Piso 8.    Habitación 20.

Astrid.

Siento una extraña cosa en mi cuerpo dezlisandose con suavidad por todo mi cuerpo, el frío me eriza la piel provocando que me despierte de golpe. Y así lo hago, lo primero que mis ojos atrapan en a el monstruo largo quien se ah quitado el casco solo, lo veo destrozado a lo lejos de la habitación, una sola y abandonada, no hay nada aquí solo el suelo y la oscuridad una tenue luz de foco amarillenta. El monstruo largo está sobre mi, su cara es más...fina que la de el otro que me atrapó, y su cabello es blanco, tan blanco como la nieve...ladeó la cabeza curiosa sus rasgos son más finos que el otro incluso diría que es más joven.

Sus ojos son en un color rojo alargados, y este en cambio a el otro si tiene uno que otro diente salido de su boca y todas sus facciones son alargadas, algunas cicatrices en su cuello al igual que Frankestein, me observo a mi.

Y mira que listo me salió, mi ropa ya no está, al menos la camisa la busco desesperada por todos lados no hay nada, levanto los ojos temerosa de nuevo hasta el y se vuelve a inclinar sus garras afiladas en cuanto ven que voy a moverme me agarran las muñecas con una sola mano y las sube sobre mi cabeza. Gimoteo asustada y con otra mano abre mis piernas para meterse en ese hueco.

Bueno si leí que necesitaba aparearse pero ¿De verdad?

¡¿Y el lo sabe?!

¡¿QUE NO HAY MAS MUJERES MONSTRUOS?!

¿Por qué yo?

Tranquila, no entres en pánico. Respuro profundo, si tiene fuerza, si está fuerza tiene el que está flaco y largo¿Que tendrá el otro?

Se inclina y veo salir su lengua largas, pasar de mi cuello a mi pecho y todo lo demás a diferencia del otro este si me asquea y siento náuseas, tiemblo del miedo, este si va a comerme...

—¡Si vas a comerme hazlo ya!—Exclamo asustada y desperada.

El aún lamiendo las partes de mi cuerpo añade; —No. Comida.

Maldición.

Sigue lamiendo ahora va a mis brazos todo...y cuando señaló todo es todo, incluso lleva sus garras al borde de mi pantaloncillo para quitarlo, bueno a poner en práctica las tácticas de mi hermano, cuando dijo que había hombres pervertidos que me tocaría sin mi permiso no crei que sería un monstruo.

En fin, abro las piernas y con la fuerza que tiene sobre mis muñecas lo jaló hacia a mi de una forma extraña, en serio de verdad crei que funcionaría, pero claro que no es lo mismo con un monstruo de casi dos metros y fuerza sobre humana de animal a un hombre no se compara. Este solo se queda ahí, intento moverme con todas mis fuerzas hasta que me con sus dientes llega al borde de mi sostén, y lo muerde..Muevo las piernas para golpearlo y no puedo, no puedo hacer nada.

¡Soy inútil!

Empiezo a llorar de frustración, cuando abre la boca para dar una mordida la puerta es derribada de golpe, viendo el rostro de mi salvador el monstruo número uno, este furioso con las venas saladas de su cuerpo luce aún más furiosos, sus manos largas y garras se abre de una forma peligrosa su postura imponente y mirada fruncida le hace lucir que está muy disfrutado.

Y ahora sí, me alegro de ser su presa y no la de el resto.

El monstruo se lanza sobre el, pero el más grande solo lo empuja y cae hacia atrás.

—Mia...—Sigue hablando el otro, muevo la cabeza para ver al que me atrapó.

Oh, luce tan disgustado.

Suspiró aliviada por qué es el, de que me coma otro prefiero estar con el, el me a cuidado.—No...—Vuelve a replicar el larguirucho.

El monstruo número uno el grandote empieza a luchar contra el largo, y el más grande lo empieza le da varios golpes el de cabello blanco el largo le da varias atacadas con sus garras largas y cuando crei que lucharian de otra forma de postura perturbadora el más grande mi secuestrador de un largo golpe con sus garras abiertas le abre el abdomen este cae al suelo de inmediato el más grande me mira iracundo y lo que le sigue de molestia y con voz muy gruesa, oprimida dice —Mia...

Niego varias veces empiezo a retroceder sobre el suelo, me pongo de pie y empiezo a correr me jala de la cintura, me lanza contra el suelo, me quejo ahí con el dolor y me retuerzo. Veo como se hacerca de nuevo hacia a mi, me atrapa, con tanta facilidad me carga hasta llevarme sobre su hombro de nuevo...

Medio aturdida por el golpe y la visión borrosa, siendo cargada sobre su hombro, me lleva. Varios pisos hasta ver dónde mi hermano está...

¡Es el!

Ahren.

—¡Ah...—No termino de gritar su nombre por qué el monstruo grande me baja me tapa la boca y como ve que forcejeo su entrecejo se fruncen más y me da un golpe contra la pared, así callo al sentir que todo me da vueltas.

No son muy delicados, creo que me duele muchas partes del cuerpo, estoy medio desnuda. Y aún si, recuerdo el cadáver de su amigo muerto y que me salvó de el, apesar de las forma tan tosca que me está tratando al menos sigo viva pero¿Hasta cuándo?lo pero de todo es que me busco hasta encontrarme...