Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPITULO VII REALIDAD

Cuando todavía no tenía idea de lo que sucedería sí me atrevía a revelarme contra de la Zona, sentía que algo en mi interior me forzaba a serles fiel.

Creía que eran buenos porque hacían cosas para mejorar el mundo que la humanidad había perdido; alimentos, curas, refugios. La Zona era la que beneficiaba al planeta y nosotros estábamos seguros en ella.

Teníamos comida, refugio y éramos protegidos como tesoros que no debían pagar nada a cambio de esa seguridad más que el dolor por esos experimentos, como una pequeña muestra de sufrimiento a cambio de mucha paz. Pero mi vida cambió en el día que pude ver bien a los ojos de la chica, con la que muchos años logré convivir, porque solo ella me ayudó a ver el mundo como era en realidad.

Desafortunada mente el costo de saberlo fue más horrible de lo que esperé.

—¡Vamos! —me gritaba la chica— ¡Qué la salida está cerca!

Podía jurar que no tenía idea de cómo había llegado toda esa información a mi mente; hacía solo unos minutos me encontraba en el Sector E, comiendo una gelatina con el resto de los Sujetos, y ahora debía correr a lado de la chica a quien solía llamar "Sujeto Catorce".

—¿Cómo lo sabes que ahí está la salida?

—Por la información que le robé a los guardias de la entrada, Doce.

—¿Les robaste la información?

—Así es.

—¿De dónde?

—Sus mentes, recuerda que es uno de mis poderes. Además no lo notarán.

—Sí, pero ¿Cómo pasó?

—La Zona nos está ocultando muchas cosas, como lo que en realidad somos, pero eso no es lo importante. Por ahora tenemos que escapar.

Nada de lo que decía parecía no tener sentido.

Era más fácil jurar que ella solo estaba tratando de sabotearme, para que no pudiera llegar al nivel EXCELSOR que la Zona tenía preparado para mí pero también había algo en mi interior que me impedía negarme y eso lo sentía desde que vi a los ojos.

—Está bien, voy a confiar en ti.

—Muy bien, y recuerda. Puedes llamarme por mi verdadero nombre.

—Como tú digas, Serenity.

Tampoco sabía de dónde había salido esa palabra.

El nombre "Serenity" apareció en mi mente como, por arte de magia. Un recuerdo perdido que quizá la Zona me lo había retirado antes de ingresar como varios de ellos que fueron regresando a mi mente cada vez que la miraba.

Serenity poseía esa extraña habilidad que me hacía sentir seguro y dudar de lo que la Zona nos había hecho, como tal no podía traicionarla.

La Zona activó una señal de cuarentena, provocando un cierre inmediato en todas las compuertas, los otros sujetos fueron evacuados y todo nuestro camino era iluminado por una luz roja que se encendía y apagaba constantemente.

Era lógico que la Zona estaba intentando detenernos.

Varios de los guardias comenzaron a seguirnos y unos nos dispararon dardos con tranquilizantes que pudimos evitar hasta llegar al punto que Serenty tenía programado...

—Aquí es —...la oficina de Tano.

El lugar parecía simple. Una puerta blanca, sin chapas magnéticas o detectores de huellas digitales que la protegieran.

—¿Estas segura?

—Confía en mi, solo tenemos que...

—Ni siquiera lo pienses —pero nuestra sorpresa fue otra cuando nos dimos cuenta de que los guardias nos habían encontrado.

Varios miembros de La Zona aparecieron delante de nosotros, apuntándonos con armas de alto calibre que liberaban una pequeña luz roja sobre nuestros cuerpos.

—Muy bien Sujetos Doce y Catorce —nos dijo el líder del grupo—. Les sugiero que no intenten hacer una tontería, porque la Zona puede darles una oportunidad.

Sin embargo no quería esa oportunidad porque ya no creía en la Zona.

* * *

Todo lo vi en ese instante tenía que ser real.

Mi cuerpo estaba rodeado de adrenalina esperando ser liberada.

—¡Despierta! —pero en cuanto abrí los ojos y vi el rostro de Kai, mirándome desenfrenadamente—. Doce ¿te encuentras bien? —. Me sentía mareado y desubicado como sí no recordará lo que pasó—. ¡Doce!

Todo lo que soñé parecía tan real como para ser un simple sueño pero la realidad era que no me encontraba dentro de la Zona, tratando de luchar por mi vida, sino en el lago, a lado de Kai, sintiendo como mi cabeza volvía a conectarse con la realidad.

—¡Doce! —y al verlo desesperado porque reaccionara comencé a sentirme preocupado por mi mismo. "Qué era lo que en realidad había visto en ese sueño", no tenía idea. Solo recordaba a esa chica de cabello rojizo—. ¡DOCE!

—¿Qué? —como un trance pasajero.

—Doce, despertaste.

—¿Kai?

—Qué bueno que despertaste. Nos tenías preocupados.

—¿Por qué?

—¿Cómo que "por qué"?, primero estabas ahí, viéndonos a Holly y a mi pescando, y en unos segundos te desmayaste.

—¿Me desmayé?

—Sí. Caíste al agua como sí nada, ¿No lo recuerdas?

Y no sabía que decir.

Muy apenas recordaba lo que había desayunado.

—Creo que me sentí cansado.

—¿Cansado?

—Por el sol, su brillo es muy fuerte.

—Vaya, creo eso explica tu desmayo, pero no te preocupes eso es normal en los nuevos —afortunadamente era Kai quien estaba a mi lado, en lugar de Lex, y por lo que veía él era muy ingenuo; supongo que tal vez por esa razón se atrevió a ayudar a Lex, cuando atacó a esos guardias—. Pero qué haces ahí, recostado entre todas esas piedras, mejor ven. Te llevaré a que te sientes sobre una buena roca.

—Gracias.

—No me lo agradezcas, recuerda que ahora eres uno de nosotros.

Creí que solo Holly iría a ser capaz de decirme esas palabras, por el nivel de complacencia con el que me trató en la cueva, pero Kai también me demostró esa capacidad de perdonar.

Llevar a un extraño de los hombros y ayudarlo a sentarse sobre la primera roca firme que encontrase era para mi algo extraño, proviniendo de un chico que yo conocía por guardar silencio.

—Creo que aquí estarás bien. Ahora solo debemos esperar a las chicas.

—¿A dónde fueron?

—Por plantas medicinales. Holly pensó que pisaste un pez piedra.

—¿Un pez piedra?

—Son unas creaturas que viven en los lagos. Poseen unos cuerpos muy venenosos y se confunden fácilmente con las rocas marinas. Cuando Holly te vio desmayarte ella corrió a la jungla por plantas, Lex la siguió para protegerla en caso de un problema mayor.

—Así que te quedaste conmigo.

—Tenía que hacerlo. Además supongo que la Zona no te advirtió sobre los peligros.

—Sí lo hizo, pero más bien sonó como un recordatorio sobre las plantas cercanas al rio, no me dijeron nada sobre peces venenosos.

—Ni a mi, pero eso no me extraña. Sí desde que llegué esos tipos no se han preocupado por nosotros.

Quería decir que dudaba sobre esa afirmación pero la realidad era que no podía.

Kai ya no tenía fe en la Zona.

—Oye Kai ¿Te podría preguntar una cosa?

—Dime.

— ¿Recuerdas el por qué la Zona te mandó aquí?

En cuanto cerré los labios sentí que mi vida había colgado de un hilo.

Imaginé que esa pregunta sería capaz de llevarme a un problema como el que tuve con Lex, pero Kai era diferente.

—La verdad no lo recuerdo.

—¿No lo recuerdas?

—Fue hace un año. Yo olvido las cosas fácilmente.

—¿Y nunca has intentado recordarlo?

—Lo intenté durante mis primeras semanas, cuando todavía tenía mis dudas al respectó del por qué estaba aquí —eso me recordó a mi situación actual— Quería tanto volver que no sabía cómo expresarlo pero con el paso del tiempo dejé de darle importancia.

—¿Por qué?

—Es la Zona, Doce. Ellos no se preocuparon por nosotros.

—¿Cómo lo sabes?

—Sí lo hicieran ellos ya nos habrían liberado en lugar de dejarnos. Además aquí nos ayudamos los unos a otros, como una familia.

—¿Por qué?

—Porque aquí somos Seres Humanos, no Experimentos

Una vez más había escuchado esas palabras.

"Aquí somos Seres Humanos, no Experimentos"

La Zona estaba siendo juzgada crímenes cuando en realidad debería ser tratada con respeto.

Ellos Alimentaban personas, curaban enfermedades, brindaban refugios. ¿Por qué se atrevían a negarlo?

Quizás ese tal "Trent" había tenido algo de culpa, sino de qué otra forma podía explicar que varios miembros honorables de la Zona fueron convertidos en víctimas de la ignorancia, como pasó con Lex, porque antes de que Trent se rebelara nadie había intentado atacar a un guardia.

Lex cometió un crimen imperdonable e involucró a Kai en su problema, como un cómplice que ahora debería de estar sufriendo, pero no lo estaba.

Kai parecía feliz, como sí estar aquí fuese lo mejor que le hubiese ocurrido.

—Oye Kai, ¿Te puedo preguntar otra cosa?

—Dime.

—¿Cada cuanto lavan su ropa?

—Por lo general lo hacemos cuando nos estamos dando un baño.

—¿Con jabón?

—No, solo agua. Afortunadamente Holly sabe dónde encontrar esencias naturales.

—¿Y comparten los baños?

—Con esa ya fueron tres preguntas, Doce, además eso último es algo muy personal.

Kai resultó ser más abierto de lo que imaginé.

Él me hablaba tranquilamente, sin saber lo que creía recordar de él, aunque también existía la posibilidad de que él pudiera cambiar, desde el día que ingresó aquí.

Los dos charlamos durante casi una hora, como sí nada.

Las chicas no regresaban y yo pude darme la oportunidad de conocerlo, como una tarde de "caballeros". Pero toda nuestra suerte cambió en el momento que vimos una lanza descendiendo misteriosamente desde el cielo.

—Oh no —al verla recordé la historia sobre como desapareció Trent—. Eso es —y Kai se veía preocupado— ¿Kai? —su rostro reflejaba miedo, como sí no pudiera creer lo que estaba viendo.

—Doce —y hablaba detenidamente.

—Sí.

—¿Escuchaste ese ruido?

—Sí.

—Perfecto, entonces eso significa que no estoy loco —los arbustos comenzaron a moverse lentamente—. Ahora escúchame con atención, Doce. Cuando te de la señal corres.

—¿Qué?

—Corres, sin importar lo que pase. ¿Has entendido?

—¿Pero de qué estas...?

—No contestes, Doce. Solo corre y no me pierdas de vista.

—Pero y qué pasa sí...

—¡Solo corre!

No podía dudar de lo que Kai estaba diciendo, porque yo también tenía miedo.

Los arbustos continuaron moviéndose al mismo tiempo que ambos escuchamos unas pisadas sobre el lodo.

Sí eran huellas de un dinosaurio quizás solo me hubiese asustado, pero mi corazón se sentía frio, como sí presenciara una amenaza diferente.

—¡Ahora!

Y no podía detenerme.

Ambos nos levantamos y corrimos por el lago, sin mirar a atrás.

Kai corría desenfrenadamente hacía el bosque, mientras que yo solo hacía esfuerzos de no ser una victima del temor.

—No me pierdas el paso.

Intentaba hacerlo pero era imposible.

Kai corría yo sobre las orillas del rio mientras que yo las pisaba el agua, sintiendo como las botas se hacían más pesadas y mis tobillos eran sujetados.

—¡Oh! —una extraña fuerza sujeto, haciendo que perdiera el equilibrio y callera al agua—¡Kai!

A partir de ahí las cosas se nublaron para mi.

Kai se alejó, dejándome a lado de unos misteriosos pies humanos que comenzaron a aparecer delante de mí.

—No puede ser —no podía mirar más allá de esos tobillos oscuros que pertenecían a los aborígenes.

Quería defenderme pero ellos tomaron mis manos y me levantaron en contra de mi voluntad, al mismo tiempo que colocaron una bolsa sobre mi cabeza, antes de que pudiera ver sus rostros.

Una vez más estaba atrapado en las oscuridad solo que en esta ocasión podía contar con que quizá no iría a despertar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro