Lamento la tardanza pero tuve que desconectarme temporalmente por las ordenes de mi madre XD

-Aun no entiendo por qué solo nos castiga a nosotros...- murmuro Cup de mala gana, arrodillado y fregando el piso de una de las habitaciones del castillo del Páramo.

-No sé...- Mug se encogió de hombros, parado sobre algunas cajas y limpiando la pared.

-...ese maldito demonio estúpido...- gruño el de pantalones rojos. -¡Él debería estar aquí también!-

-Si, debería...- Oswald asintió, parado al lado de la puerta y cruzándose de brazos. -...pero no puedo hacer nada contra un demonio de tinta que puede ir a cualquier lado con tan solo chasquear los dedos- 

-Es cierto~- Bendy se asomo de un charco de tinta que apareció en el techo, sonriendo con diversión y maldad.

-Carajo...- Cup gruño con enojo al ver gotas negras caer al piso. -¡Te odio bastardo!- levanto la vista, viendo con el ceño fruncido al risueño demonio. 

-Yo también te quiero Copita~- sonrío como si nada.

-¡Tú deberías estar aquí con nosotros rompiéndote la espalda!- gruño con furia, algo de humo saliendo del sorbete en su cabeza. Bendy solo dejo escapar una carcajada, desapareciendo rapidamente pero dejando el charco de tinta en el techo. -¡Maldición!- Oswald solo rodó los ojos con una ligera sonrisa, saliendo de la habitación y bajando las escaleras, aun escuchan los insultos que gritaba Cup. Camino hasta la sala, una suave melodía llamando su atención. Sonrío al ver a Félix parado, tocando una tonada con su violín y los ojos cerrados, junto a una gran sonrisa en su rostro.

-Es bueno...- pensó con una sonrisa, sentándose en el sillón. Miro de reojo a su lado, donde estaba Bendy sentado en medio de ambos pequeños y con una gran sonrisa. Ink dejo escapar un gran bostezo, apoyándose en el demonio y cerrando los ojos. Mickey sonrío con expresión adormilada, bostezando y cerrando los ojos, su cabeza cayendo contra el brazo de Bendy. Félix siguió tocando por unos minutos más, deteniéndose y abriendo los ojos, sonriendo al ver a los infantes dormidos. -¿Dormirlos?- lo miro con diversión. -¿Esto es para hacer más fácil nuestra tarde?-

-Pensé que lo necesitarían- se encogió de hombros, abriendo su fiel bolso y depositando el violín dentro. -No durmieron mucho anoche con toda su emoción de la aventura-

-Cierto~- sonrío el demonio, moviendo a los pequeños para acostarlos y dejándoles usar su regazo como almohada. Oswald y Félix sonrieron al ver como ellos durmiendo tranquilamente y con pequeñas sonrisas en sus rostros.

-¡Oswald!- Gus apareció de la nada, mirando al conejo con miedo.

-¡¿Gus?!- se sorprendió al verlo, mientras que el pelaje de Félix se erizaba del susto. -¿Qué estas...?-

-¡Estamos problemas!- habló el Gremlin rapidamente. -¡Hay robots lastimando toons y destruyendo todo a su paso!-

-Oh no...- el conejo hizo una mueca. -...yo...-

-Iremos a ayudar- Félix le sonrío.

-Gracias...- le devolvió el gesto, es sonido de pasos acercarse llamando su atención.

-¿Quieren la ayuda de un par de pistoleros con buena puntería?- sonrío Cup con diversión, acercándose a ellos con su hermano siguiéndolo de cerca.

-Bien...- los hermanos copa sonrieron. -...pero aun están castigados- ambos bufaron.

-¡Vamos!- corrieron hacia la puerta al escuchar gritos.

-¡Oigan, esperen!- Bendy gruño cuando lo ignoraron, desapareciendo de su vista y cerrando la puerta. Bufo, mirando con sorpresa como los pequeños se sentaban lentamente y bostezaban.

-¿B-Bendy?- Mickey se rasco uno de sus ojos, mirándolo de reojo. -¿Qué paso?-

-¿Y donde están los demás?- pregunto Ink mirando a su alrededor, acariciando ligeramente una de sus largas orejas.

-Fueron a resolver unos problemas, volverán más tarde- sonrío enormemente. -No deben preocuparse~-

-Oh...- los niños se miraron entre ellos, sobresaltándose al escuchar la puerta principal abrirse y cerrarse.

-¿Volvieron tan pronto?-  Bendy frunció el ceño y se paro, caminando con cuidado. Ink y Mickey no tardaron mucho en saltar del sillón, agarrándose las manos y siguiendo al demonio. -¡Oye! ¿Quién eres tú?- gruño al ver una figura parada frente a la puerta.

-Es él...- miro a los pequeños a su lado al escucharlos jadear. Mickey tembló, mientras que Ink cerraba los ojos y dejaba caer las lagrimas. Bendy gruño con enojo y se preparo para atacar pero antes de poder hacer algo, huno una explosión. Pudo escuchar los gritos y sollozos de los pequeños antes de que todo se volviera oscuro.

... ... ... ...

-Agh...- Bendy se sentó, llevándose la mano a la frente y gruñendo con los ojos cerrados. -¿Anotaron la matricula del que me atropello?- bufo al sentir que su frente goteaba tinta. Llevo la tinta a la parte superior de su cabeza con sus manos, levantándose y mirando a su alrededor, dándose cuenta que estaba en un laboratorio y encerrado en una esfera transparente. -¿Pero qué...?- estiro la mano, tocando la superficie de la esfera. Rompió su guante al volver sus dedos garras, gruñendo al intentar romper al material transparente y frunciendo el ceño al ver que solo le hizo un rasguño. Volvió su mano a la normalidad, reparando su guante y golpeando con los puños la esfera. -¡Sáquenme de aquí!-

-Veo que estás despierto...- una figura se acerco a él, caminando con tranquilidad. -...y con mucha energía-

-¿Eh?- vio con curiosidad a quien lo mantenía encerrado: aquel sujeto le sacaba una cabeza o un poco más de altura, tenia cabello blanco no muy largo pero en punta, con unos grandes anteojos cubriendo sus ojos y una barba muy despeinada escondiendo su boca, vestía una camisa verde manchada con un liquido negro, junto a unos pantalones negros y zapatos marrones, una bata de laboratorio arrugada e igual de manchada con liquido negro. -¡Déjame salir!- gruño, frunciendo el ceño y golpeando su prisión con los puños.

-Me temo que no puedo hacer eso, irías a pedir ayuda y eso seria malo para mi- negó lentamente, caminando a su alrededor con las manos tras la espalda. 

-Aja...- murmuro el demonio con aburrimiento.

-Cuando tú y tus amigos visitaron mi laboratorio la primera vez, me interrumpieron en medio de un delicado e importante proceso que tengo que terminar en este momento- Bendy gruño.

-¡Aléjate de esos niños!- fue cruelmente ignorado.

-¿Quieres decir algo ante de dejarte y ocuparme de mis asuntos?- preguntó como si nada, deteniéndose al lado de un monitor y un teclado puestos en la pared.

-Solo que vuelvas del loquero del que saliste- sonrío con diversión. El de bata simplemente murmuro, presionando un par de teclas sin dejar de mirarlo a través de sus lentes. Bendy jadeo con fuerza al sentir algo incrustarse en su espalda, una ola de dolor recorriendo de golpe su cuerpo. Cayo de rodillas y apoyo sus manos en el material transparente que lo mantenía encerrado, sollozando y dejando las lagrimas correr por sus mejillas.

-Tú me darás la tinta que me falta para completar mi experimento...- el demonio podía asegurar que ese loco estaba sonriendo mientras hablaba. -...y luego veré que hacer contigo-  Bendy sollozo nuevamente, escuchando los pasos ajenos alegarse.

-Espero que se apuren chicos...- pensó en medio de la agonía. -...no sé cuanto tiempo podre aguantar o cuanto podrán aguantar esos niños- gruño, su mundo volviéndose negro.