Cap3:" Libros"
— Yo... Este...— Se estaba presentando ¿Qué hacía?¿Le decía mi nombre?¿Me inventaba uno? Mamá decía que no debía de darle mis datos a un extraño, porque me podría secuestrar y más por el apellido. Pero aquí no nos conocían y él no se veía un chico malo.
Su ondulado cabello estaba desordenado volaba un poco por el viento, mantenía una expresión de diversión y amabilidad. No me daba malas vibras, pero no sabía qué hacer.
— !Sky¡— Lune, Lune estaba gritando mi nombre. No se fueron sin mí.
— Me tengo que ir.— le dije al chico con nombre Lucio.— Adiós.
Me alejé rápidamente de él.
— Adiós, Sky.
Me sacó una sonrisa. Si escuchó mi nombré. No sé si sea bueno o malo, pero sonaba muy lindo mi nombre con su voz. Corrí en dirección a la voz de mi hermana, sin fijarme de los demás.
— ¿Por qué te moviste de la banca?— Me reprendió Lune nada más llegué a ella.
— Me dio miedo y caminé a ciegas, buscándolas.— aclaré nerviosa.
— ¿Quién es él?— Nyx veía hacía el chico con el que me topé. Él ya se encontraba caminando en dirección contraria.
— Nadie.
Lune me dedicó su típica mirada incriminatoria, junto con su ceja alzada que me decía que no me iba a librar de hablar con ella.
— Pues lucía interesado.— Nyx me levantó fervientemente las cejas varias veces.— De lejos se ve muy bien.
Y de cerca más, pensé.
Seguimos conociendo el lugar, hasta terminar en una librería. Compartíamos la pequeña (gran) obsesión con la lectura, cada una a su manera, pero lo éramos.
La afición de Nyx radicaba en los libros con temática de ángeles, demonios, reencarnaciones y esa clase de amores trágicos. Lune por el otro lado, era un poco más multifacética. Le gustaba el terror, las historias de vampiros, la ciencia ficción y cualquier temática de aliens, todo esto contrastaba con sus lecturas románticas de época, fantasía épica y las distopías. Yo me sentía más básica a lado de ambas. Disfrutaba las historias de romance, de época, juveniles y más adultas. Vivía por y para los clichés, importándome un bledo que Lune adivinara todo lo que iba a pasar. Pero incluso ella, comprendía la belleza en lo obvio, lo mágico en el amor, pese a que todo se trate de lo mismo, siempre era contado de una forma diferente.
— ¿No vas a hablar nada del chico alto?— Lune preguntó desde el otro lado del estante. No me veía a los ojos por a través de los libros, ella leía la sinopsis de un libro con una portada espeluznante.
— Insisto que te veía.— Nyx habló desde la esquina del librero.
— Que necias.— regresé un libro al estante bruscamente.— Entré en pánico, choqué con él, le tiré los libros y ya.
— Que romántico.— se burló Lune sacando otro libro y apilándolo en su montaña.
—¿Te dijo su nombre?— curioseo Nyx.
Lucio.
— Nop.
Quería que fuera secreto, que tonto porque las probabilidades de volverlo a ver eran nulas. Soñar con un amor imposible, quería que solo fuera para mí.
— Si claro.— los ojos de dos colores de Lune, me vieron inquisición.— Mientes muy mal, Sky.
No diría nada. El bullying que generaría si les decía con detalles lo que pasó, me costaría meses. Lune era experta en hacer bullying, con lo que sea, no importa que.
Que me he tirado leche encima, Lune sacaría chistes de doble sentido con eso.
Que me estoy comiendo un plátano, mejor que no me vea.
Que le tiré los libros a un chico, seguramente me lo quería tirar a él.
No, me negaba a dejar que usará mi amor de cinco segundos, para su entretenimiento semanal de doble sentido.
Que podrías pensar que quizá Nyx es la de la mente depravada, por lo hiperactiva y lo necesitaba que estaba por conocer el mundo. Pero nada de eso. Nyx tenía más pudor con sus palabras, y su mente no creaba tanto humor negro. Yo no lograba decir en voz alta la palabra "sexo". Me daba no sé qué, al si quiera pensarlo. Y Lune amaba incomodarme.
Por muy inexpertas que seamos en el tema sexual, no somos ignorantes. Sabemos lo que es y cómo se hace.
¿Pero con quién íbamos a tener relaciones a los 14 años y sin salir?
Eso sí, mis hermanas no me daban el lujo de aburrirme.
Esas dos eran tan impredecibles como los transposones. Las dos se salían de cualquier gráfica, patrón y escala. Yo era la única predecible en la casa, tanto así, que Lune sabía que le terminaría contando todo.
La mesada completa de Lune, se fue en libros. A nadie le sorprendió. Nyx se compró un libro de las pinturas de Monet, porque sabía le podía tomar los que Lune compró. Yo no compré nada. Aún debía terminar unos cuantos, y la presión de tener más esperando, no sabía manejarla. Regresamos a casa ya muy pasada la tarde. Hambrientas, exhaustas y con miedo al seguro regaño de nuestra madre. Puede que nos hayamos pasado de la hora de llegada.
Al llegar a la casa, nos la encontramos muy silenciosa. Dark no había llegado aún, lo sabíamos porque su auto no estaba en el estacionamiento de la casa.
— !YA LLEGAMOS¡— gritó Nyx, yendo a buscar a quien sea por toda la casa.
Seguí a Lune a la cocina. En la estufa esperaban cazuelas con la comida fría, y Lune no tardo en prenderle a la orilla para calentarla.
— Mis niñas.— nuestra abuela llegó junto a nuestra hermana a la cocina.— Su madre ya se ha dormido, tuvo una junta de trabajo algo larga.
— Mejor no la molestamos.— dije sacando tres vasos de la alacena.
— Yo saco los platos.— se ofreció Nox a poner la mesa.— Siéntate abu.
Nos servimos de comer y la abuela nos acompañó en la mesa. Nos platicaba sobre su niñez entre los sembradíos de La vid; como corría por los viñedos, ayudaba a la familia a cosechar y jugaba con los caballos de su padre. La abuela y el abuelo, solo tuvieron dos hijos; Mi madre y el tío Noah. Ambos estudiaron la universidad, mi tío medicina y mamá biología molecular, los dos en el Cassab. Las tierras del abuelo siguen ahí, dirigidas por mamá y el tío Noah, pero más por mi tío. Cumplía sus horas como investigador en medicina y por las tardes supervisaba el campo. Mamá era quien hacía todo lo administrativo desde lejos y en vacaciones venía checar lo personalmente. La familia Varet, tenía una marca de vinos, únicamente se vendía en Europa, pero estábamos próximos a hacerlo internacional. Una de las razones por las que mamá tuvo mucha suerte y fortuna de llegar muy lejos y tener las oportunidades, ha sido por su cerebro y el apoyo que la familia le dio. Al terminar la maestría, se fue de Francia para ir al IIBM a hacer el doctorado, esperando poder tener una plaza de investigación. De no ser por el poco apoyo financiero que la abuela y el tío Noah, quien fue el heredero del abuelo solo por ser más grande, no habría podido irse a cumplir sus sueños. Conoció a papá en el IIBM y se odiaban, al menos al inicio. Papá la molestaba diciéndole que era una güera con una papa caliente en la boca. Y mamá que era un pesado con ella. El amor surgió cuando se tuvieron que ir juntos de congreso.
— !Tengo hambre¡— Dark azotó la puerta de entrada. Tiró su mochila en el sillón, caminando hacía nosotras con su blanco e impecable uniforme.
— !No¡— Lune le lanzó una cuchara para que no se acercara.— !Vete a bañar, pedazo de...— la abuela la vio con dureza antes de que le dijera una grosería.— Hermano hermoso que comió piña.
— Eres una delicada asqu...— ahora la mirada fue para Dark.— Me voy a bañar.
— ¿Podríamos ir al rancho abue?— retomó Nyx la conversación.— Antes de entrar a la uni.
— Hay que hablar con su madre, pero no le veo el problema.— Con sus arrugaditas manos comenzó a recoger el plato vacío de Lune.
— Yo lo levanto y lavo, abue.— se lo impidió.
— Nosotras lavamos todo, Maji.— así también le decíamos de cariño.— Mejor ve a dormir, ya es muy tarde. Nosotras acompañamos a Dark.
—!Si¡ Para que mañana vayamos al mercado.— apoyó Nyx emocionada.
Abue se subió a su recamara, mientras seguíamos, yo y Nyx, comiendo. Terminamos de comer antes de que nuestro hermano bajara, pero eso no importó. En lo que lavamos, secábamos y guardamos los trastes que ocupamos, Zeus comía sentados sobre la isla de la cocina.
— Escuché a mamá llorando ¿Saben algo?— dijo con la boca llena.
— ¿Llorando?
— Estaba bien cuando nos fuimos.— recordó Nyx.
Lune se mantuvo callada, de espaldas guardando unos vasos.
— Habla, Lun.— le exigió Dark.— Es obvio que sabes algo.
Ella suspiro pesadamente. Antes de decirnos cualquier cosa, se asomó para ver qué no hubiera nadie en la sala o comedor.
— Peleó con papá, un día antes de venirnos.— murmuró desanimada.— Creo que papá no quería que nos viniéramos y bueno...
Se quedó callada mucho tiempo, como si guardara un gran secreto.
— ¿Hay alguien más?— La rubia soltó la pregunta que nadie más se atrevía a hacer.
— No lo sé.— Lune confesó.— Los oí pelear una noche.— Pocas eran la ocasiones en las que nuestros padres peleaban y jamás lo hacían frente a nosotras, lo hacían en la noche y Lune era la única que podía estar despierta a las 4 am.— Mamá estaba muy alterada, diciendo que era lo mejor para nosotras y que iba a hacer lo que sea por nuestra seguridad. Papá por otro lado, quería que fuéramos a la prepa como niñas normales y que viviéramos. Después mamá le dijo que ya no tenían tiempo juntos que y papá le dijo que era culpa de ella por el trabajo, y que no le podía echar en cara nada. Y ya no oí más, papá se hartó y de fue al sillón.
— ¿Por qué no lo habías dicho?— acusé un tanto molesta.
— No tuve oportunidad.— se excusó.— Al día siguiente tú y Nyx, se la pasaron horneado con mamá y yo tuve que ir con papá para a revisar los artículos. No estábamos solas, no les podía decir.
Para que ambos se enojen, es muy seria la cosa. Recuerdo que solo una vez, él y mamá se enojaron tanto que él se fue de la casa desde temprano y volvió en la noche con una botella de vino para ambos. Nos corrieron de la sala, bebieron y vieron películas en blanco y negro.
Pero ahora me daba miedo. Un mal presentimiento me golpeó el pecho y temía que mis padres se separan.
— Solo espero que lo puedan arreglar.
!Sopresa¡
Cómo yo ya voy avanzada con la historia, creí buena idea subir un cap más.
¿Qué les pareció?
¿Siguen desconfiado en mi?
Jajajajaja yo me divierto.
Love u
DNA
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