「 𝕰𝖝𝖕𝖔𝖓𝖎𝖊𝖓𝖉𝖔: 𝕾𝖕𝖗𝖎𝖓𝖌𝖑𝖊𝖘 」

—Asco tu programa amiga. —Al de ojos avellana no parecía entusiasmarle nada la propuesta de Hange, pero para su mala suerte, su pareja opinaba justamente lo contario.

—¡Connie pero si es Hange Zoë, la de Exponiendo Infieles! —le informó emocionada mientras zarandeaba al nombrado con entusiasmo. Luego, se dirigió a la presentadora— ¡Soy súper fan de tu programa, no me puedo creer que nos hayas propuesto participar a nosotros! ¡Que ilusión! ¡Kyaaa, voy a salir en Badabun!

Connie se tapó los oídos con las manos a la vez que hacía una mueca. Esa chica al final iba a conseguir dejarlo sordo con sus agudos chillidos.
Sasha notó la reacción de su novio, por lo que volvió a dirigirse a él:

—¡¿Pero es que no te hace ilusión encontrártela?! ¡Con el dinero que ganemos podemos comprarnos la cena! ¡Wiii!

—Entonces está más que claro que aceptáis jugar, ¿no?—intervino sonriente la presentadora.

—Yo no…

—¡Sí, sí, SIII! —interrumpió Sasha emocionada.

Connie suspiró con pesadez, era obvio que no le quedaba otra.

—Está bien, ella manda.

—Bien Connie, empezaremos por ti. Te ofrezco cien pesos por revisar tu WhatsApp, ¿qué te parece?

—Ok —contestó a la vez que le extendía el teléfono móvil.
Hange se metió en la aplicación y comenzó a rebuscar entre las conversaciones para ver si encontraba algo salseante que pudiese descubrir al chico, pero lo único que encontró más o menos interesante fueron los chats que tenía con una tal Christa, y tampoco, ya que se notaba que solo entablaban conversaciones típicas de amigos, nada más allá de eso.

—Bueno, el WhatsApp está limpio, no encuentro ninguna prueba de infidelidad en sus conversaciones. Aunque… —Hange se quedó pensativa— ¿Podría revisar también tu galería por cincuenta pesos más?

—Pues hombre, si no hay otra.

—Excelente amigo, tan solo me llevará unos segundos —habló mientras se metía en la galería del chico, mas únicamente encontró fotos con amigos, muchísimos memes y fotos suyas con Sasha.

A la de anteojos no le terminaba de convencer del todo. Ese chico le parecía sospechoso, y aunque no encontraba pruebas por el momento, estaba casi segura de que encontraría algo si seguía rebuscando a fondo.

—¿Podría revisar también tu Messenger?

—¿Mi Messenger también? ¿Es que me vas a registrar el teléfono entero o qué? Si no engaño a Sasha, no hace falta que sigas —habló Connie algo cansado.

—¡Da igual! Tú déjala que revise lo que quiera, así nos debe más dinero —respondió con emoción su pareja.

Hange lo tomó como un sí, así que se metió en la aplicación encontrando lo que quería.

—¿Por qué tienes números sin agendar, eh amigo?

—Porque perdí la mayoría de mis contactos y hay algunos que se quedaron sin agendar ya que me dio pereza añadirlos.

—Ajá, ¿y por qué le mandas a este número que no tienes agregado fotos tuyas?

—Déjame ver —dijo Connie sospechoso. Hange le dejó el móvil y este miró el número y las fotos de las que hablaba —Ahh, ya sé quién es. Es Armin, un amigo, le envié dos fotos para que me diese opinión de cuál le gustaba más para subirla a Instagram.

—¿Y por qué le preguntaste a él en vez de pedirle consejo a tu novia?

—Ay pues no sé, porque estábamos hablando y salió el tema. Además recuerdo que esa tarde le escribí a Sasha preguntando que si podía darme ella su opinión en una cosa y me dijo que estaba muy ocupada estudiando su examen de recuperación de matemáticas y que no la molestase.

—Ah sí, ya me acuerdo. Aunque pudiste haberme preguntado, igual lo reprobé —habló ella.

Hange soltó un suspiro vencida. Lo que el chico decía era cierto, estaba de más seguir revisando. Esta vez era ella la que se equivocaba y eso que sus suposiciones no solían fallar.

—Bueno está claro que le eres totalmente fiel a tu pareja. —Sasha le regaló una sonrisa de ojos cerrados al de cabeza rapada mientras agarraba con más fuerza la mano a la que llevaba cogida todo ese tiempo. Luego preguntó a la presentadora que si podía darle ya su dinero para irse a comprar patatas asadas.

—Ah no, todavía no hemos terminado. Aún faltas tú.

—Es verdad —asintió la chica patata extiéndole también su celular.

Hange lo tomó algo sorprendida, pues ni siquiera le había dado tiempo a decirle el dinero que le ofrecía. Aunque bueno, si era cierto aquello de que la castaña era fan del programa, estaba claro que sabría de sobra como funcionaba esto.

Comenzó primero revisando su Messenger, pero solo encontró conversaciones con amigos. Tampoco había nada sospechoso.

—Te ofrezco ciento cincuenta por tu WhatsApp.

—Oki doki.

Sorprendentemente para la presentadora, cuando se metió en la aplicación descubrió alguna que otra conversación… extraña.

—¿Quién es Amorr♡?

—Pues yo, obviamente —le contestó Connie.

—Sí, es él, lo tengo agregado así.

—Ok… Pero si él es Connie, ¿quién es "El amor de mi vida 6u9"? —preguntó extrañada Hange.

—¿El amor de mi vida? —repitió anonadado el chico—. Sasha, ¿a quién demonios tienes agendado así?

—¡Espera, puedo explicarlo! —comenzó a excusarse ella mientras el color rojo invadía sus mejillas.

—A mí me da que no… ¿Cómo que no tienes conversaciones con él? ¿Acaso las has eliminado?

—¡No, que va, no es eso! Es que nunca he hablado por mensaje con él cuando lo hago siempre es por llamada —explicó Sasha.

—Ah, entonces admites que hay alguien más —preguntó o más bien afirmó Hange. Las cosas comenzaban a ponerse entretenidas por fin. La verdad, nunca hubiese sospechado de aquella chica de ojos ámbar, desde que la vio pensó que sería inocente. Pero bueno, ahí otra prueba de que sus suposiciones no siempre eran ciertas.

—¡No! ¡Te digo que puedo explicarlo! Lo tengo agendado así porque… —la chica continuaba jugando con sus dedos aún con las mejillas sonrojadas sin poder terminar lo que quería decir. Connie se mantenía callado sin añadir nada, simplemente miraba hacia otro lado.

—Vamos a llamarlo —anunció Hange—, así nos enteraremos de quién es realmente. Moblit, graba un primer plano de esto.

Este asintió enfocando hacia el teléfono móvil en todo que su superior marcó al sospechoso número.
La llamada comenzó a sonar, y finalmente, tras cinco tonos fue respondida.

—Pizzería Sina, ¿qué desea?

Todos los presentes quedaron desconcertados y miraron a Sasha, esta se encogió de hombros sonriendo tímidamente aún colorada.

—Eso es lo que intentaba decir... Que es una…

—Es una pizzería —terminó Hange a la vez que cortaba la llamada —¿Y por qué chuchas la tienes agregada como El amor de mi vida? —se atrevió a preguntar.

—He pasado momentos muy felices comiendo esas pizzas, ¿vale? Se me ocurrió que agendarla así era lo correcto.

Ok, esa pareja era algo extraña.

—Está.. ¿bien? Entonces continuaré revisando y… y haré como que no has dicho nada de eso —susurró lo último.

Mientrás seguía revisando, encontró un chat con alguien llamado Jean.

—Wow amiga, eres bastante cariñosa con este chico, ¿no?

—¿Con quién? —preguntó ella, y Hange le mostró la conversación —Ah, pero si es Jeanbo. Nah, solo le habló así porque me gusta molestarle, además él también tiene pareja.

—¿Y por qué le escribiste aquí que lo amas?

—Pues porque me dijo que me invitaba a la fiesta de barbacoa que hizo en su casa estas vacaciones pasadas. Connie también estaba invitado —habló tranquila ella.

—Es verdad.

Hange siguió revisando las conversaciones de la hambrienta chica, pero no encontró nada más que le pareciese extraño o fuera de lo común.

—¡Enhorabuena! Sois de las pocas parejas que me encuentro totalmente fieles, aquí tenéis vuestro dinero.

Sasha agarró el dinero a velocidad Flash y arrastró a Connie hacia una heladería que quedaba cerca de donde estaban.
Empezarían ha disfrutar de lo ganado por su fidelidad ahí mismo.

❱.'❐ ¿alguna pareja que
os gustaría que
Hange expusiera? ;P