Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

10.- Sí es molestia

Apenas eran las ocho de la mañana cuando escuché un grito. Era Callum, no había duda de ello. Seguramente había visto una cucaracha y seguro que Evann irá a su ayuda. Así que me revuelvo entre mis sábanas al escuchar que se abría su puerta.

Sin embargo, Callum vuelve a chillar, esta vez con un mensaje:

—¡Brooke! ¡Brooke! —repite—. ¡Brooklyn!

—¡No me llames Brooklyn! —le espeto abriendo mi puerta.

—Tienes un invitado —me informa Evann mientras cruzaba el pasillo para volver a su cuarto.

No había escuchado su voz en las últimas semanas. Se sentía extraño, pero diría que estaba más cansado que de costumbre. Abro la boca para preguntarle qué tal estaba pero me detengo justo a tiempo. Pasa y notó cómo sus ojos se posan en mí por un momento antes de fijarse en el suelo de nuevo.

Me revuelvo el pelo mientras bostezo y cruzo el pasillo. Me rasco vaga mente el brazo y suelto un gruñido cuando Callum me llama de nuevo:

—¡No se tarda tanto en recorrer el pasillo!

—Ya estoy aquí, ansias —le espeto—. ¿Qué es...?

Vale. Esto sí que no me lo esperaba. En la puerta de mi casa estaba nada más y nada menos que Damien, vestido casualmente y mucho más despierto que yo. Hablando de eso... sigo en mi pijamas de perritos, ¿verdad?

—Buenos días, Brooke —sonríe amablemente—. Me levanté temprano por los nervios y pensé que sería bueno llevarte a desayunar también. Espero que no sea mucho problema.

—Eh, caballero —le para Callum y sé exactamente qué va a decir—. Ya está su desayuno de camino y no te la vas a llevar. Que aquí...

—No se malgasta la comida —termino de decir yo.

Callum se encoge de hombros.

—Ya la escuchaste.

—Entonces, si no es mucha molestia, ¿puedo pedir que prepares una ración más?

—Sí es molestia —veo cómo Damien se pone triste por la respuesta descorazonada de Callum—. Pero me lo pensaría si me haces un favor.

¿Se nota mucho que este tío aparentemente inocente es un futuro abogado? No se admite "no" como respuesta, porque mentir está mal.

—Todo lo que esté en mi mano —promete Damien, sonriente de nuevo.

—Discutiremos esto otro día —dice Callum mientras se dirige a la cocina—. Brooke te dará mi número. ¿Sí, Brooke?

—En cuanto me peine —respondo, volviéndome hacia el corredor hacia los dormitorios—. Vuelvo en un segundo, no puedo estar avergonzándome por más tiempo.

—No tienes por qué arreglarte demasiado —se apresura a decir Damien—. Me gusta tu look natural.

—Sí, claro —me rio—. La última vez me llevaste a una comida formal y yo estaba en vaqueros. No voy a pasar por eso de nuevo.

Damien suelta una carcajada mientras yo desaparezco por el baño. Intento seguir su consejo, aunque con cierta duda. De momento, lo único que importa es que me desenrede esta maraña que llamo pelo, porque no hay peinado que valga si sigo así.

Tardó varios minutos en decidirme. Me pruebo la cola alta, sin recogerme el cabello con la goma todavía. Me lo echo hacia el lado para ver qué tal quedaría una trenza. Luego, me cojo unos mechones y miro el resultado de un semirrecogido. También visualizo el moño o simplemente suelto.

—Nunca te complicabas tanto cuando salíamos —escuchó decir a la voz de Evann—. De hecho, ni se te ocurra arreglarte como ese tío, esas estupideces de pijo son horrendas.

No sé si me duele más que nuestra primera conversación en condiciones sea de él quejándose o que hablara de Damien de esa forma. De cualquiera manera, empujo la puerta con el pie hasta cerrarla, ante sus narices. No quería responderle, porque no sabía cómo hacer, pero tampoco sabía si aguantaría que me siguiera hablando.

Cuando al fin salgo, con una trenza acariciándome el hombro, me lo vuelvo a encontrar. Ahora llevaba ropa deportiva y su mochila para ir al gimnasio. No dice nada y yo hago lo mismo a pesar de la mirada sorprendida que nos cruzamos.

—Guárdamelo en la nevera —le dice a Callum a modo de despedida.

Callum suspira.

—Está bien.

Mientras tanto, Damien me hace señas para que le acercara a él, que estaba en el sofá. Me guiña un ojo, juguetón.

—No sabía que fuera tan gruñón —bromea, refiriéndose a Evann.

—Bueno, por eso hace boxing —me encojo de hombros e intentó no tomármelo emocionalmente—. Se defoga y vuelve como una persona normal.

—Si te soy sincero —susurra en mi oído—. No parece que se le de muy bien. Yo apenas voy tres veces semanales al gimnasio y tengo más músculo que él —termina con un guiño.

—No seas malo —le doy un codazo—. Puede que ya no seamos pareja pero tampoco puedes hablar así de alguien.

—Sí, mamá —dice con voz de niño pequeño—. Prometo no hacerlo la próxima vez, ¿me perdonas?

Me pone ojitos y me envuelve en un tierno abrazo.

—¿Porfa? —insiste.

Pongo los ojos en blanco, de broma, y asiento. Aprieta más el abrazo y revuelve su cabeza en mi hombro.

—Voy a potar —se queja Vix, saliendo de su cuarto.

—Yo también —corrobora Callum—. Desayunemos primero, así podremos vomitar más.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro