Seguí caminando hasta llegar a la salida del túnel, esto me llevo a una habitación oscura, de nuevo; prendí mi linterna y miré a mi alrededor, estaba en una cocina, o lo que quedaba de una, había varios libros de algo, unos cuantos cuchillos en el suelo, ropa y muchas mesas y sillas destrozadas por todo el lugar, lo más importante era una puerta. Caminé lentamente por el lugar, no quería que nadie me escuchara, pero cuando estaba cerca de la puerta, escuché un grito, miré a mi alrededor, pero no vi a nadie.

- debajo de ti – escuché una tenue voz y miré para abajó, vi que estaba pisando a alguien, yo me alejé un poco de él.

- ¿Estás bien?

- sigo vivo y eso es lo que importa – él se río - ¿Me ayudas a levantar esta mesa? Por favor – levanté la mesa que lo atrapaba y él se arrastró al suelo, lo vi del cuerpo completo o lo que le quedaba del cuerpo, estaba cortado por la mitad, le faltaba un brazo y tenía un tiro en la sien.

- ¿Qué te paso y como mierdas estas vivo? – me alejé un poco de él.

- tranquila, estoy bien – él sonrió – soy inmortal o eso creo.

- ¿Qué mierdas eres?

- no lo sé, no creo que soy humano, creo que soy como una de esas cosas, seguramente experimentaron conmigo, todas las cosas que te quieren matar eran humanos que lo juntaron con algunos animales o cosas raras, no sé con qué me juntaron, pero de los otros que he visto, soy él más normal o él más humano que he visto.

- entonces ¿Eres inmortal? – él se quedó callado.

- supongo que sí, no lo sé.

- ¿Tú cuerpo se regenera?

- no, pero conozco a alguien que si puede ¿Me ayudarías? – levanto la única mano que le queda.

- está bien – le agarré la mano y lo levanté – agárrate fuerte – se agarró de mi espalda como pudo – no te sueltes – salí de la habitación.

- te voy a dar instrucciones de cómo llegar a un pequeño escondite que tengo, en realidad es de un amigo, pero es como mío – es de tú amigo, solo que él es amable y te lo presta – él me puede ayudar, pero antes de que lo veas, no te asuste y mucho menos le intentes hacer daño, él es pacifico, pero si le toca defenderse, lo va a hacer.

- está bien, no gritar y no pegarle ¿Algo más?

- sí, ve a la derecha – giré a la derecha – y no te preocupes por nada, normalmente no hay ninguna bestia que te quiera matar, normalmente esta vació, pero no te descuides, puede que me equivoqué – lo tendré en cuenta.

Caminamos un largo rato, el lugar es muy iluminado y no necesitaba la linterna, el lugar se veía muy destrozado, pero también se veía bastante abandonado y no se escuchaba nada, más que él hablando de cómo era todo antes. Al parecer esto estaba lleno de personas, por ahí unas trecientas o cuatrocientas personas, pero un día, un monstruo los atacó, las bajas fueron mínimas, pero el grupo se separó en dos, uno por mando de un religioso, que decía que él era del diablo y que para poder salir da ahí tendría que crucificarlo y bañarse con su sangre, cosa que no quería. Pero el otro grupo no era mejor para él, el otro grupo era comandado por un científico, se sentía atraído por la inmortalidad de él y lo quería descuartizar y sacar todos los órganos, como mí nuevo compañero no quería morir, se alejó de todo esto, lo cazaron y al final quedó atrapado en una cocina por un largo tiempo, hasta que llegué yo y lo saqué.

- llegamos – adelanté de mí había una gran puerta de metal y una cámara arriba - ¡Pendejo, ábrenos, no es un peligro! – la puerta se abrió lentamente y yo entré.

- bienvenidos amigos – yo me detuve, no sabía que estaba viendo o no lo podía procesar, era un tigre humano, un tigre de casi dos metros de estatura, los ojos naranjas y unos dientes afilados.

- ¿Qué demonios eres? – él me miró y sonrió.

- soy un tigre, pero que habla y camina en dos patas.

- ¿Cómo paso esto? ¿De verdad está pasando esto? ¿No estoy muriendo y mi cerebro me hace creer cosas que no son reales? – tantas preguntas, no podía creer lo que estaba viendo, hasta este momento donde me pude relajar y no tuve miedo de morir, me empecé a cuestionar todo.

- pues, soy un experimento, como tú amigo, me juntaron ADN humano y un suero muy extraño y ahorra puedo hablar, me presento soy don Toño, el mejor frutero que existe ¿Quieres manzanas? Yo tengo muchas y todas son lo más natural que pueden.

- ¿Cómo lo haces? – su sonrisa se volvió mucho más grande.

- gracias que preguntas, de alguna manera pude hacer un sol artificial o algo parecido, no te diré como lo hice, porque ya le expliqué a un humano y termino sin mitad del cuerpo – señaló a mi nuevo compañero – así que no te diré, solo diré una cosa, si quieres ver cómo va, usa las gafas de sol, te quedaras ciega sí no lo haces.

- ¿Qué más haces? ¿Solo cultivas?

- no, tengo más trabajos, como modelo, comediante, panadero y pensaba tener una marca de máquinas expendedoras, pero no son muy populares por aquí, así que no funciono – yo me reí un poco – pero bueno, si quieres te puedes quedar, pero no creo que sea muy buena idea.

- ¿Por qué? – mierda, cuando pensé que esté lugar era el lugar más seguro y podría tener un hogar, resulta que no.

- pues, a veces por las noches, salé mi modo bestia y muerdo a las personas por las noches, ya he mordido a nuestro amigo varias veces, así que te puedes quedar un tiempo corto, porque tengo sueño y es tarde.

- está bien, pero solo una cosa ¿Qué harás con él? – señalé a nuestro compañero – y lo otro ¿Me podrás hacer una bolsita con comidita? – él sonrió, otra vez, cada vez que lo hace veo todos sus dientes.

- claro que sí te voy a ayudar y voy a hacer que se regeneré con un pequeño suero.

- vaya, dime – me acerqué a él, quería saber cómo mierdas funcionaba – esto podría cambiar el mundo ¡No ves el poder que tienes en tú mano! – él se alejó un poco.

- tranquila, no es tan simple, primero, no sé dónde hay una salida y no puedo salir, además no es como crees, yo no le hago regenerarse, lo que hago es que llevo su cuerpo a lo mejor posible – no entendí cómo funciona – te pondré un ejemplo, el cuerpo humano demora varios días para curar un corte, lo que hace mi pequeño suero es que ese procedimiento se aceleré y terminé más rápido – eso es sorprendente, esto puede cambiar la medicina en todos los sentidos.

- entonces ¿Él se puede regenerar?

- sí, pero el procesó es muy lento, en un solo año produce un brazo completo, así que uso mi suero para acelerar esté procesó y cómo él no muere de vejes, no hay ningún peligro para él – no sabía que decir, todo esto me parecía maravilloso – bueno, voy a prepararte tú maleta ¿Quieres venir? – moví mi cabeza de manera afirmativa – sígueme – él caminó y yo le seguí por detrás – ponte esto – me puse los lentes.

- ¿No tengo peligro de morir? – no voy a entrar si tengo la posibilidad de morir.

- tranquila, no hay ningún peligro mortal, solo te podrías quedar ciega, pero seguirás viviendo y si te quedas ciega, yo te cuido – abrió la puerta y un montón de luz salió una gran luz – la luz es más fuerte de lo que crees, pero con las gafas le baja la intensidad – ambos entramos.

- ¿Qué tan fuerte es? Me refiero a la luz.

- no lo sé, no me acuerdo ya, pero lo suficiente para alimentar una planta.

- eso es imposible, literalmente no me cabe en la cabeza.

- estás viendo un tigre que habla que lo que más le gusta es plantar bajo tierra, yo creo que esto es lo más normal que verás – yo me reí – mierda.

- ¿Qué paso? – miré lo que tenía un tomate en la mano.

- se pudrió el maldito tomate – él lo aplastó con la mano.

- rayos, lo siento – lo dije dudosa, no sabía que decir ¿Eso en realidad era malo? Tienes miles como esos, no es para tanto.

- no es tú culpa, es la mía – lo dije de una manera muy sería que la simpatía que transmitía desapareció – pero eso ya no importa, hay que seguir adelanté – se volteó a verme y sonrió – voy a meterte un poco de todo y como no sé qué te gusta, mejor te pongo un poco de todo – luego de un tiempo de dar vueltas, salimos de un lugar – tienes tomate, berenjena, naranja, manzana, plátano, piña y un poco de arroz, por ahora no tengo nada más, pero quizás en el futuro puedas darme algo a cambio de comida – me parece bien.

- veo que tenemos una invitada – escuché una voz algo grave detrás de mí, yo me giré y no vi a nadie – adelanté de ti – de la nada apareció una cara de camaleón.

- ¡Mierda! – me alejé rápidamente de él.

- tranquila chica, no te asustes – poco a poco su cuerpo lo vi mejor, tiene cuerpo y cara de camaleón, pero tiene manos de oso y pies de humano, por último, una cola de escorpión – soy amigable.

- amigo cuanto tiempo – ambos se abrazaron – tienes lo que tienes.

- sabes que sí, soy el mejor consiguiendo cosas – le dio una pequeña bolsa - ¿Quiénes es la nueva? – don Toño me miró.

- amigo de el inmortal Leonardo.

- y ¿Quién eres tú? Veo que eres como Toño.

- soy su trabajador, yo le entrego cosas y él me da comida y vivienda.

- vaya, que bien, pero creo que me tengo que ir, voy a encontrar un hogar para mí ¿Tienen alguna arma que me puedan prestar? – ambos se miraron.

- lo siento, pero no tenemos, no necesitamos, yo mataría a cualquiera con mis garras y mi amigo es el mejor en peleas, así que lo lamento, pero no.

- bueno, igual gracias, espero volverlos a ver en el futuro – camine para la salida.

- ¡Espera! – don Toño corrió hacía mí – te voy a decir solo dos cosas, ten cuidado, aquí todos están locos, todos te pueden matar, tanto humanos como nosotros, así que ten mucho cuidado y el otro, jamás te fíes de los lideres, creo que ya lo conoces, uno es egoísta y te mataría simplemente para usarte como alimento y el otro es un lunático, pero son las únicas dos opciones que tienes, así que, por favor, ten cuidado.

- lo tendré – miré la bolsa – por cierto, hermosas manzanas don Toño – empecé a caminar lejos de él.

- ¡Ten un buen día!

- ¡Nos vemos pronto y gracias por todo! – espero volverte a ver y devolverte esté grande favor, espero que todo esto solo sea un sueño o una alucinación, pero si no lo es, me alegra haberte conocido.