Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

T R E I N T A Y T R E S | C O M P A Ñ E R I S M O 🏈

«No iba a hacer caso de lo que dijese él, no iba a renunciar a algo que me hacía muy feliz por él. Quería seguir disfrutando con ellos y avanzar poco a poco a mi manera»

Abby Payne.

Una hermosa Abby no paraba de hacerse trenzas en su largo cabello y luego deshacerlas para volver a repetirlo.

Estaba nerviosa. Habían pasado tan solo 1 día después de aquello y enero estaba a punto de comenzar, significando el fin de las vacaciones. Aquel día era fin de año y Mike quería llevarla con sus amigos para disfrutar esa noche solos entre ellos, para así poder disfrutar de ese momento juntos.

Estaba nerviosa porque no paraba de pensar en que Johanna podría estar enfadada ya que ella no le había respondido a los mensajes. Era complicado explicar todo aquello por mensaje y no quería que Theo hiciera daño a ninguno de sus amigos.

Por el otro lado, Mike conducía su viejo coche por la zona más alta y alejada del pueblo de ese lugar, en aquella noche tan estrellada y perfecta como nunca a pesar del frío que hacía. Pax los acompañaba en los asientos traseros, con su lengua afuera y deseosa de corretear por aquel campo tan perfecto.

Las noches de fin de año eran horrendas para Pax, y Mike lo sabía, por eso aprovechaba para llevarla a la zona más alejada, donde apenas había ruido y donde se veía, muy muy a lo lejos, los fuegos. Por lo que el ruido apenas era audible desde ese lugar. Era el lugar perfecto para pasar una noche tranquila con amigos y disfrutar de todos.

El padre de Mike, como de costumbre, estaba de viaje con un boxeador en una competición importante, por lo que eso significaba mucho más tiempo solo para el joven universitario que últimamente pasaba más tiempo con Abby que con nadie más. Y lo disfrutaba.

—Todo saldrá bien —murmuró Mike, que la observó fugazmente en ese momento para volver a centrar su vista en la carretera.

Pero sus manos se apretaron alrededor del volante al ver aún las marcas visibles de lo que Theo le había hecho a ella.

—Me tiene que odiar... —susurró Abby al pensar en Johanna.

—¿Cómo te va a odiar, Abby? Lo más probable es que te eche una buena bronca, luego te abrace casi dejándote sin aire y luego vuelva a echarte la bronca y no se separe de ti en toda la noche —respondió, para luego concluir. —Lo cual me apartará de ti como si fuese un pañuelo para acapararte al completo.

Pero Abby estaba en otro trance y apenas lo escuchaba mucho.

—Soy mala amiga...

La inseguridad de Abby, mezclado con todo lo que había vivido en su vida, hacía una mezcla totalmente peligrosa para la joven. Ella, que tan solo quería poder ser normal, tener una vida aburrida y quejarse de lo aburrida que era, lo que tenía era todo lo contrario y no quería nada de eso.

Por eso Mike volvió a mirarla, para ver nuevamente las marcas de Abby, algo simuladas con el maquillaje que se había puesto para que no se viese mucho.

Abby dio gracias a que Theo se había marchado a la ciudad, a varias horas de ahí, para pasar el resto de la semana con sus amigos y el alcalde, cosa que no entendía que demonios hacía tantos días fuera de su lugar de trabajo cuando era trabajador en una gasolinera. Se imaginaba cosas, pero no quería descubrirlas. Y no se lo había contado a Mike para no preocuparlo y menos involucrarlo.

Gracias a Isabel, Abby pudo salir esa noche con tranquilidad con sus amigos, y ahora estar en ese momento al lado de Mike.

—No lo eres, By... Eres una gran amiga con una vida muy complicada y creo que un día conseguirás abrirte a ella emocionalmente, como lo has hecho conmigo.

Abby lo miró unos segundos mientras el coche de Mike seguía subiendo por la carretera de aquel lugar tan alejado de pueblo y tan alto.

—Tanto Johanna, Jonathan, Emma y sobre todo tu, merecéis a alguien mejor que yo —confesó, enfadando a un Mike que no quería escuchar eso de ella.

Porque no era para nada así como ella lo explicaba. Ya que él y todos sus amigos la necesitaban, querían más de ella y era parte de ellos, de ese grupo que habían creado.

—Odio con todo mi ser todo el daño que ese hombre te ha echo... —respondió con rabia—. Por no hablar de lo que las demás personas te hayan llegado ha hacer en el pasado... Porque sé que hay muchas cosas que te guardas y lo comprendo... Pero odio saber que has sufrido tanto y lleves tantas mochilas tu sola...

Abby carraspeó y dejó de mirarlo, algo avergonzada por lo que iba a decir y miró la ventana para susurrarle;

—Estoy acostumbrada.

Es entonces que Mike tomó de la mano a Abby y se la llevó a sus labios para dejarle un largo beso en el dorso de su mano.

—No deberías. Para eso estoy yo aquí... —confesó el rubio.

Ambos se miraron con una enorme sonrisa y él consiguió que Abby empezara a animarse a pesar de los nervios de ver a su amiga Johanna. Fue ahí cuando Pax empezó a ladrar al ver a los amigos de ambos y Abby se quedó totalmente asombrada por lo hermoso del lugar.

Era un mirador, con algunas mesas en lo más alto de aquella zona, donde muy, muy de lejos, se veía el mar en aquella oscuridad y donde las casas se veían diminutas desde la distancia. Solo se podía escuchar el silencio y el único sonido que había era las hojas de los árboles de alrededor con el viento. Abby se abrigó al sentir el frío en ese lugar para luego acariciar a Pax con dulzura.

Al ver por la ventana a Johanna, Abby supo que estaba más que enfadada. Lo podía ver en los ojos de ella y estaba totalmente nerviosa por ello. Emma, en cambio, se encontraba hablando con Jonathan cuando escuchó el ruido de motor y ambos se levantaron para saludar a sus amigos.

Cuando Mike aparcó, Abby se bajó totalmente nerviosa y cuando estuvo a escasos metros de Johanna, su voz jugó una mala pasada y empezó a temblar para susurrarle;

—Johanna, yo...

Pero Johanna la abrazó, dejándola totalmente sin aire a su amiga mientras que la joven de cabello oscuro no quería soltarse de ella nunca. Estuvo muy preocupada todos aquellos días y cuando habló con Mike la otra noche, todo empeoró cuando este le dijo lo que su padre le había hecho y la amenaza que había recibido. Fue por ello que le dio tiempo a que ella hablase, pero estaba enfadada, enfadada por la angustia, enfadada porque Abby tuviese una vida así y ellos no pudieran hacer nada, enfadada por no saber cómo defenderla.

Y no se separó de ella ni un solo segundo.

—Estaba muerta de miedo, Abby...

—Lo siento...

—No me pidas perdón, pero háblame la próxima vez... Por favor, hazlo. Escríbeme, dímelo, llámame... Pero no me tengas en ascuas...

La abrazó mucho más fuerte y Abby empezó a llorar mientras todos los demás miraban la escena.

—Gracias, Johanna...

Johanna se separó y le sonrió para secarse sus lágrimas y mirarla, ahí vio las marcas y su dolor fue más que obvio en su rostro. Sobre todo, porque al ver el daño que aquel hombre le había causado a ella, colocó sus manos sobre el rostro de su amiga y susurró;

—Vamos a buscar la solución, juntas —respondió Johanna.

—Todos —corrigió Jonathan—. Hola, Abby. Te estábamos esperando.

Jonathan mostró su mejor sonrisa y luego Emma se acercó a Abby para abrazarla, demostrando que a veces no hacían falta las palabras para demostrar algo. Los gestos eran mucho más importantes.

Mike se acercó a Abby, tomándola de la mano y con un gesto de la cabeza, le dijo de ir a la mesa donde se sentarían, cenarían y charlarían durante esa noche de fin de año.

Y vaya si lo hicieron.

Pax estuvo divirtiéndose toda la noche, primero con Johanna, luego con Jonathan que jugaba con ella con el balón de fútbol y luego con Abby y Mike. Y lo que Mike le había dicho a Abby en el coche se hizo realidad, porque Johanna apenas se separaba de su amiga Abby, acaparándola totalmente mientras que Mike parecía estar en un segundo plano y quería más de Abby.

En un momento dado, cuando Jonathan estuvo abrazándose con Johanna y Abby se alejó del grupo un instante para observar las vistas del mirador mientras se abrigaba con sus brazos, Mike se levantó de la mesa para ir hacia ella, quitarse su chaqueta y ponérsela a la joven para que se abrigase, cosa que Abby agradeció por completo.

—Gracias.

Ambos juntos en ese lugar, con una Abby distraída mirando las hermosas vistas de ese sitio, mientras que Mike la miraba a ella, deseoso de conocer más a esa joven.

—¿Te gusta?

—Me encanta... Es hermoso este lugar... —susurró una Abby abrigándose y disfrutando del olor de Mike en aquella chaqueta.

El rubio estaba tan pegado al cuerpo de la joven, que su rostro estaba pegado al cabello de ella, disfrutando de ese olor tan único de Abby que lo traía totalmente loco. Deseó besarla, ahí mismo, sin importar nada más, queriendo ir más allá con Abby.

Pero las cosas no iban a ser tan fáciles y ella aún estaba débil después de lo que había sucedido.

—Y lo mejor de todo es que apenas hay ruido. Pax no soporta los fines de año y yo solo quiero que lo pase lo mejor posible —contestó el universitario, abrazando con dulzura el pequeño cuerpo de la joven.

—Aquí apenas se oyen los fuegos artificiales.

—Si...

Fue ahí que ella se giró, mirando los hermosos ojos azules de ese hombre con el que había tenido momentos muy íntimos. Momentos que nunca olvidaría, momentos que permanecerían en su mente para siempre.

Y eso nadie, ni Theo, se lo iba a quitar.

Iba a guardar esas experiencias, esas sensaciones para siempre, aunque en un futuro no volviese a ver a Mike Lauper. Aunque en el futuro ambos tomasen caminos separados, por mucho que a ella le doliera. Pero en ese momento, ella quería disfrutar de ese momento con él, estar ahí y aprovechar cada momento con él en cada segundo que sucediese.

—Gracias, Mike... Pero... tengo miedo que te ocurra algo si te acercas mucho a mi. Y sé que esto... Lo nuestro, no será para siempre... Pero estos momentos los voy a guardar para siempre —murmuró ella.

Y él negó por ello.

—Olvídate de eso, porque no sucederá. Siempre me tendrás ahí, aunque Theo haga todo lo posible por evitarlo... Y nada, ni nadie, va a separarme de ti. Ni ahora, ni nunca.

Y Mike colocó sus manos sobre las mejillas de ella, acariciándola con dulzura mientras que sus ojos no se apartaban de los de la joven. Sus sentimientos cada día iban a más, pero no era capaz de admitirlos por la novedad en su vida, la novedad de su bisexualidad, la novedad de lo que era el primer amor. La novedad a todo y que él aún no estaba seguro de lo que sentía.

Pero de lo que estaba seguro es que no quería separarse de ella nunca.

Y mientras los demás daban la cuenta atrás para el nuevo año que vendría, ambos amantes se observaron en aquel mirador, con aquellos ojos, observándose, notando esas sensaciones que tenían mutuamente.

Y cuando la cuenta atrás terminó, algo entre ellos comenzó a sonar en lo más profundo de su cuerpo. Algo que empezó a latir con mucha más fuerza que nunca y aunque eran muy jóvenes para admitir lo que era, no hacía falta entender que lo que había sucedido entre ambos era amor... Puro amor.


***

Aquí tenéis un nuevo capítulo de Mike y Abby.

¿Que les ha parecido?

¿Las nuevas escenas?

¿El grupo de amigos?

Nos leemos el lunes.

Patri García

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro