Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

XII

La cena familiar que habían tenido la noche anterior no había sido suficiente para distraerlo de ese "te quiero" compartido a través de mensajes de texto.

KyungSoo recuerda estar a punto de colapsar, que su corazón se había acelerado demasiado y que su omega se había encontrado en una faena de entusiasmo de la que difícilmente pudo escapar.

Luego llegó la culpa, una vez más, al pensar en SooJung.

Querer era hermoso, recibir el sentimiento era magnífico, joder, era lo mejor, pero tener ese tipo de conexión, ese tipo de sensaciones en medio de una pareja reconocida y establecida no le dejaba un buen sabor en la boca, aunque lo suyo con JongIn fuera legal, auténtico, algo que iba más allá de su razón y lógica.

Porque al fin y al cabo, JongIn no era suyo plenamente. Compartían la misma alma, pero quien estaba a su lado, dando la cara como su pareja, era alguien más.

Por despecho, había bebido más vino del recomendado. Sumido en su tristeza y expresión alicaída, BaekHyun no lo detuvo, pero estuvo atento a que no se sobrepasara de un límite adecuado. Él lo cuidó en todo momento, a pesar de estar con su propio alfa, sostuvo su mano por encima de la mesa y le sonrió con cariño y apoyo, haciéndole saber que él siempre estaba ahí, a su lado.

Cuando partieron, KyungSoo se sentía un poco mejor. ChanYeol había sido un buen conversador; no le era difícil animarlo, y eso había dejado a su corazón más relajado y ligero. Compartió algunos mensajes con JongIn, naturales, igual de fluidos, un poco desinhibidos, como podría mostrarse tras una pantalla, y finalmente se acostó a dormir sin haber tocado el tema del millón de dólares: sus sentimientos. Y, si es franco consigo mismo, eso era lo mejor por el momento.

Al día siguiente, a las ocho de la mañana en punto, KyungSoo se encontraba listo para recibir a JongIn e iniciar su día ajetreado. Sentía una ligera molestia en la cabeza a causa del alcohol, pero fue controlada con una pastilla que tomó después de desayunar. BaekHyun estaba terminando de arreglarse para ir a trabajar. Él parecía una persona totalmente distinta al hombre cabizbajo, silencioso, gris y super delgado de antaño; ahora eso era solo una sombra triste del actual BaekHyun, un tipo sonriente, brillante, un poco ruidoso, con color en las mejillas y de aspecto más saludable.

Su amigo había sufrido una metamorfosis maravillosa e increíble con el cambio de trabajo y la llegada de su compañero. No hacía más que hablar maravillas de su jefe y los demás empleados de la cafetería, de lo bien que se sentía trabajando en ese lugar y lo entusiasmado que se encontraba por poder ayudar en la elaboración de los postres que se vendían en el local. También había recibido un teléfono de manos de ChanYeol y ahora sonreía cada dos por tres mientras se mensajeaba con el alfa. Él estaba bien, y eso lo dejaba tranquilo en verdad.

JiHyun y SooBin habían decidido acompañar a BaekHyun al trabajo; sabiendo que serían bien recibidos por Lu Han, ambos omegas mayores aceptaron la petición. BaekHyun, ya listo y sonriente, se acercó a él y le acarició el cabello de esa forma tan paternal y cálida suya que lo dejaba en un estado de relajación y serenidad absolutos. KyungSoo se dejó hacer con los ojos cerrados, como un niño que estaba siendo reconfortado por su padre, y el mayor le susurró con cariño y voz suave y amable:

ㅡYa nos vamos. Disfruta de tu día con el señor Kim, y, por favor, KyungSoo, no pienses demasiado; solo déjate llevar y que las cosas fluyan a su ritmo, después de todo, es la voluntad del destino.

KyungSoo le dio una sonrisa pequeña y asintió, más para sí mismo que para el mayor. ¿Debía seguir sus consejos, de verdad? En ese punto, KyungSoo ya no sabía qué debía hacer y qué no. De lo único que era consciente a plenitud era de su querer por JongIn y su deseo de estar siempre a su lado.

ㅡLo intentaré ㅡfue su respuesta y BaekHyun sonrióㅡ. Cuídense. Espero que les vaya bien.

ㅡIgual a ustedes. ¿Nos estaremos viendo mañana?

KyungSoo se encogió de hombros con un puchero.

ㅡEs lo que imagino. No sé a qué hora terminará la fiesta.

ㅡBueno, en ese caso, hasta mañana entonces. Chicos, es hora de irnos.

JiHyun y SooBin se levantaron del sofá de un salto y no tardaron en acercarse para despedirse de KyungSoo. JiHyun lo abrazó con fuerza y el mayor sonrió y acarició su sedoso cabello con delicadeza y amor. Nunca se habían separado por tanto tiempo, y aunque seguramente para muchos era una completa exageración, KyungSoo iba a extrañar a su pequeña.

Recibió un beso sonoro en la mejilla de parte de la quinceañera y luego una sonrisa cálida y llena de entusiasmo.

ㅡNos vemos mañana, Soo. Espero que disfrutes tu noche. Toma muchas fotos de todo para que me las muestres, también saluda al señor Kim de mi parte.

ㅡLo haré, o al menos eso intentaré. Pórtate bien, Ji.

La niña asintió y luego se hizo a un lado para que SooBin lo abrazara brevemente. El gesto lo dejó un poco sorprendido, pero aún así lo recibió con los brazos abiertos y una sonrisa.

ㅡQue te vaya bien, Soo. Disfruta este momento.

ㅡGracias, Binnie. Cuida mucho de JiHyun, ¿de acuerdo?

ㅡLo haré. No te preocupes.

ㅡBueno, chicos, se nos hace tarde. ¡Debemos irnos ya, ChanYeol nos espera abajo!

ㅡDale mis saludos ㅡle dijo con una sonrisa y BaekHyun asintió, un poco sonrojado, y se despidió de él desde la puerta del departamentoㅡ.

Una vez solo, KyungSoo se dedicó a ver televisión un rato, alternando su mirada de la pantalla del plasma al teléfono silencioso a su lado mientras se preguntaba por qué JongIn no le había escrito aún.

¿Se habría quedado dormido? ¿Los planes se habían cancelado? Imposible, MoonByul le había dicho el día anterior que todo estaba listo para la celebración. Entonces... ¿no iría con él? Ese pensamiento lo hizo morderse el labio inferior con fuerza, e imágenes consecutivas de JongIn y SooJung juntos, destacándose en ese evento importante como una pareja perfecta y lujosa, luciendo enamorados y felices, le hizo sentir un poco enfermo y triste.

Su omega rugió, enojado por estar pensando en tonterías que los lastimaba a ambos, y por una vez decidió hacerle caso al consejo de BaekHyun. No debía pensar en nada, porque si lo hacía, todo dolía en su corazón. KyungSoo ya estaba cansado de sentir dolor.

Minutos después, el sonido de un nuevo mensaje lo hizo sobresaltarse en su lugar. Miró el aparato a su lado con sorpresa y lo tomó para leer el texto recién recibido.

Buenos días, cariño. Ya estoy abajo, espero que estés listo.

KyungSoo no puede evitar suspirar con alivio y sonreír posteriormente ante el mote cariñoso que se hacía cada vez más frecuente entre sus mensajes.

La curva rebelde fue aplacada con una mordida de labios mientras se levantaba para apagar el televisor y se movía para tomar su cartera con su identificación y un poco de dinero. Trató de acomodar un poco su pelo echándose una mirada rápida en el espejo, y una vez se sintió listo, se dirigió al ascensor con el pulso a la carrera.

Ese día estaba vestido con algunas prendas que JongIn le había regalado el día de su mudanza. Un pantalón negro de su talla, ni más ni menos, que lo hacía verse bastante bien y curvilíneo, una camiseta blanca intencionalmente holgada y una chaqueta de jean. Se sonrió en el reflejo, sintiéndose bonito por una vez, complacido con su imagen como hacía tanto no lo hacía, y su sonrisa se amplió irremediablemente cuando tuvo el auto de JongIn frente a él en el estacionamiento.

Caminó rápidamente hacia el vehículo y JongIn le abrió la puerta desde adentro con una sonrisa atractiva en sus labios.

Como siempre, JongIn lucía increíble. Tenía un suéter cuello tortuga café, su cabello peinado de forma relajada y un pantalón negro que sacaba a relucir sus largas piernas. Su olor no era un juego. Parecía más intenso, más penetrante y mucho más cautivador cuando tomó una bocanada de la canela más pura esparcida en el auto, y cuando él se inclinó y le dio un beso en la mejilla, suave, prolongando el contacto de sus labios contra su piel, se sintió derretir, conquistado por todo lo que JongIn era.

ㅡHola... siento la demora. Tuve que revisar algunas cosas antes de venir por ti ㅡmurmuró contra su oído mientras su nariz se paseaba libremente por su cabello, oliéndolo y suspirando en el procesoㅡ.

KyungSoo giró el rostro y lo miró a los ojos con una sonrisa. Estaban tan cerca que era capaz de observar cada mínimo detalle de su rostro, sus pestañas cortas, sus cejas poco prominentes, sus labios húmedos y rojos... sus narices se dieron un toque, un dulce y cariñoso beso esquimal que quemó en sus mejillas con la llegada de un lindo sonrojo, y JongIn alzó una mano para acunarle el óvalo de la cara con cuidado, como si temiera romperlo.

ㅡEstás hermoso. Parece que brillas.

ㅡEs... eso es porque estoy contigo ㅡsusurró, un poco indeciso al exponerse tanto y abiertamente después de su confesión, pero sintiéndose bien al expresar sus pensamientos y sentimientosㅡ.

JongIn suspiró y dejó caer su frente sobre la suya, besó su nariz repetidas veces y le acarició el cabello. A KyungSoo ni siquiera le importó que se lo desordenara luego de tanto trabajo peinándolo, y es que tener a JongIn así, tan cerca, tan íntimo y sobrecogido por su afecto, calidez y aceptación era lo más magnífico y sensacional que podría experimentar en esa vida.

ㅡTenemos que irnos ㅡmurmuró sin alejarse y KyungSoo colocó su mano sobre su brazo fuerteㅡ.

ㅡEntonces vámonos.

ㅡNo quiero alejarme de ti ㅡKyungSoo apretó los labios para reprimir una sonrisaㅡ.

ㅡEstoy justo aquí. No seas mimado.

ㅡQuiero ser un chicle en este momento y estar pegado en ti.

KyungSoo rió libremente al escucharlo, una mezcla divertida y avergonzada, y JongIn se alejó para mirarlo con una sonrisa mientras las graves y dulces carcajadas llenaban el ambiente. Le acarició el pómulo derecho con la yema del pulgar y luego se incorporó para encender el auto, dejándolo a un lado, sonriente y contento.

Una vez en marcha, con la música en la radio y los cinturones de seguridad protegiéndolos, JongIn le dijo con entrega y latente sinceridad:

ㅡSigue riendo, KyungSoo. Es maravilloso y gratificante verte feliz.

. . .

Pararon en un centro comercial extremadamente grande, lujoso y majestuoso. Había muchas personas entrando y saliendo del edificio con ropas elegantes y caras, casuales y caras y simples y caras. Todo era de aspecto costoso y KyungSoo sentía que iba a enfermarse.

Apegado a JongIn, intimidado por la enorme cantidad de personas reunidas en un espacio tan grande, KyungSoo lo siguió a las escaleras mecánicas.

Había notado las miradas de algunas chicas y chicos sobre el alfa, que, amable, lo mantenía sujeto de la mano para tranquilizarlo, también había notado cómo cuchicheaban entre ellos y le lanzaban vistazos nada disimulados y ceñudos. KyungSoo bajó la mirada de inmediato, abrumado por la atención que estaban recibiendo e incómodo por esto; también un poco celoso, no debía mentirse. JongIn era un hombre guapo, importante, influyente, inteligente y adinerado. ¿Quién no lo vería con deseo y anhelo?

Su jefe, ajeno a todos menos a él, lo condujo directamente a una tienda en el cuarto piso. Era exclusiva para caballeros, de alta gama, aspecto refinado y elegante, justo como el mismo JongIn lo era siempre. El menor saludó a un empleado vestido formalmente y, sin esperar ser atendido por este, se dirigió directamente a un hombre de mediana edad con olor a naranjas que le sonreía con amabilidad desde la distancia.

ㅡHola, Ravi, ¿cómo estás? ㅡsaludó JongIn con una sonrisa entusiasmada, afianzando sus manos juntas, y el otro alfa le dio un par de palmaditas amistosas en el hombro como respuestaㅡ.

ㅡJongIn, es bueno verte, amigo. Estoy bien, sorprendido de tenerte aquí tan temprano. ¿Acaso tienes una fiesta o algo de última hora y acudes a mí para sacarte del aprieto?

JongIn compuso una mueca efímera que no pasó desapercibida por ninguno de los dos. Había sido descubierto.

ㅡFiesta de aniversario de la compañía. Ya sabes, lo de siempre, pero en esta ocasión no quiero que te concentres en mí, sino en mi acompañante. ¿Puedo encargarte su imagen?

El alfa llamado Ravi parpadeó con sorpresa al mirarlo detenidamente. Sus ojos lo recorrieron con curiosidad y ojo crítico y analítico (KyungSoo sentía que estaba estudiando incluso su alma). Unos segundos después, el alto hombre se dio una palmadita en el pecho y asintió con solemnidad y una sonrisa llena de determinación.

ㅡ¡Por supuesto! Déjamelo a mí. Me encantan este tipos de retos. ¿No quieres nada extravagante ni muy colorido, cierto?

ㅡSabes que no ㅡcontestó de inmediato y el contrario asintió y les hizo una seña para que lo siguieran hacia los vestidoresㅡ.

ㅡLo imaginé. A veces eres tan aburrido... de acuerdo, JongIn, aguarda aquí. Y tú, pequeño adorable, sígueme. Vas a esperar dentro mientras yo busco algunos modelos de tu talla, ¿bien? ㅡdijo mientras señalaba el interior del vestidor y dejaba a JongIn en el saloncito de espera, sentado en un sofá cómodo. KyungSoo le lanzó una mirada al moreno y este le envió una sonrisa tranquilizadora que lo hizo sentir mejor, entonces asintió para Ravi y este no tardó en cerrar la puerta para darle privacidad e ir en busca de lo dichoㅡ.

Ante él tenía numerosos espejos pulidos y altos, un mueble revestido en cuero negro donde podía sentarse y ganchos para colgar su ropa. Era todo tan elegante y bonito que no podía dejar de mirar las cosas a su alrededor con atención y fascinación infantil. 

Minutos después, Ravi había tocado la puerta y le había pasado unos cuantos conjuntos. KyungSoo los tomó con cuidado para no maltratar ninguno y los fue colocando en los ganchos para poder apreciarlos completamente.

Había cuatro trajes, entre ellos un smoking con su pajarita, ambos negros; un traje gris a cuadros bastante bonito con una corbata del mismo color y una combinación de pantalones formales, suéter de cuello tortuga mullido y un sobretodo elegante y con clase. Luego estaban los trajes azul y el otro de un atrevido y llamativo color rojo vino con camiseta negra de fondo. KyungSoo se había sentido maravillado por el smoking, creía que era más de su estilo, más él; formal, sencillo pero elegante, del color que le gustaba y suave al tacto.

No dudó en ponérselo con un buen presentimiento naciendo en su estómago y una extraña emoción floreciendo en su pecho, expectante por la reacción de JongIn al verlo. Cambiado y sintiendo la suavidad de las telas costosas sobre su piel, se miró en los espejos desde todos los ángulos disponibles, y debe ser honesto, se ve increíble.

No sabía cómo, pero Ravi había encontrado su talla exacta; los pantalones se le ajustaban bien y le daban una figura hermosa a sus piernas, el saco era del tamaño adecuado a sus hombros y acentuaba la finura de su cintura, las mangas cubrían sus muñecas con discreción y la camisa blanca bajo este era delicada y suave.

KyungSoo casi se siente llorar al ver su reflejo, una imagen refinada, magnífica y engrandecida de sí mismo. Algo que jamás creyó ver.

Presuroso y entusiasmado, se acercó a su teléfono y se tomó un par de fotos con ayuda del reflejo del espejo delante de él. No dudó en enviársela a BaekHyun y sonrió con emoción al recibir su respuesta.

¡Dios, KyungSoo! ¡Te ves increíble! Ooooh, creo que voy a llorar. ¡Definitivamente tienes que quedarte con ese! JiHyun y SooBin están gritando de emoción y aprobación. ¡Es ese, sin dudas!

Su mensaje lo ha dejado contento y satisfecho, así que se anima a mirarse una vez más y toma entre sus dedos la pajarita deshecha esperando a ser anudada. Se detiene en seco al darse cuenta de que no sabía cómo hacerlo, así que tímidamente se dirige a la puerta y asoma la cabeza con las mejillas coloradas, buscando a JongIn con la mirada para que le ayudara.

El alfa aguardaba pacientemente mientras revisaba su celular con el ceño un poco fruncido y las gafas sobre su nariz. Tan guapo y perfecto, hizo que su sonrojo aumentara y su corazón golpeara con insistencia en sus costillas. Se aclaró la garganta y pronto tuvo los ojos profundos y oscuros del menor sobre él.

ㅡJongIn... ¿puedes ayudarme aquí, por favor? ㅡsusurró para no llamar la atención de Ravi, que se había ido un poco más adelante para atender a un nuevo cliente, y JongIn asintió de inmediato y se acercó a él, guardando el teléfono en su bolsilloㅡ.

ㅡ¿Qué sucede? ㅡpreguntó con curiosidad y KyungSoo abrió la puerta del vestidor para dejarlo entrarㅡ.

ㅡNo sé cómo anudar esto. ¿Lo haces por mí?

Entonces salió de su escondite tras la puerta ahora cerrada y los ojos de JongIn quedaron prendados de su cuerpo.

KyungSoo sintió mucho calor abrazando sus entrañas y profundidades cuando la mirada intensa de JongIn barrió cada mínimo recoveco de su anatomía, degustándolo visualmente con los labios entreabiertos y las pupilas dilatadas. KyungSoo nota también un ensanchamiento en sus fosas nasales, la agitación sutil en su respiración y el levísimo color sobre sus pómulos.

Su reacción lo hace sentir bien y su omega disfruta con deleite la expresión anonadada y maravillada de su alfa. Se lame los labios, sin embargo, y baja la mirada con nerviosismo y las manos juntas delante de su cuerpo.

JongIn se acerca entonces un poco más. Sus pechos se tocan en ese punto, la respiración es sonora y un poco apresurada, las mejillas están llenas de vida y color y las manos del menor se mueven con maestría sobre la tela alrededor de su cuello. La anuda fácilmente y la acomoda de forma correcta, y al acabar, deja sus manos grandes descansando sobre su pecho vestido para acariciarlo y luego subir a sus mejillas, cogerlas con delicadeza y elevar su rostro para poder mirarlo a los ojos.

ㅡKyungSoo, te ves hermoso. Dios, me has dejado sin respiración por un momento. Tú, solo... oh, cariño, te encuentras increíblemente apuesto.

ㅡ¿De verdad te gusta? ㅡmurmura por lo bajo y JongIn sonríe y deja un beso sobre la comisura de sus labiosㅡ.

ㅡMe encanta. ¿Te gusta a ti?

KyungSoo suspira y asiente, sintiendo el hormigueo que los labios de JongIn dejaron en la piel cercana a los labios.

ㅡSí, es el que más me ha gustado.

ㅡEntonces llevemos este. Buscaremos unos zapatos de cuero negro para ti.

ㅡ¿Tú... no vas a comprar nada para ti? ㅡpreguntó, dudoso, inclinándose un poco hacia él y provocando un abrazo cálido y acogedor que le arrancó un suspiro satisfecho. JongIn le acarició el pelo con una sonrisa y negó suavementeㅡ.

ㅡNo, ya tengo lo que me pondré en casa. Yo... voy a salir para que puedas cambiarte.

KyungSoo asintió y se lamió los labios cuando el alfa se alejó de su cuerpo. Sonrió al sentir una suave caricia en el borde de su boca y exhaló como un tonto al quedarse solo. Ese traje había sido, en definitiva, la mejor opción de todas.

. . .

Con las compras hechas y la promesa a Ravi de volver pronto, JongIn los llevó a comer pastel y café. El lugarcito era encantador y acogedor, con un ambiente cálido y aspecto dulce que le hizo sonreír.

Ahí JongIn aprovechó para terminar algunos compromisos que tenía pendientes, solucionar un par de dudas de los diseñadores a cargo de un nuevo proyecto que se llevaría a cabo en Gangnam próximamente y tranquilizar a MoonByul, que, histérica y a punto del llanto, le llamaba para decirle que no encontraba un ramillete que iría en uno de los jarrones de las mesas de los invitados.

KyungSoo, mientras tanto, se dedicó a comer y a mensajearse con JiHyun. Ella le había dicho que estaban ayudando a BaekHyun con las mesas, pues había muchos clientes en la cafetería ese día y necesitaban un par de manos sobrantes para la tarea. También le envío un par de fotos junto a SooBin, ambos sonriendo o haciendo la señal de "v" con los dedos de forma tierna y con un Lu Han animado de fondo.

ㅡSoo, tengo noticias de Jiang Cheng, el abogado encargado de llevar el caso de SooBin ㅡdijo JongIn de repente, cortando su conversación con su hermana de inmediato para poder verlo con sorpresa y posterior seriedad. JongIn le sonrió de forma tranquilizadoraㅡ. Él ha reunido algunas pruebas desde que habló con el chico y está listo y dispuesto a convocar un juicio contra la madre para cuando SooBin le dé luz verde.

ㅡEso es increíble. Ha sido bastante rápido. ¿Podrá probar la inocencia del padre de Binnie? ㅡpreguntó con entusiasmo y esperanza y JongIn amplió su sonrisa antes de asentirㅡ.

ㅡLo hará, al parecer ha encontrado cosas interesantes en el historial de la señora Jung, no muy buenas, por supuesto, además de algunas incongruencias respecto al juez que llevó a cabo el caso, y eso parece bastar para sacar al padre de SooBin de prisión, o al menos revisar de nuevo su expediente. Si todo sale bien, en unas cuantas semanas este asunto se habrá resuelto de forma exitosa y SooBin podrá estar nuevamente con su padre.

KyungSoo suspiró con alivio, sus hombros sintiéndose más ligeros y una pequeña sonrisa reinando en sus labios mientras lo miraba con adoración.

ㅡEso es muy bueno. Estoy tan tranquilo ahora. Gracias por esto, JongIn, significa mucho para mí.

ㅡNo es nada. Haría cualquier cosa por ayudarte a ti y a tus seres queridos, Soo.

Después de comer y que JongIn llamara a su amigo peluquero para concertar la cita de ambos, el alfa le avisó que irían directamente a su departamento, pues MinSeok no estaría en el local y el omega quería encargarse de arreglarlos a ambos completamente, desde el pelo hasta el maquillaje, sin interrupciones ni molestias. Fue así como terminaron en el auto de nuevo, con JongIn conduciendo hacia su edificio mientras tarareaba alguna canción de un grupo de chicas y golpeando rítmicamente el volante con los dedos.

De nuevo en el lugar que KyungSoo recordaba por haber experimentado uno de los momentos más importantes de su vida, como recuperarse de una casi violación, descubrir a su pareja destinada y ser ambos rechazados, dejaron las bolsas con las compras en el sofá de la sala de estar y JongIn lo invitó a ver una película con una sonrisa y los brazos abiertos. Acurrucados uno contra el otro, acordaron que eran bastante maduros como para ver Bambi, pero no pudieron luchar contra los encantos del Rey León y acabaron viendo la película animada muy abrazados y dejándose uno que otro beso en las mejillas, manos o coronilla.

MinSeok llegó dos horas después.

KyungSoo lo había visto con fascinación, porque el hombre era guapísimo, con su cabello rubio, baja estatura y complexión curvilínea. Tenía una piel preciosa, ojos gatunos y facciones de bebé adorable, sin embargo, la determinación en sus pupilas hablaba sobre una notable tenacidad. Detrás de él había dos chicas igual de preciosas e inmaculadas. Todos cargando con un equipamento de temer y que lo ha dejado inquieto y nervioso. JongIn lo tomó de la mano y le sonrió con discreción.

ㅡTranquilo, no temas. Él es un experto.

ㅡ¡Kim JongIn! ¿Se puede saber por qué has dejado que tus raíces crezcan de esta manera? ¡Es antiestético! ㅡfue el saludo del rubio, su voz sonando como campanitas tronadoras. JongIn se alejó de KyungSoo para acercarse al estilista y lo medio abrazó, porque el omega había huido de su toque con maestríaㅡ.

ㅡLo siento, no he tenido tiempo para hacerme el mantenimiento.

ㅡTú nunca tienes tiempo para nada. Me sorprende que sigas vivo con tanto trabajo a cuestas. ¡Oh! ¿Él es el chico que me has mencionado antes? Por supuesto que sí, tenía años que no veía ese corte de hongo en un hombre de su edad ㅡcomentó, dando algunos aspavientos con sus manos pequeñas y gorditas antes de dirigirse a él para examinar de cerca su cabello. KyungSoo se hundió en el sofá con timidez y lo dejó hacer sin decir nadaㅡ. Veamos qué tenemos aquí... uff, pasado de moda. Cabello muy largo. Está ligeramente maltratado. Necesitará tratamientos de primera calidad, hidratación y un buen corte. Cariño, Kim MinSeok te dejará hermoso.

ㅡYo... muchas gracias, señor Kim.

ㅡBah, no es nada, y al diablo con las formalidades. Ahora, ¿me puedes traer una taza de té, JongIn? Tengo los nervios crispados. JongDae no me deja vivir. ¿Y ustedes qué hacen ahí, niñas? Siéntese, por Dios, que esos tacones les matarán los pies.

Sí, MinSeok era una bomba explosiva sin pelos en la lengua. Al principio KyungSoo se había sentido intimidado y abrumado, nada acostumbrado a ver a un omega como él, tan fluido y seguro de sí mismo, pero con el pasar de los segundos y las sonrisas amables y entusiasmadas lanzadas en su dirección, pudo mitigar un poco la dura primera impresión.

JongIn volvió a la sala con una bandeja llena de tacitas con té humeante y galletas y la dejó en la mesita auxiliar delante de ellos. Se sentó a su lado luego de eso y MinSeok le lanzó una mirada aguda, con la ceja arqueada y los labios en una mueca que KyungSoo identificó como una sonrisa maliciosa, justo antes de llevarse la taza a los labios y dar un refinado sorbo. JongIn no pareció sorprenderse ni incomodarse por ello, todo lo contrario, se veía divertido mientras acortaba un poco más del espacio que los distanciaba.

ㅡ¿JongDae sigue aferrado a la idea de no dejarte salir por el embarazo?

MinSeok puso los ojos en blanco casi de inmediato.

ㅡDios, sí, es un paranoico. Tiene miedo incluso del gato. Tuve que darle un ultimátum para que me dejara venir, ¡y sólo tengo tres meses gestando! No quiero ni imaginarme cómo se pondrá cuando ya tenga ocho o nueve ㅡdejó escapar un suspiro apesadumbrado con los ojos cerrados y negó con la cabeza un par de veces en un arranque de dramatismoㅡ. Al destino le gusta verme sufrir cada día desde que me emparejó con ese idiota.

JongIn soltó un bufido y tomó una galleta de la bandeja para después pasársela con una sonrisa. KyungSoo la cogió y la comió distraídamente, bajo los ojos interesados del menor.

ㅡNo digas tonterías, MinSeok. Amas a Dae. Es tu razón de ser y vivir.

ㅡOh, lo es, pero aún así reconozco su idiotez e intensidad. A veces sólo necesito un respiro de él antes de volver a enfrentarme a ese niño berrinchudo. Por otro lado... ¿es tu amante este chico-pingüino?

KyungSoo se ahogó con la galleta que comía y JongIn se apresuró a darle unas cuantas palmaditas en la espalda. Le ofreció té, que no dudó en tomar para calmar el ardor que las migajas rasposas dejaron en su garganta, y con las mejillas sonrojadas, se apresuró a negar una vez estuvo repuesto. La sonrisa divertida y un poco burlona de MinSeok no ayudaba a que se sintiera mejor. Por lo menos las chicas parecían acostumbradas a todo aquello, porque no se habían inmutado en lo más mínimo.

ㅡ¡N-no! Nosotros no... y-yo, q-quiero decir...

ㅡÉl es mi pareja destinada, MinSeok ㅡlo cortó JongIn con serenidad y seguridad, tranquilo mientras formaba círculos en su espalda, y KyungSoo lo observó con la boca abierta y un sonrojo hasta las orejas. Él simplemente le sonrió como respuestaㅡ.

ㅡYa veo... bueno, me alegra conocerte, niño. Y me alegrará más ver mi futura creación en ti, así que... ¡vamos, muchachas! Apuremos esto porque hay mucho en lo que tenemos que trabajar hoy. Debemos pasar de este pichón tembloroso y miedoso a todo un pingüino emperador empoderado y magnífico.

Y fue así como MinSeok terminó arrastrándolo a la ducha, ordenándole darse un baño. KyungSoo lo obedeció mas por miedo que por cualquier otra cosa, y quince minutos después, estaba sentado en una silla, con ropa de JongIn puesta, mientras el rubio lo examinaba a conciencia y con una mano en el mentón, como si estuviera estudiando a un animal extraño y deforme o algo así.

JongIn se había quedado fuera de la habitación bajo la orden apasionada de MinSeok, porque "no puedes ver mi proceso mágico, quiero que te sorprendas de verdad cuando lo veas de nuevo. MinAh se encargará de tu cabello mientras tanto. Shú." Así que ahora estaba ahí, desprotegido y bajo las manos de ese omega afierado.

ㅡSí, tienes un cabello bonito. Es grueso y naturalmente liso, también es brillante y suave, pero está un poco maltratado. Primero vamos a intentar repararlo un poco, lo pintaremos y luego recortaremos. Por otro lado, tu piel también está bastante bien, clara, lisa y con poros cerrados. Podemos mejorarla un poco más, sin embargo, y tendrás un maquillaje sutil para resaltar tu belleza natural. Finalmente, tus manos son lindas: pequeñas y fuertes. Tienen callos por el duro trabajo y un par de ampollas, pero se puede tratar, por lo menos por ahora. Me darás un gran reto, KyungSoo, y quiero que sepas que disfrutaré mucho esto. Confía en mí, estarás bien en mis manos.

Y justo luego de darle una sonrisa, MinSeok comenzó con su trabajo.

Eran las dos de la tarde y la fiesta empezaba a las seis, KyungSoo creía que era tiempo de sobra, pero al parecer estaba muy equivocado a juzgar por las exclamaciones de MinSeok y los movimientos firmes y presurosos de sus ayudantes a su alrededor.

No supo qué tantas cosas puso sobre su cabeza, pero su nariz estaba resentida por los fuertes aromas a químicos flotando en el ambiente, también casi se siente desmayar al ver al rubio encendiendo una máquina de afeitar con una sonrisa maliciosa en los labios. En ese punto ya habían hecho algunos masajes en su rostro y sus manos y le habían hidratado la piel, pintado el cabello y arreglado las uñas.

Ahora, ver su cabello ahora castaño oscuro cayendo sobre sus hombros y en el suelo fue algo que lo dejó inmóvil. Estaba dejando atrás una época entera, algunos recuerdos y vivencias. Estaba siendo transformado en algo mucho más bonito, una mejor versión de sí mismo, y la idea no le disgustaba, todo lo contrario, se sentía en paz con la idea de dejar atrás la parte más triste y gris de su vida, los malos recuerdos y las experiencias dolorosas.

MinSeok lo ayudó a vestirse cuando acabó con su pelo, ahora mucho más corto. Solos en la habitación, le acomodó el traje con una sonrisa orgullosa, anudó la pajarita en su cuello con dedos diestros y alisó la tela del saco con sus palmas. Le dio una mirada casi dulce y palmeó suavemente sus mejillas.

ㅡYa casi estás listo. Vamos a maquillarte para que puedas reunirte de nuevo con JongIn. Debe estar esperando por ti.

KyungSoo asintió con una sonrisa avergonzada y se sentó una vez más en la silla mientras dejaba al hombre trabajar en su rostro. Aplicó alguna cosa líquida y de agradable aroma en su piel y maquilló sus ojos con suavidad, pulió sus cejas, deshaciéndose del exceso de vello y dejando un grosor más atractivo, según sus palabras, pues aún no se había mirado al espejo, y esparció sobre su boca un bálsamo labial con olor y sabor a fresas. Acomodó un poco su cabello, dando los toques finales, y luego se alejó con un suspiro y una mano en el pecho.

ㅡAquí... mi pingüino emperador ha renacido de las infinidades de un polluelo adorable ㅡentonces se acercó al espejo cubierto con una sábana y la retiró para poder apreciar su reflejo luego de horas enteras de intenso trabajoㅡ. Puedes verte ahora, pichón.

KyungSoo apretó un poco los labios ante la emoción y expectativas latentes y se puso de pie, ansioso y entusiasmado. Suspiró largamente con los ojos cerrados delante del espejo, y cuando se sintió preparado, subió los párpados y observó al hombre que había delante de él, devolviéndole la mirada con una hermosura irreal y desconocida que le había robado el aliento. Anonadado, llevó sus manos al cristal y sintió cómo sus ojos picaban por las lágrimas que se habían agrupado en sus ojos.

Era increíble, simplemente increíble.

Su cabello estaba hermoso, tan brillante y bonito con ese nuevo corte acorde a su edad, de un chocolate intenso que podría pasar fácilmente por negro, pero que le daba un aire más elegante y distinguido. Su piel parecía porcelana, pálida, de aspecto saludable e hidratada como nunca antes la había visto, sus ojos, su mirada, sus labios, todo había sido maquillado y arreglado de tal manera que lo hacían ver fascinante y dulcemente cautivador. Era la mezcla perfecta entre la madurez y la juventud omega característica, un KyungSoo lujoso, cautivador y como nunca perfecto que le arrebató el aliento y lo hizo sonreír temblorosamente mientras acariciaba el cristal del espejo con los dedos.

ㅡY-yo... esto es... Dios ㅡsoltó sin aliento, sin poder apartar la mirada y tratando de reprimir las lágrimas para no dañar el maquillajeㅡ. Oh, MinSeok.

ㅡEstá bien, pequeño, está bien. ¿Te gusta? ¿Estás satisfecho?

ㅡSí, sí, yo... es increíble, tan irreal. Me encanta... muchas gracias, de verdad, yo... no sé qué decir, sólo... gracias.

El rubio rió por lo bajo y se acercó para envolverlo en un apretado abrazo. KyungSoo dejó que un par de lágrimas traicioneras abandonaran sus ojos y correspondió el gesto con los párpados apretados. Al alejarse, MinSeok secó sus mejillas y dejó dos golpecitos sobre las mismas con dulzura.

ㅡYa, ya, no llores o echarás todo a perder. Ahora debemos reunirnos con JongIn antes de que se haga tarde. ¿Estás listo?

KyungSoo compuso una sonrisa suave y asintió, tomando una profunda respiración para calmar sus emociones alborotadas; se irguió en su lugar y juntó sus manos delante de su pecho.

ㅡEstoy listo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro