como deshacerme de ustedes, hasta ahora
Atravieso la puerta de entrada del hospital y me encuentro en mi caza con el cadáver de Juan tirado en el suelo
—Ya veo ¿así que quieren jugar este juego otra vez?- el cuerpo sangrante de Juan se pone de pie frente a mí y sin darle tiempo a decir algo lo cojo de los hombros —lo lamento Juan, lamento lo que te paso y te agradezco el salvarme la vida. Debes saber que Daniela lamenta tu muerte y yo también, pero no me martirizaré más
Abrazo a Juan y este comienza a desvanecerse entre mis brazos como ceniza
Las sombras danzan a mí alrededor y comienzan a atravesar mi cuerpo una y otra vez mientras la habitación a mi lado cambia de estructura a la de la morgue del hospital en donde perdí a Alizee
Caigo de rodillas y las sombras se sumergen entre la oscuridad de la sala dejándome solo una vez mas
—Vuelves aquí a morir entre mis manos. Tus órganos serán mi manjar esta noche- observo como de entre las tinieblas emerge el forense causante de la muerte de Alizee
Siento como mi sangre comienza a hervir de ira al observar el rostro sonriente del maldito forense. Me pongo de pie y comienzo a caminar apegado a las paredes de la morgue mientras el desgraciado frente a mi camina en dirección contraria hasta unos congeladores de la morgue empotrados a la pared
—Sé que te encantara esto, ella se muere por verte- observo como el maldito abre una de las puertas de los congeladores y de su interior cae el cuerpo inerte de Alizee frente a mi
—Mírala, se puso fría de la impresión- el forense coge a Alizee de su cabello y la levanta hasta dejarla frente a frente con el —pobrecilla, ella solo quería estar contigo
Corro en dirección del sujeto frente a mí y antes de llegar a él me percato nuevamente de lo obvio. Calmo mi respiración poco a poco y observo en todas direcciones hasta que logro dar con la puerta de entrada de la morgue
Respiro profundamente y doy un último vistazo a la escena frente a mí para seguir mi camino nuevamente
—¿Por qué te vas, acaso no puedes hacer nada por esta zorra?- escucho como el forense camina en mi dirección y antes de voltearme siento como un golpe seco crea un estruendo detrás de mí —¿Por qué mierda no me dejas en...?
Giro mi cabeza para encarar al psicópata y tirado en el suelo frente a mí se encuentra el cuerpo sin cabeza de Alizee
Mi mente se queda en blanco ante la escena frente a mí y comienzo a escuchar como una risa dantesca proveniente de la dirección de el
—Mírala, perdió la cabeza por tu culpa- observo como el psicópata hijo de puta sostiene la cabeza de Alizee e introduce su asquerosa lengua en la boca de esta —todavía tiene ese sabor extraño al estar congelada
Siento como mi ira me consume y la risa de las sombras resuena como un réquiem en mi cabeza una vez más, alterándome y llenando mi mente de odio
Corro en dirección del desgraciado y al aproximarme, este clava un cuchillo en mi vientre y yo me abalanzo sobre el clavando mis pulgares en sus ojos haciéndolo gritar como cerdo pidiendo clemencia
—¡Grita hijo de puta, grita como el cerdo que eres!- grito una y otra vez mientras retuerzo mis pulgares en lo orificios donde estaban sus globos oculares —¡si te gusta el sabor de la sangre prueba el de la tuya, maldito desgraciado!
Escucho como las sombras gritan y gimen al compás de los gritos de dolor del forense quien comienza a convulsionar para luego dejar de moverse. Las sombras bajan hasta quedar frente a frente conmigo y antes de darme cuenta ellas hunden sus manos en mi pecho y grito de dolor sintiendo como sus manos retuercen mi interior
—Salem, Salem, ven conmigo- la voz de mi madre suena detrás de mí, pero debido al dolor no puedo mover ni siquiera un musculo a voluntad —¡dejen a mi hijo en paz!
Escucho como mi madre de un grito hace temblar el ambiente y antes de darme cuenta me encuentro en mi habitación de pequeño arrodillado en mi cama. Me intento poner de pie y caigo de cara contra el suelo dándome cuenta de que mi cuerpo volvió a ser el de un niño nuevamente
—¿Salem, vas a bajar o debo subir yo?- la voz de mi madre vuelve a escucharse fuera de mi habitación
—Ya voy mama, solo dame un minuto- comienzo a ponerme de pie y mis piernas se sienten flaquear mientras un dolor agudo me clava en el vientre
Bajo la mirada hacia mis piernas y observo como en mi vientre yace clavado el cuchillo del psicópata, el cual al caerme se hundió mas en mi cuerpo
—¿Hijo, estas bien?- la voz preocupada de mi madre se escucha al otro lado de la puerta y yo intento sacar el cuchillo encajado en mi cuerpo
Intento sacar el cuchillo poco a poco, pero el dolor en increíble, lo cual hace que mis manos lo suelten por inercia retorciéndome de dolor mientras la sangre comienza a fluir como una cascada desde mi vientre hasta el suelo
Aprieto mis dientes intentando soportar el dolor, y con mi mano derecha sujeto firmemente el cuchillo generándome una sensación de dolor punzante que recorre mi vientre hasta mi espina dorsal. Escucho la risa de las sombras provenir desde debajo de mi cama y como sus manos arañan el piso emergiendo desde debajo de esta
Comienzo a jalar el cuchillo intentando sacarlo lo más rápido que puedo, pero el dolor se vuelve insoportable con cada centímetro que el cuchillo rosa mi carne abierta y palpitante. Cojo aire intentando no desvanecerme por el dolor y dando un grito ensordecedor arranco el cuchillo de un solo tirón. Golpeo mi cabeza con todas mis fuerzas contra el suelo evitando perder la conciencia debido al dolor punzante e insoportable de arrancar el cuchillo de mi cuerpo
—¡Mierda!- grito mientras con mi mano cubro mi herida evitando seguir sangrando en abundancia
—¡Hijo!- la voz de mi madre irrumpe en mi habitación y los gritos de las sombras se extinguen —Salem, aguanta ahí, no puedo creer que estés sufriendo tanto mi amor
El cálido abrazo de mi madre me envuelve en una reconfortarle y nostálgica sensación, la cual casi olvido con el pasar de los años
—Mama, se todo, se todo por lo que has pasado. Te prometo que lo are pagar por...-mi madre interrumpe mi hablar con su dedo índice
—Mi hijo, debes entender que lo que sucedió no es cien por cien la culpa de él, todo comenzó por la pérdida de tu padre- la voz de mi madre inunda mis oídos mientras mi mente comienza a sufrir los estragos de la pérdida de sangre —debes regresar hijo, no es momento de que regreses con los tuyos
—Lo sé, es solo que no se si podré, tengo que terminar con todo, pero no sé si podré hacerlo solo- comienzo a sentir como
—Hijo, no estás solo- observo como una luz enceguecedora irradia sobre nosotros cegándome temporalmente —siempre estaremos contigo
—Siempre te cuidaremos-la suave voz de Alizee suena junto a la de mi madre —mientras siento como un cálido abrazo rodea mi cuerpo
—Salem- mi cuerpo comienza a sentirse frío a medida que la luz se vuelve más y más intensa, la voz de mi madre y Alizee comienza a distorsionarse debido al ruido del viento —Salem, despierta. No creo poder hacer esto sin ti, no me dejes por favor
La voz de Leithy llamándome resuena frente a mí, al abrir los ojos me encuentro con el rostro desesperado de Leithy quien llora como un bebe mientras rodea mi cuello con un cálido abrazo mientras sobre nosotros el cielo se tiñe de un gris profundo con nubes de tormenta y lluvia
—¿Leithy, cuanto tiempo llevo inconsciente?- pregunto a Leithy mientras esta solo ríe y llora al mismo tiempo que acaricia mi cabello
—Estúpido, creí que morirías, no me vuelvas a hacer esto nunca más- un beso furtivo llega a mis labios para luego separarse de mi tan rápido como se juntaron —tenemos que salir de aquí, el hermano de Cristian cree que nosotros incendiamos el pueblo del anciano que nos ayudó. Ahora está herido en un tiroteo con tu padre y yo logre arrastrarte hasta este aire acondicionado para protegernos mientras todo sucedía, pero la tormenta está más fuerte que antes y yo...
Interrumpo a Leithy y esta se queda en silencio mientras palpo mi pecho encontrando el crucifijo de Juan con una bala incrustada en el medio de la cruz
—Maldito anciano, me salvaste incluso estando muerto- susurro mientras guardo el Crucifijo debajo de mi playera mojada. El tiroteo sigue su curso mientras el viento ruge con furia al compás de las balas que impactan en el suelo y paredes —sabes, es hora de acabar con todo, ya no tengo nada que lamentar
Me pongo de pie mientras Leithy sujeta mi pantalón con fuerzas
—¿¡Qué planeas hacer ahora!? ¡Debemos escapar antes de que la tormenta empeore!- Leithy me pide a gritos que desista de mis acciones y sin darle tiempo a detenerme corro en dirección de Jonathan embistiéndolo con fuerza
—¿Qué crees que haces? Apártate de mí antes de...-golpeo con todas mis fueras el rostro de Jonathan hasta que deja de intentar apartarme de el
—Escúchame maldito desgraciado, ni Leithy ni yo somos culpables de lo sucedido en el pueblo cercano y mas te vale que me ayudes en esto o de lo contrario no me importa pegarte un tiro con tu puta pistola en medio de las cejas- cojo la pistola de servicio de Jonathan y la apunto a su rostro mientras los impactos de las balas de mi padre resuenan a nuestro alrededor —quiero que cojas a Leithy y te la llevas de aquí, ella es inocente de todo lo antes mencionado. Quiero que te la lleves y ustedes dos se pongan a salvo, yo me encargare de mi padre
Observo como la mirada de odio de Jonathan se clava en mi rostro y sin poder decir nada este me aparta a un lado y se arrodilla observando a Leithy a lo lejos
—Sabes que lo que haces es estúpido ¿verdad?.- exclama Jonathan mientras comienza a correr entre la lluvia hasta alcanzar a Leithy quien es cogida y llevada hasta la puerta gritando y pataleando
—¿¡Salem, que mierda haces!?- grita Leithy mientras patalea intentando zafarse del agarre de Jonathan —¡no me hagas esto, te necesito!
Escucho el llanto y las suplicas de Leithy mientras el viento se vuelve más y más violento a nuestro alrededor. Observo el arma de Jonathan y a esta se encuentra completamente vacia
—Hijo mío, es hora de que todo acabe ¿no crees?- la voz de él suena entre el viento que ruge amenazante —ya no tengo más balas. Sal de donde te escondas y hablemos esto hijo mio. Arrojaré mi arma y podremos terminar esto de hombre a hombre ¿te parece?
Escucho como arroja su arma hasta el otro lado de la azotea y mi respiración se agita al escuchar como rayos y truenos estremecen el ambiente
—¡Sabes que esto es el final de uno de los dos! ¿¡Verdad!? – grito intentando no ser opacado por el sonido de la tormenta que poco a poco se convierte en un huracán
Me pongo de pie y observo como el yace frente a mí de pie con sus manos en alto, sonriendo de manera dantesca mientras las sombras rodean su cuerpo con sus manos
Comienzo mi marcha en su dirección apuntando mi arma vacía en dirección de este
—vamos hijo, no...
—¡No me vuelvas a llamar hijo, no eres mi padre! ¡Eres solo el maldito que destruyo la vida de mi madre y la mía!- grito mientras arrojo mi arma contra el desgraciado golpeándolo en su rostro mientras las sombras comienzan a danzar y gemir al rededor de nosotros dos —recuerdo todo, recuerdo como golpeabas a mamá, recuerdo como mi madre me enviaba a mi habitación o a jugar con Kaya para que no tuviera que ver como la lastimabas y también recuerdo como ese día, ese maldito día intentaste atacar a Kaya sin que esta se diera cuenta y yo intente protegerla y sin intención la lastime. Tu eres el causante de todo, eres la escoria que destruyo mi vida, eres quien me envió a este lugar esperando que muriera, pero es hora de que veas lo que creaste
Observo como el rostro de mi padre se torna en una expresión de miedo y desesperación mientras manos y rostros sangrantes emergen desde el suelo de la azotea. Gritos de dolor y desesperación resuenan en un réquiem dantesco dejando opacados a los rayos y truenos mientras las sombras hunden sus manos en mi padre y en mí
—¿Qué es esto?- la voz de mi padre muestra desesperación ante lo que las sombras nos muestran frente a nosotros —¿Qué sucede aquí?
—Bienvenido a mi mente, padre- las sombras comienzan a rodearnos dejándonos sumidos en una completa oscuridad mientras el edificio se derrumba debido al huracán que se encuentra descontrolado sobre nosotros
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