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Cup y Mug miraron a su alrededor, sorprendiéndose al verse dentro del Casino vació. Miraron a Bendy con curiosidad, quien estaba devolviendo toda la tinta a su cuerpo y empezaba a caminar como si fuera su casa.

-Veo que ya han llegado- King Dice se les acerco, dándoles una suave sonrisa.

-¡Hola King Dice!- Mug sonrío con nerviosismo.

-Dime, por favor, que ellos están aquí- rogó Cup en un susurro.

-¿Buscan a esos niños?- pregunto con una sonrisa divertida.

-¡Si!- ambos gritaron. -¡¿Dónde están?!- Dice rio, señalando hacia el centro de la habitación. Ellos voltearon, recién notando una única mesa en el lugar. Corrieron hacia allí, deteniéndose al lado del demonio. Había una gran mesa llena de diferentes juegos de mesa, The Devil estaba sentado en su gran trono, gruñendo hacia los pequeños parados sobre las sillas puestas al otro extremo de la mesa.

-¡Que si!- exclamo Ink con un puchero infantil, apoyando sus manos en la mesa. Ahora tenia un vestido diferente, este tenia el pecho rojo y una falda ligeramente elevada con el diseño de cartas de diferente palos, junto a unas chatitas rojas.

-¡No!- negó el gran demonio, cruzándose de brazos.

-¡Si!- Mickey también tenia otra ropa, esta vez con pantalones y zapatos negros, junto a una remera manga corta color roja con pequeñas cartas dibujadas en todos lados.

-¿Están...discutiendo?- los hermanos miraron a King Dice, quien dejo escapar un suspiro de irritación.

-Sip- se cruzo de brazos. -Llevan dos horas así y ni siquiera sé como comenzó- se encogió de hombros. -Por lo menos, están distraídos-

-¡Hey, amigo demonio!- Bendy sonrío, acercándose y apoyándose con una de sus manos en la mesa, llamando la atención. -¿Discutiendo con unos inocentes niños?-

-¡Bendy!- el rostro de los menores se ilumino, sonriendo enormemente al verlo.

-¡Ink!- Mug sonrío, agachándose y abriendo los brazos.

-¡Mug!- ella se bajo de un saltó, corriendo hacia los brazos ajeno. Rio cuando el otro la abrazo y se levanto, dejando múltiples besos en su mejilla.

-¡Mickey!- Cup se acerco a la silla.

-¡Cup!- el ratón rio cuando el otro lo alzo. Rodeo el cuello del mencionado con sus brazos, dándole un abrazo y escondiendo su sonrisa en el hombro ajeno. Cup dejo escapar un suspiro de alivio, correspondiendo el gesto y acercándose a su hermano.

-Con que...tu eres Bendy, ¿eh?- los hermanos se tensaron, viendo como The Devil se levantaba y miraba con una sonrisa malvada a Bendy.

-Eres alto...- murmuro el demonio de tinta al ver que el de pelaje negro le sacaba casi dos cabezas de altura.

-Aléjate de él- Cup gruño, su hermano y él apuntando con sus dedos hacia el demonio de pelaje negro. Se acercaron sin bajar la mano, parándose de manera protectora al lado del demonio.

-Tranquilo Copita~- Bendy sonrío.

-¿Como es posible que seas un demonio?- gruño Devil. -Eres demasiado pequeño...- dejo caer con algo de fuerza su mano con garras sobre la cabeza de Bendy, viendo como la palma de su mano ahora estaba llena de tinta. -...y muy raro- se sacudió el liquido con asco, haciendo una mueca.

-¿Bendy?- los pequeños vieron con curiosidad y preocupación al demonio, quien se mantenía quieto.

-Escúchame amigo...- Bendy cerro los ojos, la tinta de su frente escurriendo ligeramente hasta cubrir uno de sus ojos. -...mi tamaño no importa, soy un demonio tan aterrador como tú...- su único ojo visible se abrió pero en vez de ser de color negro, era de un color rojo brillante . La tinta se su rostro goteo y cayo al piso, al mismo tiempo que la sonrisa en su rostro se agrandaba y sus cuernos se deformaban ligeramente. Movió la cola, sus guantes blancos rompiéndose cuando sus dedos se volvieron garras. -...¿entendiste?...- gruño con una voz mucho más tenebrosa.

-Wow...- fue lo único que pudo decir Devil antes de ser aplastado por dos grandes manos. Bendy rio, sus manos volviendo a la normalidad y sus guantes reparándose al instante, sus ojos volviendo a ser negros.

-Ammm...¿Bendy?- Mug lo miro fijamente, el mencionado mirándolo con curiosidad.

-Tu frente- señalo Cup.

-Oh...-Bendy paso sus manos por su rostro, llevando la tinta sobrante hacia su cabeza y rearmando sus cuernos. -¿Mejor?- sonrío cuando los hermanos le sonrieron y alzaron los pulgares.

-¡Se lo dijimos señor!- rio Ink mirando al demonio cubierto de tinta.

-¡Bendy es el mejor demonio que conocemos!- rio Mickey también.

-¡Por supuesto que lo soy~!- asintió Bendy.

-Tenemos que irnos- Cup se dio vuelta, empezando a caminar. -Espero que Oswald y Félix no nos estén esperando-

-¡Cierto!- Mug lo siguió, mirando a Dice con una gran sonrisa. -¡Adiós King Dice, muchas gracias por cuidarlos!-

-No hay problema- Dice les sonrío, mirando con curiosidad como Bendy se detenía frente a él. -¿Necesitas algo más?- se arrodillo para estar a su altura.

-Pues...- el demonio se saco un guante con los dientes, flotando sus dedos y extendiendo su mano hacia Dice, con algo en su palma: era una rosa negra, con un tallo ligeramente alargado. King Dice la tomo, sorprendido al ver que la rosa no se derretía o manchaba sus guantes. -...tómalo como un gracias por cuidar de los pequeños- se puso el guante y lo acomodo, sonriéndole. -Nos vemos~- Bendy camino hacia la puerta pero se detuvo, mirando sobre su hombro y no pudo evitar sonreír con diversión: King Dice estaba parado y con la rosa negra en mano, sin notar la figura bañada en tinta que se le acercaba por detrás. Atravesó la salida y cerro las puertas del Casino tras él, riendo a carcajadas al escuchar un grito venir de adentro. Bendy rio, acercándose a los hermanos.

-¿Qué hiciste?- pregunto Cup con curiosidad al escuchar gritos venir de adentro del Casino. Pudo distinguir un "¡Jefe, espere! ¡No haga eso!" en medio de los gritos.

-Los demonios son territoriales...- rio Bendy, aun escuchando los gritos y reclamos de Dice. -...y parece que Devil esta reclamando su propiedad~-

-Oh...- Cup lo entendió enseguida, sonrojándose ligeramente.

-¿King Dice es de su propiedad?- pregunto Mickey con curiosidad.

-Con razón Devil estaba algo molesto con nosotros- rio Ink.

-¿Puedes llevarnos a casa Bendy?- pregunto Mug, acomodando a la coneja en sus brazos. -Debemos volver antes que Oswald y Félix vengan a este mundo-

-¡Claro~!- el demonio asintió, chasqueando los dedos. Los toons se mantuvieron quietos, hundiéndose en un charco de tinta.

... ... ... ...

Una gran charco de tinta aprecio frente a la casa, los toons saliendo de ella y mirando hacia el bosque.

-Parece que llegamos antes que ellos- suspiraron los hermanos de alivio.

-Eso parece...- murmuro el demonio, devolviendo toda la tinta a su cuerpo. Mickey abrazo a Cup, apoyando su mejilla en el hombro ajeno y mirando hacia la casa, dos figuras llamándole la atención.

-¡Oz!- sonrío al reconocerlo, los hermanos tensándose de inmediato y se voltearon con miradas de miedo en sus rostros. Félix y Oswald se acercaron, el primero simplemente sonrío y el segundo se cruzo de brazos.

-Hola Mickey- sonrío el rey del Páramo, alzando al ratón cuando este extendió sus brazos hacia él. Cup se lo entrego, viendo como Mickey abrazaba a su hermano con fuerza.

-¡Félix!- la coneja sonrío, casi tirándose de los brazos de Mug para alcanzar al gato.

-Hola Ink- la alzo, riéndose cuando ella lo abrazo y restregó su mejilla contra la de él. -¿Ambos se divirtieron?-

-¡Si!- los pequeños asintieron con fuerza.

-¡Nos divertimos muchísimo!- rio Mickey.

-¡Tuvimos una gran aventura! ¡Recorrimos las islas y conocimos a otros toons!- Ink sonrío, emocionada. Cup y Mug se miraron entre ellos, tragando con fuerza. -Conocí a Cagney en esta isla, a Grim y a la Baroness en la siguiente...¡incluso subí al Phantom Express a conocer a Blind Specter y T-Bone!-

-¿Y tu Mickey?- Oswald le sonrío a su hermano. -¿A quien conociste?-

-¡Conocí a Hilda Berg y me dejo volar en una nube!- rio Mickey con diversión. -También conocí a Beppi y a Djimmi en la siguiente isla ¡Son increíbles!- sonrío. -Y visite un teatro muy bonito en la tercer isla, donde conocí a Sally-

-¡Oh, oh, oh!- Ink salto ligeramente en brazos del gato, quien reía ante su emoción. -¡No debemos olvidar a King Dice en la última isla!-

-¡Tampoco a Devil y su Casino!- asintió Mickey con una gran sonrisa.

-¿Casino?-el conejo miro con seriedad a los hermanos copa. -Ustedes dos nos deben una explicación...-

-Una muuuuuy larga- suspiraron ambos. -¿Eh?- miraron a su alrededor, notando que faltaba el demonio. Vieron hacia la casa, donde estaba Bendy sentado en la entrada con un sonrisa divertida. Los hermanos bufaron, los había abandonado.