Ella y yo nos preparamos para pelear, la vi a los ojos, ella me mandó un beso y sonrió, esto me lleno de rabia, quería partirle esa cara que ella tenía, me voy a matarla por lo que me hizo, o eso voy a intentar. Alguien grito ya y ella me intento golpear, yo por poco la esquivé, luego ella me dio un golpe en la barriga que no pude esquivar, luego me pego en la cara y me tiró al suelo, por suerte la pelea se acaba hasta que uno de los dos se rinde o lo noquean. Me levanté y la intenté golpear, pero ella esquivó mi golpe y me golpeó en la panza, sacándome todo el aíre, luego me agarró del cabello y me tiró para atrás, luego me agarró del brazo y me acercó a ella, ella quedó detrás de mí y yo no me podía soltar, ella me empezó a lamer mi cuello, cosa que me incomodo demasiado, lo peor de todo es que vi a mi "novio" asomarse para ver qué pasaba y justo me vio, se enojó y le vi las intenciones de él, quería salvarme, pero no podía, tenía que esperar, moví la cabeza de un lado para otro negando y él se resistió de hacer una estupidez, aunque una linda estupidez. Le pisé el pie y me pude soltar, rápidamente me giré después de soltarme y le pegué en la cara dos veces, ella se tambaleó un poco y luego sonrió y me mandó un beso, ella me golpeó las costillas y me agarró de ambas manos y me intentó besar, pero yo le pegué en un cabezazo y me solté, le pegué en el cuello y ella no pudo respirar, yo la agarré del pelo y la tiré para atrás. Ella cayó para atrás y yo la pateé en el suelo, pero ella se levantó rápidamente y se puso en posición de pelear, me volvió a agarrar de las manos y me intentó besar, pero está vez si acepté el beso, luego ella me metió la lengua y yo se la mordí, eso provocó que se alejara de mí y gritara y yo le pegué en la cara, rompiéndole la nariz. Ella se enojó y se lanzó encima de mí, ella estaba arriba de mí y me agarró las manos con una sola mano y me golpeó en la cara varias veces, luego me empezó a ahogar y yo no podía hacer nada, golpeé el piso y me rendí, ella me gano.

- un punto para mí – me costaba respirar, estaba agitada y estoy seguro que estuve a pocos segundos de desmayarme.

- bien hecho, dieron lo mejor de ustedes – él aplaudió y se acercó a mí - ¿Estás bien? – yo moví la cabeza de manera afirmativa – ven – me agarró del brazo y con cuidad me levantó - ¿Fue tu primera pelea? Porque si fue así, es sorprendente.

- pues peleas normales, no sé, pero así no, nunca me entrenaron para pelear, es mi primera vez en una pelea así.

- no pasa nada – él me sonrió – ahora ganaremos.

- bueno, como nuestro equipo gano, deberíamos pensar en quien va.

- me parece bien, es justo, luego escogemos nosotros.

- bueno, Alex, vas tú.

- bueno cuatrocientos ochenta y ocho, o como ustedes lo conocen, Hugo – ellos dos se acercaron.

- voy a ganarte está vez, yo sé que sí.

- la confianza es buena, pero conoce tus propios límites.

- ya estás viejo y apenas te puedes mover.

- imagínate, un viejo que apenas se puede mover te va a ganar – él le lanzó un golpe y Hugo lo esquivó – cálmate, aún no ha empezado.

El mismo hombre dijo ya y Alex lanzó el primer golpe, que Hugo fácilmente esquivó y le pego en la barriga, luego le pego en la cara, y luego lo hizo caer al suelo. Él se levantó rápidamente y se quedó quieto, listo para el golpe; Hugo mandó un golpe, pero su contrincante lo esquivó e intento golpearlo, pero Hugo lo esquivó y le agarró de la mano y le hizo una llave, lo tiró hacía una pared y se alejó de él. Su contrincante se acercó a él enojado y le lanzó un golpe, Hugo lo esquivó sin ningún problema y le pego en el cuello, esto provoco que su contrincante perdiera el equilibrio y Hugo termino el trabajo con un golpe en la cabeza. Él enemigo cayó al suelo, se había desmayado, lo que significa que nuestro equipo gano un punto, algo que sinceramente era algo que se veía venir, él es un muy buen guerrero.

- como todos estábamos esperando, Hugo gano y yo no tenía la mínima duda, era algo obvio que el íbamos a ganar.

- vamos empatados ¿Verdad? – lo dijo con un tono de burla.

- claro que sí, pero bueno estás es la definitiva, qué tal si tú y yo peleamos, nosotros empezamos está mierda, lo mejor sería que la acabáramos ¿Qué dice? Así podemos ver quien era el mejor peleando.

- hagámoslo, suena interesante como mínimo.

- bueno, está decidido, tú y yo pelearemos y acabaremos con lo que empezamos.

- ¿No te parece poético? Es hermoso – él se sacó la ropa de papa y se dejó con unas bermudas y una camisilla.

- me gusta tú ropa, pensé que pelearías con tú traje de pastor.

- no, no puedo dañar esa ropa, no tengo muchas ropas así y no la quiero romper.

- está bien, acabemos con esto.

Él mismo hombre volvió a decir ya y ellos se prepararon para pelear, mil lanzó el primer golpe, el religioso lo esquivó y le pego en las costillas, luego lo agarró de la camisa, lo levantó y lo tiró contra una pared. Mil se levantó e intento pegarle, pero como paso en la vez anterior, el religioso lo esquivó y le mandó un golpe, pero mil lo esquivó y le pegó en la cara y se lanzó contra él; mil quedó arriba y el religioso quedó abajo, mil empezó a pegarle en la cara, hasta que el religioso le pegó una patada en el estómago y se logró liberal, luego se levantó y le pegó otra patada mientras estaba en el suelo. Pero antes de que pudieran seguir, se escuchó un gran grito, de una voz gruesa y grande, luego empezó a sonar grandes pisadas, algo grande venía.

- mierda, eso no es bueno, solo significa una cosa, todos sabemos quién es y lo mejor es esconderse.

- nunca creí que tú fueras a decir eso, pensé que pelearías hasta el final, pero tienes razón, lo mejor es ocultarse ¿No nos van a matar?

- aunque quisiera, no lo haré, eso llamaría la atención a él y tal vez a otros monstruos, además quiero saber cuánto podías aguantar contra mí.

Todos corrimos y entramos al cuarto, esa cosa se acercaba donde estábamos, sus pasos se hicieron más fuertes y se empezaba a escuchar su respiración, en cualquier momento llegará y lo peor de todo es que estoy seguro que esa cosa podrá romper la pared con facilidad y no creó que las torretas le hagan mucho daño. Cuando se escuchaba que el monstruo estaba cerca de nosotros, mil activo las torretas, se escuchó los disparos de las torretas y después de unos segundos que para mí parecía eternos, la cosa soltó un gritó grave y bastante fuerte, luego los pasos sonaron más fuerte y más rápido y luego esa cosa se chocó contra el muro, fragmentándolo.

- tenemos suerte de que la pared es muy dura y resista hasta una explosión – el monstruo le volvió a pegar a la pared – pero no durara por mucho y mis torretas no son capaces de matarlo ni pararlo, necesitamos hacer algo, lo mejor que podamos – se me ocurrió una pequeña idea.

- tengo algo – todos me vieron – es una pequeña teoría, pero creo que este monstruo nos ve, nos escucha, entonces si nos quedamos callados podremos distraerlo y quizás se aburra o se cansé y se vaya.

- hagámoslo, pero por si acaso voy a preparar las torretas – él prendió su radio – quiero que le avises a todos que hagan el mayor silencio posible, quiero que todo se callen.

- por favor, todos hagan silencio, si es que quieren vivir, es una orden, silencio total – dijo una voz que salía del altavoz y todos le hicieron caso, nadie dijo nada.

El monstruo empezó a pegarle más suave a la pared, está aún estaba bastante completa, aunque se podía ver grietas donde se podía ver al gran monstruo; luego los golpes cesaron y lo único que se escuchaba era su respiración, aun no se iba y creo que intentaba hacer el mayor silencio que podía para podernos escuchar, pero no consiguió nada y dejó de golpearle a la pared. Pero cuando se empezó alejar, una alarma sonó, alertando al monstruo y haciendo que volviera a pegarle a la pared.

- ¡¿Qué paso?! – grito por la radio.

- tranquilo, nada de esto nos va a llevar a nada, tienes que calmarte y escuchar tu corazón – el religioso le puso una mano en su hombro.

- tienes razón tengo que pensar en algo rápido – esa cosa siguió golpeando la pared.

- pero que sea rápido, en cualquier momento esa mierda rompe la pared – dijo un soldado que no conozco.

- tranquilo, ya tengo una idea, creo que la loca teoría de tres mil trescientos ocho es correcta, el solo nos oye, entonces podemos hacer tanto ruido para que salga huyendo lejos – todos se quedaron callados, yo pensaba en lo que dijo y recordé cuando lo encontré por primera vez a esa bestia, él o ella huyó cuando un ruido fuerte sonó, lo que significa que podría funcionar – setecientos, por favor activa todas las alarmas que tengamos – el chico del otro lado dijo algo, pero yo no escuché – no me importa, solo hazlo.

Empezaron a sonar varias alarmas bastantes fuertes, yo me cubrí las orejas para no quedarme sorda, el monstruo golpeo un par de veces la puerta, lo que provocó que gran parte de la pared se cayera, el monstruo podría entrar, pero no lo hizo. Se fue lejos corriendo o lo que se suponía que era, porque era tan grande que correr era casi imposible; luego de unos segundos la bestia se fue, pero las alarmas seguían sonando, seguramente para asegurar que realmente se haya ido y no vuelva.

- ¡Están todos bien! – dijo mi "novio" gritando.

- sí, tranquilo, no tienes por qué gritar.

- ¡¿Estoy gritando?! – yo le puse mi mano en su boca.

- sí, lo estás haciendo en este preciso momento.

- creo que el ruido lo dejo un poco sordo o algo así, pero tranquila, nada malo le pasara, pronto se recuperara – vi a un chico entrar por el hueco de la pared.

- hola ¿Estás perdido? – me acerco a él con un poco de preocupación.

- siempre estoy perdido, estoy maldito y nada lo cambiara – por alguna razón me puse triste al escucharlo.

- si quieres te podemos ayudar – se me empezaron a salir algunas lágrimas.

- no puedes hacerlo, nadie puede, es mi destino morir – me estaba poniendo más triste, me sentía vacía.

- ¿Por qué me siento así? – dije entre lágrimas.

- creo que es mi culpa, lo siento – me pude calmar, pero ahora me sentía muy culpable – ese es mi don, mi maldición, hago sentir lo que la gente quiere – él se calmó y yo me sentí mejor.

- tranquilo, soy tú amable, nadie te va a matar somos todos buenas personas – o por lo menos la mayoría no va a intentarte matar.

- ¿¡Cómo hiciste eso!? ¿¡Eres un monstruo?! – gracias mil, lo vas a asustar maldito.

- yo, no, soy normal – él se alejó un poco – no me toques – puso sus brazos en su cara, como si alguien lo golpeara – no quiero volver a morir – empecé a sentir mucho miedo, mi corazón palpitaba muy rápido y me faltaba el aire, me empezaba a hiperventilar y mis manos temblaban.

- ¿Estás bien? – mi "novio" me agarró de las manos – tranquila, ya estoy contigo – él chico lo miró enojado.

- ¿¡Quién mierdas eres?! ¿¡Por qué mi poder no funciona conmigo?! – ahora me sentía enojada, quería golpear a alguien y me sentía frustrada.

- ¿Tu hiciste esto? – mi "novio" se acercó él - ¡Nadie toca a mi pareja! – quería detenerlo, pero la mayor parte de mí quería que le pegaran, él era culpable del odio que siento, debe salir lastimado.

- ¡Aléjate! – mi "novio" le pego un puño en la cara y se desmayó y yo me sentí mejor, ya no sentía odio o miedo.

- gracias amigo – mil le puso la mano en el hombro – nos salvaste a todos, pero ahora tenemos que atraparlo – él se acercó a él, pero yo le agarré de la mano.

- no lo toques, no es seguro.

- lo sé, debemos atraparlo o matarlo, pero me sirve más vivo.

- mira, yo lo sentí, cada vez que él se asustaba o sentía algún sentimiento, yo también lo sentía.

- lo sé, entre más me acercaba a él, el sentimiento era más fuerte, lo que significa que él era los que las provocaba, es interesante, pero no deja de ser un peligro, cuando el sentía miedo, apenas me podía mover, mi cuerpo estaba paralizado, pero sigue siendo un peligro.

- ¿Qué tal si lo dejamos en una habitación y nos hacemos sus amigos? Así podeos hablar de todo lo que paso y saber cómo funciona él y como hace esto ¿Qué dices? – puso una cara pensativa con una pequeña sonrisa.

- piénsalo, aun es humano, le queda un poco de humanidad, tenemos que darle como mínimo comida y techo y dios te lo devolverá, sé que no crees en eso, pero quizás él te ayude en el futuro y te diga lo que quieras, además nos puede servir contra monstruos.

- está bien, va estar en una habitación – yo sonreí – pero los primeros días va estar encerrado en su habitación, siendo vigilado en todo momento y si intenta escapar lo matamos y solo va a poder salir cuando descubramos cómo funciona todo, podrá salir o si se portan bien.

- me pasere justo.

- no lo es – el religioso me miró a los ojos – pero es lastimosamente es lo que se tiene que hacer, la humanidad lo convirtió en un demonio y necesitamos una cura, aun se puede curar, así que lo mejor en dejarlo en un lugar seguro para él y para nosotros – la radio de mil se activó y dijo algo, pero yo no lo alcancé escuchar.

- ¿Qué paso? – me acerqué a él para poder escucharlo.

- tenemos un problema o algo así.

- eso no ayuda en nada, ya lo sé.

- no es esa persona que está desmayada, algo raro pasa.

- ¿Raro? Cuéntame.

- alguien abre la puerta, pero la cámara no capta la persona, como si se hubiera abierto sola y revisando la cámara y saber que paso y pues, lo que paso es que no veo que fue.

- ¿A qué te refieres?

- la alarma que se activo fue la de incendios, la única que se activa fuera de aquí y vi cómo fue, vi la cámara y vi como la palanca se bajaba lentamente, pero no vi quien lo activo.

- un monstruo que no puede ser visto por los ojos humanos o por las cámaras interesante – él sonrió - ¿Dónde está ahora?

- no tengo ni idea, no sé, él último lugar que lo vi fue en tu cuarto, donde tienes tus cosas, la puerta de salida no se ha vuelto a abrir, pero no estoy seguro.

- ¡Mierda, me van a robar! – conozco a alguien que no puede ser visto y cambia de color, seguramente es él y está consiguiendo algo para cambiar la comida - ¡Necesitamos un equipo ya! – mi "novio", Hugo, tres soldados y el religioso – no, tú no vas, no confío en ti.

- los ojos humanos no pueden ver a esa cosa, pero yo tengo a Dios de mi parte y él me ayudara a saber dónde está, además es un peligro para mí y para mi equipo, lo mejor es encerrarlo hasta que encontremos una forma de curarlo y será como nosotros, además entre más seremos, mejor.

- está bien, pero no estorbes, si lo haces, te mataré, ahora síganme lo más rápido que puedan, nadie me roba y vive para contarlo.

Mil empezó a correr y nosotros lo seguimos, yo fui una de las últimas, no tenía un físico excelente, pero me quedaba detrás de ellos sin dejarlos escapar, ellos entrenaron cuando llegaron aquí, solo los más fuertes y los más inteligentes sobreviven; llegamos a la puerta de su cuarto y todos agarramos un arma, a mí se me olvido traer alguna arma, todos tenía un arma menos yo y mi "novio", pero mi "novio" es una arma en sí, así que saqué mi destornillador y me hice detrás de todos para ser la última en ser afectada si están cerca de la puerta.

- en la cuenta de tres entramos ¿ok? – dijo en voz baja – uno, dos y ¡Tres! – el abrió rápidamente la puerta y echó para atrás, todos se acercaron con sus armas a ver, pero no vieron nada – aún no ha salido de aquí, mantenga los ojos bien abiertos y en grupo, él va a atacar por la espalda, estoy casi seguro.

Me acerqué a mi "novio" y lo agarré de la mano, me sentía a salvo con él, sabía que con él no moriré, además tengo fingir que lo amo y alguien con miedo abrazaría a su pareja para sentirse mejor. Todos entraron al cuarto, yo y mi "novio" fuimos uno de los últimos en entrar, pero cuando lo hicimos me sorprendí a ver como era su cuarto, tenía dos pisos, varios frascos con líquidos de distintos colores, componentes electrónicos, varias armas y su cama es una litera, tenía varios tableros con números letras, varios libros en literas, pero lo más llamativo es que en una esquina del cuarto había recipientes de vidrios rotos y varios compuestos electrónicos faltantes, se veía muy vació y caótico, como si alguien buscara algo y no tiene tiempo y tira todo para encontrar lo que busca.

- hola chicos – escuchamos una voz y todos nos giramos al centro, que era el origen de la voz, donde se suponía que estaba él, pero nadie lo vio.

- ¿Dónde estás maldito? Y ¿Qué me robaste? – se escuchó una risa.

- estoy cerca de ti, y te robe ciertas cosas, es mi trabajo, me pagan para eso, hago lo que sea, matar, capturar y robar, incluso he visto a varios de ustedes, pero ustedes no me han visto.

- ¿Alguien que está aquí te contrato? – él se río.

- no y si lo hubiera te diría que no, tengo ciertos límites, ciertas reglas, jamás decir la identidad de mi comprador, que por ahora solo es uno.

- está bien ¿Por qué no te muestras y hablamos? Te prometo que no te haré daño.

- no te creo, te he visto, como actúas, sé cómo eres y sé que cuando puedas me vas a matar, ves a los otros como desechos, cosas que solo la usas una vez y luego la eliminas, porque crees que no te servirán, eres egocéntrico y todos lo que te llevan la contraría los matas, como Armando, un chico amable y dulce, pero no estuvo de acuerdo con lo que hiciste o lo que ibas a hacer – mil se puso tenso y agarró fuerte su arma.

- ¿Cómo sabes lo que paso entre mi amigo y yo? ¿Tú lo contaste mil? – él no dijo nada.

- no lo hizo, yo lo vi, todo, pero bueno, quisiera quedarme más tiempo, pero tengo mi recompensa y lo más importante es que voy a tener una buena paga – la puerta se abrió, todos giramos y empezamos a dispararle a la puerta y lo que había cerca de ella, pero no le dimos y si lo hicimos seguía siendo invisible.

- ustedes, van a quedarse aquí por si vuelve, mientras nosotros lo buscamos afuera ¿Podrán solos? – los soldados sonrieron confiados.

- nosotros somos tres y esa cosa es solo una, claro que podemos.

- confiamos en ustedes – el religioso, Hugo, mil, mi "novio" y yo salimos de la habitación – bueno chicos, tenemos que encontrar a esa cosa, ya sabemos que se camufla y que pueden atacarnos por la espalda, lo mejor es ir todos juntos y nunca separarse.

- ¿Qué crees que va a hacer con esas piezas? – dijo mi "novio" curioso, aunque yo ya sabía la respuesta.

- no lo sé, ni me importa, estoy seguro que todo lo que paso con los monstruos de hoy fue su culpa, tiene que pagar por lo que hizo.

- además si lo eliminamos ahora, será un soldado menos de las fuerzas satánicas y podremos sentirnos seguros, sin miedo a que un demonio nos mate con sus manos.

- movámonos rápido, quien sabe que está haciendo – se escucharon disparos y gritos de la habitación – mierda, nunca salió de la habitación.

mil corrió rápidamente hacía la puerta y la abrió rápidamente la puerta, todos fuimos detrás de él y vimos algo horrible, el camaleón había matado a los tres hombres, uno había sido atravesado con su cola, había una persona partida a la mitad sin un brazo y agarraba la cabeza de uno en su mano mientras sonreía.

- ser o no ser esa es la cuestión, estás personas creyeron se capaces de matarme, que estúpidas, pero creo que tú ya sabías que yo estaba aquí.

- tenía una sospecha, pero no lo creí, quien era tan estúpido para quedarse aquí, además tenías que huir.

- si eres muy inteligente, pero eso no te servirá mucho contra mí, ahora vamos a bailar.

Él desapareció y todos lo que podían disparan le dispararon, luego todos caminamos donde estaba él lentamente, pero algo él me golpeó en la espalda y caí, me volteé y vi que agarró el arma del religioso y se la quitó, luego le pegó a Hugo y lo lanzó lejos y por último rompió el arma de mil, seguramente con sus garras rompió el arma.

- que fácil, pero está bien, es nuestro primer encuentro – él se dejó de camuflar y se dejó ver – fue una sorpresa y no estaban listo para mí, pero les aseguro que la próxima vez me darán una sorpresa, o eso espero – Hugo se acercó corriendo a sus espaldas con un chuchillo y le intentó clavar un cuchillo en la cabeza del camaleón mientras no lo veía, pero él se lo esquivó – más lento vaquero.

Él camaleón le intentó cortar con sus garras en la cara, pero Hugo lo esquivó y le intentó cortar con su cuchillo, pero no logro nada, su oponente le agarró de la mano y la mantuvo fuerte, pero Hugo no se rindió, soltó el cuchillo y con su otra mano la agarró, pero cuando él hizo eso, su oponente lo soltó y se giró y lo golpeó con la cola, lanzándolo un poco lejos. Él religioso le disparó por la espalda, mientras no lo veía, pero él no le tomo importancia, saltó y se colgó en el techo, luego se camuflo y lo perdimos de vista. Todos nos agrupamos y veíamos la puerta, pensábamos que era la única salida, pero todos estábamos equivocados.

- adiós imbéciles, me entretuvieron lo suficiente para dejarlos vivos – miramos para todos los lados para encontrarlo.

- está arriba, hizo un hueco en la pared, lo que significa que se va escapar.

- nos vemos amiguito, la próxima vez no me voy a contener.

- ¿Por qué haces esto? No te provocamos.

- hice lo necesario para sobrevivir, como ustedes, se unieron para sobrevivir, unieron fuerzas para pelear contra una fuerza que los supera, yo robo para comer, nos vemos – él se escapó por el hueco de la pared.

- creo que debemos... - Hugo lo cayó.

- no conseguiremos nada, él ya se acabó y no podemos hacer nada aun, lo mejor es unirnos y salir, después ustedes pueden pelear, pero no nos llevaran a nada.

- quieres matarlo.

- con todas mis fuerzas, pero no podré solo, nadie se escapar de mí, necesito la ayuda de todos, quiero matar a todas esas cosas.

- te apoyo, sabes que sus cadáveres son algo que me encantaría tener.

- también lo creo, ya están malditos.

- pero ¿Qué hacemos con nuestro prisionero? – todos me miraron.

- aun no es un peligro, y podemos usarlo como arma.

- está bien, pero mi novio y yo queremos hablar con él.

- está bien, pero tienen que esperar un poco, no creo que lo hayan instalado en un cuarto, yo les aviso cuando puedan entrar, además no lo maten, lo queremos vivo y cuidado con su poder.

- lo tendremos, gracias – le sonreí.

- mierda ¿Dónde deje a Luci? – él miró toda la habitación – mierda, espero que no esté intentando matar a alguien.

- voy a ayudarte a encontrar a tú amiga, pero si mató a alguien la matamos.

- está bien, ya me cansé de ella, da un poco de miedo y está algo loca, pero sabe pelear muy bien – yo me preocupé y el religioso me vio y sonrió – no te preocupes, no te volverá a hacer daño.