Mi cabeza no deja de doler, no consigo mover mi cuerpo y aunque abro mis ojos, solo me encuentro oscuridad

Mantengo la calma lo más que puedo y unas risas familiares me meten en mi cabeza haciéndome estremecer

—Cálmate Salem, somos nosotras. ¿Estas cómodo, o preferirías que no estuviéramos aquí y te dejáramos en paz?- la voz de las sombras irrumpe y me hace estremecer mientras intento escapar

Una luz me enceguece, frente a mí las siluetas de las sombras aparecen y sus voces se transforman en gritos

Observo a mí alrededor y logro distinguir unas cadenas que salen de la oscuridad y terminan en mis brazos y piernas

— ¿¡Porque están aquí!? ¡Déjenme en paz!- las sombras gritan y me atraviesan con sus cuerpos haciéndome estremecer de dolor

—¿Hijo, porque no estabas conmigo?-la voz de mi madre se escucha de entre las sombras —creí que había sido buena madre contigo y me pagas con esto, creía que me salvarías de esto hijo

Mi madre se aproxima a mí con paso lento mientras alza sus manos hacia mí, sus manos alcanzan mi cuello

Pierdo oxigeno mientras forcejeo para escapar del agarre de mi madre

—Solo quería verte hijo, quería estar junto a ti en mis últimos momentos- exclama madre mientras sus manos cortan el flujo de oxígeno a mis pulmones

Escucho las risas de las sombras mezclarse con el llanto de mi madre y esta llora sobre mí mientras me estrangula

—Eres increíble, incluso en esta situación solo dejas que te maten sin poner resistencia- la voz del otro yo se cuela en mi cabeza y mientras fuerzo mis pulmones para respirar —eres patético, pensaba que querías vivir como una persona, no morir como un perro

La imagen de madre frente a mí me parte el corazón, a pesar de su intención de matarme ella sigue llorando con una expresión amarga en su rostro

—Madre- mi garganta duele mientras fuerzo mi voz —Madre, lamento mucho fallarte, yo, yo lamento mucho no haber estado junto a ti, yo quería verte, quería estar junto a ustedes y decirles que cuanto lo lamento

Las manos de madre comienzan a soltarse y abrazarme alrededor del cuello

—Hijo, lamento lo que te hicimos, no estuvimos contigo durante todo este tiempo mientras nos necesitabas- madre llora como una niña mientras su abrazo cálido llena mi cuerpo de una sensación que no recordaba que podía sentir

—Te amo mamá, lamento no haber sido el hijo que merecías- las cadenas se comienzan a soltar lo cual me da la oportunidad de abrazar a mi madre mientras lagrimas brotan de mis ojos

—Calma mi niño- mi madre me abraza con todas sus fuerzas y ciento las cálidas lágrimas de ella fluyendo y humedeciendo mi hombro

Mi madre llora como una niña pequeña mientras los gritos de las sombras estremecen mi cuerpo, detrás de mi madre aparecen las dos sombras y en un abrir y cerrar de ojos veo como arrancan de mis brazos el cuerpo de mi madre para hacerla arrodillarse frente a mí, inalcanzable a mis brazos

—Sabes una cosa, Salem, tú y yo. Creía podríamos ser uno, creí que podrías ser mejor que estas basuras que nos abandonaron a nuestra suerte en el hospital, pero no eres más que un cordero que necesita ser dominado y devorado por los depredadores- el otro yo coge a mi madre de la cabeza y la azota contra el suelo haciéndole sonar el cráneo de una manera estrepitosa

—¡Suéltala maldito, esto es entre tú y yo, no la lastimes más de lo que ya le han hecho!- intento acercarme a donde están pero las cadenas se vuelven a tensar y me retienen de rodillas frente a ellos —¡déjala hijo de puta, si quieren a alguien, me tienen a mí, mátenme y acaben con esto de una vez!

—¿Matarte? Nunca fue una opción Salem, solo queremos una cosa de ti- el otro yo lleva sus manos al cuello de madre y sin basilar arranca la cabeza de mama de su cuerpo mientras esta pide clemencia y grita de dolor —solo queremos que sufras bastado

El cuerpo de madre cae al suelo brotando un mar de sangre de su cuello desgarrado, levanto la mirada buscando al otro yo y este está besando la cabeza de madre mientras chorrea sangre se su boca y su cuello desgarrado

Veo el rostro de mi madre, veo el cuerpo de mi madre y veo como es profanado por el otro yo. Mi corazón comienza a acelerarse y desgarrando los tejidos le las muñecas me libero de las cadenas y me abalanzo sobre el otro yo cayendo en el mar de sangre que brota del cuerpo sin vida de mi madre

—Eso es Salem, esto es lo que eres, esto es lo que no puedes ocultar de ti mismo- la voz del otro yo me irrita cada vez más a medida que lo golpeo y estrangulo con todas mis fuerzas

Un resplandor me enceguece, al abrir los ojos me encuentro en mi habitación de la iglesia con mis manos alrededor del cuello de Cristian quien tiene una tonalidad azulosa en el rostro

Me desprendo del cuello de Cristian y este comienza a toser y retorcerse mientras su rostro comienza a tomar poco a poco su color pálido habitual

Observo en todas direcciones buscando el cuerpo de mi madre, pero ni una sola gota de sangre, ni siquiera rastro de las sombras existe en este lugar

Mis manos no dejan de temblar y la imagen de mi madre siendo decapitada frente a mí no se borra de mi mente, sin importar cuanto intente olvidarla no puedo

Me levanto y un fuerte dolor en la cabeza me hace tambalear posando mi rodilla en el suelo, mi mano alcanza mi nuca y al recogerla veo sangre en esta.

Los recuerdos comienzan a azotar mi cabeza y esta vez solo uno se siente con total claridad "la muerte de mi madre", mis manos tiemblan y un grito escapa de mi cuerpo mientras mis piernas corren a toda prisa lo más lejos que puedo

Los músculos de mis piernas arden mientras corro por las escaleras hasta el segundo piso en donde me encuentro a Alizee y Daniela quienes intentan detenerme siendo lanzadas hacia el suelo por mi velocidad al impactar con ellas. Sin mirar atrás sigo hasta la salida y cruzando el umbral de la puerta corro por las calles mojadas por la lluvia mientras la risa de las sombras se escucha como si estuvieran en mi cabeza

----- ----- -----

Han pasado varios minutos desde que comencé a correr y mis piernas no logran mantener el ritmo debido al cansancio y la pérdida de sangre acompañada por el dolor de cabeza. La lluvia no cesa su caída y las personas a mi alrededor no apartan la mirada de sus celulares mientras chocan unos con los otros

—¿Señor, no tiene frio?- una voz suave y chillona irrumpe entre el alboroto y un jalón de mi pantalón me hace dar un salto hacia atrás chocando con alguien y perdiendo el equilibrio­  —señor, no puede quedarse aquí en la lluvia, vengan conmigo

Una mano pequeña me coge de la mía y comienza a jalarme e inconscientemente comienzo a seguirlo sin razón aparente, las personas me chocan a cada paso que doy pero no consigo divisar bien quien es el que me lleva hasta un destino incierto

Las calles se sienten cada vez más angostas a medida que avanzamos, las calles se convierten en callejones y los callejones en áreas abandonadas y bajo la luz de los focos distingo la silueta de un niño quien me jala con el dentro de un edificio abandonado

Camino por las oficinas y estas muestras vestigios del paso del tiempo

—Señor, coja esto y séquese- el niño aparece sin hacer ruidos y me ofrece una toalla para secar mi cuerpo

—Gracias, pero quiero saber quién eres y porque me ayudaste

—No sé a qué se refiere, usted necesitaba ayuda y yo solo lo ayude, no hay nada más- en el rostro del niño se dibuja una sonrisa sin maldad y este se da media vuelta y de una caja de televisión saca una colcha y se acuesta en ella

—Quiero preguntarte algo, ¿hacia dónde queda el hospital principal de la ciudad?- seco mi cabello esperando una respuesta —por favor, necesito llegar lo antes posible...

Observo al chico y este ronca suavemente mientras se acurruca en la colcha por el frio, me acerco lo más que puedo y cubro su cuerpo con los restos de las colchas que hay en el suelo

Me acerco a la ventana y observo las calles de la ciudad siendo bañadas por la lluvia y la gente corriendo sin descanso hacia sus destinos

El sonido de la lluvia cayendo sobre la ciudad me relaja hasta el punto de hacer que mis piernas tiemblen de cansancio acumulado

Las calles de la ciudad no son como yo lo recuerdo y mis manos no dejan de temblar recordando la sensación del cuello de Cristian siendo aprisionado

—Nunca dejaras de ser una decepción para todos, Cristian les contara que lo intentaste matar. ¿Qué crees que pensaran Alizee y las otras de ti?- la voz profunda y siniestra del otro yo se escucha entre la oscuridad que inunda el resto del edificio

—Muéstrate, ¿¡o es que tienes miedo!?- exclamo mientras me pongo de pie a duras penas mientras tiemblo como gelatina

El sonido de los autos en la calle y la lluvia cayendo sobre el techo del edificio resuenan creando un ambiente tétrico

—No deberías alzar la voz Salem, el pequeño durmiente podría despertar y eso no sería conveniente para mí -de entre la oscuridad emerge la silueta del otro yo quien camina con paso firme y una sonrisa dantesca dibujada en su rostro —dime, ese pequeño niño ¿Cómo crees que se vería con las tripas de fuera?

El otro yo se arrodilla frente al niño y con su mano acaricia el cabello del pequeño quien duerme plácidamente sin saber nada de lo que ocurre a su alrededor

¾Tú no puedes hacerle nada, tú no eres más que un problema en mi cabeza- la risa desquiciada del otro yo me interrumpe y me hace temblar

—¿Crees que soy un desorden mental? No tienes idea de lo equivocado que estas, yo soy tu, las sombras son tú, Damián era tú, todo lo que se acerca a ti y se contamina contigo, eres tu

Un trueno resuena en el ambiente y el niño despierta de un sobresalto haciendo que el otro yo se desvanezca frente a mí dejando una risa resonante en el ambiente. Tomo asiento apoyándome contra el muro cerca de la ventana y el niño no aparta su mirada de mí

—Vuelve a dormir niño, solo fue un trueno- el niño se pone de pie, camina en mi dirección y se sienta junto a mi cubriéndome junto a él y acurrucándose —¿Qué crees que haces? Vete a dormir por allá- empujo al chico pero este me mira y sin decir nada me sonríe se duerme dejándome confinado a estar junto a él toda la noche

----- ----- -----

El ruido de motores y gritos resuenan en mi cabeza y mientras abro mi ojo poco a poco la luz se cuela por mi retina dejándome encandilado momentáneamente

Estiro mi cuerpo para acostumbrarme y soltar las articulaciones entumidas, me acostumbro a la luz y me percato de que el niño no está a mí alrededor sin importar cuanto lo busque con la mirada

Me pongo de pie y continuo buscándolo mientras recorro el edificio

Mis pasos resuenan con eco mientras llamo el niño en cada vuelta que doy en una esquina, no logro sacarme lo que el otro do dijo la noche anterior y comienzo a preocuparme de que el niño este bien. Aumento el paso y comienzo a correr subiendo y bajando por las escaleras buscándolo en cada lugar

—¿¡Señor, donde se encuentra!?- la voz del niño viene desde los pisos de abajo y sin parar bajo corriendo las escaleras y frente a mí se encuentra el niño junto a una silueta familiar tomados de la mano

—Hola Salem, vine de visita- exclama Leithy quien camina tomada de la mano del niño mientras ríe inocentemente

—¿Qué haces aquí? Si vienes a convencerme de que regrese, déjame decirte que pierdes tu tiempo, yo...- Leithy me interrumpe abrazándome fuertemente y sin previo aviso muerde mi mejilla haciéndome gritar de dolor

—Te lo mereces, no puedo creer que te escaparas sin mí, apenas si soportaba estar encerrada en el manicomio y ahora estaba encerrada en una iglesia

Me cojo la mejilla con la palma de mi mano y el chico extiende una bolsa en mi dirección

—¡El desayuno señor, la señorita lo compro para nosotros!- exclama el niño quien luce feliz con sus ojos brillantes

—¿De dónde sacaste el dinero?- le pregunto a Leithy quien desvía su mirada de la mía —Leithy, te acabo de preguntar de donde sacaste el dinero

—Está bien, le robe el dinero al chico ese, el que estaba en la iglesia con el sacerdote, me metí en su habitación y saque su billetera- le expresión molesta de Leithy me hace soltar una carcajada y sin previo aviso ella comienza a reír junto a mi como por efecto domino

La mañana pasa rápido mientras tomamos desayuno sin decir ni una palabra de lo ocurrido en la iglesia

—Señor, ¿puedo hacerle una pregunta?- el niño me observa con la cara manchada de yogurt esperando el "si"

—Deja de decirme señor, mi nombre es Salem, y si, si puedes hacerme las preguntas que quieras

—Eres virgen- pregunta Leithy haciendo que me ahogue con el desayuno mientras esta ríe como loca

—¡El niño puede hacerme preguntas, tu no!- grito a medias, recuperándome de mi posible horrible muerte por desayuno

La risa de Leithy no para mientras siento como mi cara se pone roja de rabia y vergüenza

—Señor Salem, ¿con quién hablaba anoche?- la pregunta del muchacho me hico estremecer mientras Leithy me observa un tanto perturbada

—Salem habla dormido, es por eso que lo escuchaste hablar anoche- acota Leithy mientras se lleva una rosquilla a la boca

La respuesta de Leithy deja tranquilo al niño y mi corazón pareciera que fuera a detenerse con cada segundo que pasa

—Lamento si te desperté mientras hablo dormido, no volverá a pasar- dejo de comer y salgo de la habitación para tomar un poco de aire en una de las ventanas

—El chico sabe que existo, eso no es muy conveniente

Volteo en todas las direcciones buscando al otro yo sin encontrar rastros de él, ni de su voz

—De quien es la voz y porque tu rostro pareciera que vio a un asesino serial

—¿Puedes oírlo?- le pregunto a Leithy mientras la cojo de los brazos

—Es obvio que lo puedo escuchar si te lo pregunte, o es que acaso no debería escucharlo- mi cuerpo comienza a temblar mientras cojo suelto a Leithy y cojo mi cabeza intentando no gritar

En mi cabeza resuenan las palabras del otro yo

—¿Dónde está el niño?- observo a Leithy y esta hace un ademan con sus hombros en señal de desconocimiento

—La última vez que lo vi estaba desayunando y lo deje solo para seguirte- Leithy termina su oración y salgo corriendo en la dirección en donde desayunamos

Recorro la habitación con la mirada y no logro encontrar al niño por ningún lado

Corro por todos los pasillos en buscando a chico mientras las risas de las sombras no me dejan de saturar mis oídos

Las paredes comienzan a distorsionarse, de entre el concreto solido comienzan a salir manos quienes cogerme mientras mis piernas arden por correr sin parar por los pasillos

—¡Salem, ven aquí!- el grito de Leithy me alerta y corro sin pensarlo en su dirección

—¿Qué sucede Leithy, encontraste al muchacho?- Leithy me coge de la mano y corre en dirección hacia las escaleras —escuche la puerta de abajo, el chico debió salir del departamento

Comenzamos a descender y mientras corremos las risas de las sombras inundan mi cabeza haciéndome estremecer con cada paso que doy

Escucho risas y llantos mientras descendemos a toda prisa esquivando basura, muebles y escombros regados por el suelo

Logramos llegar hasta el último piso y frente a nosotros estaban las sombras y cuando estas comenzaron a acercarse, Leithy apretó mi mano mucho más de lo normal, pero mi sorpresa es mayor cuando esta coge una tubería del suelo y se abalanza contra las sombras golpeando el aire, abanicando la nada frente a ella

—Leithy, es inútil, no hay manera de tocarlas, hay que correr y encontrar al mocoso- cojo a Leithy de la remera y la jalo en mi dirección para comenzar a correr en la dirección opuesta

Gritos y sollozos comienzan a sonar en los pasillos, las risas de las sombras no se alejan de nosotros

Llegamos a la salida del edificio y empujamos con nuestros cuerpos las puertas de salida y frente a nosotros esta de espaldas el niño observando los autos pasar de un lado al otro

—Chico, porque saliste del edificio, ven con nosotros, debemos escapar de aquí cuanto antes- comienzo a acercarme

—¿Quieres escapa, acaso no sabes que no puedes contra ellas?- la voz del niño coge una tonalidad gorgorea —te lo dije, si el chico me escuchaba sería un problema para mi

El chico voltea en nuestra dirección y sus ojos negros y la sonrisa dantesca, asemejan a la apariencia de Damián

—Pobre niño, no merecía contaminarse contigo Salem y sufrir su cruel destino- el cuerpo del muchacho se lanza hacia atrás mientras ríe y es golpeado y destrozado por los vehículos dejando un río de sangre y viseras esparcidos por toda la calle

Leithy me abraza y grita hundiendo el sonido en mi pecho mientras la abrazo para evitar que siga temblando

—Te dije que las personas junto a ti no son felices, ahora un niño huérfano inocente murió por tu culpa y nunca fuiste capas siquiera de saber su nombre

Un grito lleno de ira e impotencia se escapa de mi cuerpo mientras las personas se amontonan alrededor del cuerpo desmembrado del niño

Lagrimas recorren mis mejillas y comienzo a gritar y llorar sin detenerme y la lluvia comienza a caer opacando mi llanto  reflejando la luz de las ambulancias mientras se aproximan a nosotros