capitulo 3
Narra la narradora:
Luego de cambiarse la pelimarron decidio salir buscando una forma de escapar hasta que...
Edgar: ya estas lista?
Martina pego un salto del susto y lo miro asustada, aun no confiaba en el
Edgar: sigueme te mostrare el lugar -dijo con una sonrisa mientras caminaba-
Martu: nya~ s-si! -dijo sonrojada mientras lo seguia mirando a todos lados-
Edgar: este lugar fue creado para experimentar con personas y animales, algunos tienen comportamientos agresivos asi que los dejamos encerrados hasta que se controle
Alrededor se podian ver mas "pacientes" con cola y oreja de animales, algunos caminaban en cuatro patas, otros en dos, algunos con su acompañante y otros libres. Un joven de cabello celeste y ojos marrones se acerco a la chica sonriendo su apariencia parecia la de un perro
??: hola soy Mike un gusto-estiro su mano a la chica la cual respondio gustosa-
Martu: soy Martina-dijo con una sonrisa amistosa-
Edgar: luego podran hablar vamos Martu aun no terminamos
Le mostro cada sector del lugar donde podian controlar sus instintos, la cafeteria, la enfermeria, el lugar de animales malos, el patio y otros lugares donde podria pasar el tiempo inclusive habia una biblioteca. Al acabar el recorrido su pulsera volvio a sonar
Pulsera: *pi pi* 40% neko
La chica habia visto tantas cosas y en el trayecto al conocimiento pudo asustarse, emocionarse, incluso marearse.
Edgar: bueno querida hora de tu primer progreso-agarra su mano y la lleva a un laboratorio- lista?-la sienta y se va-
Altavoz: experimento m4r7u fase dos, comencemos con el movimiento
Martu: movimiento?-asustada-
??: lista? -la inyecta- Trata de mover las orejas -se aleja un poco-
La chica comenzo a combulcionar al ser inyectada con un extraño liquido y solo la miraban hasta que se calmo.
Abrio los ojos los cuales eran como gato, trato de mover las orejas y la cola pero como se esperaba no lo logro.
Luego de una hora la llevaron a otra sala donde le inyectaron distintos medicamentos mientras dormia y cambiaban sus dientes junto a sus garras.
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