「  𝕰𝖝𝖕𝖔𝖓𝖎𝖊𝖓𝖉𝖔: 𝕵𝖊𝖆𝖗𝖒𝖎𝖓  」

—Creo que esos dos son pareja —habló Moblit señalando hacia dos chicos que comían en una de las mesas del restaurante.

Hange sonrió y asintió mientras se adentraba en el local.

—¡Hola amigos! ¿Que hacen y cómo están?

El rubio se sobresaltó (demasiado dramáticamente, la verdad) y se llevó una mano al pecho para comprobar si su corazón seguía aún allí. Qué iba a pensar el pobrecito de que una loca arruina parejas se iba a precipitar en donde estaba cenando tranquilamente con su novio.

—Estábamos disfrutando nuestra cita, hasta que apareciste tú, claro —habló el mayor.

—Oh, entonces, ¿son parejas?

—Sí, sí que lo somos, ¿no lo ves?

—Eso es fantástico, ¿y cómo se llaman?

—Soy Jean, y él es Armin —respondió de nuevo el castaño todavía algo incómodo por la situación.

—Bueno amigos, yo soy Hange, y vengo a probar la fidelidad de las parejas, ¿les gustaría jugar?

—No tengo problema con eso, pero que sea rápido, en un rato tenemos reserva en el teatro.

—Tranquilo, no me llevará mucho tiempo. Menos aún si son fieles, y ustedes parecen ser una pareja bastante unida, ¿cierto?

Jean asintió con la cabeza, aunque la chica de lentes no le terminaba de cuadrar del todo.

—Muy bien, empezaremos por ti. ¿Por qué estás tan calladito chico? Dicen que los más tímidos son los peores —cuestionó acercándole el micro.

Armin se revolvió incómodo en la silla sin saber muy bien que responder.

—No sé, es que sinceramente aún no tengo ni idea de lo que tengo que hacer...

—Cierto, pero no te preocupes, es sencillo. Yo te ofrezco cien pesos por revisar tu Messenger y tú únicamente debes aceptar, ¿qué te parece?

—Está bien —habló el ojiazul extendiéndole el teléfono móvil.

—Vaya, pero si no tiene contraseña.

—No la necesito —se encogió de hombros.

—Eso está bien, pero, ¿quién es Abu♡♡♡?

—Esto… pues quién va a ser, mi abuelo…

—¿Seguro de que es tu abuelo? —preguntó mientras revisaba el chat, aunque solo encontró un montón de conversaciones random con pésima ortografía—. Ah pues sí. Aquí te está recordando que le compres el periódico, aunque se ha tragado la mitad de las palabras, supongo que sí que lo es.

Continuó revisando la aplicación, mas no encontró nada sospechoso que pudiese exponer al chico.

—Bueno, tu Messenger está limpio, ¿qué te parecen doscientos por tu WhatsApp?

—¿También el WhatsApp? ¿No te sirve solo con el Messenger? —cuestionó el menor algo inquieto.

—No, necesito ver el WhatsApp también, ¿cuál es el problema? Así demostrarás que le eres cien por cien fiel a tu novio.

—Eso Armin, ¿por qué no quieres enseñarlo? —preguntó Jean algo sospechoso. Era extraño ver al rubio así de nervioso.

—No es que no quiera enseñarlo, pero es que al final se me va a enfriar la comida y todo.

—Doscientos cincuenta pesos y después te dejo tranquilo.

—Bueno vale.

—¿Quién es Annie y por qué la tienes agendada con un corazón morado?

—Es una amiga.

—Conque una amiga, ¿eh?… ¿Tú sabes lo que simboliza el corazón morado?

—No, no tengo ni idea —murmullo algo intimidado por la actitud de aquella loca.

—Simboliza el amor prohibido o el amor oculto. ¿La agregaste así por eso, Armin? ¿Porque tienes una relación prohibida con ella? ¿Una relación en secreto?

—La agregé así simplemente porque me gusta el morado, ni sabía lo que significaba.

—¿Y por qué la tienes agendada con un corazón? —cuestionó esta vez Jean.

—Porque le tengo mucho aprecio, pero nada más.

—Es cierto, no tiene ninguna conversación sospechosa con ella. Sin embargo… ¿Quién es Mikasa uwu?

Al oir el nombre Armin abrió algo demás los ojos y volvió a acomodarse en la silla.

Demasiado sospechoso.

—Es la novia de mi mejor amigo —contestó.

—Ajá, y ¿por qué le pones aquí: "ten cuidado de que no se entere Jean, por favor"?

—Eso no es…

—¿De qué no tengo que enterarme? —inquirió Jean bastante molesto —¿Acaso tienes algo con Mikasa, Armin? ¿Es en serio?

—No, yo no…

—¿Por eso últimamente quedábais tanto? —volvió a interrumpirle.

—¡Lo estáis malinterpretando todo! ¡Solo era una fiesta sorpresa!

—¿Una qué? —preguntó Hange.

—Una fiesta para Jean. Su cumpleaños es la semana que viene y Mikasa me estaba ayudando con las preparaciones. Por eso no quería que me revisaras los mensajes, porque al final sabía que ibas a acabar arruinándome la sorpresa.

—Ups. —Hange siguió leyendo los mensajes con una mueca de arrepentimiento en los labios. Era cierto lo que Armin decía, lo único que le escondía a Jean era la fiesta—. Bueno amigo, está claro que le eres fiel, aquí tienes tu dinero y siento haberte estropeado la sorpresa…

Armin tan solo suspiró.

—¿Podrías dejarnos ya terminar nuestra cena tranquilos? —cuestionó Jean.

—Ah no, todavía quedas tú.

—¿Yo? Pero si yo le soy fiel, él lo sabe, no hace falta que nos hagas perder más el tiempo.

—Por eso mismo, así descartamos las dudas. Venga, te ofrezco doscientos también por tu WhatsApp.

—No, enserio déjanos ya tranquilos.

—¿Y por qué ahora no quieres mostrarlo tú? Yo ya enseñé el mío, haz lo mismo y así nos ganamos cuatrocientos cincuenta pesos en total —intentó convencerlo Armin, aunque, ¿a quién iba a engañar? Él ya estaba comenzando a dudar también de Jean, ¿por qué no quería enseñar sus mensajes?, ¿qué escondía? Quería asegurarse de que lo que sospechaba eran solo teorías suyas.

—… Está bien, pero que sea rápido.

Hange comenzó a inspeccionar las conversaciones, pero no pasaron ni dos minutos cuando encontró dos o tres bastante sospechosas.

—¿Quién son Babyy♡ y Mi Amor?

Nada más Hange preguntar, Jean rompió a llorar pidiéndole perdón entre sollozos a Armin.

Al parecer era él el que le engañaba. Confesó que estaba saliendo en secreto con Marco y que tenía sexo esporádico con Eren.

Armin no quería creerlo. Se supone que Marco era solo un buen amigo suyo, y además, ¿cómo se le pasó siquiera por la cabeza acostarse con Eren? A parte de ser el mejor amigo de Armin, Jeager tenía un hijo con Mikasa.

El rubio le arreó una buena cachetada y lo dejó lloriqueando solo en la mesa del restaurante.

Además, pensaba tener una buena charla con Eren esa tarde.

Explendido, dos parejas más arruinadas de un tiro.