Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

No puede ser peor ¿O sí?

Salí del lugar, caminé por donde decía el mapa, tenía una línea que yo seguía, el mapa era muy detallado y muy bonito, tenía muchos detalles y era muy fácil seguir el camino. Pase la primera página, o la última, cada vez que pasaba las páginas, los lugares eran peores, más destruidos, con fallas en las luces y varios cadáveres, solo quedan huesos o parte de huesos, también escuche pasos, pero estaban alejados de mí, pero por si acoso me escondí y espere a que dejaran de escuchar pasos, no tenía ningún arma, un gran error, pero estaba tan preocupado que no pensé en eso y salí corriendo, debí pensar mejor un poco las cosas. Cuando los pasos dejaron de sonar, salí de mi escondite y seguí caminando. Ya casi acababa el libro, estaba cerca o eso espero, me falta unas quince paginas o dieciséis páginas, pero tuve un pequeño problema, uno gran problema de hecho; escuché unas motosierras y un grito, giré para atrás y la vi, estaba corriendo por el techo hacía mí. Corrí lo más rápido que pude, ella seguía mis pasos por detrás un poco más rápido que yo, cuando estaba cerca de mí y entré a una habitación, la cerré y le puse seguro. Miré a mi alrededor, vi una pequeña ventilación algo abierta; me acerqué a la pequeña puerta y la arranque con fuerza, luego me metí y me arrastre por todo el camino, ella no pudo entrar y empezó a romper cosas, se escuchaba como su motosierra golpeaba las paredes he enojada, posiblemente intentaba romper la pared y seguirme, seguí arrastrándome lo más rápido que pude. Pero la ventilación cayó y yo caí con ella.

- mierda – me dolía el pecho y las costillas, fue una gran caída - ¿Dónde mierda estoy? – miré a mi alrededor, era una gran sala, bastante grande y con poca luz de mi lado, por el otro estaba totalmente oscuro – tengo un mal presentimiento – se escuchó un rugido - ¿Quién anda ahí? – vi una puerta, una posible salida, empecé a caminar para atrás hacía la salida mientras veía la oscuridad, creía que alguien estaba ahí - ¿Hay alguien aquí? ¿Hola? – algo se asomaba en la oscuridad, pero no pude verlo con claridad, solo podía ver su forma, era enorme – eso me gusta cada vez menos.

Miré a los lados y noté que todas las paredes están hechas del mismo también del techo y el suelo, lo que significa que son indestructibles, o algo parecido, pero miré arriba de mí y vi que caí más de un piso, uno y medio, alguien rompió el techo y el peso mío rompió la ventilación y caí al piso de abajo, lo que significa que alguien rompió el techo irrompible. Corrí hacía la puerta y la abrí, pero antes de entrar por la puerta y me giré, vi un gran brazo acercándose a mí. Salí de la habitación y lo cerré la puerta.

- ¿Qué mierdas era eso? – mi corazón iba a mil por hora - ¡¿Hay alguien aquí?! – por buena o mala suerte, no hubo respuesta – mierda, estoy sola – abrí el pequeño cuaderno, por suerte había luz – aquí no hay nada de donde estoy, estoy perdida.

Algo golpeó la pared con mucha fuerza, sentí un gran temblor cuando eso paso, esa cosa tenía gran fuerza y tarde o temprano rompería la pared, se escuchaban grandes pasos o cosas así, esto no puede ser peor. Salí corriendo de ahí quería ir lejos, los pasillos eran largos y cada vez se hacían más estrechos. La pared se rompió y la mano salió, por suerte estaba los pasillos eran demasiado estrecho para su mano, no podía pasar y yo me sentí más segura. Pero la mano bajó y se apoyó en el suelo, se partió por la mitad y más manos salieron intentando de agárrame. Yo salí corriendo hacia adelante, escuchaba varios gritos que me ponían los pelos de punta, también se escuchaba golpees en el suelo. Pude atravesar una puerta sin que me atraparan, pero eso no lo detendría, el seguía cerca, escuché un ruido extraño, como pelar la piel de una mandarina, luego escuché golpes en la puerta, eso no era bueno. Corrí lo más rápido que podía, mi corazón iba a mil y me temblaban las piernas, pero aun así seguí corriendo lo más rápido que pude. Cuando dejé de escuchar ruidos extraños, me detuve y me escondí, entré a una habitación, me alejé de la puerta y me senté en el suelo y respiré, aun no podía creer lo que veía, apenas se movía en su habitación, eran como cinco metros, lo que significa que caía cinco metros. Intenté pararme, pero me dolió el estómago, era un pequeño dolor, pero muy intenso, me levanté muy lento y adolorida, me apoyé de una mesa y me acerqué a la puerta, puse mi oído a la puerta y escuché, esperando un ruido de esa cosa, pero ni si quiera si se me veía. Respiré un poco y abrí un poco la puerta, tengo una pequeña idea, pero que puede salir mal.

- ¡Hey maldito monstruo horrible! ¡Estoy aquí maldito! – espere a que apareciera una de esas manos, pero nada paso - ¡¿Me escuchaste?! – nada paso, ni una mano se acercó, seguí esperando quieta hasta que tome valor y salí.

Caminé apoyándome en la pared, el dolor se hacía más intenso, pero lo podía soportar, abría cada puerta que encontraba, con esperanza de encontrar el laboratorio, pero no tuve suerte. Me encontré con una de esas manos, tocando las paredes y el suelo, iba muy lento por todo el pasillo; me di la vuelta para no chocarme con la mano, pero me di cuenta que otra mano iba detrás de mí. Miré a mi alrededor y vi una puerta, sin dudarlo dos veces entré y cerré la puerta y me alejé de la puerta, la mano abrió la puerta y empezó a recorrer la sala, yo me puse encima de una mesa, el paso debajo de mí y toco un poco la mesa donde yo estaba, pero no me toco. Se fue de la habitación y me dejo sola, la mesa no pudo soportar más mi peso y se rompió, yo caía al suelo de nuevo.

- mierda – me levanté – esto se va a poner peor – vi mi mano y vi que me astille – tengo que encontrar las cosas y salir de ahí.

Salí caminando, no vi ninguna mano, me tranquilicé y caminé lentamente por los pasillos, todo era igual y no había nada que me dijera donde estaba la salida o el laboratorio de don Toño, hasta pensaba que ya había pasado por aquí varias veces, pero las cosas se pusieron peor. Sin querer toqué un brazo, estaba en el suelo, pasando un hueco de una pared y lo toqué, varios brazos detrás de mí, corrí lo más rápido que pude. De repente unas manos aparecieron delante de mí, yo paré y casi me agarraron, miré para atrás y vi más manos, mi única opción era esconderme, por suerte había una puerta cerca de mí. Esquivé las manos que estaban cerca de la puerta, que bueno que no podía ver, pero si sentir y cada vez que tocaba alguno, las manos se movían rápidamente donde las toque, intentándome agarrar, pero yo pude esquivarla y entré a la habitación. Cerré la puerta con seguro y le puse una mesa para que resista un poco más. Miré a mi alrededor y vi que esto era un laboratorio, el laboratorio de don Toño. Quizás no sea así, quizás es otro laboratorio y es pura suerte, pero no me importa. Agarré todo los que podía, frascos de plástico, algunas jeringas, unos cuchillos para abrir cadáveres, había varios y todos se veía diferentes, pero podíamos utilizarlos en cualquier momento, también agarré uno y me lo metí en el bolsillo; metí unas pastillas, algunos analgésicos y varios tarritos pequeños que decía anestesia y, por último, un libro de medicina. Todo me cupo en la maleta que me dieron, me puse la maleta y el dolor de las costillas se hizo más grande, me agaché un poco, me costaba un poco respirar y el dolor se volvía más insoportable.

- mierda – miré para adelante y vi un hacha, despacio fui y la agarré – esto me puede servir.

Las manos pudieron hacer un pequeño hueco en la pared, donde una pudo entrar, está empezó a tocar todo para encontrarme, iba despacio e iba dejando su brazo por todos lados, en algún momento me iban a agarrar o iba a pisarlo, lo que hice fue cortarle el brazo. Pero no fue buena idea, porque donde le corte salieron varias manos pequeñas, formándose con la piel y estirándose donde estaba yo, eran como cinco o seis manos, pero el triple de pequeña. Me alejé corriendo de esas pequeñas manos, todas las manos fueron a distintas direcciones y varias manos rompían las paredes. Todos se acercaban a mí, me estaba quedando sin espacio. Una mano me sujeto de hombro, pero me separé y la corté, la sangre mancho un poco mi camisa y de esa mano salió más manos; cada vez las cosas se ponían peor y no podía resistir por mucho tiempo. Por suerte entre más pequeñas las manos menos fuerzas tenían y eran fácil escapar. No podía resistir más y quedé atrapada, manos por adelante y una pared fría por detrás; pero no me iba rendir tan fácil, me quedé quieta esquivando las manos sin tocarlas y me subí a una estantería que había ahí; las manos dejaron de moverse rápidamente y se movieron lentamente, perdió mi rastró. Con él tiempo las manos se fueron del lugar, yo me bajé de la estantería, y miré por los huecos de una pared, no había ninguna mano. Abrí la puerta y me asomé, no vi ninguna mano cerca de mí. Volví a cerrar la puerta y me senté en el suelo, tengo que descansar, me duele todo, el dolor se ha vuelto demasiado horrible, tengo que descansar demasiado y quizás sea lo mejor, si no me encuentra, él podría dejar de buscarme. Pero no puede perder tanto tiempo, tenía que llegar con don Toño, él me necesita, él y los otros, cada minuto es valioso.

- ¡Alguien me escucha – no hubo respuesta, como esperaba, pero necesitaba probarlo - ¡Necesito ayuda, por favor! – esperé sentada unos cuantos minutos, me levanté y caminé a la puerta.

Cuando abrí la puerta, vi una gran mano en la puerta, estaba tocando la puerta con su dedo índice y cuando yo abrí él lo sintió, se alejó un poco y rompió la puerta y la pared de un puñetazo, yo me escondí y cuando vi la oportunidad salí de la habitación, había un pequeño espacio donde podía pasar. Salí de la habitación y corrí, la mano sintió que yo me escapé y me siguió por detrás, solo había un camino. Giré a la derecha cuando pude y la mano siguió hacía adelante, luego se devolvió un poco, yo aproveché esto para escaparme, pero miré para atrás y no vi la mano que estaba en el suelo y me caí al suelo. Me levanté rápidamente y miré para atrás, varias manos me estaban siguiendo. Yo volví a correr lo más rápido que pude, el dolor del estómago volvió, pero no le tome atención, tenía que sobrevivir. Varias manos aparecieron a los lados y yo los esquivaba o los cortaba con el hacha y cuando podía girar sin ningún peligro lo hacía, no podía seguir todo recto por que las manos eran más rápidas que yo. A veces unas manos aparecían delante de mí y lo único que hacía era esquivarlas y esperar que se choquen con las otras manos, eso me daba un poco de tiempo. Cuando pensé que iba a morir y que no iba a resistir más y que me iba a desplomar, encontré una señal que decía salida señalando una puerta, no tenía nada más que hacerse, era mi única esperanza y si era una trampa o una mentira, total iba a morir. Alcancé abrir la puerta y vi que había unas escaleras hacía arriba. Corrí hacía las escaleras, pero tropecé en una escalera y caí para debajo de las escaleras. Me golpeé muy fuerte la cabeza y me sangraba un poco, me puse la mano donde me dolía y sangraba un poco; miré adelanté de mí y vi la mano muy cerca de mí, yo me cubrí la cara con manos y cerré los ojos esperando lo peor, pero nada paso. Volví a abrir los ojos y vi la mano intentándome agarrar, pero no llegaba, yo me reí y me alejé un poco, luego me burlé la mano por no llegar, eso me alivió un poco. Subí las escaleras mirando la mano, no quería que me sorprendiera, tenía la idea que cuando volteara para otro lado, la mano me agarraría.

- espero nunca volverte a ver – la mano empezó a retroceder y escuché un grito, uno bastante débil, supuse que era el monstruo.

Abrí el libro y me ubiqué, seguí la línea del mapa. Caminé lentamente y algo ladeada, me dolía todo el cuerpo en general y tenía la sensación que mi cuerpo se manejaba solo, yo ni me di cuenta cuando llegué a la puerta de don Toño, estaba bastante distraída con lo que acababa de pasar, pero al final llegué a mi destino, toqué la puerta y me quedé levantada con todas las fuerzas que tenía.

- ¿Eres tú? – le pasé la maleta.

- no vuelvo a bajar.

- ¿Encontraste a esa cosa? – no sé a que se refería, pero si se refería al monstruo de los brazos - ¿Por qué estás hecha mierda? ¿Quién te hizo eso? – yo intenté decir algo, pero todo se volvió oscuro y me sentí como mi cuerpo caí al suelo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro