Ambos estaban sentados en una banca, cada uno ocupado en lo suyo a la vez que comían su propio helado en absoluto silencio y sin dirigirle siquiera la mirada al contrario.

Uno de ellos apenas podía comer sin sentirse agobiado; el otro, jugaba en su teléfono tratando de quitarse la idea de lo ocurrido hace apenas unos minutos en un realmente incómodo momento.

El primero, sorpresivamente, era Error; siendo por otro lado Ccino quien se entretenía en un juego simulador de un cat cafe.

Llevaban ya así un aproximado de siete minutos, terminando finalmente de frustrar al esqueleto de colores negativos, quien, frustrado, terminó devorando el cono de su helado, y apenas tragarlo, voltear finalmente hacia el esqueleto más pequeño para terminar aquel asunto.

— Hey, lo siento, ¿cómo tengo que decirlo para que dejes esta estupidez de la ley del hielo y pares de estar enojado por nada? —bramó el glitch, Ccino murmuró algo aún con el helado prácticamente pegado a su boca; comía de forma curiosa, a pequeñas lamidas y era gracioso, recordándole a Error el comportamiento de un gatito asustadizo —, disculpa, no entendí una mierda de lo que dijiste, saca eso de tu boca.

— Dije... —hizo una pausa, cerrando la aplicación de su teléfono —Que no estoy molesto —finalizó, con un puchero.

— Tu expresión me dice todo lo contrario, ¿sabes?

— Bueno, ¿y eso a ti qué? —el mismo Error se sorprendido de que Ccino ahora estuviese tan a la defensiva sólo por un pequeño comentario —Primero que nada eres del grupo de amigos de Nighty... de Nightmare; y ahora me invitas a salir para "compensar" no cumplir tu promesa para luego echarme en cara que mi relación no es estable en lo absoluto, ¿y soy yo el malo en esto? ¿Sólo por no querer hablar contigo de un tema que me incomoda? Cielos, qué agradable salida tenemos.

Error le miró con intriga, dándose cuenta enseguida de que había calado en un punto sensible al igual que ahora Ccino inconscientemente hizo. Iba a comentar al respecto, pero prefirió ahorrárselo.

Se puso de pie y extendió su mano al menor, quien le dirigió una mirada confundida.

— Vamos al último lugar de hoy. Y aunque estés molesto conmigo no me interesa, te llevaré allá así tú no quieras —con eso, logró hacer que Ccino casi riera, aunque sí sonrió.

— ¿Si me niego qué?

— Te cargaré como si fueras un costal de papas —respondió determinado, esta vez una leve risita de parte ajena sí alcanzó a escapar —, ¿eso es un sí? Anda, toma mi mano y cierra los ojos. Es un lugar sorpresa.

— Vaya que haces muchas cosas por alguien que sólo está prácticamente de lacayo con tu jefe —antes de un reproche de Error, cerró sus cuencas a la vez que le tomaba de la mano; de este modo dejándose guiar por él hasta donde quiera que quisiera llevarlo —. Espero que Nightmare no te pagase para matarme, ni que tus amigos quieran jugarme una broma o comerme; de verdad... —prestaba atención a donde iba pisando, el camino continuaba liso así que nunca salieron de un lugar poblado y eso estaba bien a su gusto, hasta que sintió haber atravesado un portal —¿E-Error? Dime por favor que esto no es una mala broma...

— Deja de estar quejándote, no es nada malo; lo prometo —escuchó un susurro de "ya rompiste antes una promesa", así que le dio un golpecito en la frente a Ccino, haciéndolo respingar.

— ¡Hey! No seas gro... sero... —miraba lo que estaba enfrente suyo, sin creerlo.

Un zoológico. Él nunca había tenido oportunidad de ir a uno pues desde joven había empezado a trabajar para no depender de nadie. Aquello le emocionaba en cierto modo.

Error no dijo nada y sólo apretó el agarre de sus manos para ir a la entrada, comprando los boletos y pudiendo entonces pasar a ver todo; ya anteriormente planeado por él para que Ccino pudiera relajarse y pasar un día excelente de principio a fin.