Capítulo 10: Nueva vida
Las llamas consumen lo que queda del hospital, el crujir de la madera crea una melodía cruel y relajante mientras las llamas del hospital danzan por el viento que surca el área
Los rescatistas dan la orden de mantener encerrados a los sobrevivientes del incendio dentro de las tiendas de primeros auxilio
Ingreso escoltado por los oficiales de policías y paramédicos quienes me recuestan en una camilla y comienzan a tratar mi ojo izquierdo, con el cual no consigo distinguir nada
Veo a los médicos reunirse a mí alrededor mientras me ubican una mascarilla, la cual hace que mis parpados se sientan pesados y entre murmullos y movimientos lentos cierro los ojos dejándome dominar por el cansancio
El sonido de pasos retumba en mi cabeza y mientras intento moverme abro los ojos para encontrarme en mi habitación, la habitación de la casa de mis padres
Me incorporo nuevamente de pie y al acercarme a la puerta escucho las voces de mis padres, mi corazón deja de latir por un momento hasta que escucho las risas de las sombras detrás de mi
Volteo y me encuentro en la sala de mi casa, frente a mi esta mi padre sentado en el sofá leyendo el periódico, este aparta la mirada de su lectura y la fija en mi persona
-¿Hijo, porque estas llorando?- las lágrimas brotan inconsciente de mis ojos mientras mi padre se pone de pie
-¡No te me acerques, quisiera que fueras real pero no lo eres, dejen de atormentarme!- intento controla mi voz quebrándose y mis manos no dejan de temblar hasta que las risas de las sombras se vuelve estruendos en el ambiente. Mi madre ingresa a la sala pero al observarla veo su rostro ensangrentado.
Un grito escapa de mi cuerpo y mientras caigo de rodillas. El calor invade el ambiente y veo como las llamas consumen la sala de mi casa y cuando todo esta quemado y los cuerpos de mis padres se consumen por estas, todo se vuelve oscuro y quedo sumergido en la nada mientras escucho las risas de las sombras
-¿Salem, porque lo hiciste?- una voz familiar me llama y al lograr acostumbrar mi vista mi sangre se hiela y mi corazón se acelera a mil
Frente a mí, esta Damián con quemaduras en su rostro y cuerpo, con sus extremidades retorcidas y sangrantes
-Damián, tú, yo, lo lamento, lamento lo que te hice, lamento que no pudiera salvarte de las sombras, yo...- Damián me interrumpe dando un fuerte grito
-¡Cállate!- grita Damián mientras se sienta frente a mí y respira hondo -es increíble que después de todo lo que te hice, me estés pidiendo perdón tú a mí. Eres un chico raro Salem, me hubiera gustado que nos conociéramos en otras circunstancias, tal vez las cosas habrían sido diferentes
-Damián, sé que no estás aquí en verdad, pero sí, me hubiera gustado que nos hubiéramos conocido antes
-Es hora de que nos despidamos y de que tú sigas adelante
Damián se pone de pie y se desvanece entre las sombras.
Una voz familiar susurra a lo lejos mi nombre mientras poco a poco mi cuerpo es devorado por las tinieblas, cierro mis ojos intentando apartar la vista de mi cuerpo siendo devorado por la oscuridad
Intento abrir los ojos pero solo puedo ver la mitad de lo que hay en frente de mí, palpo mi rostro y noto una venda que bloquea mi ojo izquierdo el cual se vio afectado por los daños causados de mi encuentro con Damián
Unos gritos interrumpen la calma pero en el mismo instante en que dicho grito asciende, una voz grave los hace callar
Volteo y logro distinguir a Alizee y Juan quienes se acercan a mí después de disculparse con las enfermeras del lugar
-Salem, al fin despiertas- Alizee me coge de la mano mientras una lagrima recorre su mejilla
-Hijo, estuviste a punto de perder tu ojo izquierdo por completo- el padre juan exclama mientras toma asiento a un lado de mi cama -tu ojo se vio afectado por los daños, los médicos dicen que perderás casi en un cincuenta por ciento la visión de tu ojo izquierdo si todo sale bien
La cara de Alizee se denota decaída ante las palabras de Juan quien solo puede mirar hacia otra dirección
-Tranquilos, no hay nada que lamentar, esto es un precio bastante bajo si me lo permiten
Un golpe en mi pecho reclama mi atención, al bajar la mirada veo a Alizee con su cabeza apoyada en mi pecho sollozando
-¡¿Crees que es un bajo precio, un bajo precio para que grandísimo hijo de puta?!- Alizee rompe en llanto y una rescatista se aproxima para pedirle silencio
-Alizee, cálmate un poco, las demás personas se molestaran por tu histeria - poso mi mano sobre la cabeza de Alizee quien me observa fijamente con sus ojos cristalizados
La rescatista nos observa, suspira profundamente y da la media vuelta para desaparecer de mi visión
-Padre Juan, dijiste que nos recibirías en tu parroquia, ¿verdad?- mi mirada se centra en Juan quien levanta su mirada y con su voz suave exclama "una vez que los oficiales corroboren mis datos se podrán ir conmigo, ustedes deberán pedir asilo en mi parroquia"
Un médico ingresa a la habitación y pide el desalojo de las visitas para realizar mi chequeo
Alizee y Juan se retiran de la habitación dejándonos solos al médico y a mí
-Bueno Salem, me presento, no pude hacerlo cuando te atendimos la primera vez debido a toda la conmoción. Mi nombre es Jonathan Reyes, soy un rescatista del área médica- la cara de Jonathan me parecía calmada y seria mientras se acercaba a mi
La revisión paso tranquila tomando mis signos vitales y sacándome una muestra de sangre para análisis más exhaustivos
Una suave risa se cuela por mis oídos y al observar de dónde provenía la risa me encuentro a las sombras, paradas en una esquina con el cuerpo de Damián sostenido calcinado, humeando y sangrando mientras estas lo devoran desde sus extremidades
Un grito ahogado se clava en mi garganta y mi sangre se hiela al escuchar la voz de Damián pedir ayuda mientras es devorado lentamente y su carne y huesos son arrancados a la fuerza por las bocas de las sombras las cuales se ven grotescas mientras hilos de un líquido negro escurre hasta el piso
-¿Qué te sucede?, tu rostro está casi blanco muchacho- la voz del médico me hace reaccionar rápidamente -¿¡es que acaso no aguantas ver como las damas oscuras devoran a tu amigo que dejaste morir, maldito hijo de puta!?
Volteo a ver al médico y este tiene la boca rajada en una sonrisa grotesca, mientras escurre sangre y una risa gorgorienta se dispersa en el ambiente
La oscuridad me rodea y en un abrir y cerrar de ojos vuelvo a estar frente al médico quien me mira intrigado mientras escribe en una libreta
Mis ojos buscan por toda la habitación a las sombras sin encontrar nada
-Salem, tus signos se ven bien, pero tu ojo sigue complicado.- el medico procede a salir cuando voltea con una sonrisa en la boca -La chica que estaba contigo en la azotea me pidió que te digiera cuando despertaras que te esperara en el sector de los oficiales de policía.
Los pasos del médico se escuchan alejarse y antes de poder ponerme de pie, soy interrumpido por Alizee y Daniela
Las voces al unísono me abruman mientras mi cabeza se abomba cada vez más y mas
-¡Cállense, no soporto su bullicio!- un grito descontrolado se escapa de mi boca y los rostros de ambas chicas cambian en un segundo -mi cabeza está a punto de estallar con los gritos y el ruido que hacen, sin mencionar las risas de las sombras que desaparecen y reaparecen a cada momento me tienen vuelto loco!
-Mi visión se vuelve borrosa y una mano se posa en mi cabeza acariciando mi cabello y haciendo que mi cuerpo se estremezca
-Es difícil y lo entiendo- la voz de Daniela se suaviza y mi dolor de cabeza se comienza a calmar poco a poco -pasaste por muchas cosas en este tiempo y tu mente y cuerpo no han podido descansar
Su calidez recorre todo mi ser a través de su tacto, mi cuerpo se impregna de una sensación de tranquilidad la cual no había sentido hace mucho tiempo
-Gracias Daniela, creo que necesitaba esas palabras- ambas chicas me quedan mirando mientras palpo las nuevas ropas que me han dado -¿me dan mi espacio para cambiarme de ropa, o prefieren que me cambie con ustedes aquí?
Daniela me observa un poco roja y Alizee la toma del brazo y la arrastra hacia las afueras de mi vista
El silencio de la habitación da paso a unas risas familiares que se cuelan entre la oscuridad
-Déjenme en paz, no quiero tener nada que ver con ustedes ahora.- mi ojo comienza a arder y siento como escurre sangre por mi nariz -es verdad que les temo, pero ya no será así nunca más
Las sombras ríen fuertemente mientras comienzan a acercarse, yo me comienzo a desvestir sin darles mayor importancia y al quitarme la camiseta las sombras han desaparecido y sus risas son tenues murmullos en el ambiente
Las sopas nuevas me quedan ajustadas y mi cabello es un desastre, mis manos cogen mi cabello y en la mesita de noche diviso un par de tijeras. Sin asco ni remordimiento corto mi largo cabello dejándolo lo más corto posible y botando el resto al tacho de la basura
Me observo en el reflejo de una caja cromada y mi apariencia es totalmente distinta a la que he tenido durante los últimos años, no solo mi cabello cambio, es mi rostro, mi expresión y mis ojos los que no reconozco a través de mi reflejo
Salgo de la habitación y la noche cubre el cielo con estrellas y una luna ausente se extraña en el momento en el que busco ese destello que me recuerda lo efímeros que somos en este mundo
-Salem, te estuve esperando... -la voz de Leithy se corta para dar paso a una expresión que no tenía precio -¿tu cabello, que le hiciste?
Una carcajada explota de mi cuerpo al ver la cara de asombro de Leithy
-Quise cortar mi cabello, aunque ha pasado tiempo desde la última vez que sentía tanto frio en mi cabeza
Una sonrisa se dibuja en su rostro y me coge de la mano para guiarme hacia donde se encuentran los demás
-Sabes una cosa Salem, no he podido hablar contigo mucho desde que me salvaste, pero gracias por no abandonarme, por un momento creí que no llegarías como dijo el guardia
-Leithy, quiero que no le guardes rencor a Damián, lo que sucedió fue culpa mía y de nadie más.- la expresión de Leithy cambio de felicidad a molestia a medida que continuo hablando -Todo lo que vivimos ahí arriba fue causado debido a que las involucré en mi vida, ahora es momento de que ustedes puedan vivir tranquilas vallan a donde vallan
Los ojos de Leithy evitan los míos y sus dedos inquietos comienzan a enredarse entre ellos. Un suspiro se cuela por su boca, gira sin previo aviso y me golpea en el estómago con todas sus fuerzas
-Ahora me siento mejor, podemos seguir adelante y marchando- la sonrisa se vuelve a vislumbrar en su rostro mientras coge mi mano y me obliga a seguirla
A lo lejos distingo a mis amigos reunidos en torno a la policía los cuales me miran de manera un tanto extraña
Los oficiales se acercan a mí y a Leithy y antes de que me diera cuenta me ponen una carpeta frente a mí
-¿Qué es esto?- pregunto mientras cojo la carpeta de las manos del oficial
-Bueno muchacho, eso que tienes ahí es la carta escrita de tu psicóloga- el oficial de policía comienza a explicar mientras observo el documento en mis manos -la carta acredita que ya no tienes que estar bajo la supervisión de un hospital psiquiátrico, pero debes estar bajo la tutela de un pariente
Al escuchar las palabras del oficial las lágrimas fluyen sin control. Los espectadores de mi vergonzoso llanto ríen y aplauden y yo solo puedo pensar en ver a mis padres otra vez
-Yo seré el tutor temporal de Sale, sus padres no están disponibles por el momento- la voz de Daniela suena entre los presentes mientras esta avanza lentamente hacia mi -¿tú que dices Salem?
Observo a Daniela mientras posa su mano sobre mi hombro y antes de poder contestarle una voz quiebra el momento de manera abrupta
-¿Porque ella tienes que ser su tutor, porque necesita un tutor, Salem es mayor de edad?- la voz de Alizee resuena con estruendo y es callada de súbito por el oficial de policía
-El título de "tutor" es dado a quienes son responsables de vigilar a los ex pacientes psiquiátricos o ex presidiarios en caso de que sufran una recaída, pero lamento informarle Doctora , el tutor que firmo los papeles es el Padre Juan, quien tambien acogerá a estas dos chicas quienes esperaran con el su traslado a otro recinto o el retiro por parte de sus padres con nota medica
Alizee me observa fijamente y en sus ojos veo angustia como no lo había visto antes
El oficial se despide y tan rápido como llego se marcha hacia el interior del hospital cuyas llamas ya fueron extinguidas por el cuerpo de bomberos
Todos se me quedan mirando y una risa grupal se apodera de todos y una frase se repite entre todos "tu cabello se ve horrible". Las carcajadas de todos me hacían sentir tranquilo y con una sensación de familiaridad
-Hijo, creo que es mejor que nos vallamos ahora, mi vehículo está afuera del recinto a unos metros de aquí
Alizee me coge de la mano y me arrastra con ella, sin darme cuenta en que momento nos detuvimos la brisa helada golpea mi rostro
-¿Estás bien Salem?- la voz de Daniela me hace reaccionar de mi estado letárgico y un abrazo desde mi espalda -comienzas una nueva vida desde este momento, sonríe un poco y no te quedes solo mirando la nada
Las palabras de Daniela me hacen pensar en el tiempo que estuve encerrado y en lo distinto que debe ser todo afuera de esas cuatro murallas
Observo los vestigios del incendio y lo demacrado que se ve el hospital antes de ingresar al vehículo de Juan, casi siento tristeza al dejar atrás todo lo vivido durante estos años, pero es hora de partir. Subo al vehículo en la parte trasera junto con Alizee y Leithy, el padre juan y Daniela van en la parte del chofer y copiloto. Antes de partir un estruendoso grito rompe el silencio del interior del vehículo
-¡Vámonos de este asqueroso lugar!- Leithy esta eufórica mientras mira el cielo a través de la ventana de la puerta
Leithy parece un cachorro que sale a pasear después de mucho tiempo, Alizee está que se queda dormida apoyada en mí y Juan con Daniela solamente ríen ante el grito de Leithy
Arranca el motor y el movimiento se trasmite a mi cuerpo dándome un escalofrió un tanto familiar y reconfortante
Las estrellas iluminan un cielo sin luna y el sonido del viento silba con el andar del vehículo, observo como nos alejamos del hospital y al voltearme veo la carretera que se dirige hacia la ciudad
En mi mente solo cabe la idea de re encontrarme con mis padres y aunque mi corazón late con fervor y angustia mientras avanzamos más y más a mi re encuentro con ellos
Mi cuerpo comienza a adormecerse mientras el sonido del motor me relaja cada vez más, mis parpados comienzan a pesarme cada vez. Las risas de las sombras comienzan a sonar y mi mente comienza a ponerse en negro a medida que el sonido del motor
Abro mis ojos y me encuentro en el interior del auto totalmente solo, observo a todos lados solo veo oscuridad rodeándome. Salgo del vehículo y un aire helado envuelve mi cuerpo haciéndome temblar, grito los nombres de mis compañeros buscando una respuesta, pero es inútil, mi voz pareciera no salir y no logro distinguir nada más allá de mi nariz
Camino entre la oscuridad alejándome del vehículo mientras unas risas familiares se acercan de distintas direcciones
Mis cabeza comienza a doler y al voltearme para regresar al auto observo que no hay rastro de el por ningún lado
-¡Aléjense de mí, ya no soy parte de ustedes, todo se acabó!- grito mientras me giro lo más rápido que puedo en todas direcciones -¡ya se acabó, no seré mas su juguete, no caeré en sus juegos!
-¿Juegos, de que hablas Salem?- la voz de mi madre se cuela en mi cabeza y una mano se apoya en mi hombro haciéndome saltar del susto -mi pequeño Salem, ¿porque este desprecio por tu madre?
Giro y mis ojos captan la imagen de mi madre con vendas en todo su cuerpo, su rostro un tanto demacrado y con una de las sombras detrás oprimiendo su cuello con sus esqueléticas manos
-Hijo, no deberías mirar así a tu madre, ella solo quería hablar contigo- la voz de mi padre se escucha detrás de mí aunque un poco gorgorienta
Comienzo a correr escapando de las imágenes de mi padre y las sombras para evitar que estas me alcancen, pero es inútil, valla a donde valla no distingo un camino y cada vez que creo alejarme mis padres aparecen frente a mí. Cierro mis ojos y escapo en todas direcciones mientras gritos y llantos se escuchan a mí alrededor.
"¡Tú nos diste la muerte!", "¡Nunca más veré a mis padres!", "¡Tú tienes la culpa de todo lo ocurrido!", "¿¡Porque debemos sufrir por tu culpa!?"
Las voces y gritos se hacen más fuertes, una luz se distingue a lo lejos y sin pensarlo dos veces corro con todas mis fuerzas en su dirección.
Mis piernas parecieran quemarse con cada paso que doy, mis pulmones se quedan sin oxígeno y mi ojo izquierdo duele, duele como si una aguja se incrustara y comenzara a romperme por dentro
Las risas y los gritos continúan mientras del piso comienzan a emerger rostros y manos heridos o quemados, piden clemencia mientras gritan desesperadamente e intentan sujetarme de mis piernas
La luz está cada vez más cerca, poco a poco distingo una silueta que espera en la luz mi llegada. Mis ojos se esfuerzan por distinguir quien es y al estar a centímetros de mi destino mis piernas se paralizan y soy sujetado por las manos de los muertos emergiendo del suelo
-Hola Salem, mucho gusto. Mi nombre es Salem
Frente a mí estoy yo, su cabello largo y ojos oscuros me inquietan. Las sombras danzan alrededor de este Salem quien sonríe grotescamente y extiende su mano frente a mí dejando caer un corazón palpitante frente a mí
-¿¡Quién eres, porque estés frente a mí!?-grito con todas mis fuerzas mientras intento liberarme del agarre de los muertos
La risa estruendosa del otro Salem me hace estremecer mientras camina en mi dirección alejándose de las sombras y reventando el corazón palpitante en el piso
-No te das cuenta de lo que somos- las sombras comienzan a gritar desenfrenadamente mientras danzan entre ellas -tu y yo somos una sola entidad, yo soy todo lo que no deseas ser, pero lo eres en verdad. Tus miedos y tu dolor viven dentro de ti y comenzare a devorarte hasta que tú y yo seamos uno solo, esto no es el fin, esto es solo el comienzo del fin querido Salem y no descansare hasta ver como lloras en las tumbas de aquellos que amas
Todo se ilumina a mi alrededor y veo a Alizee, Daniela, Leithy y Juan degollados y con su torso abierto dejando expuestos frente a mi mientras sangre brota de sus heridas abiertas
Escucho como piden ayuda mientras intentan alcanzarme con sus manos. Un grito se escapa de mi cuerpo mientras las sombras se abalanzan hacia mí
-Salem- un grito me hace reaccionar y observo a Alizee a mi lado sana y salva mientras Daniela y Leithy me observan con rostros de angustia
-¿Hijo, te encuentras bien?- pregunta juan sin apartar la mirada de la carretera en ningún momento -tuviste una pesadilla, al parecer bastante fuerte ya que no lográbamos despertarte
-Lo lamento, no quería preocuparlos apenas salimos del hospital
-¿Apenas salimos?- la voz dudosa de Alizee me inquieta mientras los demás no apartan la mirada de mi -Salem, llevas durmiendo casi seis horas.
Sus palabras me dejan un tanto inquieto mientras la voz de Juan quiebra el silencio incomodo en el que estábamos sumergidos todos
-Chico y chicas, llegamos a la ciudad, bienvenidos a "Los Ángeles", bienvenido a casa Salem
Las luces de la ciudad me hacen recordar mi infancia, aunque muchas cosas se ven diferentes desde la última vez que estuve aquí puedo saber que estoy en casa después de mucho tiempo
-Juan, llévame al hospital donde están mis padres, quiero verlos lo antes posible- me apoyo en el asiento de Juan mientras este no se inmuta por mi petición -Juan, te estoy hablando, quiero ir a ver a mis padres
-Lo lamento Salem, no puedes ir a ver a tus padres, te prohíbo verlos en este momento. Apenas saliste del hospital psiquiátrico, necesitas ganar estabilidad mental y tu pesadilla reciente no me convence de eso
Las palabras de Juan hacen que mi corazón se acelere y al observar a Daniela coge mi mano
-Juan, Salem quiere ver a sus padres y tú no eres quien para prohibírselo- Daniela enfrenta a Juan el cual frena de súbito y con una voz grave exclama
-¡Yo soy el tutor temporal de Salem y yo sé lo que es mejor para el en este momento, según los oficiales si no mal recuerdo me autorizaron para velar por su salud física y psicológica, esta es mi última palabra y no quiero más preguntas al respecto!
La voz de Juan hace un estruendo en mi cuerpo, las risas de las sombras vuelven a inundar mi cabeza. Por el retrovisor del auto distingo al otro Salem, este me observa y ríe mientras el auto continua su camino hasta nuestro destino
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